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Marta Harnecker


Segunda Parte: Nuestra tarea estratégica
Marta Harnecker

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ste texto forma parte de una trabajo más extenso de Marta Harnecker: América latina:Tarea estratégica: articular izquierda partidaria e izquierda social para construir un gran bloque social antineoliberal (21 de agosto 2001), preparado por la autora para el Foro Mundial de Alternativas, en el contexto de una investigación sobre "el Mundo visto desde sus pueblos"
Puede reproducirse citando la fuente y conservando la enumeración de los párrafos que corresponden al trabajo completo
Marta Harnecker:mepla@mail.infocom.etecsa.cu.


409. El eje estratégico de la oposición al modelo neoliberal pasa, a mi entender, en primer lugar, por articular a los diferentes sectores de la izquierda.
410. Entiendo por izquierda al conjunto de fuerzas que se oponen al sistema capitalista y su lógica del lucro y luchan por una sociedad alternativa construida a partir de intereses de las clases trabajadoras, humanista y solidaria, libre de la pobreza material y de las miserias espirituales que engendra el capitalismo.(1)
411. La izquierda no se reduce, entonces, a la izquierda que milita en partidos u organizaciones políticas de izquierda, sino que incluye a actores y movimientos sociales, muchas veces más dinámicos y combativos, identificados con esos ideales, pero que no militan en ningún partido u organización política. Entre los primeros hay quienes apuestan a acumular fuerzas por la vía del uso transformador de las instituciones, otros mediante la lucha guerrillera revolucionaria; entre los segundos hay quienes buscan ir construyendo movimientos sociales autónomos y distinto tipo de redes.
412. Para simplificar he decidido denominar izquierda partidaria a los primeros e izquierda social a los segundos. Estoy convencida que sólo la unión de los esfuerzos militantes de las más diversas expresiones de la izquierda permitirá cumplir a cabalidad una segunda tarea: construir una confluencia mayor de todos los que sufren las consecuencias del actual capitalismo salvaje en un gran bloque social antineoliberal.
413. La tarea estratégica sería entonces, articular la izquierda política y social, para, a partir de ella, reunir en una sola gran columna a la creciente y dispersa oposición social(2)

1. CONDICIONES OBJETIVAS FAVORABLES

414. A pesar de la estrategia fragmentadora del proyecto neoliberal(3) y de los golpes que han sufrido los trabajadores,(4) existen condiciones objetivas que favorecen esta confluencia mayor.
415. La profundidad de la crisis, la amplitud y variedad de los sectores afectados, la multiplicidad de las demandas que surgen desde la sociedad y permanecen desatendidas [...],configuran un escenario altamente favorable para empujar hacia la conformación de un bloque social alternativo, de amplísima composición y enorme fuerza social, habida cuenta de la legión de sus potenciales integrantes que abarca a la inmensa mayoría de la población.(5)
416. Entre los que sufren las consecuencias económicas del neoliberalismo están: los pobres y marginados, los estratos medios empobrecidos, la constelación de pequeños y medianos empresarios y comerciantes, el sector de los informales, los productores rurales medianos y pequeños, la mayoría de profesionales, la legión de los desocupados, los cooperativistas, los jubilados, la policía y los cuadros subalternos del ejército.(6) Pero no sólo debemos tener presente a los sectores económicamente afectados sino también a todos los discriminados y oprimidos por el sistema: entre ellos a las mujeres, los jóvenes, los niños, los indígenas, los negros, determinadas creencias religiosas, los homosexuales, etcétera. Se trata de la mayoría de la población de nuestros países.
417. Algunos de estos sectores se han transformado en poderosos movimientos. Entre ellos los de mujeres, indígenas, ambientalistas, de consumidores, los que luchan por los derechos humanos. Estos movimientos difieren en muchos aspectos del clásico movimiento obrero en cuanto a las características de sus plataformas, de fuerte acento temático, y de convocatoria policlasista y multigeneracional, a las formas concretas de acción, y a los modos de organización, menos jerárquicos y más en red que en el pasado.(7)
418. Otras veces, se producen expresiones puntuales de nuevos actores sociales. Es sorprendente, por ejemplo, la capacidad de movilización que han manifestado los jóvenes organizados por vía electrónica con el objetivo de repudiar la actual globalización y resistir a la aplicación de nuevas medidas de corte neoliberal. Por desgracia estas expresiones militantes a favor de un mundo diferente suelen esfumarse una vez trascurrido el episodio a falta de instancias capaces de liderarlos y mantenerlos reunidos, superando su heterogeneidad.(8) Aunque quizá esta escasa perdurabilidad en el tiempo se deba a su carácter muy incipiente. Se trata de movimientos muy nuevos, quizá no se hayan decantado los posibles aportes de los diversos protagonistas.(9)
419. Helio Gallardo utiliza el término de pueblo social para referirse a todos estos sectores que sufren las consecuencias del sistema neoliberal.(10) Este término no remite exclusivamente a los empobrecidos desde el punto de vista socioeconómico, sino también a los empobrecidos en su subjetividad.

2. DIFICULTADES SUBJETIVAS

420. Pero, junto a estas condiciones objetivas favorables para conformar un gran bloque social alternativo al neoliberalismo, se dan condiciones subjetivas muy complicadas, que tienen que ver con un problema de fondo: la dispersión de la propia izquierda. A continuación nos detendremos en algunos de los elementos que podrán explicar esa situación.

