Discurso en la Asamblea de Emulación
del Ministerio de Industrias
22 de octubre de 1964
Compañeros:
Cuando discutíamos sobre el lugar en que debía realizarse este acto,
los compañeros habían tenido la idea de que se hiciera en el Palacio
de los Deportes. Yo me opuse porque pensé que era un local muy grande y
que, además, la movilización excesiva podría traer complicaciones
en el transporte y otra serie de problemas. Sin embargo, la serie de gente que
ha quedado afuera hoy, y el lleno total del teatro, nos indican que vamos a tener
que buscar un escenario mayor a fin de año.
Además, cuando discutíamos también sobre el acto, planteé
que fuera un acto cerrado entre los obreros de las distintas ramas del Ministerio
de Industrias, por dos razones: la primera, porque creo que no es lícito
y de buenos emulantes el que un acto del Ministerio de Industrias, con la participación
además del Secretario de la CTC, sea radiado, sea del dominio público;
la segunda, porque quería tener un pequeño intercambio de opiniones
sobre algunos puntos con los compañeros, y eso es muy difícil hacerlo
cuando sale al exterior la transmisión. Sin embargo, en estos momentos
-no sé por qué emisora- sale a todo el país, por Radio Rebelde,
de manera que tendremos que limitar una de las partes que me interesaba más,
que era la discusión con ustedes de algunos puntos.
Bueno, vamos a tratar de hacer una conversación ordenada, corta, para evitar
también que algunos oyentes corten la radio, o la cambien de estación,
cosa que no es agradable aun cuando uno no se dé cuenta desde aquí,
¿no?
Yo quisiera saber si ustedes son capaces de subir aquí al estrado, a la
tribuna, un obrero de cada una de las Empresas; uno sólo por Empresa, cualquiera,
y en orden; uno, y en orden, para tener un pequeño intercambio. Se me paran
por ahí; vayan diciendo de dónde son para que no haya muchos de
la misma Empresa, porque Artes Gráficas ha dado un golpe de Estado y ha
llenado esto casi. Vayan subiendo en orden, de distintas Empresas; uno de cada
Empresa, ¿eh?
Bien: vamos a esperar que llegue uno de cada Empresa; mientras les voy a decir
algunas cositas. Quería referirme a uno de los puntos más importantes
para nosotros.
Quería decirles una cosa: ustedes saben que el año pasado en la
Emulación Nacional la Empresa ganadora fue una Empresa industrial del Ministerio
de la Construcción. Nosotros estuvimos chequeando ahora la relación
entre esta emulación que nosotros hacemos y la emulación nacional
socialista que es la que realmente vale.
Nosotros aquí para esta emulación hemos apuntado los puntos más
importantes, las tareas más graves para el Ministerio, y sobre ellas se
estableció un puntaje, mejor o peor, siempre hay problemas, siempre el
que no gana se queja de que el puntaje está mal hecho, mal distribuido
pero un puntaje que ha dado una serie de resultados.
Como ustedes saben, la Empresa de Artes Gráficas ocupó el primer
lugar ampliamente. Espérense, que ahí está la cosa. Estábamos
buscando en los resultados del mes de septiembre, es decir, ya el Tercer Chequeo
de la Emulación Socialista -de la Emulación Socialista, la que vale-
y la Empresa de Artes Gráficas no figura entre el grupo de las primeras.
Es decir, que hay una diferencia entre uno y otro que hay que superar; y no sólo
la Empresa de Artes Gráficas, sino todas las Empresas.
Porque los puntos que se califican en la Emulación Socialista son casi
todos los puntos que se califican aquí: producción, calidad, ahorro,
ausentismo, capacitación, trabajo voluntario, trabajadores emulando; todos
forman parte de importantes aspectos del trabajo en nuestro país. Las Empresas
tienen que vigilar este aspecto porque tenemos que demostrar si es verdad lo que
muchas veces hemos dicho; que nuestro Ministerio es de vanguardia, que estamos
adelante en la organización, que tenemos una serie de iniciativas; sin
embargo, cuando se trata de chequear la emulación sucede que no es así
y hay otras Empresas que ganan, y ganan en buena lid. Entonces, hay que chequear
esos puntos.
Y precisamente, yo quería tener aquí una conversación con
una serie de compañeros de las distintas Empresas, para ver, realmente
qué es lo que saben de los frentes de trabajo, y que me expliquen qué
quieren decir algunas palabritas que el locutor no podía descifrar cuando
estaba leyendo hace un rato, porque no está versado en la materia, y están
con abreviaturas aquí; entonces, a ver si los trabajadores realmente lo
saben.
Quería hacerles ver una cosa peligrosa para nosotros. La Empresa que ganó
la Emulación Socialista, la otra, hasta el chequeo de septiembre, es la
Metalurgia no Ferrosa, y en el puntaje de esta Emulación nuestra ocupa
el lugar 19, hay 18 por delante; de manera que hay diferencias grandes en el puntaje
que hay que estudiar y amarrar para que se note el avance no solamente en nuestras
tareas, sino en todas las tareas planteadas por la Revolución.
Quería también señalar, los aspectos positivos y negativos
hasta el momento; como aspectos positivos, el avance de una serie de Empresas.
Cervezas y Maltas ocupaban, en su Viceministerio, en el primer trimestre, es decir,
no en el primer trimestre, sino hasta la emulación de mayo, el lugar 16
y ahora ocupan el tercero; Envases Metálicos ocupaba el lugar 19 y ahora
el cuarto; Recuperación de Materias Primas ocupaba el lugar 22 y ahora
el quinto; y en el Viceministerio de Industrias Básicas, el Níquel
ocupaba el 16, y se llevó un guanajo, y ahora el cuarto, un avance muy
notable; Petróleo estaba en el séptimo y ahora está en el
segundo.
Entre las cosas negativas, en el Viceministerio de Industria Ligera, Jabonería
y Perfumería -que fue la Empresa ganadora por nuestro Ministerio el año
pasado- del segundo lugar pasó al once; Fibras Duras, que estaba en el
11, pasó al 26; y Harina, que estaba en el 13 pasó al 25. Ahora,
la falta de pan no se refleja aquí, eso es otra cosa aparte; no le vayan
a cargar la culpa de la falta de pan. En Industrias Básicas, Equipos Agrícolas
en el primer trimestre estaba en el octavo lugar y pasó al 14.
Además, quería decirles una cosa: nosotros estamos tratando de luchar,
de emular por ser en todos los aspectos los mejores. También se han creado
emulaciones entre organismos y, por ejemplo, en la emulación entre la rama
alimenticia nuestra y la del INRA, ha habido... En términos generales,
considerando todas las Empresas, ganamos nosotros por un pequeño margen,
pero considerando las emulaciones individuales entre Empresas y los distintos
frentes de trabajo, nosotros perdimos muchas Empresas y muchos frentes de trabajo.
De manera que ahí hay que tomar medidas también, porque no es que
nosotros vayamos despacio, sino que todo el mundo va ligero y aquí nadie
puede dormir.
Ahora vamos a ver si hacemos este interrogatorio pequeño. A ver: ¿hay alguien
de Automotriz ahí?... Bueno, suba uno, suba uno. ¿No hay nadie de Automotriz?
Bueno, ¿de Metalurgia Ferrosa hay alguno?, ¿no Ferrosa? (Una persona le dice:
«Mire, ahí hay uno de la Ferrosa.») ¿De la Ferrosa eres tú?
Bueno, explícame qué quiere decir esto de disciplina financiera.
Porque ustedes están emulando, tienen que conocer toda una serie de puntos
aquí, en los cuales se han sacado una buena puntuación, qué
es, y los obreros tienen que saber qué es eso de disciplina financiera.
(El compañero comienza a contestar, pero no se oye.)
Espérense, no importa que no se oiga, no empiece aquí el choteo
criollo, que estamos preguntando para ver una cosa que anda mal, y es que hay
que conocer lo que quiere decir cada palabra; pues, si no uno dice ganador de
tal frente, de tal otro frente, los obreros se paran, se arma mucho ruido, se
sabe que son ganadores de un frente, y no saben qué cosa es lo que han
ganado. Entonces ahí hay una falla.
La disciplina financiera es uno de los aspectos más importantes de la gestión
de las empresas de las fábricas. Y consiste en todo lo que se refiere a
la gestión en cuanto a las finanzas, tenerlo al día, por ejemplo
los pagos y los cobros, todos los problemas con los contratos, por ejemplo, un
arbitraje que haya que hacer por un producto malo que llega; todas esas cosas
constituyen la disciplina financiera, los controles, bueno, aquí está
Control de Inventario como un punto especial.
Todas esas cosas hay que saberlas, y hay que saber la importancia que tienen,
cómo nosotros tenemos que estar cuidando ese dinero, que es el dinero de
la nación.
Yo les voy a preguntar una serie de cosas a los compañeros que no las van
a saber, pero no importa, no se pongan tristes por eso. El problema es que hay
que tener la conciencia de que estas cosas no se saben y aprenderlas y saberlas
y saber lo que significa no sólo la palabra, sino el contenido de las palabras.
Entonces vamos a ver: ¿quién levantó la mano? ¿por ahí? ¿Tú
levantaste la mano? ¿Tú sabías lo que era disciplina financiera?
Bueno, a ver explícame ¿qué son los fondos básicos entonces?
¿De qué Empresa eres tú? ... Vamos a ver ... (Hay uno que levanta
la mano), ¡ya te va a tocar otra pregunta si sabes ésta! De oficina
no -¿aquí hay de oficina?- trabajadores de producción solamente.
Bueno, ustedes ven que esas cosas son importantes. Hay que saber qué son
los fondos básicos, la importancia que tienen todo el análisis de
la gestión de la Empresa, una correcta contabilización de los fondos
básicos. Porque en todo esto está incluido la depreciación,
es decir, la parte del fondo básico que se va incorporando al producto
y que produce el desgaste, y hay que hacer normas de depreciación; cosas
muy complicadas. Porque ya tenemos que salir de la etapa en que nosotros solamente
nos ocupábamos de la producción, pero tenemos que salir todos juntos;
no que la emulación sea ganada por la eficiencia de las oficinas de las
Empresas solamente, sino que sea un movimiento de todos los trabajadores.
¡Ah!, pero ahí uno levantó la mano y se fue; era de oficina.
