Argentina, la
lucha continua....
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El discurso oficialista ha muerto en medio de las inundaciones
Daniel Cadab�n
La Fogata
"Agitadores violentos". La acusaci�n emitida sin anestesia
por Alicia Kirchner a los vecinos inundados de la ciudad de La Plata, secundada
por el gobernador Scioli y el intendente Bruera, saca de la profundidad de sus
propios pensamientos el costado m�s reaccionario de estos recientes conversos al
"progresismo" y su apego al discurso de los dos demonios. "Infiltrados" en los
barrios que seguramente "no quieren que se los ayude"; el travestismo de parte
de estos funcionarios kirchneristas no resisti� un temporal y la natural secuela
de reclamos de los vecinos que lo perdieron todo. Tan tranquila que estaba de
vacaciones cortas en Par�s.
Pero la indignaci�n de los kirchneristas no se agota en acusar a los vecinos platenses, que luchan por su supervivencia en medio de una cat�strofe planificada y evitable, sino que asume una dimensi�n superior, dirigida a la propia naturaleza, a la que acusa de no tener un comportamiento acorde a sus necesidades electorales y discursivas sobre el supuesto "modelo de bienestar, nacional y popular".
Copiando el discurso, que el derechista Macri da cada vez que se inunda la Capital Federal; el gobernador Scioli excus� su responsabilidad en semejante tragedia, porque la lluvia del martes 2 de abril no tuvo una conducta normal y esperable. Para Scioli, entonces, todo se explica por un comportamiento de la naturaleza desviada en relaci�n a la media, una ruptura normativa excepcional y por lo tanto no ajustada a sus presupuestos pol�ticos y econ�micos.
La verdad es que si toda esta situaci�n no fuera tan desoladora y angustiante, la reacci�n de los funcionarios frente a la cat�strofe dar�a risa.
Scioli, la ministra Kirchner y el intendente Bruera exigen de la naturaleza la misma mesura y disciplinamiento que se les exigen a los vecinos en sus reclamos. La idea de los funcionarios, es que la naturaleza se adapte a los presupuestos pol�ticos y econ�micos y que no les complique sus aspiraciones electorales.
Como se ve, aun en condiciones de extrema emergencia el funcionario no rinde su discurso, se indigna y exige que el clima encaje en el ajuste y a la subejecuci�n de los presupuestos para la urbanizaci�n y la falta de obras necesarias para evitarlas inundaciones. Intentan reducir los acontecimientos naturales a una normalidad dictada por decreto, resoluci�n o proyecto de ley. La indignaci�n encontra del fen�meno natural se da por violar el acuerdo pol�tico. La naturaleza tiene un comportamiento "violento y agitado", alejado del deseo votado por las mayor�as. "Nadie est� preparado para esto" se justifican: CFK, el gobernador, Alicia Kirchner y el intendente Bruera.
�Ser� as�?
Instant�neas de una jornada tr�gica
El centro
El aguacero del martes tr�gico comenz� aproximadamente a las 16.30 hs. Si tenemos en cuenta la informaci�n oficial, y de alg�n estudio de �ltimo momento de la no menos oficialista Universidad de La Plata, cayeron 300 mm. de agua en aproximadamente cinco horas, lo que da, a raz�n 60 mm. por hora.
A las 17 hs la avenida 7desde 72 hasta plaza Rocha ya estaba cubierta de cord�n a cord�n, 7 y 44 ten�a a esa misma hora 30 cm de agua, en 1 y 60 ya flotaban los autos, lo mismo en 13 a la altura de Parque Saavedra. Ni hablar de la zona norte y la cosa no hac�amos que empezar. Media hora de lluvias y las bocas de tormentas y sumideros escup�an agua lodosa y todo tipo de desperdicios que inundaban las calles y apenas hab�an ca�do, de acuerdo a los c�lculos oficialistas, 30 mm de lluvia.
18 hs. Una hora despu�s el panorama ya apuntaba para tragedia. Con 90 mm de lluvia, plaza Italia estaba cubierta con m�s de 80 cm de agua, plaza Rocha intransitable (por lo menos 60cm) igual que plaza Moreno y el resto del centro platense. Los centenares de funcionarios precarizados de "control urbano" que el intendente Bruera tiene como eje de su recaudaci�n propia, mediante la aplicaci�n de multas y estacionamientos medidos, estaban invisibles. Ni un solo patrullero o alg�n funcionario del estado a la vista para indicar un corredor seguro para autos y peatones.
Fueron los propios vecinos, descalzos y en el mejor de los casos con alguna capa de lluvia los que ir�an armando retenes en las calles m�s inundadas, cumpliendo con la funci�n de indicar e informar que esas calles no se pod�an tomar por el riego de vida que involucraban.
18.30 hs. La mayor parte de los automovilistas giraban sin destino tratando de buscar alguna salida a esa trampa mortal en que se hab�an convertido las calles. Radio Provincia, pasaba m�sica y no daba informaci�n alguna: el intendente Bruera se ba�aba de sol en Brasil.