1) La Crisis de la política y los políticos

421. Vivimos en un momento en que la participación específicamente política ha disminuido —fenómeno bastante universal—, reorientándose en otras direcciones y formas de actividad.(11)
422. Existe un creciente escepticismo popular en relación con la política y los políticos.
423. Esto tiene que ver con las grandes limitaciones que hoy tienen nuestros regímenes democráticos.
424. Se trata, como dice Franz Hinkelammert, de una democracia agresiva, sin consenso, con extremo control de los medios de comunicación por intereses económicos concentrados, en la que la soberanía no reside en los gobiernos civiles, sino en los ejércitos y, más allá de ellos, en los organismos financieros internacionales que representan los gobiernos de los países del Centro. [...] Se trata de democracias controladas, cuyos controladores no están sometidos a ningún mecanismo democrático.(12)
425. Estos regímenes de democracia tutelada, limitada, restringida, controlada o de baja intensidad, según las denominaciones de los diversos autores y que concentran el poder en órganos de carácter permanente, no electivos, y, por lo tanto, no sujetos a cambios producto de los resultados electorales, como el Consejo de Seguridad Nacional, el Banco Central, las instancias económicas asesoras, la Corte Suprema, la Contraloría, el Tribunal Constitucional y otros órganos como éstos, limitan drásticamente la capacidad efectiva de las autoridades electas democráticamente.
426. Grupos de profesionales y no de políticos son los que hoy adoptan las decisiones o tienen una influencia decisiva sobre éstas. [...]. La aparente neutralidad y despolitización de dichos órganos oculta una nueva manera de hacer política de la clase dominante. Sus decisiones se adoptan al margen de los partidos.
427. [...] se han perfeccionado enormemente los mecanismos de fabricación del consenso, monopolizados por las clases dominantes, que condicionan en un alto grado la "voluntad" del electorado y, por otra, se ha restringido mucho la capacidad efectiva de las autoridades generadas democráticamente como forma de establecer una protección contra la voluntad de los ciudadanos. [...](13)
428. Otros elementos que explican este escepticismo son, por un lado, la apropiación inescrupulosa por parte de la derecha del lenguaje de la izquierda: palabras como reformas, cambios de estructura, preocupación por la pobreza, transición, forman hoy parte de su discurso habitual, y, por otro, la adopción bastante frecuente por parte de los partidos de izquierda de una práctica política muy poco diferenciada de la práctica habitual de los partidos tradicionales.
429. Cada vez más la gente rechaza las prácticas partidarias clientelistas, poco transparentes y corruptas, (14) que sólo se acercan al pueblo en momentos electorales; que pierden energías en luchas intestinas, lucha de fracciones y pequeñas ambiciones; donde las decisiones son adoptadas por las cúpulas partidarias sin una real consulta con las bases y prima el liderazgo unipersonal sobre el colectivo.(15) Repudia crecientemente los mensajes que se quedan en meras palabras, que no se traducen en actos.(16)
430. Toda esta situación ha llevado a que cunda la indiferencia y esto sólo favorece a las clases dominantes las que suelen lograr una adhesión limitada, pero mayor que las fuerzas de izquierda que, por otra parte, muy a menudo se presentan divididas a las contiendas electorales.
431. La gente común y corriente está harta del sistema político tradicional y quiere cosas nuevas, quiere cambios, quiere nuevas formas de hacer política, quiere una política sana, quiere transparencia y participación, quiere recuperar la confianza.(17)
432. Es sintomático, por ejemplo, que en Chile más de 800 mil jóvenes hayan optado por no inscribirse en los registros electorales.(18)
433. Esta decepción de la política y los políticos que crece día a día —y que permea también a la izquierda social— no es grave para la derecha, pero para la izquierda sí lo es. La derecha puede perfectamente prescindir de los partidos políticos, como lo demostró durante los períodos dictatoriales, pero la izquierda [...] no puede prescindir de un instrumento político -sea éste un partido, un frente político u otra fórmula-.(19)
434. Y ésto por varias razones, en primer lugar, porque la transformación no se produce espontáneamente, las ideas y valores que prevalecen en la sociedad capitalista -y que racionalizan y justifican el orden existente- invaden toda la sociedad –especialmente a través de los medios de comunicación de masas-- e influyen muy especialmente en los sectores menos provistos de armas teóricas de distanciamiento crítico; en segundo lugar, porque es necesario elaborar un proyecto social alternativo al capitalismo, un proyecto de país diferente; en tercer lugar, porque es necesario que seamos capaces de vencer a fuerzas inmensamente más poderosas que se oponen a esa transformación.
435. La historia de las transformaciones sociales profundas ratifica en forma porfiada lo que se puede lograr cuando existen instrumentos políticos capaces, en primer lugar, de levantar un programa alternativo de carácter nacional que sirva de instrumento aglutinador de amplios sectores populares y, en segundo lugar, de unificar la acción, elaborando estrategias y tácticas que permitan golpear eficazmente al poderoso enemigo que hay que enfrentar..
436. Para que la acción política sea eficaz, para que las actividades de protesta, de resistencia, de lucha del movimiento popular logren sus objetivos, se requieren instancias que orienten y unifiquen los múltiples esfuerzos que espontáneamente surgen, y promuevan otros.
437. La sólida cohesión organizativa no sólo otorga la capacidad objetiva de actuar; a la vez crea un clima interno que hace posible una intervención enérgica en los acontecimientos y un aprovechamiento de las oportunidades que éstos ofrecen. Hay que recordar que en política no sólo hay que tener razón, sino que hay que tenerla a tiempo y contar con la fuerza para materializarla.
438. Por el contrario, el no tener ideas claras por qué luchar y la sensación de no contar con instrumentos sólidos que permitan llevar a la práctica las decisiones adoptadas, influye negativamente ejerciendo una acción paralizadora.(20)

2) Ausencia de una propuesta de sociedad alternativa al capitalismo

439. Otra gran dificultad para la unidad de la izquierda es que, luego de la derrota del socialismo soviético, la crisis del estado benefactor impulsado por la socialdemocracia europea y del desarrollismo populista latinoamericano; no cuenta con una propuesta alternativa al capitalismo —socialista o como se la quiera llamar— rigurosa y creíble, que pueda asumir los datos de la nueva realidad mundial.(21)
440. El capitalismo ha revelado su gran capacidad de reciclarse y de usar la nueva revolución tecnológica a su favor; fragmentando a la clase obrera, limitando su poder de negociación, sembrando el pánico de la desocupación, mientras la izquierda se ha quedado muchas veces anclada en el pasado. Existe un exceso de diagnóstico y una ausencia de terapeútica.(22) Navegamos políticamente sin brújula.(23)

