16 de octubre del 2002
El Che guevara y el "hombre nuevo"
Catedra libre Ernesto Che Guevara. Clase abierta del 27 de septiembre
de 2002
Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo
Néstor Kohan:
El tema de hoy, que primero desarrollará Claudia y sobre el cual
realizaremos luego el debate -como hacemos siempre-, continúa con lo
que veníamos discutiendo según el proyecto de estudio inicial
de la Cátedra. Habíamos dicho y hoy lo repetimos que no nos interesa
hacer de esta Cátedra un "espectáculo". No nos interesa el marketing,
aunque sea un marketing "de izquierda". Nos interesa emprender un estudio sistemático
y prolongado sobre el pensamiento del Che.
Y entonces volvemos a discutir el tema del "hombre nuevo". Para darle otra vuelta
de tuerca. Este es uno de los ejes principales del pensamiento del Che: la temática
del humanismo, la temática de la construcción de una nueva subjetividad.
Sin la construcción y la creación de una nueva subjetividad, toda
revolución, a la larga, se detiene y muere. Esta idea central en el marxismo
del Che no es tan conocida como debería serlo. Por eso queríamos
profundizar en ella.
Claudia Korol:
Aunque de este tema ya hablamos en encuentros anteriores, nos parece interesante
volver y tratar de conceptualizar algo que se repite cuando se habla del Che:
el tema del hombre nuevo. Una de las cuestiones con las que se identifica la
búsqueda del Che, tiene que ver con este concepto del hombre nuevo..
En el marxismo, así como en la vida del Che, hay dos temas especialmente
relevantes: la relación teoría/práctica, (que también
tiene que ver con esto del hombre nuevo), y el tema de la subjetividad en la
lucha revolucionaria, el papel de los hombres y de las mujeres en la construcción
de la historia.
Frente a las concepciones que enfatizaban la necesidad del desarrollo de las
contradicciones objetivas como "factor" de motorización de la historia,
el Che permanentemente acentuaba el papel de la subjetividad para que pueda
haber efectivamente revolución, no sólo antes sino después
del momento de conquista del poder por las fuerzas revolucionarias.
Por estas definiciones, fue sumamente criticado. Pero no solamente el Che, sino
todas las corrientes revolucionarias de la década del sesenta, del setenta.
La crítica provenía de las corrientes reformistas de entonces,
que profesaban un determinismo marxista. Esta crítica fue retomada en
los ochenta y noventa, por aquellas corrientes, e incluso por sectores que cansados
o desencantados de la lucha revolucionaria, y como impacto de la derrota, renegaron
de todos los aspectos del pensamiento guevarianos que promovían e incentivaban
la acción, el papel de la voluntad, la intervención histórica.
A estas corrientes se las tildó de "voluntaristas", concepto que desdeñaba,
precisamente el papel de la conciencia, de la organización de la rebeldía,
de la subjetividad, del rol de los hombres y mujeres en la historia..
Nosotros leímos ya el texto del Che "El socialismo y el hombre el Cuba".
Es un texto al que recomiendo volver una y otra vez, porque contiene muchos
aportes creativos del pensamiento del Che.
Los escritos del Che no son textos acabados. Son escritos al calor de la historia
revolucionaria –fundamentalmente en la etapa cubana-, tratando de interpretar
la experiencia que va realizando. Él está haciendo teoría
a partir de las prácticas colectivas que van realizando, y a partir de
ahí analizando las teorías existentes sobre los temas –fundamentalmente
de la transición al socialismo-, discutiendo con estas teorías.
Analiza la experiencia de la Revolución cubana, trata de teorizar a partir
de ella, polemiza con las miradas que sobre el socialismo había hasta
ese momento y vuelve a discutirlas desde esa relación teoría/práctica
con una actitud permanente de autocrítica.
Los escritos del Che, así como sus intervenciones públicas, son
sumamente autocríticos. Yo los releía estos días y pensaba
¡qué interesante! No esperaron veinte años para descubrir los
posibles errores. No. A los dos años, a los tres, a los cinco, estaban
hablando públicamente de ellos. Decían en el 64, a cinco años
de la revolución: "cometimos el pecado de la burocratización",
y lo decían como manera de comenzar a corregirlos. Ponía los errores
que creían que había cometido en el debate público, como
elemento de educación y de formación, no de un grupo sino de todos
los que estaban siendo parte de ese proceso, porque creía –precisamente-
en el rol de esos hombres y esas mujeres en la construcción de esa sociedad.