A las 18, 30 hs, 7 y 32(acceso norte al centro de la ciudad) ya era un r�o con m�s de 1,20 metros de agua, la situaci�n era igual de dram�tica en 32 a la altura de 25 (estadio �nico).
19 hs. Tolosa sucumb�a, La Fabela, el Mercadito, El Churrasco, La loma, La cumbre y en el resto de los barrios de norte y el oeste platense la lluvia empezaba a cobrarse v�ctimas fatales, hasta concluir en una suma incierta, 51 personas muertas de acuerdo a datos oficiales, aunque extraoficialmente algunos arriesgan algunas decenas m�s, muchos de ellos ni�os.
19.30 hs. En el centro la cosa iba para peor: en 13 y 38 tres personas intentaron pasar una soga que permitiera cruzar la calle, los arras� la corriente. Lo mismo en 12 y 41; 68 y13, 8 y 34 solamente para citar algunas esquinas. El panorama era desolador, los autos flotaban o se hund�an, con sus balizas prendidas, en medio de lo que antes hab�a sido una calle y ahora se convert�a en una trampa mortal.
El centro de la ciudad de La Plata viene siendo desde hace a�os una burbuja inmobiliaria. El intendente Bruera hizo aprobar una ordenanza municipal que consisti� en autorizar a las constructoras la realizaci�n de edificios de mayor altura a lo estipulado antes que �l gobernara el municipio.
Las torres de 15 a 20 pisos ensombrecieron la "Ciudad de los tilos", en contraposici�n de todas las recomendaciones de ambientalistas y urbanistas independientes.
Las nuevas torres de la era bruerista, no fueron acompa�adas de las obras necesarias que permitieran el desalojo de aguas y cloacas. Todas se conectaron a los mismos ca�os, todas se surtieron de la misma toma de agua y del tendido el�ctrico. Los desag�es pluviales, tienen en el centro de la ciudad la misma antig�edad que su fundaci�n, ninguna obra ha acompa�ado la construcci�n de las torres nuevas, colocando al centro de la ciudad frente al inminente colapso de todos los servicios.
El negocio para las constructoras es redondo los perjuicios para los vecinos masivos.
Cuando la gente de La Plata dice "esto nunca lo vi", refiri�ndose al nivel alcanzado por el agua, no debe desconocer la cantidad de nuevos desag�es incorporados a las ca�er�as de pluviales, con m�s de cien a�os, que antes recib�an desag�es de casas bajas y ahora de torres de m�s de 15 pisos. Donde antes habitaba una familia o dos...ahora habitan cientos.
La falta de mantenimiento en los desag�es pluviales es otra de las razones de la inundaci�n. El barro y los desperdicios escupidos por las bocas de tormentas y sumideros que deber�an conducir el agua, son los que explican que a menos de una hora de comenzada la lluvia el centro ya hubiera colapsado. Lo dem�s viene por consecuencia.
El bruerismo y el Concejo Deliberante de la ciudad, aceptaron el negociado inmobiliario con las constructoras conspirando contra las vidas y los bienes de los vecinos.
Los barrios
La Plata est� surcada por varios arroyos y multitud de zanjones a cielo abierto: El gato, Carnaval, Maldonado, El pescado, arroyo P�rez, etc. a la vera de los cuales se asientan miles de familias.
En la mayor�a de los casos los lotes y terrenos de estos asentamientos poblacionales est�n en las cuencas mismas de los arroyos e inclusive a la orilla de los mismos. El negocio inmobiliario hizo la venta de estos predios en forma legal ya que los vecinos cuentan con t�tulos de propiedad de sus lotes, pese a estar en terrenos inundables, lo que da cuenta de una complicidad hist�rica de la municipalidad y la provincia para que las inmobiliarias vendan tierras indiscriminadamente en zonas inundables. Ya son 26 a�os de diferentes gobiernos peronistas en la provincia y en el municipio.
El problema de la vivienda y de la falta de trabajo hace que muchas familias construyan sus viviendas en las mismas laderas de los arroyos, riachos y zanjones. Tambi�n, han sido recuperados terrenos extensos a basurales y ba�ados para asentar barrios enormes en condiciones de precariedad absoluta. Las lluvias del martes tr�gico han hecho visible lo invisible, lo negado en una ciudad que aspiraba a ser considerada patrimonio universal. El centro de La Plata alberga a un tercio de los 650 mil habitantes del municipio, otro tercio se nuclea en los barrios perif�ricos y en las localidades de los Hornos, Tolosa, Gonet, Ringelet, CityBell y Villa Elisa; el �ltimo tercio en la periferia de la periferia. Son barrios en crecimiento din�mico, populosos y cargados de carencias y asimetr�as.
Solamente en Villa Elvira, uno de los sectores m�s afectados por la inundaci�n y las muertes, habitan cerca de 100 mil personas.
