VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Argentina, la lucha continua....

El no relato acerca del desempleo

Fabiana Arencibia

Red Eco Alternativo

La situaci�n de los trabajadores argentinos no puede valorarse solo tomando en cuenta el �ndice de desempleo. Otras variables -como la b�squeda de trabajo, la sub. y sobre ocupaci�n, la informalidad laboral, el nivel de la conflictividad y el de los salarios reales- son imprescindibles para un an�lisis serio antes de manifestar "alegr�a" respecto a la baja de la desocupaci�n. 

La presidenta Cristina Fern�ndez afirm� el pasado 1� de marzo en su discurso de apertura de las 132� Sesiones Ordinarias del Congreso de la Naci�n: "Podemos decir con mucha alegr�a que el �ltimo trimestre de 2013 marc� el n�mero 37 del Censo Permanente de Hogares en materia de desocupaci�n, batiendo r�cords con un 6,4 por ciento de desempleo, el �ndice m�s bajo del que tengamos memoria".

Para contextualizar este dato hay que analizar c�mo se han comportado otras tasas del mercado laboral utilizando igual per�odo al que se refiri� la mandataria (IV Trim.2013 vs III Trim.2013).

En este sentido, hay que decir que adem�s de bajar la desocupaci�n tambi�n bajaron la Tasa de Actividad (Poblaci�n Econ�micamente Activa-PEA: aquella que se encuentra en condiciones de trabajar) y la Tasa de Empleo (quienes, dentro de los que est�n en condiciones de trabajar, buscan trabajo). Un dato a tener en cuenta es la destrucci�n de m�s de 49 mil puestos de trabajo en el �ltimo trimestre de 2013 que hicieron descender la Tasa de Empleo.

En s�ntesis, si bien son menos los desocupados, tambi�n son menos los que buscan trabajo (efecto desaliento) y menos quienes se incorporan al mercado laboral (PEA). Esta situaci�n tambi�n se verifica si comparamos el �ltimo trimestre de 2012 con el de 2013, lo que estar�a marcando una tendencia.

Una aclaraci�n importante es que la Tasa de Desempleo est� elaborada teniendo en cuenta 31 aglomerados urbanos (incluyendo el Gran Buenos Aires). No refleja por lo tanto la situaci�n del interior del pa�s que mostr� un incremento de la desocupaci�n tanto en el �ltimo trimestre como en la comparaci�n anual (las estad�sticas oficiales muestran, por ejemplo, inexistencia de desocupaci�n en la ciudad de Resistencia, capital de la provincia de Chaco).

Tambi�n ha descendido la Tasa de Subocupaci�n (quienes trabajan menos horas de las necesarias para ser considerado un trabajador ocupado) tanto en el �ltimo trimestre como en la comparaci�n anual, lo cual marca la destrucci�n del empleo m�s d�bil que ha sido base importante de recuperaci�n del modelo econ�mico de la �ltima d�cada.

"Si bien la tasa de desocupaci�n se ubic� en el 6,4%, cuando uno suma a los subocupados que tambi�n buscan empleo y agrega a los ocupados que siguen buscando trabajo (muchos de ellos son dependientes de planes que figuran como ocupados en las estad�sticas) la verdadera fuerza laboral excedente que busca empleo y opera como l�mite para la recuperaci�n salarial asciende al 22 % de la PEA. Este es el cuadro de una fuerza laboral donde la mitad de la misma, 8,5 millones de trabajadores, est� afectada por distintas formas de precariedad laboral", afirma el economista Claudio Lozano en un trabajo realizado junto a Ana Rameri (�Baj� el desempleo?).

El desempleo y el subempleo reun�an en el tercer trimestre de 2013 a un 15,5% de la poblaci�n, cifra similar al mismo per�odo de 2007. Por otra parte, la Tasa de Sobreocupaci�n (porcentaje de trabajadores que labora m�s de 45 horas semanales) era de casi del 30%. Seg�n datos oficiales del mismo per�odo, el desempleo afecta principalmente a los j�venes varones y a las mujeres, ambos menores de 29 a�os. All� las tasas se ubican en dos d�gitos (12,3 y 17,4% respectivamente).

Otro elemento importante para analizar es la situaci�n de informalidad laboral. Desde 2008, el trabajo no registrado se mantiene en niveles cercanos al 35%, pero es necesario destacar que el trabajo no registrado no es la �nica forma de precarizaci�n e informalidad laboral. Tambi�n lo son la tercerizaci�n, el cuentapropismo, el trabajo en cooperativas, todas formas que encubren una relaci�n laboral no declarada como tal. El �ltimo informe de coyuntura del Observatorio del Derecho Social (CTA) acerca algunos datos que muestran c�mo el retroceso de trabajadores asalariados se da simult�neamente con un aumento en la misma medida de los trabajadores cuentapropistas. Mientras que en 2010 del total de trabajadores privados (12,9 millones) los asalariados eran cerca de 9,4 millones y los cuentapropistas 2,8 millones, en 2013 los primeros descendieron en 200 mil que pasaron a ser cuentapropistas.

