Medio Oriente - Asia - Africa
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El tri�ngulo Estados Unidos, Arabia Saudita, Israel, y la doctrina de guerra Dahiya en Gaza
Gustavo Herren
ARGENPRESS.info
A medida que Israel se expande desde hace 66 a�os, ha reconfigurado la densidad de la poblaci�n palestina en regiones no conexas dentro del mismo pa�s, por ocupaci�n directa, asentamientos de colonos apoyados por el ej�rcito, muros divisorios y dem�s, cuya superficie actual es el 12% del territorio palestino asignado por las Naciones Unidas en 1947, que fue dividido aproximadamente por mitades entre jud�os y �rabes. Las sucesivas colonizaciones con expulsiones y desplazamientos de palestinos, han sobresaturado de habitantes y refugiados la Franja de Gaza, por encima del crecimiento demogr�fico (5000 habitantes/ kil�metro cuadrado). Pero hay un hecho fundamental. Tel Aviv nunca va a permitir que surja como rival un Estado Palestino soberano e independiente, con Fuerzas Armadas fuertes y misiles (como los de Israel) en su propio borde.
Como corolario, va a impedir por todos los medios toda unidad palestina, con guerras en que cada pacificaci�n es el principio de otra guerra. Pero Hamas, es un movimiento social que cuenta con un apoyo activo y pasivo de una parte relevante de la poblaci�n, de modo que para definir el conflicto a su favor Israel no deber� suprimir uno o varios grupos de la Resistencia armada sino, a gran parte del pueblo palestino. En estas condiciones, solo los muertos ver�n el fin de la guerra.
Actualmente, en la Franja de Gaza hay aproximadamente 1,8 millones de palestinos, las sucesivas hostilidades con Israel han producido una fracci�n de bajas inclu�dos los asesinatos de civiles, mucho menor que el total de la poblaci�n, de modo que la soluci�n final de Tel Aviv est� orientada a crear condiciones de vida insostenibles, que sumado al bloqueo desde hace 7 a�os, configuran una c�rcel infernal a cielo abierto. Es necesaria la inviabilidad de formar un Estado, para facilitar la expulsi�n y el �xodo de la mayor parte del pueblo �rabe que quiera abandonar Gaza o sea hostil a Israel, habiendo exterminado previamente a todos los enemigos armados, para finalmente en el mediano, largo plazo anexar el territorio como colonia y llegar a un Estado jud�o puro. Tal como lo explica Moshe Feiglin vicepresidente del parlamento israel�, en un plan de 7 etapas, cuatro de las cuales ya se est�n cumpliendo. Otro plan con objetivos similares, est� planteado para Cisjordania. El desplazamiento de la poblaci�n de Franja de Gaza podr�a ser hacia Egipto (Sina�). El ex ministro egipcio de Relaciones Exteriores, Ahmed Abul Gheit, afirm� que Washington hab�a presionado al ex presidente Hosni Mubarak para recibir a los expulsados palestinos, y que la revuelta que produjo su dimisi�n (2011) fue inducida a causa de su oposici�n al plan israel�. Nuevamente hasta el golpe militar de al Sisi, la Hermandad Musulmana financiada por Arabia Saud� y por Estados Unidos, intent� promover junto al presidente Mohamed Mursi una enmienda de la Constituci�n egipcia con un car�cter divisionista, que apuntaba a un Estado Isl�mico, excluyendo a la poblaci�n de cristianos, del sur de Egipto y abriendo el Sina� a los palestinos y a Hamas.
