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ALCA

14 de septiembre del 2002

Otro acuerdo comercial negativo
De NAFTA a CAFTA

Krystal Kyer
Counterpunch
Traducido para Rebelión por Germán Leyens

Ocultándose bajo la pantalla de la obsesión de los medios corporativos (e independientes) con la maníaca "guerra contra el terror" de GW Bush, EE.UU. impulsa nuevas negociaciones comerciales para expandir el desastroso Acuerdo de Libre Comercio de Norteamérica [NAFTA, por sus siglas en inglés – ALCN en español] a América Central y del Sur. El Área de Libre Comercio de las Américas [FTAA, por sus siglas en inglés – ALCA en español] se orienta a crear una zona de libre comercio en todo el hemisferio occidental, fijándose una fecha objetivo para enero de 2005. Ese acuerdo podría tener un impacto aún más catastrófico para millones de personas en toda América del Norte y del Sur que la última guerra imperialista del gobierno.
Pero un obstáculo importante para la creación del ALCA está constituido por las numerosas luchas sociales, los partidos políticos de izquierda, y los potentes sindicatos en Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua. Si el ALCA llega a buen término, los embarques de bienes de exportación e importación tendrán que pasar por esa región. Por lo tanto, el Acuerdo de Libre Comercio de América Central [bautizado CAFTA, por sus siglas en inglés] es un paso vital para expandir el ALCN. Sin el endoso de dirigentes empresariales y funcionarios de los gobiernos centroamericanos (respaldados por los respectivos militares), el ALCA será prácticamente imposible. El Presidente Bush anunció en enero pasado que el CAFTA constituye una prioridad de primera línea para su administración, y la reciente aprobación del Congreso para la autoridad de "vía rápida" [TPA] podría significar que ya puede estar listo en el próximo verano. El breve folleto de la Casa Blanca sobre el CAFTA contiene numerosas afirmaciones sobre los presuntos beneficios de la expansión del ALCN a través del CAFTA. Hay varios puntos que vale la pena impugnar, sobre la base de los resultados mensurables del ALCN desde su aprobación en 1994, así como de las actuales acciones gubernamentales en América Central. Entre ellos se encuentran las siguientes afirmaciones:
Afirmación Nº 1: Los agricultores, las empresas, los trabajadores y los consumidores estadounidenses se beneficiarán con el libre comercio.
Refutación: El año pasado Public Citizen publicó un estudio de 70 páginas sobre los resultados del ALCN en la agricultura, que niega empíricamente esta afirmación. Desde que existe el ALCN, los agricultores independientes estadounidenses, canadiense y mexicanos han sufrido un derrumbe de los precios y la eliminación de las redes de protección. Miles de pequeñas granjas han desaparecido desde que el ALCN entró en vigencia. Como resultado, las tierras agrícolas han caído en manos de las mega-corporaciones agrícolas como Tyson y Cargill. Los pequeños agricultores son los grandes perdedores bajo el ALCN. Consecuentemente, las grandes empresas han sido las grandes beneficiarias del libre comercio. Desde que comenzó el ALCN los beneficios de ConAgra y de Archer Daniels Midland han sido triplicados a 413 millones y a 301 millones de dólares, respectivamente. En cuanto a que los trabajadores estadounidenses, o todos los trabajadores en realidad, se hayan beneficiado –no hemos encontrado que haya sido el caso con ninguno. Las promesas de más puestos de trabajo en la industria no se cumplieron jamás. En su lugar, muchos empleos fueron trasferidos a las maquiladoras en el norte de México, donde las corporaciones de EE.UU. podían pagar mucho menos a los obreros, evitando al mismo tiempo los estándares de seguridad y las leyes de protección de la ecología de EE.UU. Se estima que cerca de 15 millones de campesinos en todo México han perdido una buena parte de sus ingresos. Los consumidores de EE.UU. tampoco han visto una repercusión resultante en precios más bajos, En realidad, los precios de alimentos en el interior aumentaron en un 20% durante los primeros siete años del ALCN.
Afirmación Nº 2: El CAFTA sería un "apoyo para la democracia y la reforma económica."
Refutación: No cabe duda que las políticas comerciales de EE.UU. apoyan la reforma económica fuera de EE.UU. Pero la pregunta fundamental es: ¿Quieren los pueblos de esos países el tipo de reformas económicas que les está siendo ofrecido por los partidarios del libre comercio? Lo que impulsa la política comercial y extranjera de EE.UU. es un modelo económico neoliberal, que es, desde todo punto de vista, una antitesis de lo que están pidiendo los movimientos sociales en toda América Central. Docenas de movimientos y acciones directas en toda la región se han enfrentado a la resistencia de los líderes del gobierno y de los militares que son respaldados a menudo por Estados Unidos. Si los ciudadanos no quieren el CAFTA, ¿cómo pueden implementar el CAFTA como un camino hacia la democracia?