Vamos a ver esa compañera que era muy entusiasta, de la Madera. ¿No?
Un compañero. El de la madera soy yo.
Comandante Guevara. ¡Ah!, tú eres de la Madera.
Vamos a ver, ¿tú me puedes explicar lo que es una inversión?
Un compañero. ¿Inversión?
Comandante Guevara. Inversión, sí.
Un compañero. Inversión viene de la palabra invertir.
Comandante Guevara. El, que dice que inversión viene de la palabra
invertir, hasta ahí va bien. (Risas.)
(La respuesta del compañero no se oye.)
Bueno, contestó regular, regular; tiene cierta idea, pero no todos los
gastos son inversiones. El hablaba de los gastos. No, por ejemplo, un gasto para
una materia prima para producir, eso no es una inversión, en un edificio
sí, en una máquina sí, ¿comprenden?
¿Pero qué es lo importante, por qué hay que saber todas estas cosas?
Porque la inversión, compañeros, es una parte del consumo del pueblo
que no va directamente al pueblo, sino que se transforma en una maquinaria, en
un edificio, en algo que va después a crear nuevas riquezas, pero después
en el futuro, hoy no. Entonces, la inversión de hoy es también la
que quita, digamos, el pan, las cosas de consumo de hoy. Y por eso hay que meditar
mucho sobre una inversión, si es correcta o no, porque nosotros no podemos
invertir si no es quitando de los bienes que producimos, transformando los bienes
que producimos para el consumo directo en otra forma, que van a servir para un
consumo a largo plazo, o en otros casos van a servir para el bienestar de la población,
como puede ser un hospital -por ejemplo-, o una escuela. Pero todo eso el Gobierno
tiene que estudiarlo y tiene que balancearlo, para que no vaya a haber demasiadas
escuelas, por ejemplo, y demasiado poca comida, o vestidos, cosas de consumo;
y también al revés; que por dar demasiado consumo nos quedemos sin
ir haciendo inversiones en escuelas, o en hospitales, o en las fábricas.
Por eso, yo quería simplemente mostrarles una cosa: que los conceptos que
están detrás de esto tienen una representación, y que esos
conceptos hay que manejarlos en lo que quieren decir, porque entonces es cuando
se sienten. Cuando se sabe bien que cuando uno está tratando una maquinaria,
está tratando un bien que produce para el pueblo, pero que además
ha costado sacrificios al pueblo, independientemente de que en ese momento no
se pueda establecer quién es el que con su sudor ha creado ese bien; eso
se reparte después, es el esfuerzo de toda la sociedad.
Pero cada vez que se deja de hacer un esfuerzo y cada vez que se deja de cumplir
una tarea en un punto, eso se refleja sobre toda la sociedad, y se refleja después
sobre el mismo que deja de cumplir sus tarea, o sobre sus hijos, o sobre su familia.
Esos son los conceptos que nosotros tenemos que tener; que la industria no es
simplemente el hecho de pararse frente a una maquinaria, o estar en una oficina,
o estar en un proceso cualquiera, cumplir las horas, vigilarlo; hay que estar
pensando constantemente en que hay que ir superando todos los problemas que nosotros
tenemos.
Nosotros heredamos una industria muy mala por un lado, artesanal completamente,
y una industria bastante desarrollada por otro. Y esa industria desarrollada,
con maquinarias de alta tecnología capitalista, era manejada por dirigentes
entrenados, por técnicos especializados, y muchos de ellos se han ido,
en los sectores de la dirigencia casi todos, en los sectores técnicos desgraciadamente
muchos. Los hemos dejado ir nosotros, porque consideramos que un técnico
que está en contra de la Revolución es peligroso por lo menos; que
si se quiere ir, es mejor dejarlo ir y no convertirlo en un desesperado si no
es capaz de entender una sociedad nueva que se está creando. Pero los técnicos
que quedaron, los administradores y directores y todos nosotros que tuvimos que
improvisarnos, somos gente que tiene muchas debilidades; tenemos que estar conscientes
de esas debilidades y superarlas todos los días con la capacitación,
con el estudio directo de los procesos.
Y la gran fuente de donde tienen que salir nuestros administradores, nuestros
directores, nuestros técnicos, es la clase obrera. Entonces, los obreros
tienen que estar más conscientes de cuáles son los problemas de
la industria en todo su conjunto; no solamente el problema de la producción,
o el problema del ausentismo. Pero aun el problema del ausentismo, vamos a ver.
¿De qué empresa eres tú compañero?
Un compañero. De Fibras Duras.
Comandante Guevara. Fibras Duras. ¿Qué ausentismo hay en tu empresa?
Un compañero. ¿En la empresa? ... Ocho.
Comandante Guevara. ¿Ocho?... ¿Tanto? ¿Y eso es bueno o malo?
Un compañero. Eso es malo.
Comandante Guevara. ¿Cuánto sería aceptable?
Un compañero. Un dos.
Comandante Guevara. ¿Quién tiene un dos en las empresas de ustedes?
... A ver. ¿Cuál es la suya?
Un compañero. Los Gráficos, 2,30.
Comandante Guevara. ¿Envases Metálicos cuánto? ... ¿Tú
cuánto tienes?
Un compañero. El Plástico, dos.