La influencia del los capitalistas estadounidenses de ideolog�a sionista es relevante sobre los sucesivos gobiernos de Estados Unidos, en los bancos privados que forman la Reserva Federal y en el conglomerado financiero de Wall Street. Esta oligarqu�a sionista que controla buena parte de las grandes transnacionales y m�s de la mitad de la econom�a y finanzas, est� compuesta en su mayor�a por jud�os pero tambi�n por cristianos y no jud�os. Despu�s de la Segunda Guerra Mundial, estos lobbys comenzaron a ponerse en evidencia. Al retirarse el presidente Truman coment� que, las fuertes presiones que hab�a recibido para que los Estados Unidos influenciara sobre otros pa�ses en la Organizaci�n de Naciones Unidas (ONU) a favor de la partici�n de Palestina para la fundaci�n del Estado de Israel (1947), fueron por los sectores pro sionistas. El rol de estos lobbys de presi�n explica en parte la simbiosis entre Tel Aviv y Washington en asuntos militares, pol�tica exterior e intereses geopol�ticos. El principal lobby que opera en la Casa Blanca y el Congreso, es el poderoso Comit� de Asuntos P�blicos de Estados Unidos e Israel (AIPAC; American Israel Public Affairs Committee). As� a modo de ejemplo, la Casa Blanca conden� el ataque del Ej�rcito israel� contra una escuela de la ONU para los refugiados palestinos en el campo de refugiados en Jabaliya (Gaza), donde fueron asesinados m�s de 19 civiles palestinos. Pero poco despu�s, Washington confirm� que suministrar� a las fuerzas militares de Israel municiones para su campa�a en Gaza, incluidas granadas de mortero, municiones para lanzagranadas y fondos para fortificar el escudo antimisil�stico. Mientras el contralmirante John Kirby, portavoz del Departamento de Defensa dec�a '...Estados Unidos est� comprometido con la seguridad de Israel, y es vital para los intereses nacionales ayudar a Israel a desarrollar y mantener una capacidad de autodefensa fuerte y disponible'.
A pesar de que el gobierno israel� asegura que el sistema de defensa antia�rea C�pula de Hierro (Iron Dome) contra los cohetes de Hamas tiene una eficiencia en el 86% de las intercepciones, y de la propaganda de Washington que aumentar� los fondos para suministrar m�s misiles interceptores, un trabajo cient�fico del f�sico estadounidense Theodore Postol (1), demuestra que el sistema solo puede interceptar el 5% de los cohetes, y asocia el escaso n�mero de bajas israel�es a la alta eficiencia del sistema de alerta civil ante ataques a�reos y a la amplia red de refugios de r�pido acceso impenetrables para los cohetes de Hamas, que a su vez aunque son lanzados sobre �reas con poblaci�n civil y sobre los asentamientos israel�es que ocupan tierras palestinas, caen en sitios aleatorios por carecer de sistema de guiado. Parecen ser un arma psicol�gica mas que letal, ya que han producido un desplazamiento de miles de colonos israel�es de esos asentamientos, pero no as� de bajas. Israel tambi�n responde tomando como blanco a poblaci�n civil, pero la asimetr�a es tal que los misiles de sus drones que sobrevuelan 24 horas, y su bombardeo por tierra, aire y mar no caen aleatoriamente sino que sus puntos de impacto son cuidadosamente elegidos, causando una carnicer�a humana e incluso dirigidos hacia los m�s d�biles, ni�os, ancianos, mujeres y enfermos. En general el bombardeo a la poblaci�n civil produce en �sta, consecuencias psicol�gicas devastadoras, y fueron muy utilizados durante la Guerra Mundial II por ambos lados. Esto no es casual es intencional, ya que Israel vuelve a aplicar la terrible doctrina de guerra llamada Dahiya, como ya lo hizo en la ofensiva anterior de Plomo Fundido.