3) Dificultades de la izquierda partidaria

441. Una gran parte de la izquierda partidaria, en las últimas décadas, ha tenido muchas dificultades para trabajar con los movimiento sociales y acercarse a los nuevos actores sociales y esto se ha debido, a mi entender, a varios factores.
a) Reducción de la actividad política a lo institucional
442. Mientras la derecha ha demostrado una gran iniciativa política y usa su control de las instituciones del estado y su influencia económica para imponer el nuevo modelo, servil al capital financiero y a los monopolios, precipitando las privatizaciones, la desregulación laboral y todos los demás aspectos del programa neoliberal,(24) y elaborando y poniendo en práctica una hábil estrategia de fragmentación social, de sobredimensionamiento de algunos movimientos sociales, de fomento del antipartidismo; la izquierda partidaria suele estar a la defensiva. Al restringir el trabajo político, salvo escasas excepciones, casi exclusivamente al uso de la institucionalidad vigente, es decir, al adaptarse a las reglas del juego del enemigo, casi nunca lo toma por sorpresa. Se cae en el absurdo de que el calendario de las luchas de la izquierda lo fija la derecha.
443. ¿Cuántas veces no hemos escuchado quejas de la izquierda contra las condiciones adversas en las que tuvo que dar la contienda electoral, luego de constatar que no ha logrado en las urnas los resultados electorales esperados? Sin embargo, esa misma izquierda muy pocas veces denuncia en su campaña electoral las reglas del juego que se le imponen y plantea como parte de esa campaña una propuesta de reforma electoral. Por el contrario, suele ocurrir que en búsqueda de los votos --en lugar de hacer una campaña educativa, pedagógica, que sirva para que el pueblo crezca en organización y conciencia-- utilice las mismas técnicas para vender sus candidatos que las que usan las clases dominantes.
444. Por otra parte, las propias reglas del juego impuestas por las clases dominantes dificultan la unidad de la izquierda y fomentan el personalismo.(25)
445. Y esto determina que, en caso de un fracaso electoral, además de la frustración, el desgaste y el endeudamiento productos de la campaña, el esfuerzo electoral no se traduzca en un crecimiento político de quienes fueron receptores y actores, dejando la amarga sensación de que todo ha sido en vano. Muy distinta sería la situación si la campaña se pensase fundamentalmente desde el ángulo pedagógico, usando el espacio electoral para fortalecer la conciencia y la organización popular. Entonces, aunque los resultados en las urnas no fuesen los mejores, el tiempo y los esfuerzos invertidos en la campaña no serían algo perdido.(26)
446. Con razón algunos sostienen que el culto a la institución ha sido el caballo de Troya que el sistema dominante logró introducir en la misma fortaleza de la izquierda transformadora;(27) logrando minarla por dentro.
447. El trabajo de la militancia se delega progresivamente en las personas que detentan cargos públicos y administrativos. El esfuerzo prioritario dejó de ser la acción colectiva para convertirse en la acción parlamentaria(28) o en la presencia mediática.
448. La acción militante ha tendido a reducirse a la fecha electoral, pegadas de carteles y algún que otro acto público.(29)
449. Y, lo que es peor aún, el financiamiento de los partidos proviene cada vez más de la participación de sus cuadros en las instituciones del estado: parlamento, gobiernos locales, tribunales de control electoral, etcétera; con todo lo que ello entraña de dependencia y de presiones.
450. Por otra parte, la articulación de la izquierda partidaria con la izquierda social se facilitaría si se abandonase la concepción tradicional estrecha de la política que tiende a reducirla a la lucha relacionada con las instituciones jurídico--políticas y a exagerar el papel del estado.(30) Esta concepción impregna tanto a los sectores más radicales como a los más reformistas. Los primeros reducen la acción política a la toma del poder político y la destrucción del estado; los segundos, a la administración del poder político o ejercicio de gobierno. Los sectores populares y sus luchas son los grandes ignorados.(31)
451. Para la izquierda, la política tiene que ser mucho más que la conquista de instituciones, debe ser la capacidad de cambiar las instituciones para poder transformar la realidad; de crear nuevas correlaciones de fuerzas que permitan realizar los cambios requeridos. Debe entender que no puede construir fuerza política sin construir fuerza social.
b) Tendencia a "partidizar" los movimientos
452. La izquierda partidaria tiende a "partidizar" todas las iniciativas y los movimientos que luchan por la emancipación, en lugar de esforzarse por articular sus prácticas en un proyecto político único.(32)
c) Esquemas conceptuales que obran de anteojeras
453. Le ha costado mucho abrirse a las nuevas realidades. Muchas veces se ha mantenido aferrada a esquemas conceptuales que le han impedido apreciar la potencialidad de los nuevos sujetos sociales.
454. La aplicación reduccionista del concepto de clase al campesinado indígena la llevó a considerarlo como una clase social explotada que debía luchar por la tierra como cualquier otro campesino, ignorando la importancia del factor étnico--cultural que hacía de ese campesinado un sector social doblemente explotado y con una cultura ancestral de resistencia al opresor.(33)
455. Por razones similares tiende a centrar su mirada exclusivamente en los actores que tradicionalmente se movilizaban como los sindicatos, que hoy están muy debilitados producto de diferentes factores, entre ellos, los cambios en el proceso de producción y la nueva legislación laboral; y el movimiento juvenil, que luego de haber casi desparecido durante varios años, comienza hoy a repuntar.
456. La tesis del sindicato como correa de transmisión del partido mal digerida fue aplicada por la izquierda en su trabajo con el movimiento sindical primero, y luego con los movimientos sociales. La dirección del movimiento, los cargos en los organismos de dirección, la plataforma de lucha, en fin, todo, se resolvía en las direcciones partidarias y luego se bajaba la línea a seguir por el movimiento social en cuestión, sin que éste pudiese participar en la gestación de ninguna de las cosas que más le atañían.(34)
d) Tendencia a homogeneizar
457. Todavía existe en la izquierda partidaria una dificultad para trabajar con las diferencias. La tendencia, especialmente de los partidos de clase, fue siempre tender a homogeneizar la base social en la que actuaban. Si eso se justificó alguna vez dada la identidad y homogeneidad de la propia clase obrera con la que trabajaban prioritariamente, en este momento es anacrónico frente a actores sociales tan diversos. Hoy se trata más de la unidad en la diversidad, del respeto a las diferencias étnicas, culturales, de género, y de sentimiento de pertenencia a colectivos específicos. Se hace necesario realizar un esfuerzo por encauzar los compromisos militantes partiendo de las potencialidades propias de cada sector o individuo, sin buscar homogeneizar a los actores, pero teniendo especial sensibilidad para percibir también todos aquellos puntos de encuentro que puedan permitir levantar, a partir de la consideración de las diferencias, una plataforma de lucha común.
458. Este respeto a las diferencias debe reflejarse también en el lenguaje. Es fundamental que se rompa con el viejo estilo de pretender llevar mensajes uniformes a gente con muy distintos intereses. No se puede estar pensando en masas amorfas, lo que existe son individuos, hombres y mujeres que están en distintos lugares, haciendo cosas diferentes y sometidos a influencias ideológicas diferentes; el mensaje tiene que adoptar formas flexibles para llegar a ese hombre concreto. Hay que individualizar el mensaje,(35) sin perder de vista los objetivos comunes.
e) Estilo autoritario
459. Si hay algo que dificulta gravemente la relación de la izquierda partidaria con los movimientos populares y, en general con los nuevos actores sociales, es el estilo autoritario de la mayoría de sus cuadros. Estos suelen estar habituados a conducir a las masas por órdenes, pero los movimientos sociales y muy especialmente los nuevos actores no aceptan ser conducidos, necesitan ser convencidos y adherir libre y conscientemente a las propuestas que surjan desde el exterior de sus propios movimientos. Por eso los cuadros políticos hoy deben ser fundamentalmente pedagogos populares, capaces de potenciar toda la sabiduría que existe en el pueblo --tanto la que proviene de sus tradiciones culturales y de lucha, como la que adquieren en su diario bregar por la subsistencia-- a través de la fusión de ésta con los conocimientos más globales que la organización política pueda aportar. Deben fomentar la iniciativa creadora, la búsqueda de respuestas en los propios actores.(36) Hay que tener en cuenta que un gran factor educativo son las propias experiencias de lucha.
460. Los nuevos actores son particularmente sensibles al tema de la democracia. Sus luchas han tenido generalmente como punto de partida la lucha contra la opresión y la discriminación. De ahí que rechacen ser manipulados y exijan una participación democrática en la toma de decisiones. En sus organizaciones propician el consenso y si éste no es posible consideran que las decisiones deben ser adoptadas por alta mayoría.Se evita usar las mayorías estrechas para imponer su voluntad a quienes quedan en minoría. Se considera que si no es la gran masa la que está convencida no tiene sentido imponer una medida adoptada por una mayoría estrecha. Es preferible esperar que la gente vaya madurando y llegue a convencerse por sí misma de lo correcto de esa medida [...]. Eso evita las nefastas divisiones internas que suelen aquejar a los movimientos y partidos de izquierda y evita que se cometan errores de gran envergadura.(37)
461. Sin embargo, me parece necesario advertir que por muchas desviaciones y errores que se hayan cometido, no se trata de tirar todo por la borda y empezar desde cero. Existe una tendencia muy grande, y especialmente en la juventud, a criticar destructivamente todo lo que existe y a pensar que se puede llegar a construir algo perfecto si se empieza todo de nuevo, evitando mirar al pasado.
462. Muchas veces pensamos que podemos hacer aquella organización, aquel partido, aquella sociedad que soñamos, sin conocer los esfuerzos realizados por muchas otras generaciones que se han propuesto hacer cosas, que han iniciado trabajos, que han cometido errores, que los han rectificado y que han dado su vida por ese ideal. Yo creo que es imprescindible conocer ese caminar y aprender de esos esfuerzos.
463. Perder la memoria del pasado, no aprender de las derrotas, dejar de lado las propias tradiciones de lucha, es hacerle el juego a la derecha -es ella la más interesada en que se borre la memoria histórica de nuestros pueblos-, porque esa es la mejor forma de no acumular fuerzas, de volver a reincidir en los mismos errores.(38)
464. Sintetizando, para que la izquierda partidaria logre acercarse a la izquierda social, es necesario que se renueve ideológicamente, cambie su cultura política y estilos de trabajo, e incorpore a su arsenal las formas de lucha y de resistencia innovadoras implementadas por la izquierda social.(39)

