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Salvador Allende

El combate en la zona sur de Santiago


Estas páginas relatan el combate del 11 de septiembre desde la mirada de un dirigente del Aparato Militar del Partido Socialista
Nuestros planes:
Siempre estaban las variantes menos malas y las más malas: La más mala era que todas las fuerzas armadas juntas estuvieran con el golpe. También estaba la posibilidad de que hubieran algunas armas... que hubieran algunos regimientos leales.
Nuestra posición, con la dirección del GAP, siempre fue por sobre todo salvar a Allende y llevarlo a casas de seguridad, etc..
Allende siempre se negó. Siempre planteó que se iba a La Moneda, a la casa de los Presidentes y si era morir, que fuera ahí.
No fue posible convencerlo. La idea primera era crear una zona liberada y llevar a Allende ahí y con una radio poder tratar de dirigir la resistencia. Pero, Allende, imposible. El se iba a La Moneda.
Eso nos condicionó los planes.
Lo otro. Las armas. Nosotros al tiempo del golpe recibimos armamento. Teníamos unos 140 fusiles con 120 tiros por fusil. Teníamos unos lanzacohetes con 6 proyectiles por lanzacohete. Nuestro armamento nos servía para un solo combate.
Lo último. Lo geográfico-social. La masa proletaria estaba en la periferia de la ciudad, en los cordones industriales y en las poblaciones. Por lo tanto, teníamos que cubrir los sectores de Vicuña Mackenna, San Joaquín, Cerrillos, Panamericana Norte.
Ahí nos proveereíamos de municiones y avanzaríamos hacia la Moneda. Ese era el plan.
El dia 11
6:30. Recibimos en la Central de Radio del Aparato el mensaje que se había iniciado el alzamiento. No sabíamos todavía las características de éste, pero para nosotros era la voz del golpe de estado.
Yo dormía en mi casa con mi mujer cuando me llegan a avisar de la central de comunicaciones. Ahí nos despedimos. Ella tenía que ir a su puesto de combate: la defensa de la central de comunicaciones y yo al mío.
Nos despedimos del otro compañero: Un dirigente campesino que vivía en la casa. El partió a su central y la compañera de él que estaba embarazada se dedicó a limpiar la casa (sacar evidencias).
8:00 Nos reunimos con la dirección del Aparato y de ahí salen las tareas de cada cual a cumplir. A mí me toca acompañar al jefe de depósito para sacar y movilizar las armas hacia el Parque Cormo.
El aparato en ese instante tenía cuatro barretines operativos llenos de armas: uno de reserva que sólo tenía explosivos y otro que era el VIP que lo teníamos para poder esconder a Allende si podíamos. El area de Depósito tenía dos camionetas y un auto de escolta para sacar las armas. Yo tenía un mini a cargo. En el mini llevo al responsable al primer barretín. Un barretín que se encontraba en la Calle Chile-España cerca de Irarrázaval.
El barretín es un depósito subterráneo que se fabrica dentro de la casa con una entrada que está camuflada totalmente, la cual se abre a través de elementos eléctricos o pestillos que pueden estar en otra pieza.
9:00 Abrimos el barretín sacamos algunas armas por si acaso y nos pusimos a esperar a la unidad a que viniera a sacar las armas. Media hora de espera. Y el jefe de depósito diciendo que ya había dado aviso a su gente. Entiendo yo que se demoran mucho y tomé el mando y di la orden de salir a buscar una camioneta a la calle.
Salimos a Irarrázaval en el mini. Irarrázaval estaba llena. Todos los vehículos iban arrancando del centro a sus casas. Le pedí al jefe de depósito que seleccionara una camioneta. Puse el auto adelante, me bajé y le puse la pistola en la cabeza al conductor. Lo saqué del auto.
Mi acompañante tuvo que salir detrás, y le dije al pelotudo que subiera a la camioneta. Pescó la camioneta y salió rajado. Yo me quedé solo con todo el tráfico parado. Entonces, metí la mano adentro del mini, saqué un AKA (ametralladora) y grité "Todos al Suelo". Impresionante como se tiraban al suelo. Yo estaba loco, con una parca verde oliva y con el pelo revuelto.
Se tiraban de hocico pa'bajo. Todo el mundo cagado de susto con un huevón con un AKA al medio de la calle.
Entonces, arranqué y llegamos al barretín. Sacamos todas las armas.
De ahí nos fuimos hacia el otro barretín.
Estaba cerca de Av. La Feria, por San Miguel.
Atravesamos todo Santiago. Yo seguía en el mini haciéndole escolta a la camioneta.
En el otro barretín estaba el puro dueño de casa. Sacamos todas las armas y seguimos hacia el Parque Cormo. Cruzamos muchas barreras, pero no estaban parando sino tratando de dirigir el tránsito caótico. Los pacos en ese instante tampoco sabían quién los dirigía. Nosotros teníamos que llegar a nuestro punto de concentración.
10:30 Ya estaba todo el aparato concentrado sin armas. Cuando llegamos se pusieron todos muy contentos.
11:00 La comisión política da la orden de combatir. Se reúne a la gente, quince minutos más tarde, la arenga:
"Somos 130, nos enfrentamos a cien mil. Seguramente moriremos, pero no podemos entregar el gobierno popular sin defensa".
Ya se sabía que estábamos ante la peor alternativa: todas las fuerzas armadas estaban combatiendo.
Entonces el Aparato se traslada a Indumet. Ahí nos juntamos con la dirección del MIR para programar un ataque militar en conjunto. Nos dicen que no pueden concentrar la fuerza central y que no podían hacer un ataque.
Llegó también un hombre de la dirección del GAP, Moscatelli, diciendo que se había comunicado con La Moneda y pedía que rompiéramos el cerco y fuéramos para allá. Ahí se armó la tremenda discusión.
11:30 Los pacos habían visto que algo extraño estaba pasando ahí y estaban mirando. Entonces, Arnoldo Camu, jefe del Aparato, sale y le pega un balazo al primer paco y ahí empezó todo.
La entrada a Indumet era bien dificultosa. Era una calle sin salida. En la entrada de esa calle había una micro de pacos.
A mí me dejaron de jefe de la retaguardia para poder romper el cerco. Habían llegado con tanquetas los pacos.
Una escuadra rompe una pared para salir por atrás (estábamos en San Joaquín, frente a la Coca Cola).
Mi orden fue la de aguantar hasta que pudieran salir todos los del aparato y los del MIR.
Hacia la salida hay como una tierra de nadie y es batida por una ametralladora. Ahí cae herido León. Entonces, la gente de sanidad lo agarra para curarlo en Indumet. Nadie supo del herido. Cuando salimos, invaden los carabineros con tanquetas y todo. Encuentran al herido y a dos obreros más. Los fusilan de inmediato.
Cruzamos San joaquín y nos metimos por un callejón muy largo al lado de la Coca Cola sin ningún pasaje o calle. Pelado el callejón.
Había que tomarse la punta del callejón y de ahí esperar a que salieran todos.