La estrategia fue desarrollada por el general israel� Gadi Eizenkot, y ensayada en 2006 en el barrio chiita de Dahiya (Beirut, L�bano) que qued� reducido a escombros y muerte. La doctrina israel� Dahiya se aplica para el combate de fuerzas regulares contra fuerzas irregulares urbanas mezcladas con la poblaci�n civil. Este es el caso de Hezbollah y de Hamas, en que una masa cr�tica relevante de la misma poblaci�n apoya a la organizaci�n en forma activa y pasiva de modo que no presenta un frente de combate bien definido. La estrategia consiste en no solo dirigir la ofensiva contra los civiles, sino tambi�n aplicar una superioridad de fuego totalmente desproporcionada respecto de las acciones del enemigo, caus�ndole a la poblaci�n civil un brutal da�o y destrucci�n. Los objetivos son la disuasi�n y evitar una guerra de guerrillas prolongada, como le sucedi� a Estados Unidos con la Resistencia en el empantanamiento de Irak. Pero tambi�n, la estrategia apunta a que la poblaci�n no solo culpe de su desgracia mayor al agresor, sino que comience a culpar a sus propios dirigentes, debilit�ndolos y cre�ndose las condiciones para su ca�da. En esta doctrina, la poblaci�n es considerada como objetivo militar y por otro lado, se usa a la Franja de Gaza como campo de pruebas para la poderosa industria militar israel�. Esta estrategia de guerra tambi�n se aplica en Ucrania, con el 'castigo' de Kiev a los pueblos independentistas de la regi�n del Donbas.
Por otro lado, se puede observar de manera evidente, la alianza entre Tel Aviv y Washington. En un principio Israel fue neutral, pero durante los 50's comenz� a aproximarse a Estados Unidos con una postura fuertemente anticomunista, que actuar�a contra la ola de los nacionalismos �rabes laicos de mediados de esa d�cada de la Guerra Fr�a. Liderados por Egipto y el anticolonialismo de Nasser, el panarabismo atend�a reivincaciones populares en la l�nea del socialismo. Washington tambi�n utilizaba en su contra y para contener a la URSS en la regi�n, a Arabia Saud�. As� John F. Kennedy comenz� a suministrar armamento a Israel, y a partir de su asesinato (1963) se formaliz� una alianza militar estrat�gica de hecho, que se fortaleci� a lo largo de la d�cada y cristaliz� en los 70's cuando Estados Unidos alcanz� su m�ximo en la producci�n petrolera interna, y Tel Aviv pas� a ser aliado garante militar de los intereses de Washington en la regi�n. Desde su creaci�n, Israel siempre recibi� un aporte econ�mico significativo de Estados Unidos, lobby hebreo imperial mediante, desde 1979 cuando firm� la paz con Egipto la ayuda militar anual era en promedio de 1800 millones de d�lares, y a partir de 2007 pas� a ser 3000 millones .
Pero Israel no es el �nico aliado de Washington en Oriente Medio. La historia de la casa Saud de Arabia Saud� fu� reconstru�da para el p�blico en funci�n de la enorme riqueza petrolera en tiempos de la compa��a nacional de petr�leo Aramco, que poco ten�a de nacional, ya que fue fundada a partir de una derivaci�n de la Standard Oil, de Rockefeller. El origen de la familia Saud no es noble, ni descendiente del profeta Mahoma como se quiere hacer creer.
En el siglo XVIII cuando Arabia era parte del Imperio Turco Otomano, la tribu n�mada de los Saud se asoci� con el clan de los reconocidos fundamentalistas y asesinos wahabitas (salafistas o tafkiristas). Su pensamiento en contradicci�n con el Islam, es intolerante, autoritario y racista, ideal para manipular a sus seguidores. Hacia principios del siglo XIX, Gran Breta�a ocup� Bahrein y se ali� con Ibn Saud jefe de la tribu Saud aliada a su vez de los asesinos wahabitas, porque justamente los brit�nicos necesitaban utilizar el odio de los fundamentalistas contra los otomanos, para derrotarlos. En realidad cuando el imperio Brit�nico puso en el poder a la familia Saud y a sus socios seculares los wahabitas, naci� Arabia Saud�, que luego aspirar�a a controlar toda la regi�n. A principios del siglo XX, todav�a no se conoc�a el volumen enorme de los yacimientos de petr�leo en Arabia, las petroleras inglesas comenzaron a explotar el crudo iran� y llegaron a controlar casi todos los campos petrol�feros de Oriente Medio, sin embargo no arreglaron con los Saud que pretend�an regal�as de explotaci�n m�s altas. En 1932 los brit�nicos dieron la independencia a Arabia Saud�, que al a�o siguiente acord� con Rockefeller y su petrolera la Standard Oil. Cuando se descubri� que 1/4 de la reservas mundiales de petr�leo estaban en su subselo, Arabia Saud� pas� a ser un pa�s vital y estrat�gico para Washington. En 1945, luego de la Guerra Mundial II, el presidente Roosevelt y el rey Ibn Saud (fundador y primer rey de Arabia Saudita) firmaron un acuerdo en el largo plazo en que Arabia Saud� suministrar�a a Estados Unidos petr�leo barato a cambio de su protecci�n militar, y la supervivencia y estabilidad en el poder para la familia Saud.
