El Procurador Penitenciario Nacional, Francisco Mugnolo, aseguró en los estudios de RADIO CIUDAD, que la Unidad Penitenciaria N°7 de Resistencia continúa siendo una de las más violentas del Sistema Penitenciario Nacional. Afirmó que la misma se encuentra superpoblada y con falta de personal. Además señaló que en el caso del interno que falleció la semana pasada en esa unidad, hay indicios fuertes de que sufrió violencia física previo a su deceso.

Consultado sobre un informe realizado en 2010, en donde se afirmaba que la U-7 era la cárcel "más violenta", en referencia al maltrato y vejaciones que sufren los internos por parte del personal penitenciario, Mugnolo señaló que esta situación no se ha modificado en la actualidad. Es más: consideró que se ha empeorado.

"La violencia es una constante de esta unidad. Desde entonces no hemos tenido resultados diferentes para decir que después del seguimiento de 2010 al presente la situación de la unidad se ha mejorado", afirmó Mugnolo.

"Creo que en algunos aspectos se ha empeorado porque no se han tomado las medidas que se tenían que haber tomado de manera administrativa. Es una unidad que está sobrepoblada, que le falta personal y hay personal que hace mucho tiempo que está cumpliendo las funciones de requisas, que son pesadas y violentas, y esto va generando una situación de estrés laboral muy importante", indicó.

"Si tengo que afirmar si encontramos una evaluación diferente de aquella época, diría que no. Hoy por hoy la U7 es la unidad donde hay recurrentemente más casos de violencia del resto de las unidades federales", destacó Mugnolo.

El Procurador comentó que viajó hasta el nordeste del país para interiorizarse sobre el caso de Maximiliano Duarte, de 28 años, interno de la U-7 que murió en circunstancias poco claras. Según las primeras denuncias, Duarte habría tenido una mala intervención quirúrgica en el hospital Perrando, por un lavaje de estómago, situación de salud que se le habría agravado tras sufrir una golpiza por parte de agentes penitenciarios.

"Ha habido una práctica hospitalaria que naturalmente recién están llegando los primeros datos de la autopsia. Estuvimos con el fiscal (federal, Patricio Sabadini) quien nos mostró el expediente donde están las primeras pruebas fundamentales, el legajo médico, la historia clínica. En realidad todavía las primeras certezas se están produciendo en este momento", afirmó.

"Hay una sospecha de que no se operó con la diligencia que se debía operar y tal vez también de que se haya incurrido en una práctica de demora, que llega muy tarde en la asistencia médica. En una segunda asistencia en el hospital se le vuelve a hacer una práctica quirúrgica y aparece que fue objeto de prácticas de violencia. No podemos afirmarlo, pero sí tenemos elementos de que hubo prácticas de violencia física sobre esta persona", afirmó