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Economía

 

Las nuevas configuraciones de la economía mundial con China y La India haciéndole sombra al capitalismo anglosajón
Mercados del siglo XXI

Eduardo Michel Vargas
DATOS & ANALISIS

Aunque nos encontramos en los inicios del siglo XXI, muchos pueblos y líderes mundiales siguen creyendo que la economía mundial no ha cambiado y, otros, los menos, guiados por sus intereses mezquinos, pretenden hacernos creer que los paradigmas económicos no cambian o no deben cambiar y que los mercados de este nuevo siglo tienen las mismas dimensiones y características que los mercados del siglo pasado.

Lo real y cierto es que la economía mundial si ha cambiado, y, bastante, como consecuencia de la incorporación de los dos gigantes asiáticos: China e India, que han superado sus bajas tasas de crecimiento económico y comienzan a alejarse rápidamente de la pobreza y acercarse peligrosamente a las que fueron las superpotencias del siglo XX, al crecer a tasas dos y tres veces más que el crecimiento de las locomotoras del siglo pasado; como Estados Unidos en América, primera en el mundo, Japón primera en Asia y segunda en el mundo y Alemania en Europa, tercera a nivel mundial. Y en el siglo XXI, gradualmente están dejando de ser locomotoras de la economía mundial y ya se están convirtiendo en simples furgones como es el caso de Alemania que tiene que soportar las consecuencias de la reunificación, del envejecimiento de su población, al igual que los demás países de Europa, y, de la globalización.

Nuevo mapa económico

El nuevo mapa económico del mundo muestra a China como el país con el mayor crecimiento económico y un impresionante avance por el camino de la competitividad y la prosperidad de sus habitantes, al haber crecido durante el último cuarto de siglo a un promedio anual de 9%, superando a Estados Unidos que, para el mismo periodo, fue de 3% anual, mientras que Japón que había crecido a un promedio del 6% anual, entre 1980 a 1996, a partir de 1997, su ritmo de crecimiento desciende a tasas negativas y, hasta ahora no puede superar la barrera del 1.6% anual, de la misma manera Alemania Federal que tuvo un crecimiento promedio de 4% anual, después de la Segunda Guerra Mundial, a partir de 1990, año de la reunificación, su crecimiento no supera el 2% anual.

El otro gigante asiático: India, comienza a crecer a tasas superiores al 6% año, como indica la revista The Economist en su proyección para el 2006 que éste país crecerá al 6.8%, si así fuera, India el 2007 se convertiría en la tercera potencia del mundo, desplazando al Japón al cuarto lugar, configurando una nueva arquitectura económica mundial encabezada aun por Estados Unidos, seguido por China, India y Japón, trasladando y consolidando a Asia como el "centro de gravedad de la economía mundial", porque ya ha fortalecido y concentrado la mayor capacidad productiva, competitiva, comercial, financiera y también tecnológica de la historia de la humanidad. Baste indicar que, en conjunto, China, India y Japón ya generan el 27% del PIB mundial, frente al 20% de la Unión Europea o de Estados Unidos que también aporta igual proporción.

Si aún existiera alguna duda sobre el tamaño y la importancia de la economía de China e India es suficiente mencionar que estos países tienen una población de 1.320 millones y 1.110 millones de habitantes, y, en conjunto representan cerca del 40% de la población mundial. En términos comparativos China tiene más de cuatro veces la población de Estados Unidos y algo más de tres veces la población de la Unión Europea con sus 25 países, mientras que la India supera a casi cuatro veces a Estados Unidos y en cerca de tres veces a la Unión Europea.

Otra gran diferencia entre China e India y las superpotencias del siglo XX surge del análisis de las necesidades; si las mismas están o no satisfechas y, encontramos que en Estados Unidos, Japón y Alemania las necesidades básicas ya están satisfechas, por no decir "saturadas" para la mayoría de su población, mientras que la gran mayoría de los habitantes de China e India requieren satisfacer sus necesidades básicas que son realmente inmensas por el tamaño de su población.

La lucidez asiática

Tanto China como India supieron comprender que el colosal tamaño de su población y de sus inmensas necesidades, en vez de seguir siendo una debilidad, podían convertirse en una fortaleza, ya que podría otorgarles grandes ventajas basadas en economías de escala, que son, una de las principales características y atributos de la globalización, por cuanto facilita la incorporación de grandes inversiones, tecnología de punta, investigación, desarrollo e innovación, que combinadas adecuadamente con abundante oferta laboral, barata, disciplinada y eficiente, se traducen en producción masiva, mayor productividad, menores costos de producción y, por tanto mayor competitividad y rentabilidad. Esto es precisamente lo que están haciendo China e India que ya se han convertido en las "superestrellas de la economía mundial", ante el asombro y la susceptibilidad de otros países que, de pronto, se encuentran en dificultad de competir con productos y servicios ofertados por China e India.

De lo que se trata, por tanto, es de comprender que la economía del mundo ya ha cambiado y seguirá cambiando y que los mercados dominantes del siglo pasado se están quedando en el museo de la historia, porque ya cumplieron su ciclo y, ahora, emergen nuevos mercados que ya tienen un papel protagónico en el nuevo orden económico mundial y se consolidarán como nuevas superpotencias económicas, desplazando a las del siglo pasado, tal será el caso de China y luego de India que ya compiten con solvencia en los mercados del mundo desarrollado y/o subdesarrollado, determinando, en no pocos casos, el cierre de empresas y un aumento del desempleo, especialmente en países desarrollados.

Finalmente es importante destacar que a la luz de la información, de la interpretación y comprensión de la nueva arquitectura económica mundial, surgida como efecto de la globalización y de otros fenómenos económicos, sociales y políticos se diseñen y apliquen nuevos modelos y políticas económicas que conduzcan a los pueblos por la senda del desarrollo con equidad, especialmente en los países más atrasados como Bolivia, cuyos actores económicos, sociales y políticos parece que, por fin, comenzamos a comprender que existen otras opciones para sacar al país de su atraso secular.

La gira del Presidente electo de Bolivia Evo Morales, parece responder a la nueva realidad de la economía y de los mercados mundiales, al haber incluido, por vez primera, en la historia del país, visitas a los nuevos centros de poder como China y Brasil con la esperanza y perspectiva de ampliar y fortalecer nuestras relaciones económicas, comerciales, financieras, tecnológicas y culturales que generen beneficios mutuos y equitativos para todos, para así alcanzar mayores y mejores niveles de desarrollo y prosperidad para sus pueblos.

Fuente: lafogata.org