4) Limitaciones de la izquierda social

465. Hasta aquí nos hemos referido a los factores que dificultan el acercamiento de la izquierda partidaria a la izquierda social, pero a su vez, en algunos casos, ésta última adopta actitudes que en nada ayudan a ese objetivo.
466. Ante la crisis de la política y los políticos y el desempeño original y combativo de algunos movimientos y actores sociales nuevos, ha habido una tendencia --que va en aumento-- a descalificar a los partidos políticos y magnificar a los movimientos sociales y grupos de resistencia en general, tendencia, como decíamos, acogida con simpatía y estimulada por la propia derecha, especialmente a través de los medios de difusión que ella controla.
467. Los movimientos sociales más maduros de nuestra América Latina no caen en este juego y entienden perfectamente la necesidad de contar con instrumentos políticos adecuados a los nuevos desafíos. Sin embargo, hay quienes plantean que, en la etapa actual de la lucha, se puede prescindir de los partidos y que la tarea de la izquierda debe consistir en limitarse a estimular la articulación de estos grupos e intereses de minorías: de raza, género, preferencias sexuales o culturales de otro tipo.
468. No estoy en contra de una propuesta de articulación de todos estos actores sociales, no creo que nadie la vea como algo negativo, pero comparto plenamente la preocupación del historiador inglés, Eric Hobsbawm, quien sostiene –contra la opinión corriente- que la suma de minorías no hace mayorías (40) y que si estos grupos sólo se unen por coincidencia de intereses inmediatos esa unidad se parece bastante a la de estados aliados temporalmente en guerra contra un enemigo común, éstos tienden a desintegrarse una vez desaparecido el objetivo que los une.(41)
469. Los innumerables miembros, individuales y colectivos de la izquierda no partidaria carecen, por sus propias características, de posibilidades para articular el conjunto de las demandas, así como para canalizar y expresar organizadamente el descontento y generar instancias de oposición social que, de plurales manifestaciones de resistencia, pasen a constituir un real peligro para la reproducción del sistema.
470. Los movimientos sociales por el carácter sectorial o corporativo de los objetivos que persiguen tienen dificultades para pensar y proponer soluciones para todo el país y mucho más para pensar las dimensiones transnacionales de los procesos.(42)
471. Por otra parte, muchas veces la izquierda social –si no cuenta con formas organizativas internas que propicien prácticas democráticas y el control de los dirigentes por la base- suele caer en los mismos vicios que los partidos políticos: caudillismo, verticalismo, manipulación de las bases, carrerismo, cooptación.

