Argentina, la
lucha continua....
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La "revoluci�n" de las sanguijuelas
Por Gustavo Robles
"En el barrio, varios vecinos se quedaron sin trabajo. A otros que laburaban por su cuenta, les baj�. Los que tuvieron la suerte de mantenerlo, se vieron casi tan afectados como aquellos por los aumentos bestiales de las tarifas, el transporte, los impuestos, los alimentos, la ropa, los medicamentos, los �tiles escolares y el achatamiento de los salarios. Dejamos de ir al cine, al teatro, al f�tbol, a comer afuera, de comprar en cuotas, ni hablar de las vacaciones. Cocinamos de a puchitos para gastar menos gas. Lavamos los platos con agua fr�a. Nos ba�amos cortito. Nos morimos de fr�o en el invierno y de calor en el verano. Vivimos a oscuras para encender menos lamparitas. Ya no regamos las plantas, y a�n as� las facturas son astron�micas. Tenemos que dejar de comer para pagar. Ya no m�s carne, vivimos a arroz y fideos. El panadero vende menos. El verdulero tambi�n. El almacenero cerr�, al igual que el ferretero. El carnicero est� en eso. El mec�nico transform� su taller en un garaje, pero no le entran autos. Estamos destrozados.
�Y dicen que no entienden por qu� marchamos, paramos o hacemos piquetes?
�en qu� mundo vive esta gente?" � conversaci�n que se da en cualquier
barriada de este pa�s.
A partir de la jornada de protesta contra las pol�ticas gubernamentales del 6 de abril, ha cambiado el escenario pol�tico en Argentina: el macrismo se sac� la careta y asumi� el car�cter represivo de su gobierno. Se confirma as� lo que no pocos venimos diciendo desde que asumi� la administraci�n de la coalici�n Cambiemos (Pro-Ari-UCR): las bestiales pol�ticas de ajuste no cierran sin represi�n.
El paro convocado a rega�adientes por la CGT y acompa�ado por las CTA, por presi�n de las bases y no por voluntad de la burocracia traidora, pretendi� ser una medida "dominguera", pero fue transformada en una formidable jornada de lucha por la acci�n de las organizaciones de izquierda y los sectores combativos de los trabajadores y trabajadoras, estudiantiles y territoriales.
Los piquetes no s�lo sirven como amparo para los asalariados que quieren adherir a la medida de fuerza, pero son obligados bajo amenaza por sus patrones a presentarse a sus lugares de trabajo: tambi�n muestran la evoluci�n de la consciencia popular que hace que algunos sectores se animen a desafiar al gobierno hambreador con medidas m�s radicalizadas. Son las maneras que va buceando y encontrando la clase trabajadora para ir midiendo fuerzas con sus explotadores en el marco de la lucha de clases, siempre presente a pesar de quienes quieran negarla. Sus detractores son parte de la tilinguer�a peque�oburguesa o cooptados por ella, funcionales a la gran burgues�a, que siempre quiere eliminar los efectos de las injusticias en lugar de las causas.
La administraci�n de la coalici�n gobernante (PRO-ARI-UCR) dice no entender la medida, pero sobran las razones de los asalariados y marginados, la enorme mayor�a del pa�s, para haberla ejercido y transformado en un �xito de la clase. El relato que encabeza esta nota es bien descriptiva de la situaci�n dram�tica a la que fueron y son empujadas millones de personas que habitan este pa�s, y lo confirman los mismos n�meros y estad�sticas que maneja el gobierno, a pesar de que quiere manipularlos tanto como el anterior, pero esta vez con la gigantesca colaboraci�n de los medios de comunicaci�n adictos �casi todos- con la Corporaci�n Genocida de Magneto y Noble y el diario de los Mitre a la cabeza.
Basta repasar algunos de los n�meros de la tremenda realidad que viven los trabajadores ocupados y desocupados del pa�s para dejar en claro la legitimidad de la protesta:
- Seg�n el Indec, el 30,3% de la poblaci�n vive por debajo del nivel de la pobreza (unas 13,5 millones de personas, estimando en 45 millones el total de la poblaci�n)
- Sin embargo, esa l�nea es de alrededor de $13.000, mientras el 70% de los asalariados gana por debajo de $11.160 (Indec). No hay que ser muy ducho para concluir que hay muchos m�s pobres de los que se dice.