La discusión tan descarnada de los errores tiene que ver con la idea
de ir aprendiendo a cada paso. De la concepción y la convicción
que tenían que no podían encarar las tareas creadoras del socialismo,
pretendiendo aprender las fórmulas de un manual que contuviera todas
las recetas y las respuestas para los desafíos planteados. El Che, al
mismo tiempo, criticó las tendencias al practicismo, que subestimaban
la necesidad de estudio, de formación, de conocimiento de la teoría.
Por ejemplo decía que: "Hay una cuestión que tenemos que entender,
nosotros no podemos ser hijos de la práctica absoluta, hay una teoría;
que nosotros tengamos algunas fallas, algunos motivos de discusión de
algunos aspectos de la teoría, bueno, pues perfecto. Para poder hacer
eso, hay que conocer, aunque sea un poquito de teoría".
En "El socialismo y el hombre en Cuba" el Che se refiere en varios párrafos
al concepto de hombre nuevo. Allí sostiene que: "Para construir
el comunismo, simultáneamente con la base material hay que hacer
el hombre nuevo." Y subrayo: "para construir el comunismo". No dice
"para construir el socialismo". El Che consideraba que la revolución
cubana estaba construyeron la transición al socialismo, pero que desde
el primer día debían luchar por el comunismo, para que se termine
con la explotación, y también para que se termine con toda forma
de alienación.
"Cumplimos apenas cinco años de revolución. No hemos cumplido
todavía tres años de haber declarado su carácter socialista.
Estamos en pleno período de transición, etapa previa de construcción
para pasar al socialismo, y de ahí a la construcción del comunismo.
Pero nosotros ya nos planteamos como objetivo la sociedad comunista." (discurso
en la CTC, en la entrega de certificados de trabajo comunista, el 11 de enero
de 1964).
Dijo también: "El socialismo económico, sin la moral comunista
no me interesa. Luchamos contra la miseria, pero al mismo tiempo luchamos contra
la alineación. (...) Si el comunismo descuida los hechos de conciencia
puede ser un método de repartición, pero deja de ser una moral
revolucionaria." (Entrevista con Jean Daniel. 25-7-1963)
Creo que esta cuestión del hombre nuevo es una búsqueda personal
del Che, que atraviesa toda su existencia. Andando por el mundo, antes de ser
el Che, él fue buscando la idea de cómo acercarse a los sectores
más humildes. Primero decide ser médico, después decide
ser médico revolucionario, después dice "para ser médico
revolucionario hay que tener revolución, hay que entrar en revolución".
Después, cuando es dirigente de la revolución cubana, trata
de sistematizar esta experiencia y dice, hablando con médicos: "Entonces
me di cuenta de una cosa fundamental: para ser médico revolucionario,
o para ser revolucionario, lo primero que hay que tener es revolución.
De nada sirve el esfuerzo aislado, el esfuerzo individual, la pureza de ideales,
el afán de sacrificar toda una vida al más noble de los ideales
si ese esfuerzo se hace solo, solitario, en algún rincón de América,
luchando contra los gobiernos adversos y las condiciones sociales que no permiten
avanzar. Para hacer revolución se necesita esto que hay en Cuba: que
todo un pueblo se movilice y aprenda, con el uso de las armas y la unidad combatiente,
lo que vale un arma y lo que vale la unidad del pueblo...". (19 de agosto
de 1960. El médico revolucionario).
"La revolución no es, como pretenden algunos, estandarizadora de la
voluntad colectiva, de la iniciativa colectiva, sino todo lo contrario es una
liberadora de la capacidad individual del hombre".
Así dice el Che, y desde su propia experiencia vital reflexiona sobre
la relación hombre- masa en el proceso revolucionario. Él analiza,
a partir de su búsqueda, que no basta con ser un hombre solo, un individuo
buscando solo resolver los problemas. Hay que estar en relación con un
cambio social general. Pero ese cambio social, la revolución, no tiene
que pretender estandarizar al hombre, sino liberar su capacidad individual.
Y ahí vuelve al tema del hombre nuevo porque cuando habla de los trabajadores
voluntarios, cuando habla de los jóvenes, cuando habla de los trabajadores
de vanguardia, vuelve a insistir en lo que los sin tierra llaman "la pedagogía
del ejemplo". El Che está investigando: ¿cómo se hace para que
todo un pueblo, o una parte importante de ese pueblo, genere esos hombres y
mujeres nuevos y nuevas? Ya deja de ser su búsqueda personal. Para que
haya una conciencia nueva tiene que haber una multiplicación de miles
de millares de hombres nuevos y de mujeres nuevas. ¿Y cómo se construye
eso? ¿Alcanza con cambiar los planes de estudio? ¿Alcanza con que sepan tirar
tiros? Incluso, ¿alcanza con que estén dispuestos a defender la Revolución?
Él reflexiona los distintos momentos de la revolución cubana,
y analiza que cuando fue la invasión de Girón, a la par de la
defensa heroica, creció muchísimo la producción. Pero dice
él, ¿qué sucede cuando pasa ese momento? Él busca convertir
esa actitud consciente en algo cotidiano. ¿Cómo hacer para que esto sea
todos los días? ¿Cómo se multiplica, en una sociedad que está
tratando de construir el socialismo, esa actitud individual, como parte de una
actitud colectiva? Que no sea por coerción, ni porque va a tener mayor
resarcimiento económico; sino simplemente por la alegría de ser
parte de la construcción de una nueva sociedad. ¿Qué mecanismos
de educación hay? ¿Es el Estado y la escuela?
En definitiva, empieza a poner eso en manos de los propios compañeros;
y dice: es necesario obrar a partir del ejemplo de los que estén o estemos
convencidos. Por eso él sale al trabajo voluntario, e impulsa para que
salgan otros compañeros. No creo que lo hiciera pensando que con eso
salvaba la producción de Cuba.
La pedagogía del ejemplo es lo que motiva también otras de sus
acciones, como por ejemplo, cuando sale para Bolivia. Él analiza que
los dos principales países que se consideran socialistas, la Unión
Soviética y China, se están peleando, y con ello debilitan la
lucha revolucionaria, lo que particularmente es grave para la lucha del pueblo
vietnamita. ¿Qué hace falta? Hace falta dar el ejemplo y salir a la lucha.
Hay que entrar en revolución. Por eso él parte a Bolivia a abrir
un nuevo frente de combate. Otra vez, pone el cuerpo, y el ejemplo. Y su gesto
se multiplica en muchos hombres y mujeres que a partir de allí dan un
nuevo impulso a la lucha revolucionaria.
El Che intentó también, como dirigente de la Revolución
Cubana, dar formas concretas a la batalla contra toda forma de alienación.
En esa dirección promovió activamente, involucrándose como
siempre personalmente en ese esfuerzo, el trabajo voluntario, al que concebía
como la posibilidad de crear una nueva calidad de trabajo, un trabajo no enajenado,
donde el hombre se reconozca en su creación, y no esté vendiendo
su fuerza de trabajo como mercancía.
El Che explica en diferentes oportunidades que él no apela al trabajo
voluntario solamente como un mecanismo para que se desarrolle más rápidamente
la producción. No, dice, no es ése el objetivo principal, sino
que queremos hacer una nueva experiencia donde hombres y mujeres trabajen por
la conciencia de que están creando una nueva sociedad, sin esperar retribución
de esto.
El Che dice: "Para que se desarrolle la primera (la conciencia), el trabajo
debe adquirir una condición nueva; la mercancía hombre cesa de
existir y se instala un sistema que otorga una cuota por el cumplimiento del
deber social. Los medios de producción pertenecen a la sociedad y la
máquina es sólo la trinchera donde se cumple el deber. El hombre
comienza a liberar su pensamiento del hecho enojoso que suponía la necesidad
de satisfacer sus necesidades animales mediante el trabajo, empieza a verse
retratado en su obra y a comprender su magnitud humana a través del objeto
creado, del trabajo realizado".
Creo que esta idea está presente en toda esa búsqueda que
él hace en la construcción del socialismo, cómo encontrar
una manera donde el hombre se reencuentre consigo mismo y donde el trabajo esté
en función de ese reencuentro con su propia identidad y su propia creación.
