VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
" Foro Social Mundial en Mumbai ( India)" del 16 al 21 de enero del 2004

21 de enero del 2004

Decepción en el FSM por la ausencia de propuestas alternativas al modelo neoliberal

Luis Javier Garrido
La Jornada


Mumbai, 19 de enero. Las propuestas de "deconstruir" o desmantelar el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, de reconstruir desde sus cimientos la Organización de Naciones Unidas, o de impulsar un nuevo orden democrático mundial, no respondieron hoy a la exigencia de que surja en este Foro Social Mundial (FSM) una propuesta alternativa al modelo neoliberal.

La exigencia de contar con una propuesta alternativa clara para hacer frente al modelo monetarista apareció hoy como un reclamo airado en una de las mesas redondas estelares del programa oficial del foro.

El título dado a la conferencia la convertía en una de las discusiones claves del FSM, pero a medida que avanzaban las exposiciones la inquietud del público se fue transformando en inconformidad para terminar en reclamo directo.

La mesa titulada "La globalización y sus alternativas" se convirtió de tal suerte en lo que ha sido la constante de las discusiones académicas en el mundo entero durante la última década: un diagnóstico cada vez más acertado de lo que es el neoliberalismo, pero una expresión de la incapacidad manifiesta de académicos y dirigentes sociales para formular alternativas concretas a lo que acontece, lo que, por otra parte, es explotado por quienes detentan el poder económico y político para presentar al movimiento alternativo como impotente para proponer una salida a la crítica situación actual.

El diario de derecha Bombay Times se hizo eco de esto al publicar hoy una caricatura en la que una manifestante, cuya pancarta dice: "No a la ocupación de Irak", hace una pregunta a otro, en cuya pancarta sólo se lee: "No", y éste le responde: "Bueno, todavía no he decido a qué".

La copresidenta del panel, Satu Hassi, ex ministra de Medio Ambiente de Finlandia, estaba proponiendo dar la palabra al público, lo que, por otra parte, no se hace sino como excepción en este foro, cuando ya cientos de manos se levantaban y uno a uno los participantes tomaron el micrófono para reclamar a los expositores no haber respondido a las expectativas de presentar las anunciadas alternativas a la globalización. Y el reproche era tal que hubo de darse por terminada la reunión.

La voz del reclamo había ido subiendo de tono en cada una de las intervenciones del público y en cada una la exigencia era la misma: no habían viajado miles de kilómetros para escuchar una caracterización más de la globalización neoliberal, sino para escuchar las propuestas alternativas.

En realidad, el FSM es en su cuarta versión muchos foros: el de las personalidades que hablan dentro del programa oficial, el de los delegados que sólo aspiran a hacer presencia o a encontrarse con otros, el de los expositores de magnas exhibiciones de libros y artesanías, el de quienes buscan manifestar su cólera, el de los dirigentes de ONG que van a hacer política. Y, desde luego, el de los otros foros, e incluso también el Parlamentario, que ayer terminara su reunión con una declaración final de condena a las estructuras económicas actuales.

El foro de Mumbai 2004 tiene como uno de sus desafíos salir con propuestas alternativas, y hoy en la mesa oficial 4 tuvo un serio revés, pues una vez más académicos y dirigentes sociales fueron incapaces de responder a las demandas de la sociedad expresadas por los delegados y evadieron sus reclamos.

Todo había comenzado cuatro horas antes, cuando el dirigente político y académico filipino Walden Bello negó que hubiera ausencia de propuestas.

Bello, director del Instituto Focus on the Global South, cuya sede está en Bangkok, Tailandia, y en 2003 obtuvo el que es considerado el Premio Nobel Alternativo, señaló optimista que la respuesta al neoliberalismo está aquí, en Mumbai, y que si hay una crisis en el sistema imperial es por la gente. La aseveración de que no hay propuestas, dijo, no es sino un intento de descalificar al movimiento alternativo porque aquello que pretenden los centros de poder trasnacional es que cualquier propuesta alternativa guarde su idea de "eficiencia de la economía", pero lo cierto es que la propuesta alternativa se ha ido elaborando de manera paciente en el transcurso de los últimos 20 años. Sin embargo, ésta debe ir acompañada -agregó- de un gran esfuerzo para alcanzar "una deconstrucción" del sistema de corporaciones trasnacionales y del Banco Mundial y regresar al sistema de Bretton Woods, a lo cual se debe agregar la creación de grupos de economía regional que consoliden un nuevo proyecto. Este no sería viable -concluyó-, si no se fortalecen en los estados nacionales los sistemas de "pesos y contrapesos" que creen estados democráticos, los que - insistió- deben ser cada vez más plurales.

Bello, sin embargo, abandonó inopinadamente la reunión y no escuchó la avalancha de críticas de los delegados, lo que fue propiciado por un hecho: las propuestas no dejaron de ser en extremo generales, lo que fue aumentando la inquietud del público.