- Seg�n el Indec, la l�nea de indigencia est� en alrededor de los $5000. Seg�n el mismo informe, el 30% de los trabajadores tiene ingresos menores a los $4.818
- La Junta Interna de los trabajadores de ATE del Indec, ubica a la Canasta Familiar en $21.287 a fines de diciembre de 2016. Seg�n el Indec, el 90% de los asalariados en este pa�s gana por debajo de los $18.816. Saquen ustedes sus propias conclusiones.
- El consumo cay� un 4,7% en 2016, la ca�da m�s grande de los �ltimos 10 a�os. En los meses que van del 2017, sigui� la baja: 2,5% en enero, respecto del mismo mes del a�o pasado, seg�n la CAME
- La inflaci�n del 2016, seg�n el IPC del Congreso, super� el 40%, la m�s alta en 14 a�os
- La inflaci�n de febrero fue 2,5%, lo que proyecta una anual de alrededor del 30%
- La actividad econ�mica baj� un 0,5% entre diciembre 2016 y enero 2017
- El PBI cay� 2,1% entre el 4to trimestre del 2015 y el 4to trimestre del 2016
- La industria cay� el 6% entre febrero de 2016 y febrero de 2017
Todas estas cifras pueden verse simplemente con ingresar al sitio del indec (www.indec.gob.ar) , a las que habr�a que sumar la estimaci�n de 600mil puestos de trabajo perdidos desde la asunci�n de Macri.
A pesar de ellas, el oficialismo "no entiende" la protesta.
El ajuste aplicado por el gobierno es tan bestial que en realidad lo que extra�aba era la tardanza con que reaccion� la poblaci�n para defenderse de �l. Como en un volc�n latente, el mal humor hizo erupci�n en marzo. 100mil docentes en la primera marcha convocada al Palacio Pizzurno; 500mil manifestantes en la marcha de la CGT donde los bur�cratas tuvieron que escaparse como ratas al no fijar la fecha del paro; 250mil personas en el D�a Internacional de la Mujer Trabajadora transformaron la jornada en una denuncia contra el gobierno macrista; 400mil manifestantes en la Marcha Federal Docente; 600mil personas en la Marcha por la Memoria el 24 de marzo, todos repudiando a la administraci�n Cambiemos; 150mil en la movilizaci�n de protesta de las dos CTA. Casi 2 millones de personas manifest�ndose contra el gobierno en un mes que fue un terremoto para el macrismo. Sin embargo, el primer s�bado de abril 50mil personas salieron a "bancar" al oficialismo y este lo tom� como una re-legitimaci�n para salir a hacer lo �nico que sabe hacer: hambrear, entregar y reprimir.
No es de extra�ar. Algunos quieren pensar que el gobierno de los ceos est� desorientado, que no ve la realidad. No es as�. Es un gran error pensar de esa manera. El gobierno representa y est� conformado por personas con una pertenencia y una concepci�n de clase, su clase: la burgues�a. Ellos piensan que hacen las cosas bien cuando hablan de "eficiencia", aunque ella lleve a perder el trabajo a cientos de miles de seres humanos. Su visi�n de la "verdad", es decirle al trabajador que tiene que sufrir para que "la sociedad" funcione. Claro, es "su" sociedad. No hay errores en lo que hacen: prueban hasta donde pueden llegar, pero siempre avanzan. La eficiencia, la verdad, no son lo mismo para ellos que para los asalariados. De ah� la contradicci�n irreconciliable de la que Marx y Engels nos hablaron en 1848, m�s vigente que nunca. El ideal social de las sanguijuelas que nos gobiernan es una donde los trabajadores sean d�ciles sujetos, sin agremiaci�n, removibles, de bajos salarios y dedicaci�n a tiempo completo. Eso es lo que exigen los potenciales inversores extranjeros, los que por ejemplo visitan el pa�s en el "Mini Davos" en Buenos Aires, y eso es lo que les quiere dar el gobierno. Por eso el impresionante despliegue de fuerzas represivas en el marco del paro, y la aplicaci�n del famoso "protocolo antipiquetes" que maneja la impresentable Patricia Bullrich. Fue decirle a la burgues�a imperialista: "�Vieron? As� aleccionamos a los que se rebelan. Vengan e inviertan tranquilos". El macrismo intenta avanzar hacia ello con convicci�n y paciencia, a pesar de la creciente resistencia popular. Exige que cumplan la ley los ciudadanos "d�scolos", pero incumple las leyes que limitan su propio accionar. Le pasa por arriba a los convenios colectivos y hasta desconoce las regulaciones legales y los fallos del Poder Judicial que dictaminan la ilegalidad de sus actos. As� es como desconoce la ley que lo obliga a convocar a paritarias nacionales con el gremio docente, y piensa apelar el fallo de la jueza Dora Temis (que lo emplaza a que las convoque en el t�rmino de cinco d�as, que ya est�n corriendo) y recusar a la magistrada. Por eso no extra�a que la base social que los apoya, la peque�a burgues�a clasemierdana que sali� a manifestarse el #1A, clame por reprimir "a los negros, los vagos, los piqueteros", al tiempo que vivan a Videla o repitan sin sonrojarse que "con los militares viv�amos mejor". Pertenecen a los sectores sociales que hist�ricamente golpearon las puertas de los cuarteles y tienen un marcado odio de clase hacia los m�s humildes.
