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Medio Oriente - Asia - Africa

 

Campa�a internacional para pedir su libertad

Encarcelado Azyz Amami, s�mbolo de la revoluci�n en T�nez

Santiago Alba Rico

Cuarto Poder

El pasado martes 13 de mayo la polic�a arrest� en La Goulette (al norte de T�nez capital) al activista y bloguero Azyz Amami y a su amigo fot�grafo Sabri Ben Mlouka. Los dos han sido detenidos bajo el cargo de "tenencia de cannabis con intenci�n de usarlo" y ello en aplicaci�n del infame art�culo 52 del c�digo penal que Ben Ali reform� en 1992 para poder perseguir la disidencia pol�tica y la oposici�n a la dictadura. Durante a�os cientos de j�venes vieron arruinadas sus vidas, y cientos de opositores abortada su militancia, como culpables de un delito que no deber�a serlo y que, en cualquier caso, no hab�an cometido. Durante a�os -llevo viviendo aqu� ya quince- el hecho mismo de ser joven convert�a a un tunecino en sospechoso, potencial delincuente objeto de acoso, registro y eventualmente malos tratos y tortura. La juventud bajo Ben Ali era un crimen y no es una casualidad, por tanto, que esos j�venes humillados y amordazados, perseguidos y criminalizados por la dictadura fueran los primeros en rebelarse contra ella. Fueron esos j�venes los que dieron su vida por la dignidad, la justicia y la democracia.

Pues bien, esos mismos j�venes, m�rtires y h�roes de la revoluci�n de 2011, vuelven a ser objeto de sospecha y persecuci�n por parte de una polic�a que no ha cambiado y ante la indiferencia de un gobierno y unos partidos que miran hacia otra parte -la amenaza del "terrorismo" o las pr�ximas elecciones-. Esos j�venes, que abrieron con su sacrificio el paso a los partidos, que con su entusiasmo y su coraje doblegaron tres gobiernos provisionales y alumbraron la Asamblea Constituyente, se vuelven otra vez marginales y, por lo tanto, vulnerables, como lo demuestra la ofensiva judicial que desde hace meses, y muy particularmente bajo el gobierno de consenso de Mehdi Jomma, tiene como blanco a los j�venes que hicieron la revoluci�n, algunos encarcelados por consumo de hach�s pero otros directamente �por terrorismo! Es verdad que si el patr�n es el PP y las pol�ticas represivas del Estado espa�ol, podemos decir, en efecto, que esta marginaci�n y esta campa�a de criminalizaci�n son la prueba de que en T�nez hay en curso una normalizaci�n democr�tica a la europea.

Azyz Amami representa a todos estos j�venes an�nimos y al mismo tiempo los visibiliza. Azyz Amami es un icono de la revoluci�n tunecina. Detenido y torturado el 6 de enero de 2011, nunca ha dejado de luchar en nombre de los principios que desencadenaron la intifada contra Ben Ali y que, a su juicio, y a juicio de miles como �l, los sucesivos gobiernos del T�nez democr�tico no han dejado de traicionar. Azyz Amami es un activista conocido y respetado y su detenci�n constituye un p�simo indicio y un error. Es el indicio de una contrarrevoluci�n rampante que va ganando terreno y que no duda ya en asomar sus garras con insolencia y bravuconer�a: la operaci�n montada contra Azyz es la respuesta a su implicaci�n en la campa�a por la liberaci�n de los j�venes detenidos o citados ante el tribunal por su participaci�n en las jornadas revolucionarias de diciembre 2010 y enero 2011 ("yo tambi�n he quemado una comisar�a"). Pero es un error: porque, al contrario que tantos de estos j�venes detenidos y abandonados a su suerte, Azyz Amami cuenta con un enorme apoyo nacional e internacional que est� poniendo en aprietos al gobierno. Ruedas de prensa, asambleas y manifestaciones se suceden y se prev�n nuevas acciones antes del pr�ximo viernes, fecha de la comparecencia de Azyz y Sabri ante el tribunal. Se ha puesto en marcha tambi�n una campa�a internacional a fin de presionar a las autoridades tunecinas a trav�s de un comunicado cuya versi�n espa�ola se puede leer y firmar en change.org.

El montaje contra Azyz Amami ser�a imposible si T�nez hubiese abolido el c�digo penal de Ben Ali y depurado su aparato policial y judicial. Todos los gobiernos post-revolucionarios y todos los partidos son en alguna medida responsables de esta falta, tanto menos inocente cuanto que existe ya una ley de Justicia Transicional que deber�a permitir esos cambios sin los cuales ninguna ruptura democr�tica es pensable. Pero este montaje es algo m�s que un abuso permitido por un limbo legal; es una estrategia global premeditada. Hay algo m�s que escarnio en el hecho de que, casi el mismo d�a en que Azyz Amami, s�mbolo de la revoluci�n, entraba en prisi�n, sal�a de ella Ali Seriati, exjefe de seguridad de Ben Ali, verdugo de la revoluci�n. Cada vez es m�s clara la reorganizaci�n de los elementos del viejo r�gimen y su colusi�n con muchos elementos del nuevo. El consenso de �lites en ciernes amenaza con dejar fuera, marginales, s�, y vulnerables, a esos j�venes que -interpela el comunicado a Marzouki, Jomaa y Ben Jaafar- permitieron con su valor y su compromiso democr�tico que estos tres hombres ocupen hoy -respectivamente- la presidencia de la Rep�blica, del gobierno y de la Asamblea Constituyente.

El gobierno espa�ol y la UE, m�s preocupados por defender sus intereses, deber�an presionar al gobierno tunecino para asegurar una verdadera transici�n a la democracia. Los medios de comunicaci�n y los ciudadanos espa�oles deber�amos no olvidar T�nez, apoyar sus deseos de ruptura con la dictadura y exigir la inmediata liberaci�n de Azyz Amami y todos los j�venes encarcelados por el delito de haber cre�do en la dignidad y la justicia.

Fuente: http://www.cuartopoder.es/tribuna/tunez-encarcelado-azyz-amami-simbolo-de-la-revolucion/5901


Fuente: lafogata.org

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