A sus hijos
[marzo 1965]
A mis hijos,
Queridos Hildita, Aleidita, Camilo,
Celia y Ernesto:
Si alguna vez tienen que leer esta carta,
será porque yo no esté entre ustedes.
Casi no se acordarán de mí
y los más chiquitos no recordarán nada.
Su padre ha sido un hombre que actúa
como piensa y, seguro, ha sido leal a sus convicciones.
Crezcan como buenos revolucionarios. Estudien
mucho para poder dominar la técnica que permite dominar la naturaleza.
Acuérdense que la Revolución es lo importante y que cada uno de
nosotros, solo, no vale nada. Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en
lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier
parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario.
Hasta siempre hijitos, espero verlos todavía.
Un beso grandote y un gran abrazo de
Papá
Página
Principal | Volver| Imprimir
esta página