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Argentina, la lucha continua....

Garz�n, persona no grata

Euskal Herriaren Lagunak

Rebeli�n

El ex juez Baltasar Garz�n ha sido escrachado dos veces en una semana en Buenos Aires. El hecho ha levantado miles de comentarios, muchas adhesiones y algunas quejas, y a la vez sirvi� para visibilizar a quien se esconde detr�s de una falsa imagen. El hecho indiscutiblemente causa controversias en el mundo militante "progresista", donde por obra del desconocimiento, del oportunismo o de la terquedad en no querer ver lo que es evidente, hay gente que ampara, protege y aplaude a quien tanto mal ha causado desde su cargo de juez en ese tribunal franquista que es la Audiencia Nacional espa�ola.

El de Garz�n es un caso t�pico de lo que puede generar una campa�a medi�tica destinada a tergiversar la realidad y convertir en defensor de derechos humanos a quien los ha violado hasta el hartazgo. Garz�n es un invento mal�volo de aquellos que atacan de mil maneras, casi todas ellas represivas, a los que luchan por la libertad y la independencia, ll�mense vascos, catalanes, gallegos, colombianos o rebeldes y contestarios de las m�s diversas latitudes.

Sobre todos ellos, Garz�n ha operado con su doctrina represiva, generando, en algunos casos, masivas detenciones de j�venes luchadores, a quienes la polic�a tortur� de manera similar a lo que aqu� ocurri� en la ESMA, en La Perla o en Orletti.

Garz�n y las torturas

Garz�n tiene sus propias definiciones de lo que es y no es tortura. �l, que vive jact�ndose de haber impulsado protocolos para prevenir dicho flagelo, escribi� sobre el particular un texto que figura en el Sumario 53/2008 del Juzgado Central de Instrucci�n 5 de la Audiencia Nacional, referente a denuncias presentadas en ese Tribunal por organizaciones que abogan por la memoria. All� se�ala que "a efectos de la investigaci�n": "Por tortura se entender� causar intencionalmente dolor o sufrimientos graves, ya sean f�sicos o mentales, a una persona que el acusado tenga bajo custodia o control; sin embargo, no se entender� por tortura el dolor o los sufrimientos que se deriven �nicamente de sanciones l�citas o que sean consecuencia normal o fortuitas de ellas". Con semejante definici�n de este "humanista", los cuerpos represivos espa�oles tuvieron y tienen luz verde para arrancarles "la piel y el alma si fuera necesario" (como dijo uno de los torturadores de un preso vasco) a sus v�ctimas indefensas.

En ese sentido, sobran los testimonios sangrantes de chicas y chicos vascos, muy parecidos en su militancia e idealismo a los que en los a�os 70 integraban las filas de la militancia revolucionaria argentina. Sus voces y escritos denuncian c�mo les fue cuando pasaron frente a Garz�n, con sus cuerpos destrozados por las descargas el�ctricas, las palizas o la aplicaci�n del "submarino" o los colgamientos. Este escrito pertenece a la periodista vasca Nerea Olaziregi, quien fue detenida junto a su hermana y a los pocos dias dejada en libertad por falta de pruebas. As� recuerda su "encuentro" con Garz�n: Fue un 28 de septiembre (1997), le ten�a enfrente, s�lo su mesa de despacho entre �l y yo. Mientras relataba mi paso por comisar�a, �l revisaba su correo postal.

"Vas a salir de aqu� como Gurutze Iantzi (otra detenida asesinada en la tortura), con los pies hacia afuera"(...)", me dec�an mis captores. Golpes en la cabeza, mientras nos encontr�bamos desnudas . "Estamos seguros de que te follabas a alguno de los militantes, tienes pinta de hacerlo bien". Desmayos, gritos, susurros. "D�janos que veamos tus pezones para calcular el tama�o de los electrodos". Todo este infierno le cont� a Garz�n, mientras temblaba y �l segu�as sin mirarme y abriendo su puto correo. S�lo levant� la cabeza para preguntarme si ratificaba la declaraci�n de comisar�a. Han pasado 16 a�os, yo ten�a 25 y cada vez que veo una foto de Garz�n, sigo recordando esa escena como si hubiera sido ayer".

Del mismo tenor de brutalidad habla el testimonio de Mikel Zuloaga, quien fue detenido el 1 de noviembre de 2000 cuando volv�a a su casa con su compa�era y con su hijo de diez meses en brazos. Zuloaga fue brutalmente torturado y en la desesperaci�n para que no lo vejaran m�s, comenz� a autolesionarse. As� describe esos momentos:

A los nervios, al miedo, se sumaron la impotencia y la injusticia. Yo segu� autolesion�ndome en la cabeza sin poder contenerme. Al d�a siguiente fui trasladado a la Audiencia Nacional, cuando cruc� la puerta del despacho del juez Garz�n, no supon�a que todo ya estaba sentenciado. S�lo me preocup� la iron�a con que el juez se tom� mi detenci�n, y sobre el tic de cabeza, que dijo burlonamente que me hab�a entrado al hablar sobre la detenci�n, sin pararse a pensar que nadie se da cabezazos por gusto, ten�a la cabeza con moretones e hinchada�.