As� Estados Unidos fu� reemplazando a los colonialistas europeos benefici�ndose del crudo barato, y los Saud recibiendo grandes masas de d�lares. Los petrod�lares, que cerraban el ciclo volviendo a Estados Unidos indirectamente mediante deudas externas eternas que contra�an las dirigencias cipayas de los pa�ses, y por enormes ventas de armamentos a Arabia Saud� que utilizaba para mantener el r�gimen, para el control y represi�n social, y que en gran parte derivaba hacia los grupos fundamentalistas que encubr�a. El territorio de Arabia Saudi se fue constituyendo en el mayor sistema de generadores de extremistas yihadistas de la regi�n.
La estrategia que usa el r�gimen mon�rquico Saud� en el frente interno para sobrevivir, y en el externo para proyectar su influencia y poder, asegurando sus intereses y los de sus socios, es fomentar la desestabilizaci�n y la divisi�n (fitna) en el Oriente Medio. Sus manifestaciones son entre otras, impulsar divisiones �tnicas (como entre �rabes y persas (Ir�n)), religiosas (como entre isl�micos y cristianos), confesionales (como entre sunitas y chiitas), fomentar la violencia sectaria y utilizar cualquier diferencia para amplificar conflictos. Esta estrategia de la inestabilidad, la guerra y la pol�tica de divisi�n es la misma que usa Israel, como el racismo contra los �rabes, y la misma que en forma de caos controlado aplica el referente imperial de ambos, y que es difundida al menos a Africa y sudoeste de Asia.
Este conjunto de grupos terroristas yihadistas con sus versiones degeneradas del Islam basadas en la intolerancia, tienen una doble funci�n. Para la alianza Saud�/Washington son funcionales en crear inestabilidad, divisiones y un caos ordenado tal que, en �ltima instancia sus intereses comunes y la geopol�tica imperial en la regi�n obtengan un beneficio neto. Se trata de que las crisis desatadas contra el Imperio y sus aliados, a su vez les dan la oportunidad de alcanzar sus objetivos. Despu�s de la Guerra Mundial II, los enemigos de la alianza fueron el panarabismo, el nacionalismo anticolonial �rabe laico nasserista con caracter�sticas socialistas, as� como el comunismo de la URSS contra los que se utiliz� el panislamismo extremista y los yihadistas engendrados y difundidos por Arabia Saud�. Pero su acci�n v� mas all� de Oriente Medio, como en Yugoslavia, Chechenia, China y antes del colapso de la URSS en Afganist�n, donde hab�a sido elegido un gobierno proUni�n Sovi�tica que estaba tomando medidas socialistas a favor del pueblo, como una reforma agraria. Estados Unidos recurri� entonces entre otros, a los combatientes yihadistas wahabitas formados por su socio Saud� para desestabilizar al gobierno afgano, lo que dispar� la intervenci�n de Mosc�, para el p�blico de occidente llamada 'la invasi�n sovi�tica', que llev� a la guerra en Afganist�n.
