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Hugo Alberto de Pedro

Debemos ser fiscales del presente y futuro de nuestros hijos

"Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde estupidez del pavo
que amaina su plumaje al primer ruido."
Almafuerte
por Hugo Alberto de Pedro
http://usuarios.advance.com.ar/hugo-de-pedro/hdp.htm
Expectativas
Se están por cumplir los tres primeros meses en que Néstor Carlos Kirchner llegó a la Casa Rosada como presidente elegido libremente por el pueblo para cumplir su mandato ampliado en doscientos días y que culminará el 10 de diciembre del 2007, con la posibilidad de poder ser reelegido por un período más de conformidad a la reforma constitucional parida a partir del Pacto de Olivos de Raúl Ricardo Alfonsín y Carlos Saúl Menem.
Los que conocíamos la forma hegemónica que gobernó la provincia de Santa Cruz durante más de once años, por determinados hechos políticos de características autoritarias, sosteníamos que no configuraría una buena opción para conducir los destinos de la Nación. Menos aún si su llegada al poder era producto de un enmarañado acuerdo electoral con Eduardo Alberto Duhalde; por lo que éste representaba como dirigente político y sus tristes gestiones de gobierno provincial en Buenos Aires y en la República como transitorio primer mandatario.
Kirchner ha dado a su gobierno iniciativas que ni los propios hubieran imaginado, cuestión reconocida por ellos mismos, en temas tan importantes como Derechos Humanos, Justicia, Fuerzas Armadas y PAMI.
La salida de servicio, o de la política, de los trotamundos Duhalde, Menem y Adolfo Rodríguez Saá le permitió crear a su alrededor un halo de dirigente responsable y comprometido con el quehacer político nacional que nadie puede negar, deseamos que así lo sea. Esto le permitió hasta ahora encolumnar a vasos sectores del justicialismo que han quedado huérfanos y sería ridículo no pensar que es bueno que eso haya sucedido porque con cualquiera de los tres nombrados ya sabemos que rumbo hubiesen seguido manteniendo. Otros sectores autodenominados progresistas también van acompañando la gestión y eso lo debería comprometer más al momento de tomar las grandes decisiones.
Creemos que muy poco tiempo le queda al "duhaldismo" para terminar devorado por la impronta presidencial porque al momento de utilizar la "chequera de los fondos públicos" hacia provincias y municipios conocemos que el presidente sabe hacerlo con excelentes dotes de estratega político. Su historia en Santa Cruz así lo certifica.
Aciertos
En materia social, la ministra Alicia Kirchner, es una garantía de capacidad, trabajo y compromiso que seguramente sabrá disponer para hacer frente a las necesidades e innumerables asuntos que su cartera debe resolver de forma urgente. También la conocemos demasiado bien para afirmar esto y esperamos que pueda desarrollar bien su función, corrigiendo desde ya algunas errores en materia de prebendas desarrolladas cuando ocupó igual responsabilidad en Santa Cruz.
Con Rafael Bielsa a cargo de las relaciones exteriores, el gobierno está demostrando un cambio abismal con todos los anteriores que solamente practicaron la genuflexión como única acción en política exterior y que sirvieron de andamiaje para la expoliación económica y financiera del país, o sea, las políticas de saqueos sobre el patrimonio nacional. El acercamiento con los países latinoamericanos lo debemos saludar con agrado.
En la secretaría de Derechos Humanos, Eduardo Luís Duhalde, es sencillamente una garantía para que nuestro pueblo pueda ir recobrando éstos derechos destruidos por la genocida dictadura militar, pisoteados desde la llegada de Menem al poder y ultrajados por Fernando de la Rúa y el "otro" Duhalde.
Debemos manifestar nuestras esperanzas en el área de Educación, Ciencia y Tecnología ya que Daniel Fernando Filmus ha desarrollado una muy buena gestión en el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires además de haber realizado muy buenos aportes en la materia a su cargo.
Hasta aquí lo rescatable.