Comandante Guevara. ¿Dos nada más el Plástico?
Un compañero. (Inaudible.)
Comandante Guevara. Ustedes han visto una cosa: que no saben bien. Y el
compañero, por ejemplo, tiene divergencia con el Director de la Empresa.
El dice que un ocho y el Director de la Empresa dice que 3,48. En este caso el
Director de la Empresa debe tener razón; si no supiera esas cosas, a él
sí que no se las podemos admitir.
Pero ustedes ven cómo estas cosas tienen que manejarlas. Siempre va a existir
algo de ausentismo; además hay distintos tipos de ausentismo; además,
cuando el ausentismo, o -digamos- las ausencias aumentan por accidentes, hay que
ver por qué, qué pasa con esos accidentes, por qué se producen,
quién es el culpable, si es la falta de seguridad intrínseca de
la fábrica, o si es la falta de atención de los trabajadores, o
la falta de atención de la administración de esa fábrica
a determinadas condiciones malas que se crean. Todas esas cosas hay que analizarlas.
Por eso hay que participar activamente en la conducción de la fábrica.
Voy a hacer una o dos pregunticas más nada más, no quiero ponerme
pesado.
Vamos a ver quién tiene cara de saber... Bueno, compañera, ¿tú
no me contestaste, no? La compañera de Textil. Bueno ¿qué cosa es
el Control de Inventario?
Una compañera. (Inaudible.)
Comandante Guevara. Dice que sabe que produce mucho, pero no sabe bien
lo que es Control de Inventario. Ahí está el problema, ¿ven?, que
hay que producir mucho y hay que saber qué es el Control de Inventario,
porque precisamente allí es donde está la base de la disciplina
tecnológica, en que se tengan bien controlados ... ¿Qué son los
inventarios? La cantidad de materias primas que hay, la cantidad de productos
en proceso, la cantidad de productos terminados. Productos en proceso son esos
productos que están en el medio del camino en toda la línea de producción;
de cada uno de ellos hay que tener un inventario para saber si no se amontona
mucha materia prima o falta materia prima; y de cada materia prima hay que saber
si hay mucha o poca; de los productos terminados, para saber si hay demasiados
productos terminados, o si está correcto. Y todo eso hay que aprenderlo,
todas esas cosas.
Eso es lo que yo quería hacer con ustedes aquí en círculo
cerrado, porque naturalmente es un poco aburrido afuera, a lo mejor aquí
también, pero aquí es un poquito más vivo por lo menos, y
uno se da cuenta de que le fallan muchas cosas, de que todavía falta mucho
por aprender.
Bueno, la última pregunta que voy a hacer.
Una compañera. ¿Y cómo se aprende eso?
Comandante Guevara. ¿Eso?, eso hay que aprenderlo en cada lugar. Por ejemplo,
al dirigente sindical le pregunta y le hace un examen de paso a ver si él
sabe; si no, se lo pregunta al administrador y le hace otro examen a ver si él
sabe también.
Y los responsable de emulación tienen que saber esas cosas. Todos, todos
tienen que saber; el dirigente obrero tiene que saber; el administrador, por supuesto
que tiene que saber; el de la emulación tiene que saber. Todos tienen que
saber esas cosas y explicarlas. Porque miren, a ustedes que están emulando
y ustedes, por ejemplo, estoy seguro que si a ustedes les dijeran que en la A
ganó Metalúrgica Ferrosa, en la B ganó Electricidad, sería
casi igual porque a ustedes lo mismo les da que le nombre A, B, C, que los distintos
frentes de trabajo. Porque hay un concepto, más o menos, de lo que es,
porque no hay un concepto real, claro, de qué y sobre todo de por qué
hay que insistir en esto. Eso es lo importante.
Y en eso, pues, está mucho mejor la emulación socialista, porque
son cosas más claras: Producción, Calidad, Ahorro, Ausentismo, Capacitación,
Trabajo Voluntario, Trabajadores Emulando; esas son cosas más simples.
Nosotros tratamos de dar un paso de avance porque nos interesa, porque tenemos
que ir más lejos, pero, hay que saber.
Bueno, la última pregunta.
Un compañero. (Inaudible.)
Comandante Guevara. ¿Y cómo te paraste ahí? ¿De dónde
eres tú? ¿Del plástico? Bueno, eso después me lo tratas,
eso es una tiñosa aparte, es una tiñosa que después tenemos
que ver.
Buen, ¿dónde está el de Artes Gráficas? ¡Ah! El de Artes
Gráficas. Vamos a ver una cosa. Fíjate lo que dice en las tareas
a cumplir la Empresa: «Concluir con la aplicación del nomenclador, la tarea
de control de inventario, no permitiendo que esta decaiga en ninguna fábrica.»
¿Qué quiere decir eso?
Un compañero. No oí bien. ¿Cómo es la pregunta?
Comandante Guevara. ¿No oyó? «Concluir con la aplicación
del nomenclador, la tarea de control de inventario, no permitiendo que esta decaiga
en ninguna fábrica.» No, no le soplen, ¿a ver?
Un compañero. (Inaudible.)