Al colapsar la URSS, Washington reemplaz� la amenza comunista por la amenaza del terrorismo internacional y de las nuevas asimetr�as, en que los distintos grupos yihadistas incubados en Arabia Saud� cumplen el doble rol, aparentemente excluyente, de terroristas anti-occidentales pero indirectamente funcionales a Estados Unidos y sus socios en Oriente Medio. Los fundamentalistas wahabitas odian a los alauitas, como el gobierno sirio de al Assad un pa�s laico, es decir que acepta y promueve la convivencia pac�fica entre las distintas religiones, una tolerancia que induce a la unidad, al igual que Ir�n y Libia en �poca de Kadafi, pa�ses atacados por el amplio espectro de estos grupos entrelazados con Arabia Saud� y aquellos que necesitan una pol�tica de divisi�n, como son sus aliados Estados Unidos/Israel, y los atlantistas europeos. En un colectivo social, la divisi�n provoca debilidad, corrupci�n, caos y desorganizaci�n y permite que elementos externos unidos y bien organizados penetren y tomen el control, el campo propicio para la gran industria militar que junto a las grandes corporaciones transnacionales succionar�n los recursos de los pa�ses v�ctimas, donde los hidrocarburos y el agua dulce encabezan la lista para el Oriente Medio.
La alianza Saud� perdi� alguna vigencia en el 2007, cuando Washington cambi� su centro de gravedad estrat�gico de Oriente Medio a Asia, es decir China y Rusia, y cuando anunci� un pr�ximo autoabastecimiento de hidrocarburos por el descubrimiento de grandes yacimientos no convencionales, lo cual est� en dudas ya que incluso podr�a ser una maniobra contra Rusia por Ucrania y el abastecimiento de gas a Europa, adem�s de intentar sabotear a la OPEP y Venezuela. (2)
A su vez, el triplete se cierra con la relaci�n entre Arabia Saud� e Israel. Cuando despu�s de la Guerra Mundial I, las potencias colonialistas europeas Inglaterra y Francia se repartieron Oriente Medio, y los brit�nicos dibujaron en un papel las fronteras que tendr�an los pa�ses, de hecho gestaron a Arabia Saud� e Israel, aunque sus independencias dieran a luz despu�s de una d�cada. Pero el rol de ambos pa�ses en Oriente Medio tiene puntos en com�n en cuanto a sus intereses y los de su aliado, el Imperio. Entre otros, deben mantener control sobre los hidrocarburos, rutas energ�ticas y asegurar el libre acceso a su mandante, restringir el acceso y la influencia regional en su momento de la URSS, hoy principalmente de Rusia y China, y luchar contra el comunismo hoy reemplazado por la guerra contra un terrorismo internacional prefabricado. Tambi�n tienen enemigos hist�ricos comunes entre los pa�ses con car�cter laico, como se mencion� entre otros Ir�n, Siria, Libia (con Kadafi), Egipto (nasserista). Arabia Saud� e Israel tienen un pacto temporario impl�cito de no agresi�n y son armados y apoyados por Estados Unidos. Si bien el acuerdo debe evitar que Ir�n emerja como potencia regional junto a sus aliados y cualquier otra forma de resistencia significativa, opera simult�neamente como frente de los Estados Unidos/OTAN, pero tiene tambi�n una cota superior y es que Israel debe evitar que surja Arabia Saud� como potencia rival y viceversa. Por eso Washington ha armado fuertemente a otros como Qatar, Jordania y Turqu�a.
El tri�ngulo de pactos encubiertos y alianzas de conveniencia entre Estados Unidos- Israel- Arabia Saud� se va observando en los hechos. En 2006, el general de la OTAN, Wesley Clark, que particip� en la carnicer�a de civiles en la ex Yugoslavia, revel� el plan neocon llamado 'de los 5-a�os', invadir siete pa�ses en cinco a�os (en principio desde 2007 a 2012) : Irak, Siria y L�bano, luego Libia, Somalia y Sud�n, finalmente Ir�n. Lo que est� en sinton�a con las intervenciones militares que se vienen sucediendo, Arabia Saud� en Yemen, Bahr�in, Siria y las de Israel en L�bano, Sud�n, Siria e indirectamente en Ir�n, y otros.
