Ecologistas en Acción expresa la más enérgica de las condenas al asesinato de la líder indígena y campesina hondureña Berta Cáceres ocurrido ayer en su casa de La Esperanza, Intibucá. Berta era una de las activistas más destacadas de América Latina en la defensa de los Derechos Humanos, del campesinado, las mujeres y los pueblos indígenas. Cofundadora de COPINH, el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, lideraba la lucha del pueblo lenca de Honduras en la defensa del territorio y el medio ambiente frente a los abusos de las transnacionales mineras, constructoras o hidroeléctricas, por lo que había recibido ya amenazas de muerte en varias ocasiones. Berta estuvo también implicada en la lucha contra el Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Centroamérica, en la articulación de la Red Biorregional Enlazando Alternativas y en la Campaña Global contra el Poder Corporativo.

Asimismo, Berta fue una de las voces más contundentes contra el golpe de estado de Honduras en 2009 y por eso queremos llamar en primer lugar la atención sobre la responsabilidad del Estado de Honduras en este crimen. En Hon

duras, Derechos Humanos como la soberanía alimentaria, el derecho a la tierra y el agua o los derechos de los pueblos indígenas sobre sus territorios ancestrales, son vulnerados sistemáticamente. El Estado de Honduras no sólo no implementa medidas para proteger a activistas amenazadas de muerte como Berta, sino que criminaliza cada vez más las luchas sociales e incrementa la represión, creando un clima de impunidad donde los asesinatos de activistas sociales y medioambientales se multiplican. Según el Observatorio de la Violencia de Honduras, desde 2009 ha habido más de 130 asesinatos de campesinos en el contexto de la lucha contra el expolio de la tierra y el agua que llevan a cabo con la complicidad del Estado las oligarquías empresariales locales junto con empresas transnacionales.

La responsabilidad de las transnacionales implicadas en megaproyectos mineros o energéticos en las violaciones de los Derechos Humanos en Honduras es manifiesta y por eso deberían responder por ello ante los tribunales de los estados donde está radicada su matriz así como ante una corte penal internacional, como la propia Berta defendía.

Ecologistas en Acción condena asimismo la pasividad y la connivencia de la Unión Europea ante las causas que propician hechos dramáticos como este. La firma del Acuerdo de Asociaciación con Centroamérica se produjo en 2009 a pesar de la falta de legitimidad democrática del gobierno hondureño del momento y desoyendo las múltiples denuncias acerca de las violaciones masivas de los Derechos Humanos cometidas o consentidas por el mismo.

Por último, queremos transmitir todo el apoyo y solidaridad a los familiares, amigos y amigas de Berta, así como a las causas y movimientos sociales hondureños e internacionales a favor de los Derechos Humanos y contra la impunidad, de los que era partícipe.

¡Hasta siempre compañera, tu lucha sigue!