Comandante Guevara. Bueno. Entonces, miren: la Empresa de Artes Gráficas
se apresuró a poner aquí en un periódico «extra, última
hora», dice que es lo mejor, pone las tareas a cumplir, pero no se ocupa de explicarles
a sus trabajadores bien qué quiere decir cada cosa. Hay que trabajar en
eso también.
La Emulación prende bien cuando cada uno sabe qué es lo que significa
cada cosa, prende mucho mejor.
Bueno, la última pregunta. Siempre los estoy amenazando con la última.
Un compañero. Comandante...
Comandante Guevara. Bueno, ¿qué es lo que tu vas a preguntar?
Un compañero. En el centro de trabajo donde yo trabajo, no hay ausentismo.
Comandante Guevara. ¿No hay ausentismo? ¿De dónde eres tú?
Un compañero. De la Unidad 207 de la Harina, Taller de Mantenimiento.
Comandante Guevara. ¿Cuánta gente trabaja ahí?
Un compañero. Trabajamos 49 compañeros, todos estamos organizados
correctamente.
Comandante Guevara. ¿Y no hay nada de ausentismo, cero?
Un compañero. Nada, nada, cero.
Comandante Guevara. Yo te aplaudo, pero lo dudo ¿eh?
Un compañero. (Inaudible.)
Comandante Guevara. óyeme una cosa: y en la Empresa, ¿cuál
es el índice de ausentismo?
Un compañero. ¿En la Empresa?
Comandante Guevara. Sí. ¿Qué índice de ausentismo
hay en general? En la Empresa en total, es decir, todo.
Un compañero. Bueno, habrá un cinco, un seis, un siete.
Comandante Guevara. O un ocho, o un cuatro, o un dos.
Un compañero. (Inaudible.)
Comandante Guevara. Sí, yo sé; yo sé que tú
me hablaste de tu taller, claro. Y yo lo que quería era mostrarles que
estas cosas hay que saberlas, además, preocuparse en general; y en los
lugares donde hagan un buen trabajo, ir a difundirlo a otros lados. Yo voy a hablar
un poquito más largo de eso, no va a ser muy largo.
Bueno, ahora sí es la última pregunta.
Un compañero. Si me permite, yo quiero hacerle una pregunta. Ya
que se habla de producción, y nosotros estamos en el sistema emulativo,
yo quería hacerle una pregunta para yo estar firme, más o menos,
porque yo soy el orientador de aquí. Yo quería que usted nos explicara,
más o menos, aquí a todos los compañeros, sobre el diploma
que se les da a los obreros por las 240 horas. Entonces hay compañeros
que en los lugares donde estamos no tenemos el tiempo suficiente para hacer las
240 horas. Así que yo quería saber si nosotros, los que no tenemos
el tiempo ese, si las horas nos valen nada más que por el Centro de Trabajo,
o si podemos ir por una organización, por un Seccional o por un Distrito,
o por el Partido, a una Granja...
Comandante Guevara. El dice que en su centro de trabajo no puede, no hay
oportunidad de hacer las 240 horas de trabajo voluntario, y preguntaba si era
posible inscribirse en otro centro a través del Seccional, o a través
del Sindicato, o del Partido, o en otros organismos para hacer las 240 horas.
Nosotros tenemos todas unas instrucciones dadas sobre eso. Incluso a la gente
que fue a cortar caña, que estuvo un tiempo allá, se le contó,
en determinados casos, las horas. Además, el trabajo voluntario es una
cosa que hay que desarrollarla al máximo -también voy a hablar de
eso, un poquito-, pero no hay que hacerse tampoco un especialista en trabajo voluntario
nada más. El trabajo voluntario es parte de esa tarea de educación,
de que hemos hablado, de los compañeros. En los lugares donde no se pueda
hacer no hay que inventarlo. Si cerca se puede hacer, se hace. Se puede ir al
corte de caña, a la limpia de caña -como vamos nosotros- a una gran
cantidad de trabajos que se pueden organizar dentro de la rama del Ministerio,
o dentro de la Empresa, o dentro de la rama, o dentro del Viceministerio. Y de
esa manera se compensa en los lugares donde falta, por alguna causa, un poco de
trabajo, con los lugares donde hay compañeros que quieren trabajar y no
pueden. Esa es la forma en que se ha estado haciendo; y eso hay que consultarlo
ahí en la Unidad o en la Empresa, que ellos tienen que resolver ese problema.
Un compañero. (Inaudible.)
Comandante Guevara. Bueno, el compañero fue al que yo le leí
lo del nomenclador, para ver si me lo explicaba, y él dice que no sabe,
y que se lo explique.
Entonces, este nomenclador es una lista completa que se hace de todos los productos,
o de todos los semiproductos también, o materias primas que la Empresa
tiene; es una lista que se hace con un orden numérico, alfabético,
y que entonces por esa lista se va controlando después, en unas tarjetas,
cada una de las materias primas que hay. Por ejemplo, si tú vas al almacén
de tu unidad, tú vas a ver un estante y si está bien organizado
está cualquier materia prima y tiene una tarjeta que tiene un número.
Entonces el nomenclador es quien se encarga de que todos los productos del mismo
tipo tengan el mismo nombre y el mismo número en las unidades, de manera
que es mucho más fácil controlar, hacer el control después
de todo aquello. Porque muchas veces la materia prima, incluso con la costumbre,
se va nombrando distinto en distintos lugares y hay que tener una denominación
común para todas ellas. Esa es la función que cumple.