Apantallado en la opini�n p�blica mundial por el genocidio en Gaza, est�n llev�ndose a cabo otro genocidio no menor, el de la tr�ada gobierno de Kiev/ Estados Unidos/ OTAN que aplica una doctrina de guerra devastadora similar a la Dahiya, contra el pueblo del Donbas, al Este de Ucrania. El bloqueo a la regi�n, el sitio y bombardeo militar de Kiev a las ciudades ha producido una cat�strofe humanitaria con la matanza de poblaci�n civil, y hasta el momento m�s 700.000 desplazados que se han refugiado en Rusia y m�s de 100.000 dentro de la misma Ucrania. Detr�s de los cr�menes de guerra de Gaza y Ucrania aparece un factor com�n, Estados Unidos, en un caso culpando a la organizaci�n social Hamas etiquetada como terrorista, y por otro a Rusia por la guerra civil y la desgracia ucraniana, cuando el golpe de Estado de Kiev a partir del Euromaid�n esta siguiendo el gui�n de Washington y la Alianza Transatl�ntica. Lo que se est� consiguiendo en Gaza y Ucrania luego del horror y del terror, es un espiral creciente de odio que se realimentar� en los bandos enfrentados con nuevas venganzas, y que trascender� los tiempos del conflicto armado, transmiti�ndose por generaciones.
Casualmente, dos carnicer�as m�s, tapan los salvajes genocidios del sionismo israel� en Gaza y el fascismo de Kiev en Ucrania. La primera en Irak. El grupo extremista wahabita sunita del Estado Isl�mico de Irak y Siria, Daesh (en �rabe), 'pariente' de al Qaeda y por consiguiente de Arabia Saud�, que es apoyado por �sta y Qatar con armas, por Estados Unidos y Gran Breta�a con entrenamiento y financiamiento, y por Israel que entren� militarmente a su l�der al Bagdad�, intensifica oportunamente una ofensiva de exterminio �tnico religioso al norte del Irak kurdo, y Obama anuncia la tradicional ayuda humanitaria del Imperio con una intervenci�n militar bombardeando con drones y aviaci�n naval a Daesh, para proteger a los refugiados yezidi acorralados en las monta�as, evitar un posible genocidio, y ayudar a las fuerzas iraqu�es protegiendo a los civiles. Aunque omiti� decir, que Estados Unidos y sus aliados hab�an asesinado directa o indirectamente a m�s de un mill�n de civiles iraqu�es con sus guerras desde 2003 para la liberaci�n de Irak. Sin embargo asegur� tambi�n, que la intervenci�n es por solicitud del gobierno iraqu� y de car�cter estrat�gico para hacer retroceder al grupo isl�mico terrorista y afirm� '...pero solo podemos hacerlo si sabemos que tenemos sobre el terreno socios que son capaces de llenar el hueco'. Esto significa la exigencia, junto con sus aliados de la Uni�n Europea, para que el primer ministro iraqu� al Maliki resigne su cargo y sea formado un nuevo gobierno de 'unidad' con chiitas, sunitas y kurdos, lo que al Maliki rechaz� asegurando que ser�a un golpe de Estado contra la Constituci�n y el proceso pol�tico en el pa�s.
El problema para Washington, Arabia Saud� e Israel sus 'guardaespaldas' en la regi�n, y sus socios europeos es que, su influencia sobre Irak comenz� a decrecer con la gesti�n de Maliki. Su gobierno chiita, no solo tiene buenas relaciones con al Assad de Siria (de religi�n islam alau�, que tiene puntos en com�n con el islam chiita), sino tambi�n con Ir�n (persas chiitas). Washington y sus foragidos consideran que el actual gobierno de Irak incrementa la influencia de Ir�n en la regi�n, y han recurrido a las oportunidades que les brindan sus enemigos funcionales, los yihadistas del Daesh. El avance sangriento de este grupo sobre el norte Irak y Siria, debilit� al premier Maliki preparando un cambio de gobierno pro-occidental contrario a Teher�n, y justifica la intervenci�n de Washington en lo pol�tico y militar, no solo en Irak, sino dirigida a Siria. Aunque su prolongada acci�n militar al menos mientras gobiernen los dem�cratas ser� tercerizada todo lo que sea posible, seg�n las lecciones del empantanamiento en la invasi�n neocon a Irak.
