Argentina, la
lucha continua....
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Entrevista a Claudio Katz, economista de izquierda, a 10 a�os de gobierno kirchnerista
"Las brechas sociales contin�an"
Mario Hern�ndez
Rebeli�n.org
�Tuvimos una d�cada ganada o desaprovechada?
-Mario Hernandez (MH): Hemos presentado la I Asamblea de los Movimientos Sociales hacia el ALBA "Hugo Ch�vez Fr�as" y ahora vamos a conversar con uno de sus participantes, Claudio Katz de Economistas de Izquierda (EDI). �Qu� nos pod�s comentar, vos que estuviste presente, de esta asamblea?
-Claudio Katz (CK): Fue una reuni�n muy importante, hubo 200 delegados, decenas de movimientos sociales, 22 pa�ses representados, se hizo en la escuela "Florest�n Fern�ndez" del Movimiento Sin Tierra de Brasil (MST) y todos convocados por la afinidad con el proyecto de integraci�n del ALBA, de unidad latinoamericana, basado en la solidaridad y la cooperaci�n, opuesto a los TLCs y diferenciado del Mercosur.
La novedad esta vez no fue una discusi�n t�cnica sobre iniciativas del ALBA como, por ejemplo, la moneda com�n, el sucre, sino un an�lisis de c�mo avanzar por abajo en la integraci�n de los movimientos sociales con una agenda propia. Fue una reuni�n muy fruct�fera porque se contrastaron experiencias nacionales, los mismos debates que hay aqu� sobre el extractivismo se desarrollan en otros pa�ses y vamos aprendiendo de las distintas experiencias superando la mirada puramente local.
Hubo fuertes reflexiones sobre los gobiernos denominados progresistas, que en algunos casos profundizan inesperadamente lo imaginado y en otros defraudan las esperanzas que se hab�an depositado en ellos.
-En esta asamblea hubo una clara comprensi�n que la lucha social tiene que proyectarse en el plano pol�tico
-Creo que hay una nueva generaci�n de militantes que se ha forjado en estas pr�cticas y exhibe un nivel de conciencia y politizaci�n muy superior a otros foros. Ya nadie hace el contraste entre movimientos sociales y partidos pol�ticos, hay una clara comprensi�n que la lucha social tiene que proyectarse al plano pol�tico y adem�s hay una convicci�n de que la batalla es contra el capitalismo, no solo contra el neo-liberalismo y, por eso, el retorno de la problem�tica por el socialismo estuvo presente.
Adem�s se discutieron campa�as, c�mo avanzar en el plano econ�mico, en el plano de la soberan�a de los recursos naturales, conquistar la soberan�a financiera, alimentaria y priorizar la batalla por Malvinas, la salida al mar de Bolivia, la exigencia que se vayan las tropas de Hait� como una campa�a continental. Te dir�a que el 2013 estar� muy centrado en dos problemas: el proceso de paz en Colombia para que culmine positivamente y las elecciones en Honduras, donde hay que garantizar comicios libres porque hay posibilidades bastante interesantes para una coalici�n progresista. Esta vez se discuti� no solo hacer declaraciones, hay muchas ideas de participar con brigadas, una actitud mucho m�s militante. Por lo tanto, fue una reuni�n muy motivante, bastante dominada por el impacto emotivo y el recuerdo de Ch�vez que es un poco la referencia de todos los presentes y la centralidad del �mbito brindado por el MST que no solo aport� instalaciones sino experiencia, una cultura, una m�stica de c�mo construir procesos de movimientos sociales en Am�rica Latina.
-MH: Te hab�a convocado hace un par de semanas pero no pudimos concretar la entrevista porque precisamente estabas participando de este encuentro. La idea era dialogar acerca de estos 10 a�os de kirchnerismo que se cumplieron el pasado 25 de mayo en una Plaza de Mayo multitudinaria en la que no me gust� la foto del gobernador de Formosa, Gildo Insfr�n, escoltando a Cristina. Creo que lo deber�a haber mandado al "corralito". La idea ser�a trabajar sobre un balance de los 10 a�os en los cuales el crecimiento anual promedio de nuestro pa�s fue de un 7.2%, el doble de Brasil y 50% por encima de Colombia y Venezuela. Otro dato: es el �nico pa�s sudamericano que tiene un stock de deuda inferior a 2003, 30% m�s baja. Se ha reducido el desempleo, ha disminuido el empleo en negro, entre 2001 y 2010 la cantidad de ocupados paso de casi 11 millones a 18.5. El empleo no registrado, que era del 50% en 2003, se ha reducido al 34.6%. Son cifras positivas. �Cu�l es tu opini�n?