Afirmación Nº 3: "Estados Unidos ha apoyado el desarrollo de la democracia, estimulado el crecimiento económico, y la seguridad de los derechos humanos... "
Refutación: El apoyo de EE.UU. para los gobiernos democráticos en América Central no se encuentra en ningún documento histórico. En realidad, EE.UU. tiene la tendencia (¿o la política?) de apoyar a los regímenes militares y las dictaduras en esa región, más que ninguna otra cosa. EE.UU., a través del Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en la Seguridad (lo que antes era conocido como la Escuela de las Américas del Ejército de EE.UU.) ha entrenado a decenas de miles de oficiales militares centro y sudamericanos en el antiguo arte de violar los derechos humanos más básicos. También ha trabajado clandestina y abiertamente para instalar y mantener gobiernos que son antidemocráticos (para decir lo menos) --El golpe respaldado por EE.UU. en El Salvador en 1979, la guerra de la contra en Nicaragua durante tanto la administración de Carter como la de Reagan, y el golpe organizado por la CIA en 1954 en Guatemala, etc... (Léase el libro de Noam Chomsky, "La quinta libertad, la intervención de los Estados Unidos en América Central y la lucha por la paz").
Afirmación Nº 4: El CAFTA "comprometería a esos países a ser aún más abiertos y transparentes, lo que profundizaría las raíces de la democracia, de la sociedad civil, y de la vigencia del derecho en la región... "
Refutación: La "apertura y transparencia" a la que se refiere la Casa Blanca no tiene nada que ver con la democracia, la sociedad civil o la vigencia del derecho. Más bien, se aplica al movimiento de bienes y servicios, financieros y materiales, a través de las fronteras, sin restricciones. Involucra un aún mayor debilitamiento de las capacidades de esos países de proteger sus economías comparativamente débiles ante los grandes países industriales. La privatización de servicios públicos como el agua y los servicios sanitarios, la electricidad, y la atención médica ha tenido lugar en toda la región tras puertas cerradas y contra la voluntad de la población. Los partidarios del CAFTA en los países centroamericanos están trabajando activamente contra los intereses de la sociedad civil y de la democracia, mediante despidos y arrestos de sindicalistas, destrucción de los estándares laborales y ecológicos, y violencia policial ante las manifestaciones contra el ALCA. El pueblo de El Salvador ha estado luchando contra el ALCA y las políticas económicas neoliberales durante décadas. Aquí, en EE.UU., el Comité de Solidaridad con el Pueblo de El Salvador (CISPES, por sus siglas en inglés) está prestando su apoyo a la campaña contra el CAFTA y el ALCA. Los dirigentes sindicales y civiles de El Salvador han identificado al CAFTA como la mayor amenaza para su actual lucha por la democracia en El Salvador. En realidad, el CAFTA está destruyendo las raíces de la democracia, de la sociedad civil, instalando regímenes militares que determinan, interpretan e imponen el 'derecho'.
Afirmación Nº 5: El libre comercio, junto con los aumentos en el flujo comercial y de inversiones... "apoyaría los esfuerzos comunes por lograr una protección medioambiental más fuerte y mejores condiciones de trabajo."
Refutación: El libre comercio ha logrado encontrar un desvío para evitar la protección del medio ambiente y de los derechos del trabajador. Las corporaciones de EE.UU. a menudo se van a países como México, donde los sindicatos, los derechos de los trabajadores, y los salarios mínimos son más débiles que en EE.UU. En la agricultura, pesticidas mortíferos que han sido prohibidos en EE.UU. por la seguridad ecológica y laboral, como el carcinógeno DDT, son usados libremente (y luego re-importados hacia los consumidores en EE.UU.). Es muy probable que el CAFTA debilitaría aún más las protecciones medioambientales y los derechos laborales, tal como el ALCN ha hecho aquí y en el extranjero. Gústeles o no, en el mundo suceden más cosas fuera de la última "guerra contra el terror". El CAFTA es un tema importante que no puede ser descuidado por los activistas por la justicia social, económica y ecológica en los próximos meses. Si fuera aprobada, la expansión del ALCN probablemente resultaría en una reducción de los derechos de los trabajadores, más desocupación y menores salarios; mayores precios para la alimentación; degradación ecológica; y una creciente brecha entre los pocos ricos del mundo y los miles de millones de pobres. Los devastadores impactos del libre comercio al estilo de las corporaciones llevan a preguntarse si Bush Jr. no estará librando dos guerras al mismo tiempo...
12 de septiembre de 2002
Krystal Kyer es una escritora activista y tiene una maestría en Estudios Ecológicos. Su correo es : klynn@nocharge.zzn.com
Copyright 2002 Krystal Kyer