Dice también en "El socialismo y el hombre en Cuba": "En este período
de construcción del socialismo podemos ver el hombre nuevo que va naciendo".
Y agrega: "Su imagen no está todavía acabada; no podría
estarlo nunca ya que el proceso marcha paralelo a formas económicas nuevas,
descontando a aquellos cuya falta de educación los hace tender al camino
solitario, a la autosatisfacción de sus ambiciones; los hay que aún
dentro de este panorama de marcha conjunta tienen tendencia a caminar aislados
de la masa que acompañan; lo importante es que los hombres van adquiriendo
cada día más conciencia de la necesidad de su incorporación
a la sociedad y al mismo tiempo su importancia como motores de la misma." ...
: "Ya no marchan completamente solos, por veredas extraviadas hacia lejanos
anhelos, siguen a su vanguardia, constituida por el Partido, por los obreros
de avanzada, por los hombres de avanzada que caminan ligados a las masas y en
estrecha comunión con ellas. El camino es largo y lleno de dificultades;
a veces, por extraviar la ruta hay que retroceder, otras por demasiada prisa,
nos separamos de las masas; en ocasiones por hacerlo lentamente sentimos el
aliento cercano de los que nos pisan los talones. En nuestra ambición
de revolucionarios tratamos de caminar tan aprisa como sea posible, abriendo
caminos pero sabemos que tenemos que nutrirnos de la masa y que ésta
sólo podrá avanzar más rápido si la alentamos con
nuestro ejemplo".
Acá quería reflexionar sobre este tema, por el que el Che
fue tan criticado, por enfoques que planteaban que el Che no consideraba al
movimiento de masas, sino que se basaba en sus estrategias en la acción
voluntarista de pequeños grupos. En este texto se plantea con claridad
el concepto de que existe un grupo de vanguardia, que está abriendo caminos,
y tiene que estar constantemente en relación con el pueblo. Tanto la
construcción del socialismo como la lucha por la creación y conquista
de un nuevo poder, es una ida y vuelta permanente, entre vanguardia y pueblo.
No está hablando de un grupo, de una patrulla perdida, ya sea en la selva,
ya sea en la sociedad, que quiere construir el socialismo, porque remarca que
en el momento en que la vanguardia se aleja del pueblo, pierde la posibilidad
de avanzar en esta construcción. Pero al mismo tiempo, plantea la posibilidad
de abrir caminos.
A partir de la derrota de las experiencias revolucionarias de los 70, muchos
sectores renunciaron a esta posibilidad, o teorizaron en contra de las concepciones
de vanguardia, identificándolas con vanguardismo. La necesidad de modificar
los enfoques equivocados que pudieron practicarse en determinadas experiencias,
no niegan la posibilidad y la realidad, de que sectores determinados de la sociedad
van abriendo con sus prácticas y con las teorías que nacen de
las mismas, nuevos caminos.
Esta es la experiencia histórica. Cuando los revolucionarios cubanos
llegaron con el Granma a Cuba, estaban abriendo nuevos caminos y esto no significaba
que tenían toda la claridad sobre cómo iban a hacerlo, incluso
tenían ideas erróneas sobre lo que iba a suceder. Este es un tema
para poner en discusión: la posibilidad y la pertinencia de que lo que
el Che llama "hombres de vanguardia", nosotros podríamos tal vez llamar
"hombres y mujeres que intentamos ser revolucionarios y revolucionarias", podamos
pensar e intentar caminos que acorten la lucha del pueblo. No una cuestión
de que queremos ir rápido porque somos acelerados, sino por ahorrar dolores
de los sectores populares. Porque cada día que acá pasa sin respuestas,
mueren más pibes de hambre, de enfermedades; hay más dolor, más
miseria, más explotación, más alienación, más
gente que queda sin trabajo. Entonces, acortar caminos no es una cuestión
de locura, es una cuestión de necesidad. El que sufre y siente la necesidad,
pone todo lo que tiene, sus ideas, sus acciones, para tratar de achicar esta
distancia.
