Medio Oriente - Asia - Africa
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Egipto
Primeras huelgas bajo la presidencia de Sissi
�Tambi�n fisuras en sus apoyos?
Jacques Chastaing
A l’encontre – La Breche
www.alencontre.org
Traducci�n de Faustino Eguberri – Viento Sur
Con el fin de desactivar al amplio movimiento de huelgas por el aumento del salario m�nimo -movimiento que hab�a atravesado todo el pa�s de febrero a marzo de 2014 y hecho caer el gobierno de Hazem Beblaoui (julio 2013/marzo 2014)-, el mariscal Abdel Fattah al-Sissi hab�a dado a entender que podr�a acceder a las demandas de los huelguistas si se convert�a en presidente de la Rep�blica.
Su objetivo, por supuesto, no era sino ganar tiempo esperando que durante la campa�a presidencial lograr�a movilizar contra los huelguistas a una parte del electorado centrado alrededor de su persona, en nombre de la unidad nacional, de la estabilidad del pa�s y de la lucha contra el terrorismo islamista.
Si bien ha ganado la primera parte de su apuesta poniendo fin a las huelgas, ha perdido la segunda, no logrando una movilizaci�n electoral alrededor de la figura de un nuevo Nasser que intentaba crearse. En efecto, aunque haya conseguido salir elegido a finales de mayo, gracias a los considerables medios invertidos en la campa�a, no ha obtenido m�s que una participaci�n muy peque�a en el escrutinio presidencial cuando esperaba salir plebiscitado. Le habr�a sido preciso, efectivamente, un amplio apoyo popular para tener la autoridad de hacer frente la posterior ola de huelgas que no dejar�a de darse cuando las clases populares egipcias vendr�an a pedirle que cumpliera sus promesas.
El aparato del estado (polic�a, ej�rcito, aparato judicial) feroz en la represi�n -41.000 detenciones desde julio de 2013, m�s de 2000 muertos, miles de condenas a muerte /1-, se ha mostrado fr�gil e impotente frente a las enormes sacudidas populares que han movilizado a millones y millones de desheredados estos �ltimos tres a�os de revoluci�n.
Hay que decir que cuando los miserables se despiertan a la pol�tica siendo sus condiciones de vida lamentables, ya no tienen nada que perder y nada les detiene. Mubarak y Morsi est�n bien situados para saberlo. Las condiciones de vida en Egipto se han degradado considerablemente estos �ltimos a�os para los m�s pobres mientras que los m�s ricos hacen a�n mayor ostentaci�n de sus lujos. Se estima que este invierno, quiz� 30.000 egipcios han muerto como consecuencia de las lluvias y las inundaciones que han transformado las enormes concentraciones de chabolas del pa�s en cloacas insalubres y criminales. Por otra parte cerca del 13% de la poblaci�n estar�a actualmente en situaci�n de insuficiencia alimentaria. Lo que permite comprender en qu� medida la violenta represi�n que golpea a los Hermanos Musulmanes o los militantes revolucionarios dem�cratas y socialistas -que nos choca con raz�n en Europa y contra la que hay que protestar con vigor- no conmueve demasiado a las clases populares en Egipto que est�n a�n m�s fuertemente condenadas a la prisi�n de la miseria y la muerte por enfermedad debido a la falta de atenci�n sanitaria o malnutrici�n.
Vuelta de las luchas y las huelgas
Ahora bien, lo que es llamativo, en este fin de junio, aunque el pa�s entre en el mes del Ramad�n, tradicionalmente calmado desde el punto de vista social, es que el movimiento de huelgas parece haber reiniciado de nuevo su marcha inexorable.
Con los cortes de agua potable y de electricidad, a veces cuatro o cinco veces al d�a en el caso de la electricidad, de una duraci�n de una hora o incluso a veces de dos o tres horas, las protestas se han multiplicado estos �ltimos d�as. A esto se han a�adido manifestaciones diversas: trabajadores despedidos en Mahalla el 22 de junio, ense�antes de maternal en Suez el mismo d�a, ense�antes y estudiantes para exigir la dimisi�n del presidente de la Universidad de Tanta [ciudad del norte de El Cairo, a unos 80 km] el 24 de junio, de taxistas el 25 de junio, de forofos ultra de f�tbol contra la represi�n en Zagazig el 26 de junio, pero sobretodo el 27 de junio una manifestaci�n con un valor altamente simb�lico y significativo de los habitantes de Luxor para exigir la dimisi�n del gobernador de la regi�n, un general.
El poder est� en estos momentos condenando a duras penas de prisi�n a militantes revolucionarios dem�cratas o socialistas por haber desafiado la ley que proh�be las manifestaciones. Pero frente a estas protestas populares, que sin embargo no est�n autorizadas en su la inmensa mayor�a, el ej�rcito y la polic�a se muestran incapaces.