3. AVANZAR EN NUEVAS FÓRMULAS DE EXPRESIÓN POLÍTICA

472. Debiera existir una tensión constructiva entre movimientos sociales y partidos. Los primeros no deben perder su autonomía y su raíz, porque esa es su fuerza; los segundos, sean partidos u orgánicas de nuevo tipo, no deben intentar representar ni ahogar a los movimientos sociales. 73. Su tarea fundamental debe ser la de elaborar un proyecto nacional que permita aglutinarlos.(43)
473. Los avances en este terreno deben apuntar también a reflejarse en la estructura institucional del estado: la transparencia, descentralización y control de los gobernantes por la base debieran ser sus características.(44)
474. Pienso que para poder poner en práctica estas ideas es necesario avanzar en nuevas fórmulas de expresión política, sea rejuveneciendo los partidos ya existentes allí donde sea posible o creando nuevos instrumentos políticos.(45)
475. Así como politizar no es partidizar, sino transformar a los que sufren la injusticia y la opresión en sujetos decididos a poner de su parte para modificar esa situación; de la misma manera pensar en la necesidad de construir un instrumento político u organización política no es necesariamente pensar en la fórmula tradicional de partido de izquierda.
476. Muchos de los que no aceptan discutir acerca de la necesidad de contar con instrumentos políticos lo hacen porque identifican instrumento político con la imagen del partido único antidemocrático, autoritario, burocrático que ellos tienen en su mente y que, con razón, rechazan. Yo creo es fundamental superar este bloqueo subjetivo porque estoy convencida, como ya lo decía anteriormente, de que no habrá lucha eficaz contra el actual sistema de dominación ni construcción de una sociedad alternativa, socialista, sin una instancia capaz de articular a todos los actores y que unifique su voluntad de acción en torno a las metas propuestas.

4. UNA NUEVA ESTRATEGIA QUE FACILITA LA CONVERGENCIA

477. Por muy importante que sea la convergencia de los distintos sectores de la izquierda no creo que este objetivo pueda ser logrado de manera voluntarista, creando desde arriba coordinaciones que pueden terminar siendo sólo suma de siglas. Hay que superar también en esto la relación verticalista vanguardia-masas.
478. Pienso, en cambio, que si ponemos en práctica una nueva estrategia de lucha anticapitalista, se crearían mejores condiciones para esa articulación.
479. ¿Pero, en que consiste esta estrategia?
480. Se trata de una estrategia que toma en cuenta las importantes transformaciones sociales, políticas, económicas y culturales ocurridas en los últimos tiempos en el mundo;(46) que entiende que las nuevas formas de dominación del capitalismo van mucho más allá del ámbito económico y estatal, que éstas se infiltran en todos los intersticios de la sociedady que esto cambia las condiciones de la lucha.
481. Hoy debemos enfrentar más que antes no sólo los aparatos de coerción política de las clases dominantes sino su hegemonía sobre importantes sectores populares, su dirección cultural sobre la sociedad, la subordinación ideológica de las clases dominadas. [...] No sólo tenemos que distinguir la coerción de la fuerza estatal, la intervención legislativa y la represiva, sino los mecanismos e instituciones presentes en la sociedad civil que generan una aceptación popular del orden social capitalista.(47) La propaganda es a la democracia burguesa lo que la cachiporra al estado totalitario.(48)
482. Como dice Carlos Ruiz,(49) debemos partir de la base de que nuestro desafío es elaborar una estrategia revolucionaria en condiciones de una democracia burguesa que goza de un nivel suficiente de lealtad de masas como para poder mantenerse sin tener que recurrir a la represión; es más, extensos sectores populares aceptan de buen agrado la conducción capitalista del proceso.
483. Hoy la mera propaganda de una sociedad alternativa no basta, la mayor complejidad que asume la dominación, la presencia de importantes factores extraestatales que producen y reproducen la desarticulación popular actual, y que pretenden desprestigiar ante la opinión pública el pensamiento y proyecto de la izquierda, exigen que ésta demuestre en la práctica aquello que prédica y esto sólo es posible si desarrolla procesos de construcción popular alternativos al capitalismo, que busquen romper con la lógica del lucro y las relaciones que ésta lógica impone, tratando de instalar lógicas solidarias, humanistas, en territorios y espacios que se mantengan en manos de la izquierda; impulsando luchas que no se reduzcan a la simple demanda economicista --aunque necesariamente la tienen que incorporar-- sino que avancen en el desarrollo de un proyecto social alternativo, gestando auténticos grados de poder y de democracia populares, que sean tangiblemente superiores a la democracia burguesa.(50) Es necesario luchar por un nuevo tipo de democracia, desde abajo y para los de abajo.
484. Sólo una estrategia de este tipo genera una lucha permanente y creciente, que permite superar la dinámica entrampante de las victorias "episódicas".(51)
485. Más que una utopía propagandizada, que se intenta estérilmente introducir en forma pasiva en la cabeza de los hombres y mujeres del pueblo, como enseñanza iluminista sin una práctica de construcción concreta,(52) se trata de construcciones democráticas populares referenciales, en gobiernos locales,(53) comunidades rurales, frentes laborales, poblacionales, universitarios que, por reflejar prácticas diferentes, tienden a atraer a nuevos sectores.
486. Las formas y los medios concretos de la aparición de estas construcciones populares, de estas construcciones de un contrapoder en el propio seno del capitalismo, constituyen el gran desafío que se plantea a la izquierda comprometida con una transformación social profunda.
487. Por otra parte, sólo a partir de esas prácticas es como los diferentes actores sociales comienzan a entender que para expandir sus proyectos humanistas y solidarios es necesario terminar con el sistema capitalista, que con su lógica del lucro plantea enormes dificultades a cualquier tipo de construcción alternativa.
488. Urge, entonces, terminar con el "tacticismo" de los atajos, con el coyunturalismo, con los brotes agitativos pasajeros, y enhebrar una práctica centrada en el impulso de luchas democráticas de base, en la construcción local de formas de poder y de democracia popular, que permita definir el sentido accesorio y la oportunidad de la lucha electoral, violenta o de otras formas. De lo contrario, éstas últimas prácticas no superarán el largo hilo de inmediatismos de los últimos años.
489. Pero también urge superar el basismo, el localismo, el apoliticismo, el corporativismo, que limita la lucha de los sectores populares a horizontes gremiales o luchas económicas.(54)
490. Considero como decía anteriormente, que esta nueva estrategia facilita enormemente la articulación de todos los sectores de la izquierda, tanto de los militantes de partidos como de los militantes sociales, porque permite hacer un tipo de convocatoria diferente. Para militar no hay que adherir necesariamente a un partido, a un frente, a un movimiento, se puede militar colaborando en la puesta en práctica del proyecto de construcción alternativa, como, por ejemplo, cuando la gente se involucra en las diversas instancias participativas en un gobierno local que se propone construir un proyecto de ciudad humanista y solidario; o cuando el estudiante participa en un proyecto de democratización de su federación estudiantil, o el campesino en construir un asentamiento o polo de asentamientos modelo que prefigure la nueva sociedad.