Esto también tiene que ver con otro elemento que el Che sistemáticamente
plantea, por ejemplo, en las cartas de despedida a sus hijos, o cuando se dirige
a los jóvenes comunistas en Cuba: el tema de la sensibilidad. Él
dice: "sean siempre capaces de sentir en lo más hondo, cualquier injusticia
cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo". Y en "El socialismo
y el hombre en Cuba" afirma: "Déjeme decirlo, a riesgo de parecer
ridículo que el revolucionario está guiado por grandes sentimientos
de amor".
Si nosotros tenemos decisión de cambiar el mundo porque sentimos que
es una necesidad y estamos permanentemente abiertos, como decía el Che,
a sentir cualquier dolor en cualquier parte del mundo, no es cuestión
de sentirlo y ponernos a llorar, es cuestión de sentirlo y ver cómo
se ayuda en su transformación.
Un tema más que me interesaba plantear es la idea de integralidad de
la formación del hombre nuevo. En un momento a él lo nombran Doctor
Honoris causa en Pedagogía en la Universidad de la Habana. Cuando lo
invitan a recibir ese título, él lo recibe bajo protesta porque
dice "no podría aceptarlo a título individual, por la sencilla
razón de que todo lo que no tenga un contenido que se adapte solamente
a lo que quiere decir, no tiene valor en la Cuba nueva". Después
agrega: "Hoy estamos trabajando con todo el esfuerzo por hacer de Cuba una
Cuba distinta pero este profesor de pedagogía que está aquí
no se engaña, sabe que de profesor de pedagogía tiene tanto como
de Presidente del Banco Central y que si tiene que realizar una u otra tarea
es porque las necesidades del pueblo se las demandan y eso no se hace sin sufrimiento,
mismo para el pueblo, porque hay que aprender en cada caso, hay que trabajar
aprendiendo, hay que hacer borrar al pueblo el error, porque uno está
en un puesto nuevo y no es infalible y no nació sabiendo y como este
profesor que está aquí fue un día médico y por imperio
de las circunstancias tuvo que tomar el fusil y se graduó después
de dos años como comandante guerrillero y se tendrá luego que
graduar de presidente de banco o director de la industrialización del
país o aun, quizás, de profesor de pedagogía, quiere este
médico, comandante, presidente y profesor de pedagogía que se
prepare la juventud estudiosa del país, para que cada uno en el futuro
inmediato tome el puesto que le sea asignado y lo tome sin vacilaciones, sin
necesidad de aprender por el camino. Pero también quiere este profesor
que está aquí, hijo del pueblo, creado por el pueblo, que sea
este mismo pueblo quien tenga derecho también a los beneficios de la
enseñanza, que se rompan los muros de la enseñanza, que no sea
la enseñanza simplemente el privilegio de los que tienen algún
dinero para poder hacer que sus hijos estudien, que la enseñanza sea
el pan de todos los días para el pueblo de Cuba."
Me parece que es interesante por esto: en la lucha revolucionaria, nos puede
tocar hacer cualquier cosa. Y él lo hizo, mostró ejemplo; un tipo
que se formó para una cosa y pudo hacer otra, no porque la sabía,
y no trataba de engañar diciendo yo la sé, decía no, no
sé, pero vamos a tratar de hacerlo lo mejor posible y vamos a tratar
de ver juntos los errores para que puedan ser, en todo caso, discutidos y modificados.
Además pone en discusión el tema, del saber, el tema de la formación
y él que viene de la práctica, pide que el saber sea puesto en
las manos de todo el pueblo. Eso lo hace en dos, tres, cuatro, cinco discursos
seguidos en la universidad, donde discute con los universitarios este tema sistemáticamente.
Cuando habla de la Reforma universitaria, cuando habla de las posibilidades
de que la universidad se pinte de negro, de mulato, que se abran las puertas
de la universidad; no solamente por el derecho de cualquier persona, que sería
legítimo, al saber, sino por la necesidad de que para transformar la
sociedad, para construir ese hombre nuevo hace falta que sea un hombre formado.
Entonces, que la educación se pueda multiplicar como herramienta de liberación.
Así como decíamos que al trabajo hay que liberarlo, también
hay que liberar a la educación para que a su vez pueda ser una herramienta
de liberación. Para esto, es necesario modificar absolutamente la forma
cómo venía siendo planteada en los marcos del capitalismo, como
elemento de poder de un grupo sobre otro.