Por otra parte, hab�a que se�alar de nuevo huelgas de m�dicos -que hab�an sido el n�cleo organizador de las huelgas del comienzo del a�o- el 19 de junio. El mismo d�a tuvieron lugar de nuevo huelgas de trabajadores de tapices en Samanoud (Bajo Egipto) por el salario m�nimo. El 23 de junio, huelga de personal administrativo en Sharqia y el 28 de junio en Kafr el Cheik, al mismo tiempo que los obreros de la compa��a de nitratos de Suez entraban ya en su primer mes de lucha el 29 de junio.
Pero lo que es ya m�s significativo, es la huelga de los 2.500 empleados de Helwan Coke que, el 29 de junio, estaban en su cuarto d�a de lucha por sus salarios. Y, este fin del mes de junio, hay tambi�n que se�alar la de los trabajadores de Tanta Lin. �stos juegan en efecto un papel importante y en general de vanguardia en cuanto al estado de esp�ritu de una parte de los trabajadores del pa�s. Son conocidos por todos pues hace a�os que luchan por la vuelta al sector p�blico de su empresa, que hab�a sido privatizada. Un tribunal les ha dado la raz�n. Pero la decisi�n no ha sido jam�s aplicada. Han multiplicado las manifestaciones y han hecho incluso ellos mismos funcionar la empresa. Sin embargo, el estado les ha cortado la electricidad. Y sobre todo han participado en la iniciativa durante las huelgas de marzo de 2014 de una de las coordinadoras nacionales de huelguistas que junto a los asalariados de otras empresas industriales, han pedido la renacionalizaci�n de las empresas.
Cuando se manifestaban ante el Consejo de Ministros, los trabajadores de Tanta Lin llevaban pancartas en las que se le�a: "Ni Hermanos Musulmanes, ni liberalismo, satisfacci�n de nuestras demandas", y gritaban "Queremos trabajar" pues su empresa est� parada por falta de suministros suficientes. Y uno de los argumentos de fondo de Sissi contra las huelgas era que, para salvar Egipto, hab�a que trabajar m�s, relanzar la producci�n... y que se dedicar�a a ello con todas sus fuerzas.
El espectro de las promesas de Sissi acosa a la burgues�a egipcia
El poder, y detr�s de �l toda la burgues�a egipcia, est� frente al espectro de las promesas de Sissi. Las huelgas de febrero y marzo de 2014 hab�an sido ya provocadas por las promesas no cumplidas de Sissi en materia de salario m�nimo. Para detener las huelgas, el poder prometi� de todo, salario m�nimo, nacionalizaciones, sistema de salud... Sin embargo, no mantendr� ninguna de sus promesas.
Para echar un poco m�s de le�a al fuego de las tensiones -lo que revela sus opciones-, el gobierno acaba de anunciar, seguramente no por casualidad en este comienzo del ramad�n, que iba a suprimir un cierto n�mero de subvenciones a los productos de consumo. Paralelamente, para intentar mostrar su fuerza en contra de los m�s pobres, ha decidido en nombre de la "disciplina" una campa�a contra los peque�os vendedores de la calle, expuls�ndoles manu militari, con el apoyo de bulldozers, de sus emplazamientos. Pero al hacerlo, no es seguro que no est� cort�ndose de lo que puede quedarle de apoyo popular. Y no es su huida hacia adelante en un proceso represivo que se ha vuelto loco lo que le salvar�. Al mismo tiempo, para intentar frenar la c�lera en ascenso, Sissi anunciaba con un cierto n�mero de otros caciques, que iban a dar la mitad de sus ingresos a la patria y que esta vez s�, iban a poner en pie la ley del salario m�ximo para poner fin al esc�ndalo de los muy altos ingresos. Pero todo el mundo sabe que es charlataner�a.
Signo de los tiempos y raz�n de inquietud para Sissi, el 25 de junio, la patronal del textil de Mahalla (la principal ciudad de la industria textil del pa�s) se manifestaba ante la sede de las autoridades para exigir del gobierno que ponga fin a los cortes de electricidad que perturban gravemente la producci�n de sus f�bricas.
Esta toma p�blica de distancia de la gran patronal contra el poder se sumaba a declaraciones de altos mandos del ej�rcito que tomaban igualmente sus distancias. Mientras felicitaban a Sissi como presidente de la Rep�blica, quer�an precisar que �ste no representaba ya al ej�rcito. En definitiva, que no era el ej�rcito quien estaba en el poder.
�Es este apoyo, que parece un abandono, simplemente una forma de distanciarse de Sissi dada la p�rdida de confianza del pueblo hacia �l, una forma de decir que las medidas antisociales que va a tomar el presidente no son debidas al ej�rcito, que no hay que confundir los dos? O que los sectores opuestos a Sissi en el seno del ej�rcito, que existen ya desde hace tiempo, han encontrado ah� la ocasi�n de manifestarse dando a entender que si el pueblo quiere atacar a Sissi -incluso derrocarle- el ej�rcito no estar� quiz� un�nimemente tras �l. �Estar�a dispuesto, una vez m�s, a "abandonar" el fusible del presidente, para salvar el orden global?