12:00 Al ir rompiendo hacia La Legua la escuadra de vanguardia se topa con una micro de pacos. Le pegan un bazucazo a la micro, se incendia y hubo varios muertos. Redujimos a todos los sobrevivientes quitándole el armamento. Nosotros veníamos con todo el pensamiento cheísta. Entonces, les dimos una charla para que lucharan con el pueblo y no contra él. En ese mismo momento, estaban fusilando a nuestro compañero atrás.
Llegamos a La Legua . Ahí no había muchos autos, recuerda que nos fuimos por atrás sin ningún vehículo. Tratamos de hacer andar una citroneta, pero no pasó nada.
Nos tomamos la plaza de La Legua y llegó una bomba de bomberos, la redujimos. Era una bomba abierta. Nos llevamos hasta al maquinista. Arriba iban como cincuenta hombres. Nos fuimos tocando la sirena llamando a combatir a los pobladores, a defender el gobierno. Ahí en La Legua se quedó una mujer que estaba herida en un tobillo. Se quedó con unos pobladores y se salvó.
13:00 Llegamos a Sumar, punto de concentración. Ahí teníamos que definir qué hacer.
De Tomás Moro había llegado un compañero del GAP y otro de la jefatura del GAP. Llegaron con una camioneta llena de armas.
En Sumar había como 200 hombres armados. Establecimos una buena defensa perimetral.
Traían todo lo que se encontraron, incluso unas lapiceras para detectar la radiación de los alimentos. Hasta una cosa para tomar la presión.
En Sumar comenzó la reorganización. El único de la comisión política que nos acompañaba era Exequiel Ponce.
Ahí en Sumar llega un Puma del ejército que baja a ametrallar. Baja hasta la altura de la copa de agua. Como cien le comenzamos a disparar. Hicimos mierda el helicóptero. Se fue tambaleando de ahí.
Días después salió una publicación del Ejército. Uno de sus artículos se llamaba "Aquí Puma nos Dieron". Ahí contaban que iban todos heridos y que manejaban entre todos el helicóptero, unos con un pie que tenían bueno, el otro con el brazo, y así.
Yo gritaba por un roquetazo, pero no había ninguno, o por último pedí un M60 o una bazuca.
En nosotros estaba la concepción un poco cheísta. El Che decía en un momento: "si la revolución es verdadera se triunfa o se muere".
14:00 Se definió ir a otro punto de concentración para evitar que nos tiraran todo un ataque y poder tener nosotros la iniciativa.
Si nos quedábamos en Sumar, después de haber baleado el helicóptero y todo , nos iban a ganar ellos la iniciativa.
Entonces, no podíamos hacer ningún plan alternativo.
Ahí se define partir hacia Mademsa - Madeco que estaba lleno de obreros esperando el combatir.
Por lo tanto se crea una columna, que llevaba hasta micros, hacia Mademsa. Ahí yo paso a la vanguardia de la columna. Básicamente creamos una unidad con gente del GAP que venía de Tomás Moro. Entre ellos uno de la jefatura del GAP, Luisito, que venía herido en la cabeza con un trozo de roquet en T. Moro. Ahí partimos hacia MM por la Legua y allá nos emboscan unidades operativas de carabineros y como la orden era llegar a un punto de concentración, la vanguardia, de cerca de cincuenta compañeros, rompe el cerco y logramos pasar.
Este grupo llega a Mademsa. Ahí creamos inmediatamente una defensa perimetral. Con vehículos y con radio a un par de cuadras, para ver cómo reorganizábamos nuestras unidades y poder ayudar al avance de los que venían tras nosotros.