La búsqueda de la construcción de este hombre nuevo como motor
de esa sociedad socialista y comunista a construir, requieren, entonces, de
la vanguardia, del Partido, de la masa. Pero nunca se olvida, que esa masa,
ese partido, esa vanguardia, se hace de hombres y mujeres concretos. Y a ellos
les habla cuando les plantea las tareas revolucionarias y los desafíos:
la pedagogía del ejemplo, la crítica y la autocrítica,
la relación permanente teoría/práctica, y una actitud de
sensibilidad, que no es sólo sufrir, sino transformar la realidad y no
sólo ser sensible frente a lo inmediato sino a lo que le pueda pasar
a cualquiera en cualquier parte del mundo.
En esta búsqueda, el Che se dirige en varias oportunidades, especialmente
a la juventud. En El socialismo y el hombre en Cuba afirma: "La arcilla fundamental
de nuestra obra es la juventud; en ella depositamos nuestra esperanza y la preparamos
para tomar de nuestras manos la bandera"
Pero para ello, le demanda capacidad creativa, y rebeldía. Dice así:
"A la Unión de Jóvenes Comunistas le ha faltado espíritu
creador, Ha sido a través de su dirigencia demasiado dócil, demasiado
respetuosa y poco decidida a plantearse problemas propios." Les está
diciendo a los muchachos que no sean dóciles con ellos, que eran la dirección
de la revolución, que tan disciplinados no ayuda, que tienen que ser
más creadores, menos dóciles. Después dice: "Estamos
convalecientes de este mal llamado sectarismo. ¿A qué condujo el sectarismo?.
Condujo a la copia mecánica, a los análisis formales, a la separación
entre la dirigencia y las masas, incluso en nuestra dirección nacional.
El reflejo directo se produjo aquí, en la Unión de Jóvenes
comunistas. Si nosotros no alcanzábamos a recibir la voz del pueblo,
que es la voz más hábil y más orientadora, si no alcanzábamos
a recibir las palpitaciones del pueblo para poder transformarlas en ideas concretas,
en directivas precisas, mal podíamos dar esas directivas a la Unión
de Jóvenes Comunistas.... Y como la dependencia era absoluta, como la
docilidad era muy grande, la Unión de Jóvenes Comunistas andaba
como un pequeño barquito al garete, dependiendo del gran barco de las
ORI (organizaciones revolucionarias integradas) que también marchaba
al garete."
Está cuestionando, en este caso en una organización, por un
lado el sectarismo, y por otro, la docilidad que no ayudaba a que avance el
proceso revolucionario.
En otro momento, en "El socialismo y el hombre el Cuba", me parece interesante,
está hablando de la relación con el arte y está también
en el tema de la búsqueda del tema del hombre nuevo, y dice:
"El socialismo es joven y tiene errores, los revolucionarios carecemos muchas
veces de los conocimientos y de la audacia intelectual necesaria para encarar
la tarea de un hombre nuevo por métodos distintos a los convencionales
y los métodos convencionales sufren de la influencia de la sociedad que
los creó. La desorientación es grande y los problemas de la construcción
material nos absorben. No hay artistas de gran autoridad que a su vez tengan
gran autoridad revolucionaria".
¿Por qué habla de los artistas acá? ¡Está buscando el tema
de la creación!
En cualquier sociedad en transición aparecen estos debates: qué
es una cultura revolucionaria, qué entendemos por contrahegemonía,
y que tiene que ver eso con el arte. ¿Qué necesitamos formar?
¿Hombres disciplinados? ¿Esa es, por ejemplo, la mejor cualidad de un joven?
¿Ser disciplinado y cumplir las órdenes de una dirección que supuestamente
sabe todo y le dice lo que tiene que hacer? ¿O tenemos que insistir desde todos
los lugares en la necesidad de la creatividad y de la rebeldía como elementos
en la constitución de esos hombres y esas mujeres nuevos y nuevas? Son
temas que no están saldados. Que quedan planteados como desafíos
para los procesos socialistas, pero también para nuestra acción
actual, en las organizaciones revolucionarias, en la propia Universidad Popular
de las Madres ¿Qué queremos formar? Son temas que hacen también
a nuestras búsquedas actuales. ¿Qué significaría hoy pensar
en hombres nuevos?