Otro caso flagrante ocurri� en 1989 con Joseba Arandia. Nada m�s detenerlo, lo llevaron al monte y durante horas le sometieron a todo tipo de torturas: la "ba�era" en un riachuelo, electrodos en test�culos, cuello y sienes, la "bolsa"... Tambi�n sufri� un simulacro de ejecuci�n: �Sac� una pistola, me la puso en la boca mientras varios me sujetaban. Mientras apuntaba dec�a a sus compa�eros que se apartaran para que no les salpicara y me gritaba que me iba a matar. En ese momento prefer�a morir�. Despu�s de varios d�as de tortura, lo trasladaron a la Audiencia Nacional: �Me vio un m�dico-forense y me dijo que lo que ten�a era normal. Por lo visto, los dolores de cabeza, la cara deformada por la hinchaz�n, el ojo amoratado, el echar co�gulos de sangre por la boca y la nariz y el devolver sangre... debe ser normal. El juez Garz�n tampoco debi� ver nada�. Baltasar Garz�n decret� su ingreso en prisi�n, Joseba Arandia estuvo seis meses entre rejas, y en el juicio, en el que vio entre otros torturadores a quien se hac�a pasar por m�dico durante la detenci�n incomunicada y era tan guardia civil como los dem�s, le dejaron en libertad sin cargos.

En v�speras de los Juegos Ol�mpicos de Barcelona se desarroll� en Catalunya la llamada �Operaci�n Garz�n� que se sald� con la detenci�n por parte de la Guardia Civil de una treintena de personas, la mayor�a de ellas vinculadas al movimiento independentista catal�n. Muchos de los arrestados denunciaron haber sido sometidos durante los interrogatorios a torturas como la bolsa, golpes por todo el cuerpo, electrodos, dificultar el sue�o, amenazas y simulacros de ejecuci�n. Algunos intentaron suicidarse. El caso fue resuelto 12 a�os despu�s en sentencia de 2 de noviembre de 2004 por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, que se�al� que ten�a la convicci�n de que la investigaci�n de las denuncias no hubiera sido �los suficientemente profundas y efectivas para cumplir con las exigencias� de los tratados internacionales. Y esto implicaba tambi�n a Baltasar Garz�n que, seg�n los demandantes, �tras las denuncias formuladas ante el Juzgado Central de Instrucci�n n�m. 5, debieron ser sometidos a un reconocimiento m�dico profundo. Dicho juzgado se limit� a solicitar a la m�dico forense, L. L. G., un simple informe, y no un verdadero dictamen pericial sobre los malos tratos alegados�.

Adem�s, la sentencia constata que �el 20 de mayo de 1997 -casi cinco a�os despu�s de la denuncia- la Audiencia Nacional no hab�a dado curso a la decisi�n de remitir a los tribunales competentes las alegaciones de malos tratos�. Por todo ello, el Gobierno fue condenado a indemnizar a los recurrentes.

Tambi�n el Comit� para la Prevenci�n de la Tortura (CPT) del Consejo de Europa menciona al Juzgado que dirige Garz�n en su informe de la visita de enero de 1997. En dicho informe recoge las alegaciones de tortura sufridas por el ciudadano vasco Jose Arkauz considerando su testimonio "detallado y coherente" contradiciendo la versi�n dada por el juez ocultando estas torturas en la que sostiene que con Arkauz se cumplieron escrupulosamente "las indicaciones del CPT para prevenir cualquier posibilidad de malos tratos o torturas". El Comit� reprocha al juzgado que no se adoptaron medidas "repetidamente recomendadas por el CPT", como es la puesta a su disposici�n un abogado y denuncia adem�s que la actuaci�n del m�dico forense que lo examin� estuvo plagada de irregularidades.

Hay m�s de 150 testimonios como los anteriores, de otras tantas personas que se animaron a denunciarlo, y que pasaron por el despacho de este Juez que hoy ocupa una oficina en la ex Escuela de Mec�nica de la Armada, a manera de injuria y escarnio para tantas y tantos compa�eros que fueron torturados y asesinados en ese recinto.

Garz�n es algo m�s que un c�nico avalador de torturas, es el creador de doctrina para que estos resortes represivos no s�lo se aplicaran en el Pa�s Vasco o en Catalu�a sino se extendieran por otros sitios del planeta.