El mismo informe aporta tambi�n datos de la ca�da del salario real en 2013 del sector privado y p�blico. Durante el a�o pasado los salarios de los trabajadores cayeron en ambos sectores un promedio de 1,5% (si se tiene en cuenta la inflaci�n real cercana al 26,9% y el aumento nominal de los salarios que fue de un promedio del 25,1%).

La mayor ca�da se observa en el sector p�blico (2,9% menos que en 2012), seguido del sector privado (1,7% menos que en 2012). Si bien el trabajo no registrado tuvo un aumento interanual cercano al 2%, los valores de los que se parte son muchos m�s bajos que los que perciben los trabajadores registrados. "En el largo plazo, los m�s afectados siguen siendo los trabajadores del sector p�blico cuyo salario experiment� una reducci�n del 40%, en t�rmino reales, en comparaci�n con 2001-2013", agrega el informe.

Los salarios del sector privado registrado y no registrado muestran en ese per�odo (2001-2013) un incremento del 24% y del 7% respectivamente. Hay que se�alar que la comparaci�n con el 2001 significa tomar un salario base que fue uno de los m�s bajos de las tres d�cadas anteriores y que se encontraba en 44% por debajo del de 1974.

Respecto al trabajo de la mujer, el informe aporta que "datos elaborados por el Ministerio de Trabajo Empleo y Seguridad Social, muestran que la mano de obra femenina es m�s barata y est� m�s precarizada y trabaja en puestos de menor calificaci�n a la que posee. En relaci�n a la brecha salarial, se observa que la misma se ubica en torno al 25% en los �ltimos cinco a�os. As� y todo, el desempleo es mayor en mujeres que en varones, as� como la rotaci�n en el puesto de trabajo".

Tomando a las 500 grandes empresas que concentran alrededor del 23% de lo que Argentina produce (�ltimo dato disponible de la Encuesta Nacional de Grandes Empresas), la participaci�n de los salarios en el Valor Agregado Bruto de las mismas (VAB: diferencia entre el importe de las ventas de la empresa y las compras hechas a otras empresas) se encuentra a�n por debajo de los niveles de los a�os 90. Esto es as� a pesar que estas empresas registraron, desde el a�o 2002, niveles de utilidades superiores a esa d�cada.

Sin embargo, desde 2011 la utilidad de las empresas sobre el VAB ha ido en descenso mientras que la participaci�n de los salarios fue marcando su recuperaci�n a partir del piso de 2001. Este dato sirve para entender la resistencia de los empresarios para acordar nuevos aumentos en el salario real y la mayor conflictividad en la pelea por la puja distributiva.

Respecto a los conflictos laborales, el informe del Observatorio da cuenta del aumento durante el �ltimo trimestre de 2013 (punto m�s alto de la serie 2011-2013). Se relevaron 366 conflictos de los cuales 230 fueron en el sector p�blico, 112 en el privado y 10 en el informal. En todos los sectores se verifica un incremento respecto al mismo per�odo en 2012.

Las causas obedecen, para el sector privado, al pedido de mejoras salarias y situaciones de quiebras, despidos y ajustes por parte de las empresas.

En el sector p�blico han crecido los conflictos a nivel provincial (se triplicaron con relaci�n a los �ltimos meses de 2011 y 2012) y los motivos son principalmente "el retraso salarial de la administraci�n p�blica, ense�anza y salud, sumado a las protestas policiales", aporta el informe. Respecto a las dependencias municipales (que muestran una duplicaci�n) las demandas obedecen al pedido de mejoras tanto salariales como en las condiciones de trabajo. "M�s de la mitad de las disputas son en las municipalidades de la regi�n Patag�nica", seguidas por la regi�n pampeana. Entre ambas "presentan los mayores niveles de conflictividad", agrega.

Todos estos datos aportan para mostrar que, luego de una d�cada, se mantiene un esquema de flexibilizaci�n de la fuerza laboral como garant�a para sostener tasas de desempleo relativamente bajas y un nivel salarial donde un tercio de los trabajadores ocupados (5 millones y medio) cobran ingresos inferiores al salario m�nimo, vital y m�vil, en el que 7 de cada 10 ocupados ganan por debajo de los 5.000 pesos, y 2 de cada 5 menos de 3.000, donde 4 de cada 10 trabajadores permanecen en el anclaje.

Fuente: http://www.redeco.com.ar/nv/index.php?option=com_content&task=view&id=12865&Itemid=130

Fuente: lafogata.org

������