-CK: Creo que estamos en un debate econ�mico dominado por la pregunta de si tuvimos una d�cada ganada o desaprovechada. La respuesta hay que encararla desde una mirada social, qui�n gan� y qui�n perdi� en la d�cada. Ah� diferenciar�a tres sectores. Para los grupos concentrados indudablemente fue una d�cada favorable, con beneficios r�cords, especialmente las multinacionales que giraron al exterior m�s utilidades que en toda la d�cada anterior o para los grandes propietarios de tierras que valorizaron como nunca sus activos o el sector financiero con balances muy florecientes.
En cambio, para los asalariados y el grueso de la clase media fue una d�cada de recuperaci�n moderada a los niveles previos al colapso del 2001. En general, el salario formal acompa�� la inflaci�n, corriendo por atr�s.
Hay un tercer sector que ser�a la poblaci�n m�s sumergida que soport� una d�cada de continuados sufrimientos, con un trabajo en negro que se ha reducido un poco pero sin modificar su peso. No hay que olvidar que la AUH solo alivia una situaci�n de pobreza extrema y las brechas sociales contin�an, basta mirar, por ejemplo, los niveles de desigualdad que se perciben en �mbitos como la salud o la educaci�n. En el balance de la �poca diferenciar�a estos tres sectores.
Hay otra forma de encarar el tema, que es la m�s com�n para los economistas, que suelen plantear que la �poca hay que dividirla porque en realidad tenemos un per�odo 2003-7 de alto crecimiento, baja inflaci�n y creaci�n de empleo y ah� influy� el "viento de cola", la recuperaci�n de la rentabilidad y el impulso oficial al consumo.
Despu�s hubo un segundo per�odo, 2008-10 donde hubo menos crecimiento, empez� la inflaci�n y poca generaci�n de empleo. Ah� hubo una pol�tica defensiva del gobierno para sostener el consumo, por ejemplo, la nacionalizaci�n de las AFJP.
El tercer per�odo de 2010 hasta ac� donde ya tenemos alta inflaci�n, bajo crecimiento y nula creaci�n de empleo, con medidas oficiales que siguen buscando sostener la demanda, por ejemplo, el control de cambios, la pesificaci�n, con emisi�n monetaria, pero ya en un escenario mucho m�s complicado.
Este modelo no modifica los pilares de una econom�a dependiente
Te dir�a que en todos los per�odos ha operado el mismo modelo que es neo-desarrollista pero enfrentando desequilibrios cada vez mayores porque no modifica los pilares de una econom�a dependiente de la agro-exportaci�n, con desigualdad social, de fr�gil industrializaci�n.
Hay tambi�n otras tres formas de encarar el balance. Los neo-liberales suelen decir que tenemos la d�cada desaprovechada porque Argentina ha perdido una oportunidad, que hay mucho intervencionismo. Como ya se les pas� la moda de elogiar a Espa�a o Italia y la privatizaci�n no est� tan en boga, ahora elogian a Chile o Per�, ocultando que all� hay un ingreso perverso de capitalismo especulativo y alta primarizaci�n de la econom�a. Es un balance tramposo, como siempre, que busca disfrazar la ambici�n de volver al ajuste.
Luego est� el balance oficialista que oscila porque por momentos es el de una d�cada ganada, de un imaginario de felicidad colectiva que son un poco los �ndices del Indec. Todo magn�fico, baja inflaci�n, pero que se divorcia de los problemas reales que tiene la econom�a. En otros momentos gira de esta mirada tan ingenua a una especie de pragmatismo sin explicaciones, o sea, antes era maravillosa la presencia de Repsol y luego fue correcto nacionalizarla, antes era acertado el libre ingreso y salida de capitales y ahora est� bien el control, antes hab�a que ponerle un traje a rayas a los evasores y ahora hay que facilitarles el blanqueo del dinero en negro. Est� este pragmatismo que suele tender a un amoldamiento a presiones de no avanzar en un proyecto transformador.
