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La Fogata con las Madres

22a. Marcha de la Resistencia "NO AL PAGO DE LA DEUDA EXTERNA"
Acto de Cierre - 12 de diciembre de 2002
Discurso de Hebe de Bonafini,
presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo

Compañeras y compañeros:
Permítanme que les devuelva el abrazo...
Hoy las Madres abrazamos a todos, porque nos parece impresionante que asambleas, piqueteros, partidos políticos, fábricas tomadas y gente independiente, estemos todos juntos, aquí en la Plaza, con ellos, los de la Pirámide, ¡que no han muerto, que están más vivos que nunca, que nos señalan el camino!
¡Tenemos que aprovechar esta oportunidad, tenemos que darle contenido a esta oportunidad, a esta Plaza que nos contiene, esta Plaza que es nuestra, que es del Pueblo!
Hay que seguir - como decía Raúl - tenemos que organizarnos, y tenemos que organizarnos por muchas cosas.
El no pago de la deuda externa va a significar que ese dinero tiene que ingresar para todos los necesitados de nuestro pueblo: salud, educación, trabajo, niños felices...
El no pago de la deuda externa no tiene que ser nada más que una consigna. Tiene que ser una presión constante y permanente sobre los atorrantes de los políticos que nos gobiernan, y que se creen que este país es de ellos...
¡Hoy más que nunca!, y pensémoslo bien, el país está en nuestras manos. En las manos de los piqueteros, de las asambleas, de las fábricas tomadas... ¡Qué compañeros, carajo! que tienen huevos como para hacer lo que están haciendo...
Tenemos que hacer un 20 de diciembre, las Madres estamos pensando mucho qué vamos a hacer el 20. Tenemos que decir claramente ¡que la Plaza del 20 es de los que estuvimos el 20, y no de los que estuvieron debajo de la cama!
Los que llamaron a desmovilizar, como la CTA, ¡no pueden venir el 20 a la Plaza! ¡Que hagan el acto otro día!
Las Madres, cuando nuestros hijos nos planteaban todo el tema de la deuda, del plan económico, creíamos que era una exageración...
Y lo repito mil veces - ¡porque eramos tan estúpidas...! - que nos parecía que no tenía nada que ver. Y hoy, cuando hablamos del no pago de la deuda, cuando hablamos de una realidad de nuestro país, cuando hablamos de cuánto hace que las Madres venimos diciendo que se mueren tantos niños de hambre...
Hoy lo "descubrieron" porque salió por televisión, porque alguien fue a Tucumán y vió una niña que lloraba, pero resulta que no vió que aquí a la vuelta, en todas las villas que hay ¡hay miles de niños que lloran porque no pueden comer muchos días! Pero como no salieron por televisión, ¡parece que no existen!
¡Pero sí están! Son los nuestros...
Yo sé que el camino es muy duro. La gente nos viene a pedir fórmulas a las Madres.
25 años de lucha, 22 Marchas de la Resistencia - mejores, peores, más gente, menos gente - pero ésta, ¡es única!
¡Esta es la más grande, y esta es la mejor! Primero, porque todos están rodeando la Pirámide, donde están los nuestros. Después, porque estamos todos los que estamos convencidos que la revolución socialista es la única salida. ¡Que no hay otra!
Que con los votos, y peleándonos por una intendencia o por un puestito, o por una diputación, no vamos a ir a ninguna parte...
Las Madres hace muchos años que no votamos. No queremos gastar nuestro tiempo, ni poner una boleta - ni blanca ni negra- en las urnas mierda de ellos. Siempre decía el Padre Camilo Torres, ese gran revolucionario: "...no hay que votar, porque ellos pintan sus diputados, pintan su gente en las paredes, Ellos votan, y lo peor de todo, ¡que ellos cuentan los votos! Siempre van a ganar..."
No hagamos ecos de lo que va a pasar el 20. El 20, si no viene la policía a joder, si no hay Ibarrras que manden a reprimir, o hijos de puta como Duhalde, no va a pasar nada, porque el pueblo nunca utiliza la violencia en sus marchas.
Pero, también quiero emplear una frase que hago mía, de Mario Benedetti, un gran escritor:
" Si la violencia va y viene, no se me queje después"
Por eso, compañeros, por la revolución, para la revolución: plaza, combate, calle, corte de ruta, toma de fábricas...
La fábrica, sin los dueños pueden funcionar perfectamente. Lo que no puede es funcionar sin trabajadores...
¡Tomemos las fábricas, porque no precisamos a los empresarios para hacerlas funcionar! ¡Que se metan en el culo su sabiduría como empresarios! ¡No los precisamos!
Las Madres estamos orgullosas de tener compañeros en los piquetes, entre los piqueteros, porque somos piqueteras. Estamos orgullosas de las Asambleas, que se organizan y pelean y luchan en distintos lugares, y que hoy están aquí. Estamos orgullosas de los compañeros que toman las fábricas. Somos piqueteras, asambleístas, nos encanta estar dentro de las fábricas.
No hay nada mejor que compartir con nuestra clase, con la clase de nuestros padres, de nuestros viejos, ¡y defenderla a muerte! Esta clase de los trabajadores, de los que estamos en la base, de los que estamos ocupando hoy aquí la Plaza.
¡No es poco, compañeros! ¡Defendamos nuestra clase, con la vida si es necesario! ¡No dejemos que nos tomen el camino! ¡No permitamos que usen nuestras consignas!
Y sobre todo, ¡no los dejemos ocupar esta Plaza, porque esta Plaza ¡es de los que luchan, es de nuestros hijos! De los pibes que murieron, que asesinaron el 19 y el 20, es de todos los pibes que fueron asesinando últimamente: los piqueteros en el puente, ahora uno en la villa, de los chicos que están presos por luchar, ¡También es de ellos!
¡No se la dejemos ocupar a los que aman y luchan por la social-democracia. ¡La social-democracia es pura mierda! ¡Retirémoslos de ahí!
El sistema capitalista es asesino. Estados Unidos, el país más terrorista que existe. Duhalde y la mafia, el parlamento con los parlamentarios, ¡un gran charco de mierda, lleno de gusanos, en el que todos se revuelcan!
¡Y nosotros aquí, erguidos, firmes y contentos en nuestra lucha! Porque alguna vez el poder será nuestro.
Pero tiene que ser el poder que da la fuerza, la Plaza y los compañeros, no el que dan los votos. Los votos solo traen más botas...
Se está muriendo Massera: ¡ojalá sufra como un perro y se reviente! ¡Que muera hoy!
¡Hijo de puta, hijo de puta! (con toda la Plaza)
Y ahora, vamos a marchar hasta el parlamento, que es la Casa y la Universidad de las Madres. Ése es nuestro parlamento, ahí discutimos, ahí debatimos, y ahí creemos, cuando hacemos grandes asambleas con los compañeros, que se está gestando el nuevo país. Ese por el cual dieron la vida nuestros hijos, y que si es necesario, las Madres también estamos dispuestas a dejar la vida en esta lucha, que es hermosa, y que no tiene que ver nada con el sacrificio.
La lucha engrandece, da fuerzas, te pone feliz, te pone contenta. ¡Y sobre todo cuando uno lucha para otros!
Para nosotras, no queremos nada. ¡Todo lo que hacemos, compañeros, es para ustedes!
La Revolución está caminando: ¡andemos juntos!