Desaciertos
Desgraciadamente no podemos opinar igual del ministro, menemista-cavallista, de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Gustavo Béliz, que demasiado daño ha realizado a las instituciones ejecutivas y legislativas de la Patria, en su condición de escriba del riojano ex presidente, secretario de la Función Pública y ministro del Interior, sumando a ello sus entendimientos políticos con, el también trotamundo, Domingo Felipe Cavallo y sectores que representan la funesta derecha vernácula que lo colocaron como legislador nacional y porteño. Las agachadas realizadas para impedir la llegada de nuestro querido compañero y profesor Alfredo Bravo, hoy desgraciadamente fallecido, al Senado de la Nación le resto a la sociedad la posibilidad de sentirse representada y protegida en sus derechos.
La permanencia del ministro de Economía y Producción, Roberto Lavagna, es lo que no permite vislumbrar que exista un cambio sustantivo en las políticas económicas y financieras de éste gobierno, únicamente podemos recordar que fue el ejecutor de las medidas que agudizaron la crisis argentina a límites insostenibles. Ahora tiene sus facultades recortadas por la creación del ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios a cargo de Julio Miguel De Vido quien no supo durante más de ocho años "planificar" un futuro para la provincia de Santa Cruz, de la cual fue su ministro de Economía y Obras Públicas con un presupuesto y dineros provenientes de las regalías hidrocarburíferas, que con una mínima inteligencia hubieran permitido su desarrollo y no haberla dejado en un callejón, estado dependiente, sin salida ni perspectivas para solamente unos 200.000 habitantes que tienen el mayor gasto estatal por cada uno de ellos sólo después de Tierra del Fuego, el mayor producto bruto geográfico después de la Capital Federal y se encuentra entre las que más empleados públicos provinciales y municipales por habitante tiene superada sólo por Catamarca y La Rioja.
Debemos indicar que aún desconociendo cual será la política económica que se aplicará sabemos todo lo realizado por Lavagna en su gestión junto a Duhalde y por lo menos debe llevarnos a estar alertas y muy preocupados. Esto no es producto de nuestro desconocimiento sino simplemente de la inexistencia de líneas de acción previstas y claramente informadas a la población. Un ejemplo es el demorado plan de infraestructura nacional.
Desconocemos cual será la decisión final que se adoptará con respecto al tratamiento de la "Deuda Externa", aunque intuimos que no será realizado en consonancia con otras llevadas adelante hasta ahora por desgracia. Veríamos con agrado que la participación ciudadana, que parece ahora abrazar con mucha fuerza Kirchner en algunos temas, sea también adoptada en éste crucial y relevante problema.
Conocer lo que quiere hacer el pueblo con respecto a la investigación, reconocimiento, pago, forma, plazos, intereses y condiciones que se dispensará al endeudamiento externo, con la debida intervención de los intendentes y concejos deliberantes, gobernadores y legislaturas provinciales y las legislaturas nacionales daría el marco de una solución definitiva de cara a los tiempos futuros y fundamentalmente las generaciones por venir.
Solamente quien entienda muy poco de matemáticas nos puede estar hablando de acuerdos a tres años, y así lo hacen desde Economía. Únicamente quienes cambian los porcentajes del superávit fiscal para agradar al acreedor externo, intentan compensar a los bancos y modificar las tarifas de los servicios públicos serán los responsables ante la sociedad por sus acciones no consensuadas y concertadas fronteras adentro.
Las actitudes del vicepresidente, Daniel Scioli, nos debe preocupar en grado superlativo, tanto al pueblo como al mismísimo gobierno nacional. Su llegada a ese cargo, producto de una pacto inconsistente con la marcha de los acontecimientos que quiere imprimir Kirchner, nos ha dejado con un espécimen menemista como sucesor en la línea presidencial y presidente de la Cámara de Senadores. No se puede encontrar en el motonauta antecedente alguno de su capacidad intelectual, y sus declaraciones sobre relaciones internacionales, tarifas, concesiones, etc. son sumamente preocupantes. No podría extrañarnos que aún conserve los vicios de la década pasada que lo formó en la política, plagada de corrupción sistemática y entrega del patrimonio nacional y sus rentas. Scioli representa el pasado que Kirchner nos dice aborrecer y querer cambiar. Pero ahí está, opinando y seguramente esperando alguna oportunidad para actuar de conformidad a su ideología. Esto lo debemos denunciar ahora sin mayor análisis que su historial y últimas acciones.