Un dato a tener en cuenta es que al macrismo no le importa que cada vez menos lo apoyen y que es muy posible que pierda las elecciones en el pr�ximo Octubre: ellos est�n acostumbrados a ser una �nfima minor�a, pero poseedora del verdadero poder en el pa�s y en el mundo: el poder econ�mico, la propiedad de los medios de producci�n y de servicio. Van a avanzar y a querer llevarse puestos todos los derechos de los asalariados y el pueblo. Su gobierno es el gobierno de y para los ricos.
Ante este oscuro panorama, los sectores combativos de la sociedad no pueden equivocarse. La izquierda seguramente seguir� dividida por mucho tiempo m�s, pero no puede dejar de coordinarse para enfrentar al gobierno y convertirse en factor convocante y de organizaci�n de la clase trabajadora, para parir un nuevo movimiento obrero clasista y antiburocr�tico. No hay forma de ser exitosos haciendo cada uno "la suya". No hay forma de proteger a los propios militantes. A lo visto de lo ocurrido en el paro, debe necesariamente haber un comando �nico y una planificaci�n previa en cada actividad conjunta, porque no s�lo es la mejor, sino la �nica forma de enfrentar a una maquinaria represiva como la que nos ponen enfrente. Lo que ocurri� en la Panamericana no debe volver a repetirse. Hoy tener como horizonte las elecciones ante semejante crisis, es no estar a la altura y no entender el proceso hist�rico que nos toca vivir. La pelea es ahora, en las f�bricas, en las calles, en las rutas, en las plazas, en las oficinas, en las escuelas, en todas partes. Es en los medios de comunicaci�n, para los que ya hay que empezar a tener una pol�tica espec�fica, porque su poder de adoctrinamiento social es inmenso. Es imprescindible la confluencia de todos los sectores combativos para que debatan y elaboren un Plan de Lucha contra el gobierno. Un Plenario o Asamblea a nivel nacional debe ser la herramienta para tal objetivo.
La realidad pol�tica del pa�s entra a partir de ahora en un espiral de ascenso de la lucha de clases, y su final es impredecible. El macrismo se ha arrancado la m�scara y ya anuncia las represiones que vendr�n, a la vez que precariza sin pausa la vida de las mayor�as asalariadas. No le interesa la legitimidad de las protestas. Por lo tanto el responsable de los dramas que se avecinan es el gobierno de la oligarqu�a, las corporaciones y el sistema financiero, porque nadie se deja hambrear sin, aunque m�s no sea, alzar la voz ante su opresor. Que lo sepan los Macri, Michetti, Pe�a, los Bullrich, Vidal y compa��a, miserables canallas que quieren hacer retroceder nuestra sociedad a condiciones anteriores a las de 1945.
La clase trabajadora y el pueblo deber�n prepararse para lo que viene, si es que quieren defender sus derechos y su dignidad, porque el enemigo se ha declarado sin vueltas como tal. Y es implacable. Van por todo. Y ya est� m�s claro que nunca que son ellos o nosotros.