2 de febrero del 2004
Cátedra de Formación Política
Ernesto Che Guevara. Introducción al Pensamiento Marxista (I)
Tesis Sobre Feuerbach
Carlos Marx
Universidad Madres de
Plaza de Mayo
[Bruselas, primavera de 1845]
[Las Tesis sobre Feuerbach se encuentran en el Cuaderno de notas
de Marx correspondiente a los años 1844-1847 y llevan el título
Sobre Feuerbach. Al editar por primera vez las Tesis en 1888,
Engels las redactó, introduciendo en ellas algunos cambios con el fin
de hacer este documento, que Marx no se proponía publicar, más
comprensible para los lectores. En la presente edición, las Tesis
se ofrecen tal y como las publicó Engels, agregando con el manuscrito
de Marx delante, subrayados y entrecomillados que no se ven en la edición
de 1888].
1
El defecto fundamental de todo el materialismo anterior -incluido el de
Feuerbach- es que sólo concibe las cosas, la realidad, la sensorialidad,
bajo la forma de objeto o de contemplación, pero no como
actividad sensorial humana, no como práctica, no de un
modo subjetivo. De aquí que el lado activo fuese desarrollado
por el idealismo, por oposición al materialismo, pero sólo de
un modo abstracto, ya que el idealismo, naturalmente, no conoce la actividad
real, sensorial, como tal. Feuerbach quiere objetos sensoriales, realmente distintos
de los objetos conceptuales; pero tampoco él concibe la propia actividad
humana como una actividad objetiva. Por eso, en "La esencia del cristianismo"
sólo considera la actitud teórica como la auténticamente
humana, mientras que concibe y fija la práctica sólo en su forma
suciamente judaica de manifestarse. Por tanto, no comprende la importancia de
la actuación «revolucionaria», «práctico-crítica».
2
El problema de si al pensamiento humano se le puede atribuir una verdad
objetiva, no es un problema teórico, sino un problema práctico.
Es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar [8] la verdad,
es decir, la realidad y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento.
E1 litigio sobre la realidad o irrealidad de un pensamiento que se aísla
de la práctica, es un problema puramente escolástico .
3
La teoría materialista de que los hombres son producto de las circunstancias
y de la educación, y de que, por tanto, los hombres modificados son producto
de circunstancias distintas y de una educación modificada, olvida que
son los hombres, precisamente, los que hacen que cambien las circunstancias
y que el propio educador necesita ser educado. Conduce, pues, forzosamente,
a la división de la sociedad en dos partes, una de las cuales está
por encima de la sociedad (así, por ej., en Roberto Owen).
La coincidencia de la modificación de las circunstancias y de la actividad
humana sólo puede concebirse y entenderse racionalmente como práctica
revolucionaria.
4
Feuerbach arranca le la autoenajenación religiosa, del desdoblamiento
del mundo en un mundo religioso, imaginario, y otro real. Su cometido consiste
en disolver el mundo religioso, reduciéndolo a su base terrenal. No advierte
que, después de realizada esta labor, queda por hacer lo principal. En
efecto, el que la base terrenal se separe de sí misma y se plasme en
las nubes como reino independiente, sólo puede explicarse por el propio
desgarramiento y la contradicción de esta base terrenal consigo mismo.
Por tanto, lo primero que hay que hacer es comprender ésta en su contradicción
y luego revolucionarla prácticamente eliminando la contradicción.
Por consiguiente, después de descubrir, v. gr., en la familia terrenal
el secreto de la sagrada familia, hay que criticar teóricamente y revolucionar
prácticamente aquélla.
5
Feuerbach, no contento con el pensamiento abstracto, apela a la contemplación
sensorial; pero no concibe la sensorialidad como una actividad sensorial
humana práctica.
6
Feuerbach diluye la esencia religiosa en la esencia humana. Pero
la esencia humana no es algo abstracto inherente a cada individuo. Es, en su
realidad, el conjunto de las relaciones sociales.
Feuerbach, que no se ocupa de la crítica de esta esencia real, se ve,
por tanto, obligado:
1) A hacer abstracción de la trayectoria histórica, enfocando
para sí el sentimiento religioso [Gemüt] y presuponiendo un individuo
humano abstracto, aislado.
2) En él, la esencia humana sólo puede concebirse como «género»,
como una generalidad interna, muda, que se limita a unir naturalmente
los muchos individuos.
7
Feuerbach no ve, por tanto, que el «sentimiento religioso» es también
un producto social y que el individuo abstracto que él analiza
pertenece, en realidad, a una determinada forma de sociedad.
8
La vida social es, en esencia, práctica. Todos los misterios
que descarrían la teoría hacia el misticismo, encuentran su solución
racional en la práctica humana y en la comprensión de esta práctica.
9
A lo que más llega el materialismo contemplativo, es decir,
el materialismo que no concibe la sensorialidad como actividad práctica,
es a contemplar a los distintos individuos dentro de la «sociedad civil».
10
El punto de vista del antiguo materialismo es la sociedad «civil»;
el del nuevo materialismo, la sociedad humana o la humanidad socializada.
11
Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos
modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo.