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La violencia de género contra dominicanas

Adital
La agresión física contra las mujeres dominicanas dentro de sus propias casas depende del lugar donde reside en el país, del grado de escolaridad, religión, trabajo, niveles de información, edad y estado conyugal. Pero lo más preocupante es el incremento del número y tipo de violencia cometida contra las mujeres. El estudio "Violencia Conyugal en la República Dominicana: Hurgando tras sus Raíces", de la Asociación Dominicana Pro Bienestar de la Familia (Profamilia), revela aún que han sido ampliados la violencia contra las hijas, más que a los hijos, y los suicidios de los hombres asesinos de sus parejas.
El estudio de Profamilia considera 14 características analizadas en forma conjunta, que ponen de manifiesto que el riesgo de que una mujer sea maltratada por su cónyuge o ex cónyuge es multicausal. El hecho de una mujer ser agredida físicamente depende de 11 de esos factores, mientras que la agresión emocional también es función de 11 características. Además de las características de la mujer, son llevadas en cuenta atributos de la pareja o ex pareja, como grupo ocupacional, escolaridad, edad y estatus en relación al consumo de alcohol.
Las mujeres más propensas a convertirse en víctimas de malos tratos físicos son las residentes en las regiones del Distrito Nacional (Distrito Nacional y Provincia de Santo Domingo), Nordeste y Enriquillo, seguidas por aquellas con residencia en el contexto regional Norcentral, Este, El Valle y Cibao Central. Ellas viven en las ciudades; son generalmente trabajadoras en servicios, trabajadoras manuales y trabajadoras en servicios domésticos; tienen menos de 12 años de estudio; son menos informadas; pertenecientes a religiones diferentes a la Católica; adultas jóvenes (20-34 años); separadas y divorciadas, seguidas por la unidas consensualmente; y las esposas o ex esposas de trabajadores del comercio y trabajadores manuales, de hombres con menos de seis años de estudio y de consumidores de alcohol.
Profamilia justifica la elaboración del estudio afirmando que la producción de conocimiento con miras a revertir los niveles de violencia perpetrados por el hombre en contra de su compañera y, por tanto, liberar a las mujeres, la familia y la sociedad de las consecuencias de este problema implica necesariamente superar estas limitaciones. "Sólo a través del conocimiento cabal de la realidad será posible diseñar los mecanismos y encontrar las herramientas requeridas para cambiarla".
Números
Informaciones provenientes de la Encuesta ENDESA-2002, aún con algunas limitaciones que pudiesen tener referentes a omisión, ponen de manifiesto la gravedad del problema, resalta Profamilia. Ha sido constatado que 24% de la generación de mujeres con edades entre 15 y 49 años ha sido víctima de agresiones físicas después de haber cumplido los 15 años. Ese riesgo de agresión puede alcanzar valores de hasta 40% en el caso de las mujeres separadas o divorciadas y 33% entre las trabajadoras del servicio doméstico. Estas agresiones provienen básicamente del marido o ex marido (63%) y en menor medida de la madre (14%), del padre (10%) y de otro pariente (9%).
Cuando se alude en forma particular a aquella violencia perpetrada por el marido o ex marido se encuentra que el 22% de quienes tienen o han tenido marido han sido maltratadas físicamente por su compañero, cifra que alcanza a un tercio de las trabajadoras domésticas y de aquellas mujeres que terminaron la unión conyugal y ahora están separadas o divorciadas.