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Economía


 

¿Qué ocurrió en Islandia?

Jack Smart
El Militante

"La economía islandesa es próspera y flexible" (FMI. 4/7/2008).

"Existe un peligro muy real... que la economía islandesa, en el peor de los casos, pueda ser absorbida con los bancos en un remolino y que el resultado pudiese ser la bancarrota nacional". (Discurso a la nación del primer ministro de Islandia Gier Haarde, 6/10/2008).

¿Qué ocurrió en Islandia en ese período de tres meses que pueda explicar este cambio? Por supuesto en otras ocasiones hemos señalado la arrogancia y estupidez de la burguesía y sus representantes en instituciones como el FMI, que claramente cometieron un error en su valoración de la economía islandesa. Pero Islandia ha sido uno de los países más afectados por la actual crisis mundial del sistema capitalista.

Para explicar la crisis particular de los bancos de Islandia lo mejor que podemos hacer es remitirnos a un artículo publicado por The Financial Times el 1 de julio de 2008 escrito por Robert Wade, profesor de la London School of Economics. El profesor Wade explica que antes del año 2000 la mayoría de los bancos islandeses eran de propiedad pública y aplicaban una política conservadora en cuestiones como los préstamos y el crédito. Los tipos de interés reales, es decir, los tipos de interés teniendo en cuenta la alta tasa de inflación de Islandia, eran bajos e incluso negativos. No se daba fácilmente crédito y era bastante difícil conseguir préstamos individuales. Debido a la presión de la clase capitalista, envidiosa de los masivos beneficios que conseguían los bancos en otras partes, en el año 2000 el sistema bancario islandés se desreguló y privatizó.

Citaremos al profesor Wade: "Los bancos fueron privatizados en el año 2000 mediante un precio rápido y dirigido políticamente. La propiedad pasó a personas que tenían estrechas relaciones con los partidos de la coalición conservadora gobernante que apenas tenía experiencia en la banca moderna". Los reguladores bancarios "prefirieron una reglamentación reguladora lo más libera posible". (Robert Wade. The Financial Times. 1/7/2008). Por supuesto lo que quiere decir el buen profesor es que la elite islandesa vio la oportunidad de hacer negocios con el sistema bancario y por lo tanto arregló todo para que así fuese. La democracia parlamentaria simplemente fue un medio para conseguir este objetivo. Estas acciones, por supuesto, fueron aplaudidas por la clase capitalista mundial y alabada por instituciones como el FMI.

Los bancos, de trabajar principalmente como bancos comerciales internos, extendieron sus operaciones a la banca de inversión. La desregulación permitió a los bancos, empresas e individuos pedir prestadas grandes sumas de dinero y este capital ficticio provocó un boom masivo. La mayor parte de este dinero procedía de fuera de Islandia en lo que se conocía como "bicicleta financiera" [operaciones en las que se toma dinero prestado en una moneda a tasas bajas para colocarlo en otra moneda a tasas más altas. N. del T.]. Era una forma que tenían los especuladores capitalistas de pedir dinero prestado fuera de Islandia, es decir, a la Eurozona, a tipos de interés bajos, a cambio de coronas islandesas y después prestar a los bancos, empresas e individuos islandeses a tipos de interés más altos.

Mientras los tipos de interés en zonas como la Eurozona estaban bajos y el crédito en estos lugares era fácilmente accesible, la fiesta continuó. Las bancos y las empresas se endeudaros para financiar inversiones tanto en Islandia como en el extranjero. Se dedicaron a comprar valores en Europa incluidas muchas empresas hipotecarias británicas. El Banco Central de Islandia levantó los requerimientos necesarios de reserva e intentó frenar el aumento de la inflación causado por el boom financiero incrementando los tipos de interés hasta un 15 por ciento. Esto provocó una afluencia de capital extranjero, un aumento de la bicicleta financiera y más boom. Se proclamó el milagro de la economía islandesa, incluso algunos ideólogos burgueses llegaron a anunciar que era "el primer país del mundo gestionado como un fundo de alto riesgo", eso hacía que Islandia fuese el modelo para el futuro.

