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Latinoamérica

Babel

Violencia, acción directa y no violencia

Javier Hernández Alpízar

La agresión a periodistas, fotorreporteros, perpetrada por individuos encapuchados que al parecer, al menos así los identifica la prensa, se reclaman anarquistas ha desatado otra vez los debates sobre la relación entre anarquismo y violencia. Sin pronunciarnos sobre si son o no anarquistas los agresores (podrían serlo, al menos en el sentido de que ellos se autoproclamen así, o podrían no serlo, ¿quién puede decidir si lo son? Lo más probable es que el hecho desate la enésima cacería de brujas contra el anarquismo, que es una de las especialidades de la policía del GDF- PRD y del gobierno federal priista), recordemos una serie de distinciones claves para no caer en la confusión reduccionista entre anarquismo y violencia, entre acción directa y violencia y sobre todo la confusión entre no violencia y cobardía.

Comencemos por este último caso. Porque independientemente de que puedan haber agentes de algún poder o gobierno que se infiltren en las manifestaciones haciéndose pasar por anarquistas para cometer estos hechos de violencia absurda, debemos reconocer que entre los jóvenes inconformes (e incluso algunos no tan jóvenes) puede resultar atractiva la idea de la violencia y hasta aparecer el argumento de que sin ella no hay verdadera lucha, verdadera resistencia y rebeldía ni verdadero anarquismo. Todo lo cual es falso. Sin violencia puede y debe haber verdadera lucha, resistencia y rebeldía. Pero la doctrina de la violencia tiene un argumento (por cierto machista) muy socorrido (explícita o implícitamente): se es violento o se es cobarde. (¿Consideran valientes a los agentes del poder que actúan de manera sumamente violenta?) Por ello primero veremos, siguiendo un texto de un líder de la no cooperación y la acción directa no violenta, cómo ve la relación entre violencia, cobardía y no violencia. No se trata de un clásico ni de un no clásico del anarquismo, pero suponemos que un anarquista no es un dogmático que "sólo lee literatura anarquista", sino que es una persona capaz de leer, procesar y discutir ideas.

Opinión de Gandhi sobre la cobardía, la violencia, el valor y la no violencia[1]

"Creo firmemente que si hubiera sólo la opción de elegir entre la cobardía y la violencia, aconsejaría la violencia, Por ello, cuando mi hijo me preguntó que qué debería haber hecho si hubiera estado presente cuando fui atacado casi hasta la muerte en 1908, si debería haber salido corriendo y verme asesinado o si debería haber usado la fuerza física que tendría y querría usar y defenderme, le dije que era su deber defenderme usando la violencia. Por ello participé en la guerra de los boers, la denominada rebelión zulú y en la última guerra [al frente de voluntarios que condujeron ambulancias]. Por ello, también aconsejé el entrenamiento militar para aquellos que creen en el método de la violencia. Preferiría que la India se levantara en armas para defender su honor que de forma cobarde se convirtiera en testigo indefensa de su propio deshonor. Pero creo que la no-violencia es infinitamente superior a la violencia. […] Pero no creo que la India esté indefensa. No creo que yo mismo sea una criatura indefensa. Sólo quiero usar la fortaleza de la India y la mía para un propósito mejor.

"No quiero que se me malinterprete. La fortaleza no proviene de la capacidad física, se origina mediante una voluntad indomable."

Ya vemos que Gandhi no es ningún mojigato liberal que condene la violencia "venga de donde venga", pero piensa que la no-violencia es superior y que la fortaleza no viene del físico meramente, sino de una "voluntad indomable". Nada machín el razonamiento: hay en la lucha social mujeres más fuertes que muchos hombres, precisamente por su voluntad indomable.

Si deshacemos ese fetiche que es la reducción del valor a la violencia, y de la no violencia a la cobardía, podemos dar un siguiente paso. Deshacer el entuerto que ha identificado la acción directa con la violencia. Es una ecuación falsa también. Digamos de paso que también es falso decir que la acción directa es monopolio del anarquismo o de los movimientos que se consideran de izquierda. De acuerdo con Álvaro Delgado, el movimiento ultraderechista El Yunque tiene entre los principios exigibles a sus militantes la acción directa. Y de acuerdo con el panfleto que Delgado incluye en uno de sus libros sobre ese grupo, el ejemplo con que lo ilustran es una pinta, ni siquiera esa ultraderecha (que no desdeña usar la violencia) identifica la acción directa con la violencia.

Además, la acción directa puede ser no violenta: de acuerdo con Gandhi, la no cooperación es acción directa no violenta. Y por usarla y defenderla, también él y sus seguidores fueron criticados. A los gandhianos, en México Morena los lincharía, por no llamar a la unidad en torno a su caudillo. De hecho, a Javier Sicilia, los articulistas lópezobradoristas lo lincharon por ello. En defensa de la acción directa no violenta escribió el líder indio:

Opinión de Gandhi sobre la acción directa:

"Pero mi crítico rechaza la acción directa. Porque, según dice, «no trabaja por la unidad». No estoy de acuerdo. Nunca se ha hecho nada en esta tierra sin la acción directa. Rechazo el concepto de «resistencia pasiva» por su insuficiencia y por ser interpretado como el arma de los débiles. […] La mera sumisión cuando se enfrenta a una arbitrariedad que le gustaría que desapareciera, no sólo no crea unidad, sino que genera odio en la parte débil. Un odio que estalla cuando se presenta la oportunidad. Mediante la cooperación con la parte débil, enseñándola a cómo oponerse mediante una acción firme y directa pero sin violencia, les hice sentir más fuertes y capaces de desafiar al poder físico. Se sintieron capacitados para la lucha, ganaron confianza en sí mismos y, conscientes de que el remedio estaba en ellos, cesaron de alimentar el espíritu de venganza y aprendieron a satisfacerse con la solución de las injusticias que trataban de remediar."