En cualquier caso, se percibe el esbozo del nuevo escenario pol�tico, cuando las huelgas no hacen sino comenzar en este inicio del mes de Ramad�n. �Continuar�n durante este mes, se ampliar�n, esperar�n el final del mes religioso? En este estadio embrionario de las luchas, nadie puede decirlo a�n. Sin embargo, no hay duda alguna de que una explosi�n social est� en ciernes. Es muy probable tambi�n, tras todos estos meses de espera y de falsas promesas, que las clases explotadas est�n al borde de la ruptura /2 y que esta explosi�n podr�a muy bien ser de una amplitud a�n m�s grande que las precedentes. Entonces, despu�s de Mubarak en 2011, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA) en 2012, �caer�a Sissi en 2014?
Notas
1/ Seg�n la AFP del 21 de junio de 2014, "el tribunal de Minya en el centro de Egipto ha confirmado el s�bado las condenas a muerte de 183 presuntos partidarios del presidente islamista Mohamed Morsi destituido por el ej�rcito, entre ellos el jefe de los Hermanos Musulmanes Mohamed Badie. En total en este asunto, 683 personas hab�an sido condenadas a la pena capital a finales de abril por el mismo juez por haber participado en manifestaciones violentas en Minya, el 14 de agosto, el mismo d�a en que unos 700 manifestantes proMorsi ca�an bajo las balas de los polic�as y soldados en El Cairo. Cuatro, de ellos dos mujeres, vieron su pena conmutada a prisi�n perpetua y 496 fueron absueltos, ha indicado a la AFP el fiscal general Abdel Rahim Abdel Malek". La "lucha contra el terrorismo" sirve de cobertura para una represi�n y condenas de cualquier oposici�n.
La represi�n contra los periodistas debe ser comprendida desde este punto de vista. Al menos 65 periodistas han sido detenidos en menos de un a�o. La condena de tres periodistas de Al-Jazira a 7 y 10 a�os de prisi�n, el 23 de junio, la concreta. Mohamed Afti, observador de Amnist�a Internacional, afirma: "Esto (estas condenas) debe ser visto como un mensaje claro a la prensa y a los medios extranjeros, deb�is saber que pod�is ser encarcelados y juzgados por haber ejercido vuestro oficio".
El 11 de junio, Alaa Abdel Fattah fue condenado a 15 a�os de c�rcel por una supuesta infracci�n a la legislaci�n sobre las manifestaciones. Otros veinticuatro activistas fueron condenados a la misma pena por hechos similares. Alaa Abdel Fattah hab�a sido detenido el 28 de noviembre de 2013 por su participaci�n en una manifestaci�n no autorizada y luego liberado con fianza. Es una de las figuras del levantamiento que derroc� a Hosni Mubarak a comienzos de 2011. A finales de abril, el tribunal administrativo decidi� prohibir el Movimiento del 6 de abril e incautar todos sus locales. Este movimiento, que hab�a jugado un papel en el levantamiento del 24 de enero de 2011 era acusado de "atentado contra la imagen de Egipto y de inteligencia con el extranjero" (Redacci�n. A l�encontre).
2/ A prop�sito de esto, esta es la conclusi�n de un art�culo de Al-Ahram Hebdo del 2 de julio de 2014 consagrado a las medidas de bajada de las subvenciones a la energ�a: "Pero el precio fuerte que los egipcios pagar�n ser� el de la subida de la inflaci�n que est� actualmente cerca del 10%. Un estudio de 2009 del Centro Egipcio de Estudios Econ�micos estima que todas las subvenciones a la energ�a ser�n suprimidas y que los precios de los carburantes conocer�n una subida media del 831% de sus precios actuales. Lo que llevar� la inflaci�n a los alrededores del 37%. La alimentaci�n -que absorbe alrededor del 40% de los gastos de las familias- contribuir� la que m�s a esta subida de la inflaci�n. Para proteger a los m�s pobres contra esta ola de subida de precios, el gobierno promete doblar la base de los beneficiarios de la pensi�n social (subsidios mensuales a los m�s pobres) para llegar a los 3 millones de egipcios. Adem�s, el gobierno cuenta con ampliar la oferta en trasportes p�blicos. As�, el arsenal de los autobuses p�blicos en n�mero de 1300 unidades, ser� doblado en 2015. Habr� tambi�n la aceleraci�n de la construcci�n de nuevas l�neas de metro y la modernizaci�n as� como el aumento de las l�neas de transporte fluvial a trav�s de una asociaci�n p�blico-privado. La cuesti�n sigue siendo sin embargo saber si estas medidas son suficientes para proteger a m�s de 60 millones de egipcios que viven con menos de 5 d�lares al d�a" (Redacci�. A l�encontre).