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Las páginas de los grandes diarios, los espacios radiales y los canales de televisión ya comenzaron a anunciar las ventajas de la llegada del día del niño. Invitan a consumir para que las chicas y los chicos sean felices. Festejan la vida que no se toman el trabajo de imaginar. No les interesa. Las pibas y los pibes son objetos de consumo, no sujetos de derechos.

Se viene el día del niño en la Argentina de la asignación universal por hijo y la imagen de Evita en el billete de cien pesos.

Pero los chicos no son una buena noticia.

No tienen un buen presente.

Allí están las informaciones de las últimas horas.

Dicen los mismos diarios, repiten los mismos canales de televisión y remarcan las radios más escuchadas donde comienzan a atronar los avisos para celebrar consumir el día del niño: "El mismo día en que enterraron a los tres chicos ahogados, encontraron el cuerpo del nene de 19 meses secuestrado con su madre. El hijo de un año y siete meses de una mujer china, que había sido secuestrada y liberada en Liniers, fue encontrado asesinado en Rafael Castillo. En tanto, los investigadores del caso del chico de seis años hijo de un comerciante, que apareció decapitado y con las manos cortadas, estimaron que estuvo con vida dos días en cautiverio. Su padre, en tanto, había aparecido descuartizado", apuntan las noticias.

En menos de cuarenta y ocho horas, cinco chiquitos murieron como consecuencia de las distintas caretas que adquiere la ferocidad del sistema en la Argentina crepuscular del tercer milenio.

La muerte de los chicos empieza a repetirse sin que muchos resulten conmovidos.

La guerra contra los pibes ya no parece levantar polvaredas de indignación.

Herodes multiplicados vagan entre nosotros.

Ni siquiera florece la rebeldía de las palabras.

Alguien que insista en que los pibes tienen que vivir, que son sagrados como querían los pueblos originarios que existieron en estos arrabales del mundo cuando todavía no se había pronunciado la palabra Argentina.

Hasta parece más importante destacar que el bebé de 19 meses fue ultimado por un ajuste de cuentas dentro de la llamada mafia china que advertir la urgencia de recuperar valores propios que alguna vez fueron constitutivos de la identidad de las mayorías: con los pibes no porque en estos sitios los únicos privilegiados son ellos.

"…voceros del Ministerio de Seguridad de la Nación indicaron que la Policía Federal está sobre la pista de los asesinos, quienes habrían matado al pequeño en el marco de un ajuste de cuentas por dinero en el que estaría involucrado el padre del chico. Este es el segundo niño que aparece asesinado en las últimas 48 horas en la provincia de Buenos Aires. El viernes fue encontrado decapitado y con las manos cortadas, en el partido de Moreno, un nene de 6 años que había sido capturado junto a su padre, hallado descuartizado el martes, de lo que se informa por separado", apuntan las noticias como si se tratara de cosas y no de chiquitos y chiquitas.

Apenas las voces de los familiares desesperados de los tres chiquitos ahogados en una pileta de Moreno. Eran Sebastián Dos Santos tenía seis años; Axel Luna, cuatro años; Leonardo, cuatro años; murieron ahogados en una pileta en Moreno.

-Los nenes no pasaron solos, me los mataron, me los tiraron en la pileta para que esto quede en la nada - dijo llorando Zulma, la abuela de los hermanos. "Y si bien los vecinos aseguraban que una mujer petisa y morocha se los había llevado por la fuerza, hasta ahora nadie pudo dar testimonio ni hubo detenciones", dicen las crónicas.

Cinco chiquitos muertos y algunos asesinados con alevosía es el prólogo de un nuevo día del niño que se anuncia feliz y multicolor en los avisos publicitarios. En la Argentina del tercer milenio el mejor regalo para los pibes será recuperar la vergüenza y la indignación que provoca naturalizar la guerra contra los chicos. Si no, definitivamente, la sensación es que los mayores de edad hacen rato dejamos de existir como seres humanos.

Fuentes de datos:

Diarios "Página/12", "Clarín", "La Nación", de los días 27, 28 y 29 de julio de 2012.