En su momento, Garz�n export� tambi�n la tortura a Colombia para combatir la insurgencia. Esto ocurri� en 2003, cuando gobernaba Alvaro Uribe V�lez, y Garz�n junto al fiscal antidrogas espa�ol Javier Zaragoza, llegaron a Bogot� y se manifestaron en favor de un "proyecto de estatuto antiterrorista" que el gobierno colombiano consideraba "vital para combatir a los grupos armados ilegales".

Zaragoza y Garz�n explicaron que en el tema de las garant�as procesales en Espa�a, existe la figura de la "incomunicaci�n" de detenidos en el marco de investigaciones criminales. "Para nosotros es b�sica la incomunicaci�n en los primeros d�as de reclusi�n de un terrorista, de un narcotraficante o de un individuo que pertenece a una organizaci�n criminal", se�al� el fiscal. Explicaron que esa incomunicaci�n "impide que haya un contacto con abogados al servicio de las organizaciones criminales".

Sin embargo, en el Estado espa�ol son muchas las ocasiones en que organizaciones contra la tortura han denunciado la aplicaci�n de la "incomunicaci�n", dado que es una medida creada exclusivamente para poder torturar a los detenidos, y empleada habitualmente contra la disidencia pol�tica (independentistas de izquierda, anarquistas, antifascistas, etc). Si un sospechoso de "terrorismo" est� hasta cinco d�as en dependencias policiales sin poder tomar contacto con abogados ni familiares, eso permite a la polic�a recoger informaci�n con m�todos de tortura, sea verdadera o no esa informaci�n, ya que incluso se han repetido los casos en que bajo tortura se obliga a los detenidos a firmar declaraciones falsas. Sin ir m�s lejos, en abril de 2003 el Relator Especial en la cuesti�n de la tortura de la ONU, Theo Van Boven, como el Comit� para la Prevenci�n de la Tortura del Consejo de Europa (CPT), consideraron que el Estado Espa�ol no ofrece garant�as suficientes contra la tortura en dependencias policiales.

Garz�n, el vil dinero y el Pent�gono

Garz�n que es un buen vendedor de su propia imagen, enga�� a buena parte de sus seguidores, con el cuento de que a �l lo persegu�an por investigar los cr�menes del franquismo, pero en realidad las cosas son muy diferentes. No se trataba de ideas, sino del vil dinero. El Tribunal Supremo espa�ol abri� un procedimiento penal contra el ex juez por recibir sumas de dinero que alcanzar�an el mill�n de euros, de parte de las empresas CEPSA, Banco Santander, BBVA, Telef�nica, Endesa y Uni�n Fenosa, que seg�n la resoluci�n del Supremo ser�a una actuaci�n delictiva por la relevancia judicial que ocupa el cargo de Garz�n y porque pudo haber habido trato de favor hacia el Banco Santander, al cual Garz�n archiv� una querella en su contra.

Sin embargo, Garz�n pudo eludir las responsabilidades penales de los cargos imputados tras una maniobra procesal de la defensa de Emilio Bot�n, presidente del Banco Santander, que permiti� la prescripci�n del delito. Los pagos se realizaron entre 2005 y 2006, siendo en 2010 cuando Garz�n fue imputado. Por otro lado, Garz�n propuso a los organismos de seguridad de EEUU crear un sistema global de informaciones en materia de seguridad y lucha antiterrorista, que seg�n el ex juez, era necesario reforzar tras los atentados del 11-S y 11-M de Madrid. El lenguaje utilizado es el de los llamados "tiburones del Pent�gono". A esos cursos invit�, entre otros a Rodrigo Rato, John Negroponte, Condolezza Rice, Jos� Manue Insulza y otros pesos pesados del guerrerismo.

Garz�n y las v�ctimas del franquismo

Hay algo m�s y tiene que ver con el repetido cuento de que "Garz�n es el adalid de la investigaci�n a los cr�menes del franquismo", algo con lo que el ex juez especula a diario. Garz�n invalid� desde su cargo el sumario de 152.237 v�ctimas identificadas del franquismo, presentado por diversas organismos de derechos humanos de Espa�a.

Como ha ocurrido con otros sumarios que Garz�n abri� y dej� morir sin pena ni gloria, esta vez volvi� a ocurrir m�s de lo mismo.