Los arroyos de la Plata est�n en un total abandono, no hay drenajes ni recolecci�n de residuos lo cual complica el curso natural del agua.
Los escurrimientos naturales tapados, para evitar gastos o por corrupci�n al autorizar el final de obra a la altura de las autopistas BS AS La Plata, sobre los arroyos Carnaval y El gato dieron lugar a las catastr�ficas inundaciones en el norte de la ciudad en 2007.
Lo mismo vale para las actuales inundaciones en las zonas de Villa Elvira a Tolosa, de Barrio Jard�n a la Loma o de Melchor Romero a ruta 11.
La falta de drenaje en arroyos y zanjones, hace que estos funcionen como una canaleta tapada que, primero, desborda atacando las zonas aleda�as y luego una vez que la presi�n del agua remueve el tap�n o lo supera, el agua busca su curso natural de golpe, arrasando con lo que tiene enfrente.
Las familias obligadas a radicarse en zonas inundables por falta de vivienda y trabajo, no son parte de una cat�strofe natural, son producto de una pol�tica planificada por el poder, que permite proveer de mano de obra barata a los capitalistas e inflar el negociado inmobiliario.
La actualidad
Las inundaciones han dado lugar al piquete y el piquete ha dado lugar a la represi�n y la represi�n al acuerdo pol�tico. El abroquela miento de camarillas que se mostraban hostiles entre s�, hasta ayer nom�s, tiene un significado �nico: el desbordamiento de los controles sociales de punteros e instituciones sociales han colocado a los vecinos damnificados por la p�rdida de familiares, compa�eros y amigos y bienes, en un estado de deliberaci�n y movilizaci�n.
El repudio recibido por los funcionarios que se acercaron "a ayudar" en la desgracia que los tiene como responsables, es el toque de alerta que llev� a la movilizaci�n de todas las fuerzas represivas. La gendarmer�a, el ej�rcito, la polic�a y una muchedumbre de punteros sciolibrueristas est�n dispuestos a acallar las voces del pueblo inundado, para constituirse como el �nico discurso valido.
En la noche del jueves 4 de abril se produjeron conatos de represiones en Berisso, camino Centenario y Villa Elvira en contra de los piquetes de vecinos que reclaman ayuda alimenticia, agua y luz. Los punteros sciolibrueristas y los "chicos" con remeras de la c�mpora corren de centro en centro de evacuados buscando el r�dito pol�tico que les puede otorgar la miserable condici�n en que han quedado los damnificados. Sin embrago, encuentran repudio y cr�ticas a su gobierno.
La ruptura que implica la salida represiva contra el pueblo, el ocultamiento de informaci�n sobre las victimas y el intento de cooptaci�n de la ayuda humanitaria por parte de los punteros "progresistas gubernamentales", no tiene vuelta atr�s. Es una ruptura definitiva que marca una crisis entre "ellos y nosotros" como se escucha decir a los vecinos organizados en los barrios.
Pacto para reprimir las luchas
La primera ofrenda a este pacto conspirativo fue el levantamiento del paro docente.
Baradel declar� que las razones para solidarizarse con Scioli "son m�s que obvias", encontrando de esta manera, en medio de esta situaci�n excepcional, una excusa gigante para entregar la lucha.
Pero �cu�ntos son los docentes que lo perdieron todo en estas inundaciones y cu�ntos de ellos tendr�n que reconstruir su vida en medio de descuentos y salarios congelados?
Baradel ha decidido que los docentes resignen su lucha en funci�n de una calamidad cuyos responsables son los mismos que ajustan los sueldos de los trabajadores de la educaci�n. �Acaso los reclamos docentes, para Baradel, no son parte de los reclamos que hoy realiza el pueblo platense?
El Frente Gremial ha acordado con el sciolismo que los maestros deben estar exceptuados del reclamo popular y que es necesario "suspender" las medidas de fuerza (no en La Plata donde de hecho la mayor�a de las escuelas no funcionan) sino en toda la provincia para no colocarse al margen de la sociedad.
Baradel y Petroccini han decidido que los trabajadores del magisterio abandonen su posici�n de huelguistas, que reclaman por un mejor nivel de vida, para volverse servidores de los responsables de esta desolaci�n.
El docente que se inund�, que perdi� todo, que falleci�, seg�n Baradel, debe volverse un servidor p�blico al servicio de un gobierno que confisca su salario. Puede verse que el "m�s que obvio" de la burocracia celeste, demuestra de la misma forma (obvia) que la pol�tica de los sindicatos gira sobre s� misma, al no tener en cuenta la situaci�n de las bases, de lo profundo, de lo calamitoso por lo que pasan los propios trabajadores.
La ideolog�a de la burocracia se enrolla con la del poder, actuando como punteros de los responsables de las calamidades que sacuden al pueblo. Eso es lo �nico "m�s que obvio".
Nota: sospechosamente el servicio de Internet en amplias zonas de La Plata est� cortado desde el mismo martes tr�gico.