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ALCA

Los acuerdos de comercio regionales y bilaterales no pueden minar los derechos de los pacientes
Médicos sin Fronteras piden no negociar la salud en el ALCA


Miami, (MSF).-

En este momento crucial de las negociaciones del Acuerdo del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), Médicos Sin Fronteras (MSF) ha hecho un llamamiento a los ministros de comercio para que excluyan las disposiciones de propiedad intelectual del ALCA. MSF ha instado a los gobiernos de Latinoamérica y el Caribe a que no cedan ante la presión de Estados Unidos para imponer normas de patentes más severas que las requeridas por la Organización Mundial de Comercio (OMC) en el ALCA y en acuerdos de comercio regionales o bilaterales.
Más de 35.000 personas y 70 organizaciones representando a decenas de miles de personas en 124 países han apoyado una petición en este sentido, que ha sido entregada hoy a los ministros de comercio.

"El endurecimiento de las normas de patentes tendrá consecuencias catastróficas para las aproximadamente 200.000 personas que viven con VIH/SIDA en América Latina y el Caribe y que necesitan urgentemente tratamiento antirretroviral," afirma Luis Villa, coordinador general de MSF en Guatemala. "Ningún médico debería enfrentarse a mandar a los pacientes a casa cuando éstos no pueden costearse el tratamiento porque los negociadores de comercio han extendido el monopolio de patentes para medicamentos vitales. Las vidas humanas no deben comerciarse como los juguetes o los automóviles."

Las disposiciones sobre propiedad intelectual del borrador del texto del Acuerdo del ALCA –escrito en gran parte bajo la presión de Estados Unidos- harían que los regímenes de protección de la propiedad intelectual estuvieran entre los más severos del mundo. De aplicarse, acabarían con la competencia de genéricos, que ha demostrado ser el mecanismo más fiable y efectivo para reducir significativamente el precio de los medicamentos vitales. Por ejemplo, la extensión de patentes de todos los medicamentos nuevos, no sólo aquellos necesarios para tratar el VIH/SIDA, irá más allá de los veinte años requeridos por el Acuerdo sobre Aspectos sobre Propiedad Intelectual relativos al Comercio (ADPIC). Además, los países no podrán decidir por sí mismos cuándo emitir licencias obligatorias para superar las barreras de las patentes.

Las nuevas disposiciones darían a la industria farmacéutica innovadora cinco años de exclusividad de datos de prueba farmacéuticos, lo que se traduciría en cinco años de derechos de monopolio. El gobierno guatemalteco emitió una disposición similar en abril de 2003, lo que convirtió a Guatemala en el único país de Centroamérica con semejantes restricciones en los datos de prueba. Si esta disposición se extiende a toda la región mediante el ALCA, la competencia de genéricos se retrasará, incluso donde no haya barreras de patentes. Para los 1,9 millones de personas que viven con VIH/SIDA en Latinoamérica y el Caribe, cinco años sin acceso a medicamentos antirretrovirales asequibles equivaldría a una sentencia de muerte.

"Los países no deben comerciar con la salud aceptando disposiciones que minen su derecho a hacer uso de las flexibilidades de las leyes internacionales de comercio para ‘proteger la salud pública y promover el acceso universal a medicamentos,’ como se recoge en la Declaración de Doha sobre ADPIC y Salud Pública," ha declarado Rachel Cohen, directora en Estados Unidos de la Campaña de MSF para el Acceso a Medicamentos Esenciales. "La Declaración de Doha debe ser el techo para la protección de la propiedad intelectual sobre la salud."