Otro aspecto no tan conocido de la experiencia revolucionaria cubana, que es
muy interesante, es que cuando todavía el Ejército Rebelde está
luchando en la Sierra Maestra, y empieza a instalarse, pasa la etapa más
nómade, empieza a hacer pequeñas industrias, pequeñas fábricas,
después ponen escuelas en esos territorios liberados. Entonces el Che
dice: "Inmediatamente se iniciaron las obras de las pequeñas industrias
en la Sierra Maestra, sucedió un cambio que nuestros antepasados habían
visto hace muchos años: pasamos de la vida nómade a la vida sedentaria.
Creamos centros de producción de acuerdo con nuestras necesidades más
perentorias, así fundamos nuestra fábrica de zapatos, nuestra
fábrica de armas, nuestro taller en que reconstruíamos las bombas
que la tiranía nos arrojaba para devolvérselas a los propios soldados
de Batista en forma de minas terrestres; los hombres y las mujeres del Ejército
Rebelde no olvidaron nunca su misión fundamental en la Sierra Maestra
ni en otros lugares que era la del mejoramiento del campesino, su incorporación
a la lucha por la tierra y su contribución llevada a cabo por medio de
escuelas, que los maestros improvisados tenían en los lugares más
inasequibles de esa región de Oriente.".
Cuando releía esto, pensaba en la experiencia de los piqueteros,
de los obreros que ocupan y hacen producir sus propias fábricas, y empiezan
a ensayar elementos de una vida nueva donde no olvidan que su misión
fundamental es el mejoramiento de la situación de sus compañeros,
y para ello se plantean la incorporación a la lucha. Porque no se trata
de resolverles las cosas, sino de buscar los caminos de incorporación
de esos sectores a la lucha, como base para una lucha futura más definida.
Estas experiencias recuerdan la marcha y la relación del Ejército
Rebelde con su gente. Creo que las búsquedas que los compañeros
están haciendo hoy, recuperando tierras, recuperando fábricas,
construyendo proyectos, apuntan a la construcción de un sujeto que tiene
que ser colectivo. Lo que no tenemos que confundir es esto con socialismo, y
pensar que ahí ya está resuelto el tema del cambio social, y que
entonces no hay que tomar el poder.
Esos espacios de creación de una nueva conciencia y de una nueva organización,
permiten crear poder, acumular experiencias, y en algún momento tener
las fuerzas para terminar con el poder opresor. En estas prácticas, hay
semillas de construcción de una nueva subjetividad, de esa fuerza subjetiva
necesaria para los cambios.
En esta perspectiva, la lucha contra el individualismo y la lucha por otro tipo
de ser humano es una lucha de carácter internacional. Eso es lo que desarrolla
en el "Mensaje a los Pueblos del mundo a través de la Tricontinental",
y es lo que hace con su vida cuando se va a luchar en otros lugares, ya sea
en el África, ya sea en Bolivia. Es decir, la posibilidad de entregar
la vida en cualquier lugar del mundo, si fuera necesario, donde se esté
luchando, donde se esté peleando contra las injusticias.
El Che sostuvo, con mucha energía, como un debate al interior de la revolución
cubana y también en el debate sobre el socialismo, que la revolución
se puede trabar si prevalece el sentimiento nacional por sobre las tareas internacionalistas.
El dice que la revolución se puede burocratizar, puede perder energía,
si pierde su carácter internacionalista.
A veces se discutió sobre por qué Cuba sigue en pie como proyecto
socialista, después del derrumbe de los países del Este. Yo creo
que Cuba sigue, porque entre otras muchas cosas se encarnó en esta revolución
el carácter internacionalista, en miles hombres y mujeres concretos,
que fueron a Angola, fueron a combatir en América Latina, e hicieron
una experiencia de construcción de sí mismos como revolucionarios
y revolucionarias.
En ese camino multiplicaron ese ejemplo del Che. Y hoy nosotros podemos decir:
el Che no fue el único. El Che abrió un camino, pero hubo muchos
compañeros que en nuestro país, en otros países de América
Latina, en África, Asia, Europa, Estados Unidos, entendieron que su tarea
era entregarse por completo a la lucha revolucionaria, abrir caminos, dar ejemplo,
iniciar formas lo más creativas posibles, y pusieron también sus
vidas en eso.
Muchas gracias.