Bueno la última pregunta. (El público le dice algo.)
Bueno, es una pregunta: levanten la mano todos los compañeros que están
estudiando ahora. (Los compañeros del público levantan la mano.)
¿Qué les pasa a ustedes dos que no estudian?
Un compañero. Yo llego muy tarde a mi casa, yo vivo muy lejos de
donde trabajo.
Comandante Guevara. ¿Y tu compañero?
Un compañero. Estoy estudiando en la fábrica.
Comandante Guevara. Ah, estás estudiando, bien. Hay un compañero
de los aquí presentes que no estudia y explicó que tiene problema,
vive muy lejos y llega muy tarde a su casa, y además aquí otro...
¿por qué tú no estudias?
Un compañero. No, yo sí estudio.
Comandante Guevara. Uno aporta aquí que el transporte es muy malo.
Está mejorando el transporte un poco, ya hay bastantes Leylands y todo
eso (Exclamaciones del público.) Bueno, bueno, está bien.
Bueno, entonces ya acabamos este pequeño interrogatorio. Yo hubiera querido
preguntarles unas cositas más pero mejor vamos a seguir con dos o tres
puntos que me interesa tocar nada más. Así que los compañeros
se pueden retirar y muchas gracias por la atención dispensada.
Bien; ya habíamos hablado de un tema de los que tenía para hoy.
Silencio, escúchenme un poquito, es poca cosa, es una descarguita corta
y ya. Bueno: habíamos hablado de la emulación y de las dos emulaciones
más, también, todas importantes siempre que sirvan para movilizar,
siempre que tengan un contenido, siempre que los compañeros trabajadores
en la producción comprendan bien qué es lo que quiere decir. Hemos
detectado que aquí hay una falla en nuestra emulación y hay que
corregirla.
Quería hablarles de este punto de la capacitación. Ahí es
donde está el futuro nuestro. En la capacitación nuestra y de nuestros
hijos está la posibilidad de adquirir en el futuro una capacidad técnica
que nos permita figurar entre los países desarrollados del mundo. Pero
muchos de nuestros hijos todavía son muy pequeños y, mientras, somos
nosotros los que tenemos la obligación de salir de nuestro estado de semiignorancia
y todos los días ir agregando algo nuevo.
La batalla por el sexto grado es una batalla muy importante a la cual le tenemos
que dar todo el trabajo, toda la atención necesaria. Y aquí una
vez lo dijimos que el sexto grado será, en una época que esperamos
de un futuro muy cercano, el sexto grado será el analfabetismo de Cuba,
es decir, quien tenga sólo sexto grado podrá considerarse analfabeto.
A eso tenemos que aspirar. Es decir que sexto grado no es nada más que
un momento del estudio.
Hay que buscar todas las formas posibles de que la gente estudie, sin que la producción
caiga ni un gramo ni un peso en valores; con esas condiciones.
Entre todas las distintas iniciativas, a nosotros nos llegó una muy interesante
de los compañeros de Envases Metálicos, de la unidad número
1, incluso me nombraron a mí ahí miembro voluntario del batallón
del sexto grado. Todavía no he ido, pero voy a ir por allí. Entonces,
el sistema que tienen los compañeros es que trabajan -aquellos que ya han
llegado a sexto grado-, una hora en otro turno para que los compañeros
que no han llegado a sexto grado puedan estudiar.
En esta forma se identifican dos cosas; primero hay un trabajador que recibe un
beneficio directo de otro compañero trabajador; una hora de su trabajo
que le da para que estudie; después, se realiza el trabajo voluntario,
el compañero que da la hora recibe también el beneficio de la sociedad.
Esta es una de las iniciativas más bonitas que nosotros hemos visto y no
es nada más que una de las tantas que pueden existir cuando todo el mundo
piensa en el problema, lo considera como un problema suyo y busca las formas de
resolverlo.
La capacitación, la lucha por alcanzar el sexto grado como una etapa, ésa
es una lucha nuestra, de todos. Entonces hay que ir buscando también soluciones
en cada lugar para que más rápidamente se avance y se llegue a la
meta que estamos buscando...
Quería decirles, además, que también es importante el trabajo
voluntario. Ya lo hemos repetido, no se trata de que se convierta a la gente en
especialistas del trabajo voluntario, se trata de esa parte del trabajo que cada
uno da a la sociedad sin ninguna retribución, como una parte de su esfuerzo
que se difunde entre todos, que llega a una millonésima parte devuelta
después al propio individuo, pero que va creando la nueva conciencia, y
no debemos olvidar nunca ese aspecto.
Nosotros en el Ministerio de Industrias estamos al iniciar ahora un plan piloto,
este año es piloto, en el cual se van a probar una serie de iniciativas.
El plan se llama, más o menos, de integración al trabajo y en determinados
niveles del Ministerio, en el caso de la producción, es decir, en las fábricas,
del administrador hacia arriba, o sea, administrador, directores de empresas y
después de los directores -de nuestro Ministerio- hacia arriba, será
obligatorio, es decir, será parte del trabajo del funcionario, estar un
mes en un puesto inferior, de inferior jerarquía.