5. OBJETIVOS POR LOS QUE SE DEBE ORIENTAR LA ACCIÓN OPOSITORA

491. Pero, como señalábamos al inicio de este artículo, para la lucha contra el neoliberalismo y el gran capital financiero transnacional que es quien lo impulsa, y su poder no sólo económico, sino militar y mediático, no basta articular a la izquierda, hay que conformar un gran bloque social en su contra. En él deben tener cabida todos aquellos que sufren las consecuencias del sistema y están dispuestos a comprometerse en la lucha por detener en un primer momento su avance y, luego, tratar de revertirlo. Pienso que el proceso de articulación de tan diferentes actores se facilita si somos capaces de proponer tareas concretas y limitadas, que prioricen los puntos de convergencia.
492. A continuación proponemos algunas de estas posibles tareas.

1) Levantar una Plataforma de Acumulación para el período

493. Sería importante poder elaborar, en los países donde exista una grave situación de crisis, un programa coyuntural o plataforma de acumulación para el período(55) que cumpla el papel de instrumento aglutinador de todos los "perdedores" y perjudicados por el modelo neoliberal,(56) permitiendo desplegar un conjunto de alianzas inéditas para conformar un gran bloque social de oposición, frenar el desarrollo del proyecto neoliberal, ofrecer alternativas concretas para el presente, aglutinar a la oposición social y dejar disponible un ancho canal para su expresión política.(57)

2) Crear espacios puntuales de convergencia

494. Deberíamos tratar de crear espacios de encuentro o de convergencia de luchas antineoliberales puntuales en los que, salvaguardando la especificidad de cada actor social o político, se puedan asumir tareas comunes que potencien la lucha(58) para frenar o superar las lógicas del sistema y tratar de revertir en lo posible ese proceso.
495. En este sentido, un espacio a mi entender muy interesante es el de las consultas populares, referéndums o plebiscitos, porque estos, además de contribuir a frenar -- cuando son exitosos-- la aplicación de medidas neoliberales, crean espacios para realizar una contra propaganda ideológica, y, sobre todo, permiten movilizar -- en una tarea concreta de convencimiento y de educación popular casa por casa-- a tanta gente y tantos jóvenes que están despertando a la política, que quieren contribuir a construir un mundo mejor, que muchas veces no saben cómo hacerlo, y que no se sienten dispuestos a militar en la forma tradicional(59)
496. La Causa R de Venezuela realizó, por ejemplo, un referéndum popular unos meses después del golpe militar encabezado por el teniente coronel Hugo Chávez y su movimiento bolivariano [en febrero de 1992]. En esta consulta popular--que se hizo colocando urnas en las calles principales de la ciudad-- se preguntaba al pueblo si estaba de acuerdo con que Carlos Andrés Pérez, entonces presidente de la República, siguiera gobernando. Votaron 500 mil personas, especialmente de la región metropolitana, y el 90% manifestó su opinión en contra de que continuara en el cargo. Este referéndum contribuyó a crear una situación política favorable a la destitución del presidente, dando lugar a un hecho político nuevo en el país: era la primera vez que un mandatario salía del ejercicio de su cargo a pedido del Parlamento para ser juzgado antes del término de su mandato. Ninguna ley establecía ese tipo de consulta, pero tampoco ninguna ley lo prohibía. La masiva participación de la ciudadanía--aunque los resultados no fueran reconocidos-- de por sí era ya un hecho político.(60)
497. Existen otros ejemplos: en Uruguay, propiciados por el Frente Amplio: el voto en blanco para manifestar su rechazo a unas elecciones organizadas bajo la dictadura con partidos proscriptos, entre ellos el propio Frente (1982); y el plebiscito contra la "Ley de Impunidad" a través de la cual se renunciaba a castigar a los violadores de los derechos humanos y asesinos de la dictadura (1989),(61) y el referéndum sobre la privatización de empresas públicas (1992); en México, las consultas populares realizadas por el Ejército Zapatista en 1995 sobre varios temas, entre otros, si el EZLN debería mantenerse como movimiento o transformarse en partido político, y, en 1999, sobre el reconocimiento de los pueblos indios;(62) en Brasil, la consulta popular sobre la deuda externa.(2000).
498. Sin embargo, para que este instrumento de lucha no se desgaste, estas consultas deben realizarse en un momento oportuno, es preciso organizarlas muy bien, elegir correctamente y formular muy claramente los temas.
499. La mayoría de estas consultas no han tenido efectos legales, pero sí han logrado efectos políticos. Y esto nos enseña que la izquierda debe tener suficiente creatividad como para no permanecer encerrada en la dicotomía entre lo legal y lo ilegal. Debe tener en cuenta un sinnúmero de otros espacios --que yo denominaría alegales, porque no entran en la dicotomía antes señalada--, que pueden ser aprovechados [...] para concientizar, movilizar y hacer participar a la población de forma de ir construyendo ese bloque social alternativo al que me he referido.
500. Una consulta popular sobre el ALCA realizada simultáneamente en todos los países de América antes de la próxima reunión de presidentes podría generar una gran campaña ideológica de esclarecimiento y una gran movilización de resistencia a ese pacto neocolonial en todo el continente.