Afortunadamente, existe una tercera posici�n, una postura progresista, de izquierda, de los que nos oponemos frontalmente a la derecha pero remarcando todas estas contradicciones de un gobierno que interviene tarde, mal y, en general, favoreciendo m�s a los grupos concentrados que a los sectores populares.
Hay una clase dominante en Argentina que est� acostumbrada a tener altos beneficios, invirtiendo poco.
-MH: Mencionaste la Asignaci�n Universal por Hijo (AUH) que ofrece una cobertura a 3.500.000 chicos hasta los 17 a�os, un 28% del total de menores de edad, yo agregar�a la poblaci�n de jubilados y pensionados de 65 a�os y m�s que creci� de un 70% a 93% entre 2001-10.Leyendo una entrevista que le hicieron a Beatriz Sarlo sosten�a que estos dos eran los m�s claros ejemplos de clientelismo ya que el Frente para la Victoria (FPV) ten�a por un lado un n�cleo setentista al que le sumaba otro de tr�nsfugas.
-CK: Hay una especie de mareo en estas evaluaciones de gente que en alg�n momento fue progresista y ahora se han sumado a la campa�a neo-liberal contra el gobierno y presentan conquistas sociales y populares como d�divas populistas del estado. Se han desconectado tanto de los movimientos sociales que no pueden diferenciar cu�ndo hay un derecho conquistado de una manipulaci�n por arriba.
Pr�cticamente, miran el mundo al rev�s, est�n enceguecidos, por ejemplo, cuando dicen que estamos pr�ximos a los inicios de 1933 con el hitlerismo. Hay niveles que han perdido cualquier grado de contacto con la realidad. B�sicamente, uno tiene que refutar este tipo de argumentos sin sentido como los percibe la mayor�a de la poblaci�n, como argumentos dictados por las necesidades de los medios hegem�nicos y no como parte de un proyecto popular. Junto con la cr�tica que tiene que ser muy contundente a estas posturas, tampoco tenemos que ocultarnos los reales problemas econ�micos que tiene el modelo, disfraz�ndolos o suponiendo que son insignificantes.
Hay por lo menos tres problemas inmediatos que son bastante serios: la inflaci�n, el tipo de cambio y el d�ficit fiscal que est� creciendo a un ritmo bastante peligroso, adem�s pasa el tiempo y no se corrigen.
La inflaci�n viene avanzando y los grandes grupos econ�micos siguen remarcando precios, te dir�a que con tolerancia oficial, con una negociaci�n de controles de precios que son completamente inoperantes.
Un tipo de devaluaci�n de la moneda que est� desajustando todo el equilibrio macroecon�mico y un d�ficit fiscal que crece y si sigue as� va a empujar al gobierno a volver al endeudamiento externo que vos correctamente se�alaste que est� en niveles muy bajos.
Lo que no se ve son caminos de soluciones progresistas. Te doy la m�s evidente, la m�s discutida, la m�s incuestionable, la reforma tributaria. En lugar de una reforma progresista lo que hay son impuestos al trabajo, que tributa como ganancia, mientras que la reforma impositiva tan discutida y conocida a la renta financiera, al juego, a la actividad minero-extractiva, reimplantando los aportes patronales, de todo eso no se habla, en cambio, s� se ha instaurado un blanqueo que es, como m�nimo, inadmisible, en la mejor designaci�n. No olvidemos que a este tipo de blanqueo se lo aplica con los argumentos m�s t�picos del neo-liberalismo.
Creo que el problema de fondo es que hay una clase dominante en Argentina que est� acostumbrada a tener altos beneficios, invirtiendo poco. Esto no pasa en la �ltima d�cada sino hist�ricamente y esta clase dominante, que est� acostumbrada a ganar mucha plata, con subsidios del estado y sin inversi�n, cuando el modelo ya no le brinda esa tasa de rentabilidad recurre a la fuga de capitales, a la remarcaci�n de precios y a la presi�n devaluatoria. Esto es lo que estamos viendo en este momento en Argentina.
Frente a esto un gobierno que negocia, maniobra, busca soluciones de corto plazo, pero creando una situaci�n bastante problem�tica y sin abordar los problemas estructurales de una econom�a que tiene un sistema ferroviario, como m�nimo, vergonzoso, que ha nacionalizado parcialmente YPF, pero cuyo futuro es una inc�gnita. YPF comenz� a retomar la exploraci�n con recursos propios pero est� todo en veremos, nadie sabe si se indemnizar� o no a Repsol, hay una apuesta al shale-oil que en EE. UU. mismo genera grandes cuestionamientos, no sabemos si la negociaci�n con Chevron culminar� con la libre disponibilidad del crudo, el giro de utilidades y el aumento de precio que piden las grandes empresas.