Precauciones
Los que no vean, o no quieran ver: que la economía internacional se está carbonizando en todas las regiones del planeta al ritmo de las recetas del Fondo Monetario Internacional, que el modelo neoliberal nunca dio respuestas a las necesidades de los seres humanos sino simplemente de los grupos concentrados de poder financiero y económico mentores del bienestar general, que no existe país en el mundo que haya superado sus crisis económicas y sociales sin haber potenciado el mercado interno, que el superávit fiscal debe ser colocado al servicio del desarrollo, que la distribución del ingreso es la llave que potencia cualquier política económica y permite el desarrollo humano y empresarial, que el nivel de crecimiento del bienestar está ligado al manejo de las comunicaciones, el transporte y la energía, entre otras; simplemente nos están estarán conduciendo a nuevos y remozados problemas de subsistencia, ya no solo de progreso y sustentabilidad.
La "Deuda Interna", la de todas las niñas y niños, mujeres y hombres de nuestro suelo es la que debe ser concertada y acordada sin mayor dilaciones en un gran debate nacional. De nada sirve que los cálculos, por cierto incompletos y acomodados a las circunstancias, de los índices de desempleo y subempleo, pobreza e indigencia que aún así presentados son alarmantes demuestran la incapacidad de ésta conducción económica. Solamente la situación por la que atraviesan los menores de catorce años debería hacerlos desistir de reincidir en políticas económicas genocidas, porque nadie puede arrogarse el derecho de seguir condenando a generaciones enteras a la desnutrición, falta de atención de su salud y educación, como tampoco en la negada entrada digna al trabajo que es la única forma de convertirlos en hombres libres y con autoestima. Obviamente que si eso lo buscan en los escritos e imposiciones de los organismos internacionales de crédito jamás lo encontrarán como tampoco en las premisas diseñadas para la constitución del F.M.I., en el año 1944, en Bretton Woods.
Políticas necesarias
Los ingresos del sector asalariado, o de lo que de él queda, deben ser atendidos con la urgencia que la marginalidad creciente impone, las políticas de ayudas sociales deben no solamente ser transparentes y alejadas de cualquier punterismo político sino ser incrementadas en su miserable monto. Se deberá establecer un diseño que permita que los que hoy no tienen trabajo encuentren los caminos para realizarlos en formas de empresas cooperativas, autogestionadas y bajo su control con el acompañamiento del Estado. Así como también dar una solución definitiva a los miles de puestos de trabajo en los establecimientos recuperados por los trabajadores y que no permiten desarrollar normalmente sus actividades productivas bajo control obrero ya que están sujetos a presiones de todo tipo que podamos imaginar.
Debemos exigir que el gobierno establezca las bases para el desarrollo de un proceso de reindustrialización de forma urgente, y que nuestros productos lleguen al exterior con el mayor grado de valor agregado, porque en él solamente se encontrará el camino hacia la recomposición del ingreso nacional y a partir de él su redistribución que es imperativa. El crédito debe volver para las pequeñas y medianas empresas con tasas de interés que permitan su evolución y desarrollo, ya que es imprescindible para recomponer el capital de trabajo perdido así como los bienes de capital necesarios para cada actividad.
Nuevos tiempos
La Argentina y los argentinos tenemos memoria de nuestros sufrimientos impuestos desde diferentes conducciones económicas y sus "Patrias": ganadera, industrial, financiera, privatista, concesionaria, dolarizada, neoliberal, agroexportadora y fondomonetarista. No queremos más nada de todo eso.
Si el presidente quiere un país diferente debe saber donde están los problemas y cómo resolverlos, no dudar en consultar a los ciudadanos las acciones que deban ser decididas con un fuerte apoyo popular, no tomar ni un solo rumbo ya recorrido por sus antecesores y no pensar que la aceptación que está recibiendo de la población actualmente será eterna.
Nosotros, mientras tanto, no debemos bajar la guardia y confiarnos como en instancias institucionales anteriores. Sabemos lo que nos ha pasado. Repetirlo sería no solamente no tener memoria, sino condenarnos a un nuevo y reiterado fracaso.
Debemos convertirnos en fiscales del presente y futuro de nuestros hijos.
15 de agosto del 2003