Compa�eras
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El fallo de la Corte contra Romina Tejerina
Kristina y Bergoglio han formado una pareja
Olga Crist�bal
Plenario de trabajadoras
La Corte Suprema, �ltima instancia judicial de apelaci�n, ratific� por cuatro
votos sobre siete la condena a 14 a�os de reclusi�n contra Romina Tejerina.
Romina, quien ha sido condenada por la muerte de su beb�, qued� embarazada como
consecuencia de una violaci�n. Su violador est� libre.
El fallo se 'distingue', primero, por la cobard�a: Lorenzetti se esconde detr�s
de un argumento formal, el art�culo 280 del C�digo Procesal, "que habilita a la
Corte a considerar inadmisible un recurso extraordinario porque no re�ne las
condiciones de gravedad e inter�s federal". Para eso, tiene que aislar el caso
de Romina y omitir deliberadamente que el infanticidio es un crimen recurrente,
que revela una situaci�n de emergencia social que tiene por v�ctimas exclusivas
a las mujeres explotadas y a sus beb�s. De avanzar por ese camino, los jueces
hubieran tenido que convertir al acusador (el Estado) en acusado.
Las juezas agregaron otras razones. Para Highton de Nolasco, Romina no tiene
excusas: "Un embarazo fuera del matrimonio, en la generalidad de los casos �
dice� ya no escandaliza a nuestra sociedad." Si la escandalizar�a, bueno. �Pero
ignora que Romina ocult� su embarazo por terror a la represalia de sus padres y
su entorno? �Que su familia era muy religiosa y que desde los p�lpitos y las
escuelas cat�licas se envenena a la juventud contra las relaciones
extramatrimoniales? Argibay retrocede dos siglos en el conocimiento humano y
obvia una vasta jurisprudencia para respaldar la sentencia de Jujuy y el
peritaje oficial (firmado, entre otros, por un cirujano). Alega que "el
pormenorizado relato que hizo la imputada en su indagatoria sobre las
circunstancias en las que apu�al� a su hija (...) resultaba incompatible con un
estado psic�tico agudo".
La minor�a (Zaffaroni y Fayt, que pidieron inimputabilidad, y Maqueda, reducci�n
de condena) los demuele. Prueban que Jujuy se bas� en el peritaje oficial "que
permiti� fundar la condena, desechando arbitrariamente el que hubiera conducido
a la absoluci�n". Subrayan que el peritaje de la defensa fue exhaustivo,
mientras que el forense se limita a una carilla y expresa "el intento de hacer
concordar los resultados con una posici�n condenatoria aprior�stica". Ademas se
consider� agravante un atenuante: el n�mero de pu�aladas es indicativo de una
profunda conmoci�n mental, y plantea la inimputabilidad.
Los jueces descartaron la psicosis por "la ausencia de delirios y des�rdenes del
pensamiento". Esto, dice Zaffaroni "s�lo encuentra fundamento en la voluntad de
quien lo sostiene y que sin basamento alguno decide nada menos que sobre la
capacidad de culpabilidad de una persona". Adem�s puntualiza que el Tribunal
provincial "tergivers� de un modo ostensible la jurisprudencia de esta Corte",
atribuy�ndole la doctrina de que corresponde privilegiar los peritajes
oficiales: "Esta Corte jam�s ha establecido dicha doctrina, totalmente
violatoria de la garant�a de defensa en juicio e inconciliable con la finalidad
misma de los peritajes de parte". Si se permiten tergiversar en sus barbas a la
Corte, �qu� se privar�n de falsear contra una chica pauperizada, v�ctima de un
linchamiento eclesial y medi�tico?
Hasta hace 15 d�as Lorenzetti acompa�aba la reducci�n de pena (La Naci�n, 2/4).
Pero "un prolongado debate" hizo que varios "cambiaran de posici�n en varias
ocasiones" (La Naci�n, 9/4)) "Inesperadamente, Lorenzetti (...) aval� un fallo
que dejar� contento al kirchnerismo: la presidenta Fern�ndez es una eterna
cruzada en contra de la legalizaci�n del aborto" (Cr�tica Digital, 9/4).
El fallo agrava la dram�tica situaci�n de las mujeres porque condena a la
v�ctima y absuelve de toda responsabilidad al Estado en la tragedia de Romina.
Un Estado que la priv� � y priva a todas las mujeres� de la menor contenci�n.
Que incumple su propia ley, que lo obliga a impartir educaci�n sexual en el
sistema educativo y a garantizar el acceso a la anticoncepci�n gratuita y la
p�ldora del d�a despu�s. Que proh�be el derecho al aborto. Que deja librados a
ni�os y j�venes a la pr�dica clerical, enemiga de una sexualidad saludable y
hasta de la prevenci�n de las enfermedades de transmisi�n sexual, incluido el
HIV.
P�gina aparte merecen las mujeres de la Corte: "la posici�n m�s dura siempre la
encarnaron Highton y Argibay" (La Naci�n, 9/4) �Qu� dir�n ahora quienes
saludaron su designaci�n como un avance del movimiento de mujeres? Las
funcionarias de un gobierno patronal que pacta con el clero no pueden garantizar
ni uno solo de nuestros derechos ni satisfacer una sola de nuestras
reivindicaciones.
Como integrantes del movimiento de mujeres que lucha por la liberaci�n de Romina
desde el primer d�a de su detenci�n, repudiamos el fallo. Denunciamos que la
Corte se somete a los pactos de Cristina Kirchner con el Vaticano y a la presi�n
del poder pol�tico, judicial y eclesi�stico de Jujuy.
El gobierno y la Justicia han condenado una vez m�s a una de nosotras. El
movimiento de mujeres, que reclam� en todos sus encuentros nacionales la
libertad de Romina, debe responder de inmediato.
Exigimos la libertad de Romina y la de todas las Rominas presas.
Denunciamos a la Justicia y al poder pol�tico provincial y nacional como �nicos
responsables de este crimen social.
Que se pronuncien las organizaciones de mujeres, centros de estudiantes,
sindicatos y organizaciones pol�ticas. Organicemos de inmediato una campa�a
internacional por la libertad de Romina.