Ah caray, la violencia que estalla de manera espontánea puede a veces ser el odio largamente reprimido de los débiles y no necesariamente una demostración de fuerza. Entonces no solamente son sinónimos no violencia y cobardía sino que violencia y debilidad así como fortaleza y autocontención pueden ir juntas.

Anarquismo es el término más difícil de explicar, ya no digamos definir, no porque no se pueda dar su etimología y luego decir que es lo mas chido y la es la neta (y luego asegurar que quienes no son así de chidos y netos no son anarquistas), sino porque en la práctica quienes se dicen a sí mismos anarquistas son muy heterogéneos, heteróclitos. Y algunos anarquistas han sido violentos, y no por meros tontos. No eran ningunos tontos los Flores Magón ni los magonistas, ni lo era Buenaventura Durruti. Leamos cómo Gandhi trata con respeto y critica a las jóvenes anarquistas rusas que participaban en asesinatos o intentos de asesinatos de los tiranos en su país (OJO: iban contra los tiranos, no contra periodistas por más "mala onda" que les parecieran)

La opinión de Gandhi sobre las anarquistas rusas:

"La opresión en su país es tal que han surgido numerosos grupos anarquistas. Estos grupos creen que todos los gobiernos son opresivos y que el Estado debería por tanto desaparecer. Para conseguir este objetivo asesinan a sus gobernantes tanto de forma abierta como clandestina. En esto, sin embargo, están cometiendo un error. Dichas aventuras sin criterio sólo sirven para mantener las mentes de gobernantes y gobernados en un estado de constante tensión. Dicho esto claramente, se debe admitir que personas capaces de tomar tamaños riesgos deben tener una naturaleza valiente y patriótica.

"Incluso muchachas jóvenes se ven involucradas en tales intentos de asesinato, afrontando graves riesgos. Se ha publicado recientemente un libro sobre las vidas de algunas de estas jóvenes, inmortalizando su causa de esta manera. Conociendo que la muerte estaba cercana, estas mujeres, sin miedo, actuaron por patriotismo y espíritu de autosacrificio, segando las vidas de aquellos que pensaban eran los enemigos de su patria y encontrando una muerte agónica a manos de militares del gobierno. Afrontando estos riesgos, sirvieron a su país de forma altruista. No sería de extrañar que un país con estos líderes pudiera triunfar en su lucha por la libertad y contra la tiranía. La única razón por la que no ha alcanzado inmediatamente la libertad es que su patriotismo está mal dirigido, como hemos apuntado antes, y termina resultando en un baño de sangre."

Si bien a partir de lo dicho no podemos postular una definición de anarquistas que excluya a priori a los violentos, ni siquiera a los que ejercen esa violencia a lo menso… sí podemos deshacer varias confusiones:

La violencia no es sinónimo de anarquismo, y al revés, aunque ha habido anarquistas violentos, no es obligado ser violento para ser anarquista. La acción directa no es necesariamente violenta ni mucho menos son sinónimos. La violencia no es necesariamente revolucionaria ni rebelde y, a veces, más que expresión de fuerza, puede ser simple expresión de un odio impotente, de ira no contenida, de (diría Fernando Savater) "un delirio de omnipotencia de la impotencia". La cobardía puede llegar a usar la violencia, sobre todo si es respaldada por la impunidad que puede otorgar el poder.

Lo que Gandhi dijo e hizo fue mostrar que la fuerza y el valor pueden canalizarse mediante la no cooperación y mediante la acción directa no violenta, sin condenar hipócritamente a las anarquistas rusas que se sacrificaban usando métodos violentos, pero diciendo que puede y debe hacerse otra cosa.

El anarquismo que organiza y construye es menos espectacular y menos visible (también menos protagónico), y desafortunadamente, cada vez que un presunto anarquista comete un acto de violencia impotente y estéril, lo más frecuente no es que el Estado se vaya contra el o los individuos que cometieron el hecho violento o la agresión, normalmente se va contra los anarquistas no violentos, los que organizan y construyen. Estos anarquistas que construyen y se organizan son aquellos a quienes debemos defender de la cacería de brujas.

Los zapatistas tienen una gran simpatía por los y las jóvenes anarquistas, hasta les cedieron un buen de páginas en un número de su revista Rebeldía (si los anarquistas las aprovecharon o no, juzgue el lector. A inicios de la otra campaña en 2006 un amigo y una amiga de tendencia más bien marxista y zapatista e incluso teología de la liberación, hicieron un análisis de los impresos en la otra y encontraron que los mejores entonces eran los anarquistas, ¿sigue siendo así?). Y dos enseñanzas suyas, de l@s zapatistas, vienen a colación muy bien ahora. Una es la que expresaron las bases zapatistas ante el asesinato del maestro Galeano: "No queremos venganza, queremos justicia" ("si no fuéramos zapatistas, ya hubiéramos hecho un reguero de sangre"…). Otra es un principio zapatista básico: Solidaridad con el agredido, no el agresor.

Si no hubiera sido por ese hecho absurdo de la agresión a camarógrafos de prensa, la noticia de este 10 de junio hubiera sido de una marcha ejemplar, valiente, digna y combativa.

[1]Gandhi, Política de la no violencia, Público, España, 2008.

Fuente: Zapateando

Fuente: lafogata.org