Durante las sesiones orales del juicio ante el Tribunal Supremo, el Juez Baltasar Garz�n dej� claro tres aspectos que clarifican cu�les eran sus intenciones frente a un tema que tantas expectativas gener� en los familiares de los asesinados por el fascismo, y que nos eximen de m�s comentarios: a) reconoce que se neg� a abrir fosas en forma expresa, b) que no realiz� investigaci�n alguna c) que la ley de Memoria Hist�rica es perfectamente compatible con lo que se investigaba en su juzgado.[Ver Sentencia N�: 101/2012 , de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo del 27 de febrero de 2012 en: http://www.derechos.org/nizkor/espana/doc/garzon184.html}

No es verdad que Garz�n investig� a los culpables de las atrocidades cometidas por el franquismo, sino que como lo dice �l mismo en el punto 2 del Sumario 53/2008 (de fecha 18 de noviembre de 2008), resuelve; "Acordar la inhibici�n de esta causa, con todas sus piezas, en la forma expuesta en esta resoluci�n, a favor de los Juzgados de Instrucci�n de las localidades a la que pertenezcan los lugares en los que est�n ubicadas las fosas identificadas". �Qu� significa esto? Que desmembr� el Sumario en decenas de Juzgados, (en buen romance, se lo quit� de encima) en vez de concentrar el mismo a efectos de castigar a los culpables. No a los que ya estaban muertos (como hizo Garz�n, "extinguiendo la responsabilidad penal por fallecimiento" de genocidas como Franco, el General Mola, Gonzalo Queipo de Llano y otros) sino a los cientos de ellos que viven y a�n merodean por los recovecos del poder.

La protecci�n argentina a Garz�n

Por mucho menos de los antecedentes que Garz�n luce en su curriculum represor, en otros a�os, algunos de los que hoy lo protegen y aplauden en Argentina, lo hubieran condenado y denunciado. Sin embargo, se niegan a reconocer lo que aqu� se relata. Ni siquiera quieren enterarse, ya que les arruinar�a un escenario que con todo cinismo se han prefabricado. De all� que sea necesario, en homenaje a la lucha que en este pa�s hemos dado contra la impunidad y por la memoria de tantos compa�eros y compa�eras desaparecidas y asesinadas, enfrentar a personajes que como Garz�n le hacen mucho da�o a los derechos humanos. No hay razones que valgan para que el "progresismo" argentino defienda a alguien que ampar� el accionar de los cuerpos policiales espa�oles y por ende las torturas cometidas por estos. Salvo que se quiera medir con distinta vara a los torturados y represaliados argentinos con respecto a los que sufren id�nticos vej�menes en otras latitudes.

No se puede entender que se apoye a quien es repudiado por organismos de derechos humanos espa�oles por esa misma causa (http://www.indymedia.org.uk/en/2007/04/368836.html) , o por organizaciones ind�genas y campesinas colombianas por haber extendido su accionar represivo a ese pa�s (http://www.derechos.org/nizkor/colombia/doc/bgarzon1.html=).

No entra en ninguna cabeza, que en nombre del "progresismo" argentino, se respalde a un ex juez que atac� duramente al Subcomandante Marcos y al zapatismo despu�s que Marcos lo acusara de "payaso grotesco". (ver: http://cartasenlanoche.blogspot.com.ar/2012/02/carta-de-baltasar-garzon-al.html) Cu�ntas pruebas m�s necesitar�n los "amigos" argentinos de Garz�n (los que le dan amplia cobertura en los medios, los que le entregaron el DNI argentino, los que le pagan un suculento sueldo como "defensor de los derechos humanos", los que lo lucen como partenaire en la campa�a electoral, los que le otorgaron un despacho en la Ex Esma. �No les alcanza con las denuncias internacionales para convencerse que est�n encubriendo a un represor no muy distinto de los que hoy est�n sentados en el banquillo de los actuales juicios contra las aberraciones de la dictadura militar?.

Son muchos los temas en los que la otra cara de Garz�n sale a relucir. Todos ellos lo ponen contra las cuerdas y ya hubiera ca�do a la lona si no fuera por el respaldo que sigue recibiendo (aunque ya son muchos los que est�n tomando conciencia de qui�n se trata) de sectores que prefieren hundir la cabeza bajo tierra como el avestruz. No importa, los que creemos que Garz�n, como Clar�n, miente, estamos convencidos que tarde o temprano la verdad aflorar�. Entonces, muchos de los que hoy lo aplauden o le ponen servicialmente el nombre de Garz�n a instituciones municipales (como acaba de hacer el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, hijo de ese gran luchador revolucionario que fue Alfredo Ferraresi, que en su momento firm� un manifiesto denunciando el accionar represivo del ex juez espa�ol) tendr�n que reconocer que estaban equivocados. Mientras tanto, para la inmensa mayor�a de los luchadores y luchadoras populares, aquellos que reivindicamos el internacionalismo solidario y apoyamos a los pueblos que pelean por su autodeterminaci�n, declaramos a Baltasar Garz�n persona no grata en nuestro pa�s, y nos comprometemos a seguir esclareciendo sobre su pasado y su presente.

Repositorio de documentos judiciales, bancarios... que pone en entredicho los valores que Garz�n dice defender en Argentina: http://garzonenargentina.blogspot.com.ar/p/inicio.html

Euskal Herriaren Lagunak (Amig@s del Pueblo Vasco)

Fuente: lafogata.org

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