Seguimos con un problema estructural en agro donde hubo inicialmente un intento transformador importante por parte del gobierno con el aumento de las retenciones, pero despu�s del 2008 se abandon� y se termin� avalando la ampliaci�n de la frontera de la soja destruyendo la ganader�a, anulando cultivos alternativos y no poniendo nunca en la agenda la prioridad de nacionalizar el comercio exterior. Son temas estructurales sin resolver.
-MH: Quiero retomar el tema de la soja porque en 2008 vivimos un conflicto muy importante, recuerdo a N�stor Kirchner hablando que el campo era la oligarqu�a, haciendo menci�n a su participaci�n en los comandos civiles del ’55, pero ese pa�s sojero el kirchnerismo lo ayud� a construir. Digo esto porque ha sido uno de los elementos centrales que ha posibilitado el �xito de nuestro comercio exterior, que hab�a venido mostrando un super�vit importante por lo menos hasta el a�o pasado.
-CK: Ac� el gran problema es que estamos construyendo un perfil agro-exportador b�sico, que primeriza la econom�a y como dec�s muy bien, es una construcci�n que viene desde hace rato con grandes grupos, especialmente los pool de siembra muy asociados al gobierno, al kirchnerismo, part�cipes, no hay que olvidar el discurso presidencial de principios de a�o donde se convoc� a reforzar el modelo agropecuario actual. El problema es que se trata de un modelo extractivista, que ampl�a la frontera sojera, destruyendo al peque�o productor rural, al campesino del nordeste, del Mocase, no al peque�o productor sojero que en realidad es un contratista capitalista.
Este tipo de proyecto sofoca cualquier posibilidad de construir un pa�s integrado, con una industria primaria m�nimamente s�lida y constante, porque los recursos que est�n concentrados en la agro-exportaci�n son los que necesitamos hoy para reconstruir una industria que asegure la ampliaci�n del empleo, el desarrollo de la productividad y la construcci�n de un modelo productivo con mayor igualdad.
Lo que est� ocurriendo con la industria contrasta con lo que sucede con la agro-exportaci�n. Una industria m�s extranjerizada, m�s dependiente de insumos importados, m�s controlada por empresas transnacionales que no transfieren ning�n desarrollo tecnol�gico y, paralelamente a la soja, una expansi�n de la actividad minera que es totalmente injustificable para el caso argentino. Argentina no necesita recurrir a la miner�a para contar con un excedente en su comercio exterior.
Todos los problemas estructurales del transporte, de la energ�a, del agro, de las finanzas que no se transforman, salen a flote en cualquier situaci�n cr�tica, por ejemplo, para tomar un caso reciente, en las inundaciones. Aparece un tema cr�tico y ah� se ve que el pa�s no est� invirtiendo en d�nde deber�a hacerlo, por eso tuvimos un colapso, acompa�ado por urbanizaciones capitalistas completamente alocadas, con el mercado fijando las reglas y ausencia del Estado en la regulaci�n del suelo, con los pobres empujados hacia las orillas.
Estos son los grandes problemas de Argentina que requieren una respuesta progresista, de izquierda, un modelo de otro tipo.
-MH: Te voy a traer a la coyuntura. Se ha venido informando sobre hechos de corrupci�n que se conoc�an desde hace varios a�os basta leer, por ejemplo, Hablen con Julio, uno de los tantos libros que han salido a lo largo de estos a�os sobre el tema. Sin embargo, actualmente se ha instalado fuertemente en la opini�n p�blica, intensificando un clima adverso al gobierno que por otro lado no tiene grandes candidatos para el 2015, salvo la imagen de Cristina como garant�a de gobernabilidad frente a una oposici�n sin grandes rivales. No miremos solo la corrupci�n de los socios del gobierno sino tambi�n la de los cr�ticos
-CK: El tema de la corrupci�n es estructural, pero que aparece cada vez que una oposici�n necesita confrontar con un gobierno y no tiene un proyecto alternativo. Me hace acordar mucho a la �poca de la Alianza, al final del menemismo, cuando su �nica bandera era vamos a erradicar la corrupci�n menemista y una vez que lo hagamos, con ese dinero, levantaremos la Argentina. Ganaron las elecciones, asumi� De la R�a y el pa�s explot� en 2001.