3) Deslegitimar el sistema, denunciando sus estructuras y lógicas

501. Es necesario demostrar también la ilegitimidad del sistema, no sólo condenando sus abusos –tarea que realizan varias entidades éticas (grupos religiosos, ecológicos, etcétera)--, sino denunciando las estructuras y lógicas en las que el actual sistema capitalista se sustenta,(63) lo que implica investigarlas con rigurosidad. Tarea urgente en la que nuestros intelectuales deberían comprometerse.

4) Transformar los gobiernos locales y otras experiencias territoriales en escaparates

502. En un momento en que la crisis política y fiscal del estado contemporáneo es indiscutible y en que existe una crisis de legitimidad tanto del estado capitalista como del socialismo burocrático, una de las tareas de importancia estratégica de la izquierda es transformar los gobiernos locales que tiene en sus manos en verdaderos escaparates que demuestren prácticamente la posibilidad de un proyecto político-social diferente.
503. En un momento en que reina la corrupción, el desvío de recursos, la no transparencia, el clientelismo, es fundamental mostrar que la izquierda posee mecanismos que permiten establecer un control social efectivo sobre la gestión pública.
504. Por otra parte, estos gobiernos pueden contribuir a generar espacios que permitan crear condiciones culturales y políticas para ir avanzando en la organización autónoma de la sociedad, y potenciar así la auto constitución de sujetos,(64) única base sobre la cual se puede construir realmente la sociedad socialista alternativa al capitalismo por la que luchamos.
505. Además son un terreno ideal para experimentar los límites que le imponen el marco global en el que están insertos, y pienso que es muy importante que la izquierda aprenda a hacer una pedagogía de estos límites.
506. Y habría que hacer un esfuerzo por transformar en escaparates no sólo a los gobiernos locales en manos de la izquierda, sino a todos aquellos territorios que la izquierda vaya conquistando: comunidades rurales, universidades, frentes laborales, estudiantiles, poblacionales, experiencias cooperativas, radios alternativas, etcétera.
507. Estoy convencida que la llave maestra para acumular fuerzas hoy es demostrar, en las prácticas más disímiles en las que la izquierda esté inserta, que otro mundo es posible.


