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Argentina, la lucha continua....

Impuesto al salario y techo a las asignaciones

Fernando Schpoliansky

ACTA

Respecto del Impuesto a las ganancias, la controversia se da con la 4ª categoría, impuesto que afecta a los asalariados registrados. Allí se abren dos debates distintos.

Por un lado están aquellos que sostienen que el salario de los trabajadores en relación de dependencia no es una ganancia, y por lo tanto que no debe existir el tributo en sí mismo (Postura de la CTA que ha impulsado su ilegalidad) y quienes, sin cuestionar de fondo su aplicación, pugnan por una elevación del mínimo a partir del cual cada trabajador empieza a tributar.

Debido al impacto de la inflación de los últimos años y de la suba de las escalas salariales de los trabajadores en relación de dependencia, que intentan sin éxito competir con ese aumento inflacionario, y por lo tanto la capacidad de compra de los salarios de los trabajadores se ve cada vez más disminuida en términos reales, es absolutamente necesario que el Gobierno tome la decisión de eliminar la aplicación del tributo a los trabajadores en relación de dependencia o bien aumente el Mínimo no Imponible del Impuesto a las Ganancias y ajuste el tope mediante el cual los trabajadores cobran las asignaciones familiares.

Repasemos la actualidad: Con un Mínimo No Imponible que crece menos que la inflación desde hace 5 años, en la actualidad se da un contrasentido frente a algunos ajustes de sueldos, ya que en algunos casos, puede implicar una disminución del ingreso, por la forma en que se impone el impuesto a las Ganancias. Actualmente el mínimo no imponible se encuentra en 5.782 pesos mensuales para el caso de los trabajadores solteros y en 7.998 pesos mensuales para los casados con dos hijos. Es decir que a partir de dichos montos los trabajadores comienzan a pagar Impuesto a las Ganancias.

La última vez que se actualizó Ganancias fue en abril de 2011. Desde esa fecha hasta ahora la inflación real supero el 30%. Se estima que actualmente hay 1.700.000 trabajadores formales alcanzados por el impuesto, y este número aumenta cada año, en virtud de que no se ha actualizado el mínimo no imponible. A esto habría que sumarle los jubilados que también son pasibles de la retención de Ganancias por sus haberes jubilatorios. En los últimos cuatro años, se duplicó el número de trabajadores alcanzados por este tributo.

Como consecuencia de la falta de ajuste, este año otros 350.000 trabajadores que hasta ahora no estaban alcanzados por el impuesto pasarán a pagar Ganancias. Y el otro 1,7 millón, que ya estaban alcanzados, pasarán a pagar mucho más, ya que recordemos que el Impuesto a las Ganancias es un impuesto cuya alícuota sube a medida que sube la ganancia neta.

El mismo efecto se hará sentir sobre unos 40.000 jubilados que desde marzo pasado empezaron a pagar el impuesto a las Ganancias que antes no pagaban y otros 200.000 que estaban pagando y pasaran a tributar más. La discusión en los últimos meses giró en torno de lograr que el mínimo no imponible aumente en el orden del 20%, sin embargo, esa medida no alcanza. La inflación 2012, según los cálculos privados, superaría holgadamente el 25% y los principales gremios están cerrando acuerdos paritarios con nuevas escalas salariales con incrementos que van del 20 al 30 por ciento, inclusive en algunos casos aún más.

En este contexto, la ecuación no cierra. Como resultado de la falta de actualización, una parte importante de los aumentos salariales, en lugar de ir al trabajador va directamente a las arcas de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Por ejemplo, un incremento salarial que oscile entre el 20% y el 24%, puede significar que el trabajador resigne o pierda 4 puntos o más de sus ingresos. Y en el año esa apropiación de ingresos por parte del Fisco puede representar un aguinaldo entero o más. Otro perjuicio más para los trabajadores: En principio hay que decir que resulta inaceptable la discriminación que se hace entre los montos de las asignaciones del ámbito nacional y las que perciben los trabajadores del sector público provincial y municipal.

En el ámbito Nacional, ha pasado ya más de un año del último aumento de la Asignación por Hijo hasta los 270 pesos, sin haber novedades en este año 2012. También paso más de un año de los nuevos topes para el cobro de las asignaciones familiares, una medida muy reclamada por los gremios pero que no tuvo eco alguno en el Gobierno. El tope actual es de $ 5.200.-

La Asignación por hijo ha aumentado más de un 20% el año pasado hasta llegar a los 270 pesos por niño. Si bien el aumento fue importante en su momento, el tema de la inflación del año 2012 hace que ese valor ya quede chico en comparación de las subidas de los precios de los alimentos y servicios. Otro punto a tener en cuenta es el tema de los topes para el cobro de las Asignaciones Familiares, que rigen para aquellos trabajadores en relación de dependencia que aportan al sistema de Asignaciones Familiares pero que, al ganar más que esa suma, no pueden cobrar lo que les corresponde.

De esta manera, el aumento de la Asignación Familiar por Hijo tiene un efecto acotado sobre la mayoría de los trabajadores que aportan pero no reciben la contraprestación. Si tenemos en cuenta que las escalas salariales, por efecto de la inflación, están sufriendo incrementos del orden de entre el 20% y el 35% anual, significa que los trabajadores cada vez ganan más, superando el tope establecido para la percepción de las asignaciones familiares, por lo cual se genera la situación que el universo de trabajadores que perciben las Asignaciones Familiares se reduce año tras año.

Por otra parte: ¿quién puede decir, hoy en día, que las personas que ganen más de 5.200 pesos no necesitan esos 270 pesos mensuales (por poner un ejemplo, la asignación familiar por hijo)? Realmente, este es un tema que tiene que tratar el Gobierno y darle una urgente solución, eliminando estos topes impuestos hace varios años. Todo lo anteriormente expuesto tiene una consecuencia: frente a aumentos de sueldos, los trabajadores pueden perder más de lo que ganan, por dos razones: dejan de percibir las asignaciones familiares (no solo la de hijo, sino de nacimiento, prenatal, etc.), y a su vez tributan más al fisco en concepto de Impuesto a las ganancias por el bajo importe del Mínimo No Imponible.

Fernando Schpoliansky es Secretario de Formación de CTA Neuquén.

Fuente: lafogata.org