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La Fogata con las Madres

La obediencia debida de Horacio Verbitsky

"...las Madres, más combativas que nunca, empiezan a escribir su legado irreprochable..."
Osvaldo Soriano

Por Hugo Alberto de Pedro

Los que no tenemos acceso a los medios de comunicación, como el Sr. Horacio Verbitsky, no nos callaremos jamás cuando agreden y difaman a quienes respetamos, en éste caso Hebe de Bonafini, y utilizaremos todos los medios a nuestro alcance para levantar nuestra voz. Quién hace abuso de la prensa como una práctica cada vez más habitual para responder a intereses que lógicamente nunca revelará, además de apoyarse en una credibilidad cada vez más débil -aumentando la gravedad por ser presidente del CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales)-, tendrá siempre nuestra condena moral y ciudadana junto a las más severas de nuestras críticas.
Quienes éramos adolescentes en los lúgubres días de la represión, Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) y dictadura militar, hemos visto y acompañado a las "Madres de la Plaza de Mayo" en su derrotero por la búsqueda de los desaparecidos y las luchas mantenidas por la "Verdad y la Justicia", convirtiéndose día tras días en un verdadero ejemplo de las convicciones y de la forma que se puede resistir aún en medio del terror y la muerte. Esas marchas de los jueves, sus rezos en iglesias, sus pañales convertidos en los célebres pañuelos blancos, sus ingresos a través de tantas puertas que le intentaron cerrar en las propias narices, sus detenciones y vejámenes, sus rebeldías y pasiones entre miles de ejemplos más; hoy no nos permitirán quedarnos callados.
Han sido las propias Madres, y Hebe en particular, quienes han reconocido públicamente y en sus escritos de los contactos mantenidos con miembros del gobierno, congreso y embajadores de los EE.UU. como también con muchos otros líderes mundiales, por lo cual la temeraria denuncia de Verbitsky nada aporta a la historia, a menos que con sus comentarios se pretenda denostar una vida entera de lucha de quienes tuvieron que dejar sus casas para emprender el camino que otros no recorrían por estar muy cómodos en el exterior. Aquí quiero reivindicar a aquellos conciudadanos que se vieron forzados a dejar el país para salvar su vida de las "garras la muerte" pero que hoy tienen la dignidad de reconocer a los que se quedaron y de no menoscabar a quienes, como las "Madres", también perseguidas y amenazadas defendieron la vida de sus hijos y de todos los hijos desde nuestro suelo.
Ahora que llegaron solamente cuatro cajas de documentación desclasificada por el Departamento de Estado norteamericano: ¿Cuál es el rompecabezas que hay que armar? ¿Cuál es el aporte real y efectivo? ¿Cuál es el reconocimiento de parte de EE.UU. de haber sido cómplice de las muertes, torturas y desapariciones? Muy poco agrega a lo que todos conocemos, y que hasta el periodista estadounidense Martín Edwin Andersen ha denunciado en sus libros. Pero bien, enhorabuena que llegaron. Como también llegaron primero la CONADEP, luego el Juicio a las Juntas para terminar en la Obediencia Debida, el Punto Final y los Indultos acompañados de las indemnizaciones a los familiares pero no llegó nunca la justicia y la cárcel a los genocidas. Ergo, han sido los EE.UU., que han acompañado a los gobiernos democráticos que destruyeron las esperanza y vidas de millones, los que sin condicionar ante todo la condena judicial por los crímenes de lesa humanidad cometidos y que ahora Verbitsky intenta reivindicar.
¿Qué problema hay si Hebe declara que hay otras "Madres" que no tienen nada que ver con lo que ella piensa? ¿Qué problema hay si hoy manifiesta su repudio y trata de enemigo a los EE.UU.? ¿Qué problema hay si en los años de desesperación hubo contactos para denunciar y hoy ni se los quiere recordar?. El problema está en que gente como Verbitsky se zambulla en los menos de cinco mil documentos en la búsqueda de las relaciones de las "Madres" para hacer una denuncia descarnada. El problema está en que Jorge Lanata también es funcional a esto. El problema está en los periodistas y dirigentes que han sido perseguidos, torturados y han tenido que vivir el exilio que hoy no alcen su voz o escriban repudiando esta andanada de perversidad histórica en contra de las "Madres".
El abogado Verbitsky en forma despreciativa trato a la "Universidad Popular de las Madres de Plaza de Mayo" como una "academia" hace algún tiempo atrás, lo que demuestra que hace de sus columnas, que muchos leemos de buena fe, una trinchera de desprecios hacia los que estudian en ella. Que tiene los profesores y académicos, que concurren sin necesidad de que los patrocinen fundaciones foráneas, como es el caso de David Viñas, Herman Schiller, Osvaldo Bayer, Vicente Zito Lema, León Rozitchner, Alfredo Grande, James Petras entre cientos de reconocidos docentes. Ésta Universidad Popular, que no es una "academia" y cuenta con el apoyo de muchas universidades del exterior, brinda la posibilidad de participar en sus talleres y seminarios a muchos argentinos que en otros sitios no encuentran la contención intelectual necesaria y en los cuales Verbitsky no podría sostener ni un minuto de discusión franca, leal y constructiva.
Muchos que hoy no tenemos a nuestra madre a nuestro lado pensamos que estaríamos muy seguros de nuestra vida y nuestro destino sí Hebe y las Madres están con nosotros, y mucho nos deberíamos preocupar que lo estén los que a ellas atacan porque sería imposible no recordar a los infiltrados como Astiz que con su accionar se llevaron a muchos a la tortura, la desaparición y la muerte.
A muchos nos consta de los esfuerzos que hemos realizado para poder expresar nuestro repudio hacia Verbitsky, tanto en el programa "Detrás de las Noticias" y en "Página/12" como en otros medios de prensa sin ningún tipo de respuesta ni contestación. Pero no importa porque hay medios alternativos de comunicación y periodísticos que se han abierto a nuestras opiniones. Pero siguiendo la lógica de Verbitsky es posible que dentro de dos o tres décadas, de algunos archivos desclasificados aparezcan nuestras opiniones y los que como él opinan digan también que: "Nada más importante, sin embargo, que el mensaje que su envío trasmite. Eso no se hace".
¿Cuando Verbitsky habla y escribe, no se pregunta que pensarían el Padre Carlos Mujica o Rodolfo Walsh? ¿Qué le estaría respondiendo Azucena Villaflor? Seguramente que no lo hace, porque ellos no comprenderían la Obediencia Debida del ex "El Perro".
4 de setiembre del 2002
Hugo Alberto de Pedro