¿Para qué? para que cada uno que tiene la responsabilidad de dirigir y
de ordenar determinadas cosas pueda ver, ya como dirigido, cuáles son los
problemas que se crean, las contradicciones, las faltas de coordinación
que se crean en los lugares que están bajo su propio nivel de dirección.
Por ejemplo, un viceministro que está dando órdenes constantes:
«haga esto, lo demás allá, las empresas...», tiene agitado a todo
el mundo. Naturalmente, a los viceministros los agito yo pero ellos tienen que
echar la agitación a su nivel. Entonces: ir a una empresa por ejemplo,
y empezar a recibir del viceministro remplazante, el director de rama en nivel
superior, todas las agitaciones y ver cómo se siente, cuáles son
reales, cuáles se pueden cumplir, cuáles no, cuáles crean
muchos problemas a la empresa, cuáles la empresa no las cumple por fallas
organizativas; corregir las fallas que se puedan corregir, y aprender de esa manera.
Y así también los directores de empresa, como administradores de
fábricas, o como jefes de uno de los departamentos de la fábrica.
Y naturalmente, esto que es obligatorio también nosotros tratamos de insistir
para que se llegue más abajo y para que una parte, al menos, de las vacaciones,
una semana aunque sea, los funcionarios estén en contacto directo con la
producción, sepan lo que es la producción, lo que es producir, los
problemas que hay, todos los problemas que vive nuestro pueblo, o una parte por
lo menos ya mucho más considerable. Para que no se establezcan capas, estructuras,
niveles diferentes, que vayan creando una burocracia insensible a los problemas
que tiene el pueblo, sino que constantemente vayan intercambiándose experiencias.
Además, hemos impulsado, o empezado a impulsar, un sistema mediante el
cual -ya voluntario- las empresas -podemos llamar- especialistas, las mejores
en determinados frentes, estos frentes que nosotros nombramos aquí por
ejemplo, que ustedes no conocían bien, aquellas empresas que sean especialistas
en esos frentes, que tengan los compañeros más capacitados y una
organización mejor, se trasladen a otras empresas que estén en peores
condiciones, y ayuden a los compañeros. Y que esto mismo se produzca también
entre administradores y administradores, y que se produzca también y aquí
es donde nos interesa a todos entre brigadas de trabajo de producción o
de mantenimiento. Es decir, que por ejemplo, tomamos una empresa que tenga características
parecidas; puede ser, por ejemplo Envases Metálicos, o puede ser Artes
Gráficas, Tabaco o cualquiera; brigadas que trabajan en determinados frentes
de producción, que son las que producen en mejores condiciones, tienen
más experiencia, más capacidad, y que se trasladen a otros lugares
del país o de La Habana -hay que organizar todo esto-, e impulsen allí
el trabajo enseñando a los nuevos compañeros, enseñando a
los compañeros de nuevos métodos. Y que de esta manera pueda salir
hacia adelante todo el Ministerio, y las fábricas rezagadas, las empresas
rezagadas reciban el apoyo de todo el Ministerio. Y cuando otros organismos lo
quieran así y lo requieran también nosotros salir -si estamos en
condiciones de hacerlo, si realmente estamos en vanguardia en ese frente- hacia
otros organismos a darles nuestro asesoramiento, lo que nosotros podamos darles.
Acordarse de que toda la sociedad es una sola, de que todos los esfuerzos y todos
los triunfos no significan nada aislado de la sociedad. Que una empresa gane un
frente, o que una empresa gane, incluso la Emulación Nacional, por ejemplo,
y que el Ministerio en su conjunto trabaje mal, eso no reporta ventajas. Es preferible
que todas las empresas caminen parejo, se ayuden y se apoyen mutuamente; y que,
aun cuando no se gane ninguna cosa en la emulación, aun cuando no haya
nada que destelle demasiado sobre los demás, todo el Ministerio sea un
conjunto sólido.
Y así, no se gana nada con que un Ministerio esté mucho más
organizado que los demás si en otros lugares hay fallas organizativas tan
grandes que obligan a retardar el paso de la nación.
Si no es un trabajo de conjunto, si no avanzamos todos parejo, si la industria
no ayuda a la agricultura y la agricultura a la industria, y los transportes a
la industria y a la agricultura, y la industria a los transportes, en toda la
interrelación que hay de funciones en la sociedad moderna, no podemos tomar
un ritmo de avance lógico, el que nosotros aspiramos a lograr.
Por eso es que tenemos que emular todo lo posible, que tratar de triunfar siempre
sobre los demás, pero siempre aquello como una cosa realmente de un honor
socialista; pero nunca tomarlo como una cuestión de amor propio, de ese
de «Patria o Muerte», de club de pelota, que de todas maneras hay que ganar y
protestar los fallos y decir que el umpire está vendido o cualquier cosa
de ésas cuando uno no gana. No se trata de eso. Se trata de que la emulación
tenga siempre un carácter fraternal, y se trata de ver siempre el fin de
la emulación, que es el fin de crear más riquezas, de crear más
bienes de todo tipo para que nuestro pueblo tenga más cosas a su alcance,
para que vaya alcanzando la categoría de país socialista. Porque
todavía hoy no tenemos nada más que la categoría de país
que está construyendo el socialismo, que está en este primer período
de transición, donde todavía quedan muchos rezagos de épocas
anteriores en las relaciones de producción incluso, y sobre todo en la
conciencia de la gente.