La corrupci�n tiene que ver con los negocios capitalistas y �stos con el sistema social, es un flagelo que corta transversalmente a todos los gobiernos, a todas las administraciones provinciales y sobre el cual cada uno va haciendo demagogia sobre lo que le conviene en el momento, por ejemplo, ahora estamos todo el d�a con el caso B�ez, una y otra vez, que es uno de los tantos, porque tambi�n podr�amos mencionar a otros de los socios del gobierno como Eurnekian, Eskenazi o Crist�bal L�pez, pero no miremos solo la corrupci�n de los socios sino tambi�n la de los cr�ticos del gobierno.
Hay un informe de la banca Morgan, el famoso informe de Arbizu, con un listado de los 500 principales clientes del Banco Morgan que sacaron del pa�s U$S 400 millones entre 2006 y 2008. Ah� vamos a ver a muchos grupos medi�ticos y econ�micos que ahora est�n en plena campa�a contra el gobierno.
Hay que mirar todo el panorama. Nosotros tenemos una fuga de capital, por lo tanto un delito, de dinero no declarado.
-MH: El segundo pa�s en el mundo, detr�s de Rusia.
-CK: Hay como m�nimo U$S 140.000 millones en el exterior, pero de los cuales, entre 70 y 80.000 se fugaron en este decenio. Eso es lo m�s llamativo, no importa si el per�odo es de vacas gordas o flacas, en una etapa de gran crecimiento o no, hay una costumbre estructural de la clase dominante, de proteger sus fondos fuera del pa�s y esta fuga de capital se hace, obviamente, con la complicidad de los grupos oficiales que deber�an controlarlos. Tenemos corrupci�n ahora como la tuvimos con la Banelco.
-MH: Y cuando sacaban las valijas llenas de d�lares por Ezeiza en el 2001.
-CK: los que levantan tanto la voz indignados que miren hacia aquellos a�os c�mo ponderaban al gobierno de la Banelco.
-MH: Patricia Bulrrich fue Ministra de Trabajo en el gobierno de De la R�a, entre otros cargos, para mencionar solo un caso.
-CK: Te invito a hacer una biograf�a de los que est�n m�s enfadados con el caso B�ez y vas a ver que todos votaron por la Alianza.
-MH: Tengo la sensaci�n, aunque creo que va a ser la primera vez que lo voy a decir al aire, que el progresismo argentino es de derecha.
-CK: Yo diferenciar�a un progresismo puramente demag�gico de otro genuino. Te doy un caso. Una persona como Binner que considera que el fascista Capriles merece su admiraci�n o, por lo menos, su solidaridad, ah� no hay un gramo de progresismo. Es imposible. Pero s� ubico en el campo progresista a todos los sectores que se distancian tanto del gobierno como de la centro-izquierda anti K, que toman una actitud digna y levantan la voz.
-MH: �A qui�n rescat�s?
-CK: A la actitud que ha tenido Claudio Lozano frente a la decisi�n de Pino Solanas de asociarse a una candidatura vergonzosa con la Sra. Carri�.
-MH: Pr�cticamente es el �nico, porque fijate que todo el "progresismo" de Binner, Libres del Sur, el GEN, todos, se han corrido hacia la derecha.
-CK: Precisamente por esa raz�n, cuando se producen distanciamientos hay que subrayarlos.
No hay que tener una mirada sectaria.
-MH: No hay que meter a todos los gatos en la misma bolsa.
CK: Exacto, porque me parece que las miradas que no ven cuando se producen distanciamientos, cuando se levanta la voz, y lo mismo digo cuando sectores de Carta Abierta se enfadaron con Cristina cuando en el aniversario del 24 de marzo, en Plaza de Mayo, hizo un contraste entre banderas rojas y celestes y blancas, o cuando critican la veneraci�n que existe con el Papa, como el caso de Verbitski. Es ponderable, no tenemos que tener una mirada cerrada sino ver cuando se produce una erosi�n en el discurso oficial o en el opositor de derecha y subrayarlo para avanzar en la construcci�n de una verdadera alternativa popular.
-MH: �Te qued� algo por decir?
-CK: No, creo que hemos dado vueltas por el mundo y sus alrededores.