El estadounidense Michael Albert, fundador y miembro del equipo directivo de Z Magazine, del Z Media Institute y de la Red Z, y autor de Pensando hacia adelante, puso énfasis en la urgencia de cambiar las relaciones de trabajo y la necesidad de abolir los mercados como vía para organizar de otra manera a productores y consumidores. Un sistema en el que la gente atenta contra su propia vida no debe subsistir, dijo. Pero para ello, reconoció, es urgente definir cuál es ese modelo económico alternativo, ya que de no lograrse esto, lo único que se logrará es fortalecer el sistema de dominación actual.

La prioridad para los pueblos debería ser hoy poner en práctica todas las acciones posibles para desmantelar lo que llamamos el "gobierno mundial", sostuvo por su parte el profesor inglés George Monbiot, autor de los best sellers: La era del consenso: manifiesto por un nuevo orden mundial y El Estado cautivo: la toma de Gran Bretaña por las corporaciones, quien es además columnista semanal en The Guardian.

Monbiot sostuvo que no es posible que exista democracia en ningún país con el sistema global actual, y puso como ejemplo el caso de Cuba, cuyo régimen político no puede evolucionar por el asedio que sufre del exterior. Los gobiernos nacionales han perdido además toda capacidad de decisión, pues al reconocer que el FMI tiene la prerrogativa de dictar las políticas en aspectos estratégicos clave, se han cerrado a la posibilidad de poder atender problemas cruciales y de hacer frente a las exigencias de la gente. Resulta evidente que los gobiernos locales no pueden actuar en materia de clima, de comercio exterior, de energía nuclear o de guerra, pero tampoco en asuntos sociales y económicos que antaño controlaban -dijo- , y es por ello urgente empezar por echar abajo esos organismos internacionales que tanto mal han hecho al mundo.

El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial deben desaparecer, y la Organización de Naciones Unidas debe ser transformada de manera radical -exigió, en coincidencia con Walden Bello. La deuda, agregó, es un arma muy poderosa que los pueblos no han utilizado en su favor, pues olvidamos que nosotros ya tenemos poder.

Interrogado al final de la reunión por La Jornada, George Monbiot enfrentó una cuestión que no había abordado en su exposición: la del futuro de los estados nacionales. En esto, respondió, no veía más que dos escenarios posibles: en uno, nos dijo, los gobiernos nacionales recuperarían el poder que les han arrebatado las corporaciones multinacionales, aunque esto es poco probable, pues el poder de éstas es muy grande; el otro es que, efectivamente, estamos asistiendo al fin de los estados- nación y que así como el novelista francés Michel Houellebecq habla de las mutaciones metafísicas en los seres humanos veremos cambios radicales en la sociedad. Hoy no parecen venir, sin embargo, pues en ésta hay una tendencia más al internacionalismo que a la globalización.

El enojo de los presentes empezó a desbordarse, sin embargo, con la exposición de D. Raja, secretario general del Partido Comunista de India, y uno de los integrantes del comité organizador del FSM.

Raja, un viejo luchador social, coincidió en algunos aspectos con sus compañeros de mesa, sobre todo en la necesidad de desmantelar ese "sistema" a nivel internacional como una condición para poder establecer regímenes democráticos nacionales, y desarrolló largamente la idea de que para ello era necesario, en efecto, deconstruirlo desde el exterior del propio sistema, pero a continuación, y ante el estupor de todos, insistió, una y otra vez en la idea de que para enfrentar al nuevo "integrismo" neoliberal era necesario volver a la ortodoxia marxista, lo que suscitó murmullos en la sala que se hicieron comentarios cuando encomió a los antiguos regímenes de Europa central.

Raja no imaginaba que al final de la sesión los asistentes le reprocharían su propuesta de volver al pasado, ignorando la naturaleza de los regímenes del "socialismo realmente existente", ni que una mujer le cuestionaría sobre algo para lo que no tuvo respuesta: "¿Por qué si preconizaba cambiarlo todo desde fuera del 'sistema', el Partido Comunista de India seguía defendiendo el sistema de castas?"

La importancia que tiene el sistema ecológico en las relaciones sociales, tema que desarrolló Wolfgang Sachs, profesor del Instituto Wuppertal de la República Federal de Alemania, y experto en cuestiones de energía y de medio ambiente, y quien reconoció como los anteriores participantes que también ésta era una cuestión que había que afrontar desde una perspectiva global, ya no tuvo la atención de un auditorio inconforme.

El pensamiento crítico se sustenta en el movimiento de la sociedad y en la riqueza de propuestas que emergen de ésta, pero aquí en Mumbai 2004 las demandas de los asistentes están rebasando a los académicos y luchadores sociales que son los ponentes académicos que tienen a su cargo las exposiciones magistrales. Cuando la doctora Hassi, de Finlandia, cortó la palabra a los asistentes, se escuchó un murmullo.

Todos los días hay talleres y conferencias, entrevistas privadas con los ponentes. Un gran movimiento se da en el FSM, pero quienes en el mundo entero aguardan que de aquí surja una propuesta alternativa corren el riesgo de tener que seguir esperando y resistiendo desde sus propios espacios comunitarios. La explosión de alegría y entusiasmo, enojo y pasión, que muestran los grupos interminables que se siguen manifestando en los terrenos de Nesco Ground, en el suburbio de Goregaon de Mumbai, bailando y cantando con atuendos multicolores, no parece que será correspondida con la propuesta alternativa que han estado aguardando.