15:00 Ahí se da una cosa interesante: Fui a hablar con el interventor, un socialista. Estaba ahí la caja de fondos de Mademsa con toda la plata del sueldo del personal. En vez de pedir la plata, pedí si había pan y comida para los combatientes. Cuestión que se distribuyó entre todos.
En Mademsa me comunico con la central de radio. La central anuncia que no ha llegado ninguna comunicacion de los regionales. Que a nivel del país los militares iban copando las radios. Los compañeros que estaban a cargo de ellas daban el último mensaje diciendo "están subiendo por las escaleras, cortamos". La central por tanto, empezó a ver copados todos los puntos a nivel nacional y por lo tanto, se quedó sin comunicación. Tomás Moro tampoco salía al aire. La Moneda menos, con lo que entendíamos que los compañeros de ahí no tomaron la radio no más. Por lo tanto solamente estaban recibiendo las comunicaciones nuestras.
17:00 Ordeno a la central de radio que suban a los vehículos y se trasladen a MM con todo el personal. Cuestión que se hace.
18:00 Llegan.
Entre ellos venía mi mujer. Le di un abrazo, un beso, me alegró tremendamente. La puse inmediatamente conmigo.
18:30 Salí con dos camionetas llena de compañeros para tratar de romper el cerco que había en La Legua, un poco para alivianar el combate que adentro había.
En ese instante andaban aviones de instrucción de la FACH que volaban bastante bajo, muy despacio por sobre la Legua. En un momento sentí ametrallamiento de aviones. Nosotros tratamos de romper el cerco -que era bastante grande- por varios puntos, pero realmente estaba muy copado.
Esperamos la noche para saber qué pasaba en el resto de Santiago y en el resto de Chile.
23:00 Ya estaban las informaciones de que Allende había muerto en La Moneda. Informaciones que se creían y no se creían.
Estabamos en Indumet, todavía estaba vivo. Solo en Sumar recibimos la información de que había caído la Moneda, pero no era segura, no teníamos medios de comprobarlo. La información venía por radio a pilas, de los bandos militares cuestión que no creíamos mucho.
Empezamos a hablar por teléfono con diferentes partes de Santiago para ver qué estaba pasando. Supimos que el centro de la columna en que veníamos, había salido de la Legua. Ahí venía Arnoldo Camu con otros 50 o 60 compañeros. Los cuales rompieron el cerco en la noche. Nos comunicamos por teléfono indirectamente y supimos que salieron rompiendo hacia departamental y también sin información. En Departamental Arnoldo ordena enterrar las armas. Dejan a dos compañeros cuidándolas. A los demás los mandan a sus casas con contactos para el día siguiente y los subsiguientes. La gente se va sin armas hacia el Sur de santiago.
23:30 Nos confirmaron de la muerte de Allende y supimos que objetivamente el combate había terminado.
La última columna de todos los que partimos de Sumar, sólo pudieron salir 3 dias despues.



Fuente: Chile Vive