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Alca

31 de enero del 2004

Clausuró Fidel el Tercer Encuentro Hemisférico de Lucha Contra el ALCA en La Habana
No habrá una alternativa, sino muchas, para construir un mundo mejor en nuestra región

María Julia Mayoral y Joaquín Rivery
Granma

No habrá una alternativa, sino muchas, para construir un mundo mejor en nuestra región; cada país tendrá sus propias alternativas, pues tienen cultura y situaciones diferentes, sostuvo el Comandante en Jefe Fidel Castro al clausurar ayer el III Encuentro Hemisférico de Lucha Contra el ALCA, que reunió a más de 1 230 participantes de 32 países, en el Palacio de las Convenciones, de La Habana.

Lo importante, aseveró, es la brújula, la dirección, el camino, y eso es lo que se trata de trazar aquí. La crisis, según alertó, es lo que está detrás de todo; sin crisis no pasa lo que sucedió en Argentina, sin crisis no ocurriría lo que se vive en Venezuela. Y es en la crisis, cuando aparecen los jefes, nacidos de las masas llenas de talento.

El líder de la Revolución dijo sentirse impresionado porque nunca antes había visto un evento como este en que se hayan abordado tantos temas serios relacionados con las ideas, las tácticas y estrategia de lucha de nuestros pueblos.

Aseguró que las intervenciones le hicieron recordar los 45 años transcurridos de la Revolución - cuatro décadas y media de lucha frente al poderoso imperio vecino-, todas las maniobras, las agresiones, los crímenes que ha cometido contra nuestro pueblo, y el valor de haber resistido desde el inicio.

Consideró que es preciso usar todas las formas y medios de comunicación para llevar ideas a las masas, para educarlas y movilizarlas. Estamos obligados, comentó, a un excepcional esfuerzo, alentados por lo mucho que han aprendido los pueblos en cuanto a cultura política. Como parte de esa batalla, reiteró la disposición de Cuba de suministrar los programas para enseñar a leer y escribir por radio o a través de medios audiovisuales.

Con amplitud evaluó luego los cambios producidos en esta etapa neoliberal del imperialismo, los problemas que gravitan sobre los países del Tercer Mundo, con monedas nacionales cada vez más devaluadas y cuya deuda externa asciende en conjunto a 2,5 millones de millones de dólares, una parte importante de ella, 750 000 millones, adeudada por los países de América Latina.

Al referirse a las posibilidades de hallar soluciones aun en condiciones de nación subdesarrollada, bloqueada y hostigada, el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros explicó los actuales planes de la Revolución en el terreno de la cultura, la educación, para el mejoramiento de los servicios de salud.

Cuba ha demostrado, señaló, que se puede crear capital humano, más valioso que el financiero, y ello no se produce en una fábrica ni en una maquiladora, sino en determinadas condiciones cuando se hacen prevalecer los mejores valores. Esas realidades, explicó, alimentan el odio del imperio, envanecido por su capital tecnológico y financiero, adquirido a cuenta del dinero saqueado, del financiamiento que le asegura el sistema reinante en el mundo y la actitud de quienes gobiernan en muchos países.

APROBADOS DECLARACIÓN FINAL Y PLAN DE ACCIÓN

Después de cuatro días de intensos debates en el Palacio de las Convenciones, los participantes aprobaron la Declaración Final y un Plan de Acción. El texto final subraya el valor de las batallas populares del continente, sobre todo la boliviana, que causó el derrocamiento del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, sometido a EE.UU. y al neoliberalismo.

Denuncia el documento que a pesar de los cambios en la región, Estados Unidos sigue contando con la palanca formidable de la deuda externa, "instrumento de chantaje y control sobre nuestras naciones".

"Hoy no se puede entender la lucha por la justicia económica y social sin oponerse activamente al guerrerismo del nuevo imperio", añade la Declaración, que propone una gran jornada continental, como acción central del 2004.

PLAN DE ACCIÓN

Derrocar al ALCA en todas sus versiones y a los tratados de libre comercio bilaterales o subregionales, es el primer gran objetivo del aprobado Plan de Acción de la Campaña Continental. Ello implica vincular la lucha con los intereses populares de los países, impedir la militarización en las Américas, contribuir al movimiento mundial contra la guerra, la deuda, el neoliberalismo y otros aspectos.

El plan presenta estrategias para ampliar y articular organizaciones y alianzas; asimismo, convoca al IV Encuentro de Lucha contra el ALCA entre el 27 y el 30 de abril del 2005 en La Habana.

Esta tercera reunión hemisférica llamó, además, a una movilización internacional contra la guerra y la ocupación de Iraq para el 20 de marzo próximo. En América Latina, la manifestación será al mismo tiempo contra el Plan Colombia, la Iniciativa Andina, el Plan Puebla Panamá y por la eliminación de las bases militares norteamericanas, especialmente la mantenida en Guantánamo.

El 24 de abril las marchas protestarán contra las instituciones financieras multilaterales, con motivo de cumplirse en esa fecha el aniversario 60 de la reunión de Bretton Woods. Otras movilizaciones ocurrirán el Día Internacional de la Mujer y en apoyo al movimiento campesino y a los pueblos indígenas.

Previamente, durante la mañana, habían trabajado los integrantes de las campañas temáticas y sectoriales, volvieron a reunirse los representantes de las organizaciones sindicales y finalizaron los debates de campesinos e indígenas, el foro de los juristas y el que congregó a los educadores. La última sesión vespertina comenzó con un panel sobre el proyecto imperialista de dominación mundial, su expresión en América Latina y la acción de los movimientos populares.

La norteamericana Cindy Domínguez, Víctor De Gennaro, de Argentina; la diputada venezolana Iris Bareda, y la profesora mexicana Ana Esther Ceceña, fueron los ponentes, secundados por numerosas intervenciones. De Gennaro, secretario general de la Central de Trabajadores Argentinos, afirmó que el ejemplo de Cuba y su pueblo, aunque era admirable desde el triunfo en 1959, ganó su mayor relevancia en los años noventa del pasado siglo, cuando nos decían que no se podía pensar en un mundo distinto a las propuestas neoliberales.

Y los cubanos, en medio de adversas condiciones, "demostraron que era posible resistir y transformar; por eso el verdadero homenaje a ellos, será cuando logremos la independencia, la libertad, la felicidad de nuestros pueblos, y ese es el compromiso", finalizó entre aplausos.