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Entre la nada Palestina y el todo Hizbulá
Por El Lince
Hace un par de meses participé en unas jornadas sobre Siria y uno de los
ponentes hablaba de que Palestina era el eje sobre el que pivotaba la cuestión
árabe. No se puede estar más alejado de la realidad. Ese discurso valía hasta
1991, cuando se celebraron en Madrid los Acuerdos de Paz que fueron el
antecedente de los Acuerdos de Oslo (1993) y el comienzo de la mal llamada
Autoridad Palestina. Desde entonces, y aunque habría que hacer una pequeña,
pequeña solo, diferencia entre Yasser Arafat y Mahmoud Abbas, el resultado es el
mismo: la ocupación israelí se extiende, la mal llamada Autoridad Palestina es
un antro de corruptos y asesinos de su propio pueblo y no hay visos de que
alguna vez, algún siglo, algún milenio exista una Palestina independiente.
Una parte importante de la responsabilidad la tienen los países árabes, para
quienes Palestina se ha convertido en una carga insoportable y que les gustaría
quitarse de encima de forma abierta . Desde hace más de dos décadas los países
árabes han establecido canales de conversaciones con el régimen fascista de
Israel, han establecido acuerdos militares (especialmente Arabia Saudita) y
abierto oficinas comerciales. El intercambio de información entre los servicios
de inteligencia respectivos es frecuente. Esta es la realidad, pero como es
molesta ni siquiera quienes van de enterados y solidarios la quieren ver porque
eso pondría en cuestión muchos de sus análisis. Y de sus prejuicios.
Lo que era casi secreto pasó a ser público en julio de 2015 con este
estrechamiento de manos entre un saudita, a la izquierda, y un sionista, a la
derecha. El saudita, Anwar Exhki, asesor del gobierno árabe en materia de
asuntos exteriores; el sionista, Dore Gold, director general del Ministerio de
Asuntos Exteriores. Ese fue el inicio de algo que cada vez cobra mayor relieve.
Tanto que en este tiempo transcurrido ya es habitual ver a representantes del
régimen fascista de Israel acudir a encuentros, jornadas y reuniones con los
países árabes. La última de ellas, por ahora, fue el 13 de enero cuando Yuval
Steinitz, Ministro de Infraestructura, Energía y Agua, participó en los Emiratos
Arabes Unidos en una sobre el agua.
Se pueden citar cientos de ellas, desde las más relevantes a las menos, pero con
esto quiero poner las cosas en su sitio. El acercamiento, aunque formalmente no
haya relaciones diplomáticas por la cuestión Palestina (que es lo que les
gustaría y lo que desean ardientemente), es algo más que una convergencia de
intereses como quieren ver los más pusilánimes argumentando el tema de Irán o al
de la organización llamada Estado Islámico (?). Es una decisión estratégica.
Tanto, que la mayoría de los países árabes, sobre todo los del Golfo, han
criticado con dureza la intifada de los jerosolimitanos (habitantes palestinos
de Jerusalén) poniéndose del lado del régimen fascista de Israel al criticarla
como "terrorismo" .
Por lo tanto, no es extraño que pese a que Jordania sea miembro del Consejo de
Seguridad de la ONU no haya presentado ni en su nombre ni en el de los países
árabes ninguna resolución de condena a la represión y a los asesinatos del
régimen fascista de Israel para combatir esta intifada.
Pero lo que sí hacen los árabes es