Por supuesto, la fiesta no podía durar eternamente. Durante el último año, en la medida que la crisis económica se ha intensificado, los bancos empezaron a ser reticentes a prestar dinero y han estado pidiendo la devolución de sus préstamos. La bicicleta financiera en Islandia terminó y los préstamos a los bancos islandeses debían ser devueltos. El problema es que ahora los bancos islandeses tienen un alto nivel de apalancamiento, es decir, deuda con relación a los activos reales. The Financial Times informaba el 8 de octubre que según el Banco Central de Islandia, el dinero adeudado por los bancos del país al extranjero en el segundo trimestre de 2008 era seis veces el PIB de Islandia. A los ojos de los capitalistas Islandia se ha convertido en un "sistema bancario razonablemente grande con un pequeño país acoplado" (The Financial Times. 8/10/2008), pero el sistema bancario también estaba en crisis. El gobierno islandés aprobó medidas de pánicos y ordenó a los bancos vender sus activos en el extranjero y repatriar el dinero. El 5 de octubre el gobierno anunció que no había necesidad de introducir medidas especiales. En medio de la crisis financiera mundial el parlamento aprobó una ley, con el apoyo de la oposición, que permitía al gobierno hacerse cargo de los bancos. Ese mismo día el primer ministro se dirigió a la nación y anunció "la perspectiva es desalentadora para muchos".

Se suspendió la bolsa y como los bancos no tenían suficiente dinero para cubrir sus deudas, uno por uno fueron nacionalizados. Landsbanki fue nacionalizado el 7 de octubre, lo que empujó al gobierno británico a congelar unos 4.000 millones de libras en valores de Landsbanki recurriendo a la ley antiterrorista. La justificación legal fue combatir una "acción que iba en detrimento de la economía británica", el gobierno británico dijo que había utilizado sus poderes para proteger a los pequeños depositarios británicos porque no estaba claro que Landskanki pudiese cubrir sus obligaciones. Como explicaba The Financial Times: "Para aquellos con dinero atado a su sistema bancario [el de Islandia]... las pérdidas amenazan con ser grandes". (FT. 8/10/2008). No contento con etiquetar las acciones de un banco como acciones terroristas, al día siguiente el gobierno británico se hizo cargo de la administración de la filial británica del banco islandés, Kauphting, provocando que la empresa con base en Islandia entrase en bancarrota técnica. El gobierno islandés se vio obligado a nacionalizar también Kaupthing.

Por supuesto esta es la manera en que los capitalistas y sus representantes se tratan entre sí. El gobierno británico no representa a los trabajadores de Gran Bretaña ni el gobierno islandés representa a los trabajadores islandeses. Cuando están amenazados los beneficios de su clase capitalista, el gobierno británico hace lo que sea, sobre todo si es contra un país pequeño y menos poderoso. Así que incautó los bienes de los bancos islandeses en Gran Bretaña independientemente del efecto que eso tenga para su aliado. A cambio el gobierno islandés tuvo que recurrir a la carta nacionalista e intentó culpar al gobierno británico. En realidad lo que hay detrás es la locura del sistema capitalista.

Los bancos de Islandia no estaban expuesto a las hipotecas basura cuando se desencadenó la crisis del crédito el año pasado. Pero sí estaban metidos en la burbuja especulativa que ha experimentado el capitalismo mundial durante el último período, una burbuja que ahora ha pinchado. El gobierno ha nacionalizado los bancos, el estado no tiene recursos para hacer frete a todas las obligaciones de los bancos y ahora se enfrenta a la bancarrota. En el año 2000 los activos combinados de los bancos islandeses eran inferiores al PIB anual de ese año, ahora se calcula que esos activos, basados en la deuda, son aproximadamente 10 veces el PIB.

Dicen que el gobierno está negociando un préstamo con Rusia y otro con el FMI. Como saben los trabajadores argentinos, el FMI se asegura de que la clase obrera pague las extravagancias de la clase dominante. En cualquier caso, independientemente del endeudamiento adicional que contraiga el gobierno para hacer frente a la crisis a corto plazo, está claro que sobre la base del capitalismo no hay soluciones creíbles para los trabajadores islandeses. En medio de las nacionalizaciones de los bancos en la prensa británica citaban a una mujer que decía: "No tenía dinero antes, no tengo dinero ahora (...) Conozco a un chico que antes del último fin de semana tenía 3.000 millones de coronas y después 600 millones. Pero su esposa aún compra en Prada". (The Guardian. 8/10/2008). Se trata de una comparación de los sacrificios que hace cada clase cuando se trata de la crisis. Desgraciadamente, este sólo es el principio, las condiciones para la clase obrera empeorarán. Pero este contraste entre los privilegiados y los pobres no se tolerará mucho tiempo.

Fuente: lafogata.org