Y nosotros tenemos que seguir por esos dos caminos del aumento de la producción
y de la profundización de la conciencia. Y perdónenme que machaque
una vez más en estas cosas, pero es que es necesario fijarlas bien en la
mente para poder llegar a adquirir la nueva categoría de país socialista
donde se anule ya totalmente la explotación del hombre por el hombre, donde
todos los medios de producción estén en poder del Estado, y donde
se empiece a dar el gran salto, el último y definitivo salto avistado hasta
ahora por la humanidad, que es el de la sociedad comunista, sociedad sin clases.
Acordarse siempre, compañeros, siempre, de que esta tarea, la tarea de
la producción, en todas sus complejidades, no solamente en la producción
numérica o por peso de un producto, sino en todas sus complejidades organizativas,
es una de las tareas fundamentales del país. Esta es una de las trincheras
que no se pueden olvidar de ninguna manera.
Y quisiera que todos tuvieran la seguridad, los aquí presentes y todos
los trabajadores del Ministerio, que en nuestro Ministerio trabajamos con el sentido
de que es la obligación de los dirigentes el ir a la cabeza. Que cada vez
que tratamos de lanzar una consigna nosotros vamos a la cabeza; ya sea en trabajo
voluntario, ya sea en la capacitación, en cualquiera de las cosas que nosotros
consideramos problemas fundamentales, tratamos de ir a la cabeza.
Es una vieja herencia histórica del pueblo de Cuba. En todas las luchas
de liberación, sus dirigentes han estado a la cabeza y han sucumbido muchas
veces. Primero Narciso López fue fusilado. Después, en otra época,
Agramonte murió en acción. Céspedes murió con un arma
en la mano, no siendo Presidente pero defendiéndose en las zonas rebeldes,
Maceo murió en combate. Martí, que no era un militar, murió
en combate, Máximo Gómez siempre dirigió los combates en
primera línea. Después, en nuestra época, Mella fue asesinado
también por el imperialismo. Camilo estuvo siempre al frente de sus tropas.
Y por último, compañeros, desde la época de la Sierra, y
ahora cada vez que se arma cualquier clase de lío, de cualquier tipo, nuestra
preocupación es que ya Fidel va a meterse directamente allí. Y es
nuestra preocupación por que lo estimamos y lo respetamos como el dirigente
de todos nosotros, como el hombre capaz de dirigir a Cuba en situaciones sumamente
difíciles. Pero es su actitud de no permitir nunca que le impidan llegar
a donde él estima que debe estar alentando a su pueblo, en Playa Girón,
o en un ciclón, o en cualquier tipo de acontecimiento que demande la presencia
de los dirigentes. Es por eso que tiene la confianza, la fe de todo el pueblo,
y que tiene la estatura que tiene Fidel, no solamente en Cuba, sino en América
y en el mundo (aplausos y gritos de: «¡Fidel, Fidel!»).
Esa enseñanza, compañeros, es la que nosotros queremos tomar en
el Ministerio. Insistimos a nuestros cuadros dirigentes en que la única
forma de impulsar las tareas yendo adelante de las tareas, es mostrando con el
ejemplo cómo se hacen, no diciendo desde atrás cómo se deben
hacer. Y allí hemos logrado algunos éxitos.
Mucho nos falta todavía por hacer, por imprimir en la conciencia de nuestros
dirigentes hasta el máximo esta necesidad vital -del Ministerio en este
caso-, por imprimirle en la conciencia de cada uno la seguridad absoluta de que
no hay esfuerzo que se haga hacia el pueblo que no se vea recompensado por la
confianza del pueblo, y que se traduzca después de hechos concretos, en
ventajas concretas para la Revolución, que es lo único que buscamos
los revolucionarios; el engrandecer nuestra Revolución, el darle lo más
posible a nuestro pueblo.
Si en algo y por algo luchamos por ser la vanguardia de esto o de aquello, es
para tener el honor de decir que estamos al frente en la tarea de dar a nuestro
pueblo todo lo que se merece, por sus extraordinarias acciones, por su valentía
extraordinaria, por su ejemplo luminoso para todos los pueblos de América
y del mundo.
También trataremos en este cuatrimestre, o en estos meses que faltan de
emulación, seguir a la cabeza. Trataremos de que todos nuestros dirigentes
vayan a la cabeza en cada una de las tareas encomendadas.
Pero todos ustedes tienen que recoger en lo que valga el ejemplo, convertirse
también en ejemplos vivos, en impulsores de la administración y
de los directores, en engranajes conscientes del gran mecanismo de la producción,
y en motores que van impulsando cada vez más fuerte este carro que empezó
muy débil, con una carreta, casi sin moverse, tirada por bueyes, que ya
medio hemos empezado a ponerle alguna rueda de tractor pero que aspiramos a que
en el futuro ande sin tocar el suelo, con aviones a chorro, por lo menos.
Esa es nuestra tarea, compañeros.
¡Patria o Muerte! ¡Venceremos! (Ovación.)
Periódico Revolución,
23 de octubre de 1964
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