Notas
1- Carlos Ruíz, Un proyecto político para los nuevos tiempos, Revista Rebelión Internet) Este trabajo fue presentado en el Seminario del Instituto Paulo Freire, Stgo. de Chile, 13 enero 2001
2- Vertiente Artiguista, De primera fuerza a gobierno nacional. Perspectivas estratégicas y propuestas para el período, Versión final del documento N° 5 presentado en las Jornadas de Reflexión desarrolladas por la Vertiente Artiguista el 28 y 29 de octubre de 2000 en Maldonado, op.cit. p.1.
3- Ver Marta Harnecker, La izquierda en el umbral del Siglo XXI. Haciendo posible lo imposible, Siglo XXI Editores España, Madrid, 3ªed, 2000 (1ªed. 1999), pp.174--1176, párrafos 612--619.
4- Ver mayor desarrollo en M. Harnecker, La izquierda en el umbral del Siglo XXI..., op.cit., Segunda Parte, Capítulo III: Los efectos de la globalización neoliberal sobre los sectores populares, pp. 223--265, párrafos 786-- 946.
5- Vertiente Artiguista, De primera fuerza a gobierno nacional..., op.cit., p.8 (Negritas de MH).
6- Suboficiales y cuadros que les están subordinados.
7- Vertiente Artiguista, De primera fuerza a gobierno nacional..., op.cit. p.12.
8- Ibid., pp.8--9.
9- Hugo Cores, Notas a este trabajo, 9 agosto 2001.
10- Helio Gallardo, El fundamento social de la esperanza, 1999, p.6.
11- Vertiente Artiguista, De primera fuerza a gobierno nacional..., op.cit., p.8.
12- Franz Hinkelammert, Nuestro proyecto de nueva sociedad en América Latina: el papel regulador del estado y los problemas de autorregulación del mercado, en Cultura de la esperanza y sociedad sin exclusión, Ed. DEI, Costa Rica, 1995, p.114.
13- M. Harnecker, La izquierda en el umbral del Siglo XXI..., op.cit., pp. 184-- 186, párrafos 646--6451. Este texto fue elaborado a partir de las reflexiones de Martín Hernández en Las democracias protegidas y la dominación democrática del capital financiero, en Revista de Ciencias Sociales (Trabajo y Capital), Uruguay, noviembre 1989, pp.142--146, y de Germán Sánchez, Problemas de la democracia en nuestra América, en Revolución y Democracia, Universidad Nacional Siglo XX, Llallagua, Bolivia, 1992, p.25.
14- Marta Harnecker, Introducción a un debate: Los desafíos de la izquierda, revista Rocinante, Año III, N°18, abril 2000, p.4.
15- Coordinaçäo National da Consulta Popular, Um passo a frente estadounidense Consulta Popular, Brasil, mayo 2001 (Documento)
16- Marta.Harnecker, La Izquierda en el umbral del Siglo XXI..., Op. cit. p.86.
17- Mario Unda, El arco iris muestra el país que los poderosos no quieren ver, en Por el camino del arco iris..., op.cit., p.71--72.
18- M. Harnecker, Introducción a un debate: Los desafíos de la izquierda, op.cit., p.5.
19- Marta.Harnecker, La Izquierda en el umbral del Siglo XXI..., Op. cit. pp.304-305, párrafo 1072.
20- Marta.Harnecker, La Izquierda en el umbral del Siglo XXI..., Op. cit. pp.308-309, párrafos 1087-1089.
21- Clodomiro Almeyda, Sobre la dimensión orgánica de la crisis de los partidos de izquierda tradicionales, en Cuadernos de El Avión Rojo N° 5, Santiago de Chile, invierno 1997, p. 14.
22- Marta Harnecker, Introducción a un debate: Los desafíos de la izquierda, op.cit., p.4.
23- François Chesnais, Propuestas para un trabajo colectivo de renovación programática,Carré Rouge, No 15-16, nov.2000. Según el autor es necesario salir del empirismo total que caracteriza [el] trabajo de la izquierda [...] Funcionamos con referencias programáticas que deben ser reconstruidas de pies a cabeza, lo que supone terminar con la fetichización de los clásicos.
24- Hugo Cores, Notas a este artículo, 8 de julio 2001.
25- Obligan en algunos países a trabajar por el propio partido en lugar de por un frente más amplio, porque si eso no se hace ese partido tiende a desaparecer del escenario político.
26- Marta Harnecker, La izquierda en el umbral del Siglo XXI..., op.cit., pp. 379--380, párrafos 1367--1370.
27- David Hernández Castro, La revolución democrática (Otro mundo es posible), Documento preparado para la VI Asamblea Federal de Izquierda Unida, Molina de Segura (Murcia), 6 sep.2000.
28- op.cit.
29- Esta situación descrita por David Hernández al referirse a la Izquierda Unida española en el texto señalado es, como se puede constatar, generalizable a la izquierda institucional latinoamericana (Ibidem).
30- Carlos Ruiz, La centralidad de la política en la acción revolucionaria, Santiago de Chile, 1998, p.13 (mimeo).
31- Marta Harnecker, La izquierda en el umbral del Siglo XXI..., op,cit. párrafo 1059.
32- Enrique Rubio y Marcelo Pereira, Utopía y estrategia, democracia y socialismo, Ed. Trilce, Montevideo, Uruguay, 1994, p.151.
33- M. Harnecker, La izquierda en el umbral del Siglo XXI..., op.cit., p.319, párrafo 1135.
34- Ver un mayor desarrollo de este tema en: M. Harnecker, op.cit., pp.317--318, párrafos 1129 y 1132.
35- Op.cit. p.335, párrafo 1215.
36- Ibidem, p.333, párrafo 1206.
37- Marta Harnecker, Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra:
Construyendo fuerza social antineoliberal, Revista Surda N° 23, Santiago de Chile, nov--dic 1999.
38- M. Harnecker, La izquierda en el umbral del Siglo XXI..., op.cit. p.321, párrafos 1139—1141.
39- Vertiente Artiguista, De primera fuerza a g obierno nacional..., op.cit., p.12.
40- Eric Hobsbawm La Política de la identidad y la Izquierda, op.cit, p.89. Dice textualmente: [...] Esto es bastante comprensible, pero es peligroso,y no es la menor de las razones el que la conquista de las mayorías no sea lo mismo que sumar minorías.
41- Op.cit, p.89
42- Juan Houghton, Tres límites de los movimientos sociales, Cartas de política internacional No3, Revista Marxista Internacional, Bogotá, Colombia, julio 1992, p.26.
43- Enrique Rubio y Marcelo Pereira, Utopía y estrategia ..., op.cit. p.151.
44- Hugo Cores, Notas a este trabajo, 9 agosto 2001.
45- Sobre las características del nuevo o renovado instrumento político que se necesita ver: Marta Harnecker, La izquierda en el umbral del Siglo XXI, Tercera Parte, V. Instrumento político adecuado a los nuevos desafíos, pp.321—355; párrafos 1132—1292.
46- Sobre este tema ver: El mundo de Hoy, Segunda Parte del libro de M. Harnecker, La izquierda en el umbral del Siglo XXI. Haciendo posible lo imposible, op.cit, pp.77-273, que aborda en una forma sintética estos cambios.
47- Carlos Ruíz, op.cit.
48- Noam Chomsky, El control de los medios de comunicación, en Cómo nos venden la moto, Ed. Icaria, Barcelona 1996, p.16.
49- Carlos Ruíz, op.cit. Una parte importante de las ideas que desarrollo a continuación han sido tomadas de su trabajo.
50- Op.cit
51- Op.cit
52- Op.cit.
53- Carlos Ruíz no contempla el papel que gobiernos locales en manos de la izquierda en esta enumeración.
54- Op.cit. Todas las cursivas anteriores son citas textuales de este trabajo.
55- Vertiente Artiguista, De primera fuerza a gobierno nacional, op.cit.p.1
56- Op.cit.p.28.
57- Ibidem. Entre algunos de los puntos que figuran en la Plataforma de Acumulación que la Vertiente Artiguista propone para Uruguay están: la promoción de fuentes de trabajo; la lucha por la transparencia, contra el clientelismo, la corrupción, el contrabando y la usura; la promoción de un "impuesto solidario" que grave los altos ingresos o reforma tributaria progresiva.
58- François Houtart, El estado actual de la globalización., op.cit.
59- Marta Harnecker, La segunda Cumbre de las Américas: Se masifica el repudio al neoliberalismo, artículo de 2 de mayo de 2001
60- M. Harnecker, La izquierda en el umbral del Siglo XXI..., op.cit., p.349, párrafo 1271.
61- Aunque el plebiscito se perdió por 46% contra 54% a nivel nacional, triunfó en Montevideo y sirvió anímicamente para fortalecer a la militancia de izquierda. Se le llama voto verde, porque ese era el color de la papeleta que rechazaba la Ley.
62- Ver desarrollo anterior.
63- François Houtart, El estado actual de la globalización. Análisis hecho en la reunión del Comité Internacional del Foro Social Mundial en São Paulo, Brasil, junio 2001. El cuarto punto de este documento se refiere a"las estrategias de lucha contra la globalización del capital."
64- Helio Gallardo, El fundamento social de la esperanza, op.cit. p.6