El plan imperial est� desarroll�ndose. El gobierno iraqu� presionado por el avance terrorista y oportunamente por Washington, cede a cambio de recibir 'ayuda ' militar de �ste. As�, Al Maliki acaba de ser destitu�do por el presidente iraqu� Fuad Masum, y nombrado Haidar al Abadi como primer ministro encargado de formar un gobierno de 'uni�n nacional'. Ambos fueron inmediatamente felicitados por funcionarios de Estados Unidos, como su vicepresidente Joe Biden y por la Uni�n Europea. Washington, est� realizando intensos bombardeos selectivos en las posiciones de los extremistas de Daesh que est�n afectando sus intereses petroleros, como en las proximidades de Erbil, capital del kurdit�n iraqu� que concentra las sedes de las grandes multinacionales petroleras y las agencias de desarrollo estadounidenses, lo que no tiene nada que ver con la protecci�n a civiles. Es m�s, los ataques est�n produciendo el repliegue de los terroristas hacia Siria, que muy probablemente reanudar�n la desestabilizaci�n para el derrocamiento de al Assad.
La segunda carnicer�a, en Libia, era previsible. Saddam Hussein manten�a en el pa�s un equilibrio inestable. Cuando en v�spera de la guerra de 2003 que lanz� el gobierno de G.W. Bush y sus aliados europeos para destruir las armas de destrucci�n masiva de Irak, Saddam Hussein acus� al rey Abdullah de Arabia Saud� de traidor a los �rabes y servil a Washington, el odio y la venganza quedaron abiertos. Cuando en 2011, la OTAN lanz� el furibundo bombardeo sobre Libia, liderado por Francia con Estados Unidos en un segundo plano, Arabia Saud� fue uno de los que m�s presion� para ejecutarlo, especialmente dentro de la Liga Arabe, y anteriormente hab�a suministrado a los rebeldes de Cirenaica armas compradas a Washington. Con el asesinato de Kadafi y el cambio de r�gimen, el Consejo Nacional de Transici�n pro-occidental no puede evitar la confrotaci�n tribal, ni mantener la estabilidad de Libia que hab�a logrado Saddam Hussein.
El tri�ngulo de alianzas Estados Unidos- Israel- Arabia Saud� es en realidad una cara visible de un tetrahedro invisible, donde el cuarto v�rtice oculto est� dado por una multiplicidad de grupos fundamentalistas yihadistas entrelazados con Arabia Saud�. Esta complejidad de grupos extremistas anti-occidentales, enemigos declarados y combatidos por Estados Unidos, son generadores de inestabilidad y divisiones en los pa�ses. La habilidad est�, en que este caos no es un desorden ni una falta de control total, no es aleatorio e impredecible sino que tiene un grado de orden que d� a quienes lo saben encontrar y manipular, oportunidades y ventajas, en este caso a favor de los intereses de Estados Unidos y sus aliados.
La Triple Alianza Washington- Riad- Tel Aviv y sus socios de la Alianza Transatl�ntica necesitan en Oriente Medio pa�ses divididos e inestables tal como se est� observando. Es el proyecto del Gran Oriente Medio a la medida de un Estados Unidos que est� comenzando a decaer, aunque no en lo militar, adaptado a los nuevos tiempos de un mundo que dej� de ser dipolar, pero tampoco es unipolar...
Notas
1) Theodore Postol del Instituto Tecnol�gico de Massachusetts. El paper fue publicado en The Bulletin of Atomic Scientists
2) Louis Sahagun, 'U.S. officials cut estimate of recoverable Monterey Shale oil by 96%', May 20, 2014, http://www.latimes.com/business/la-fi-oil-20140521-story.html