Argentina, la
lucha continua....
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Sin espacio para la impunidad o el silencio
Eduardo Abeleira
Una perla m�s en el collar de desatinos de
este gobierno que se denomina nacional y popular. Es de tal magnitud el relato
construido a partir de esa denominaci�n y tan grande la cooptaci�n de aquellos
hipercr�ticos de ayer, revenidos en tenues protestones de "algunas cosas que se
hacen mal", anteponiendo la excusa, siempre vigente, de la imposibilidad de
hacer todo ya, que logra la perpetuaci�n de lo repudiado en la verba inflamada
de tanto nuevo patriota y viejo izquierdista.
A lo sumo reconocen que es necesario "profundizar el modelo" como la panacea a activar desestimando que el modelo quiz�s, con lo que sucede, se est� profundizando.
Las advertencias y denuncias sobre esta tragedia anunciada fueron numerosas, pero seguro… estaban dichas por las personas equivocadas que no se daban cuenta que llevaban agua al molino de la derecha destituyente (?). La vieja porquer�a de lavar los trapos sucios en casa, de barrer bajo la alfombra sigue conservando en estos pla�ideros voceros una vigencia antihist�rica.
Si la nueva madre argentina, como les gusta pintar en algunas paredes, alza la voz, se�ala con el dedo o rezonga a los malos, eso es un nuevo dogma asumido con facilidad tel�rica por el viejo aparato justicialista, apto tanto para una cosa como para otra totalmente diferente.
De Menem al Kirchnerismo el reciclado es igual pero menos sano que el de la basura. Quienes ayer nom�s fueron voceros de la privatizaci�n hoy son adalides de las virtudes estatales.
El "roba pero hacen" sigue conservando, tambi�n, total vigencia. Individuos repudiados por el sentido com�n de cualquier ciudadano de a pie, mantiene una impunidad manifiesta y conserva los cargos en el aparato. A lo sumo se lo destina a una tarea menos visible, por supuesto que con un sueldo siempre suculento.
Los desastres de la megaminer�a, la extinci�n del autoabastecimiento de petr�leo, el estado ruinoso de los trenes, la inmoralidad de la deuda externa argentina que se sigue pagando religiosamente, el desarrollo del pa�s sojero, el nepotismo y la corrupci�n y la puesta en escena de actuaciones que merecer�an alg�n Mart�n Fierro especial, son hoy, escenarios habituales del presente argentino.
E insistimos, no es que jam�s se haya advertido sobre estos problemas estructurales de la pol�tica y econom�a argentina sino que cunde la indiferencia, los negocios, la inoperancia y tambi�n la intolerancia para reconocer y asumir errores garrafales. La cohorte de alcahuetes y beneficiaros que rodea a los m�ximos responsables, colaboran, como siempre en el mundo de los pr�ncipes, a jam�s decir que est� desnudo.
Pero la construcci�n de sentido es muy poderosa, tanto que actuar de manera cr�tica, as� sea tenuemente, determina r�pidamente la excomulgaci�n de tal atrevimiento y el castigo correspondiente a tama�a herej�a.
L a intemperie pol�tica no es bien vista por quienes apuestan a un capitalismo sano (?), pujante, que empuje hacia la riqueza empresarial que har� que la copa desborde y llegue a los sectores m�s desprotegidos.
Cincuenta muertos y m�s de setecientos heridos transforman a este accidente en el "Cromagnon" ferroviario que quiz�s tenga la posibilidad de generar medidas largamente solicitadas y eternamente olvidadas en un oxidado rinc�n donde descansan m�quinas obsoletas, puertas que no cierran y frenos destruidos.
El pensar en las vidas truncadas, el saber que 50 es un n�mero que no refleja ni remotamente el dolor que crece para siempre en familias destrozadas, las mutilaciones consiguientes, hace que la indignaci�n y el reclamo de justicia sea algo que amerite alguna respuesta decente del poder pol�tico y judicial.
No puede haber lugar ni a la impunidad ni al silencio.
No es un accidente, repiten las voces que llevan dentro de si simplemente el sentido com�n. Las posteriores declaraciones del Secretario de Transporte de la Naci�n demuestran, una vez m�s que contin�a siendo el menos com�n de los sentidos.
"Vamos a hallar los responsables", declama en tono apesadumbrado dicho funcionario. Uno de los responsables lo tiene bien a mano, solo falta un espejo que devuelva la imagen cuya lengua har�a mucho mejor en mantener lejos de los micr�fonos. "En d�a feriado no hubiese tenido tal gravedad el accidente", dice, agregando desatino tras desatino, en un alarde de poco recato.
Y culmina este dislate ret�rico casi culpabilizando al pasajero que llegando a la estaci�n se amontona en los primeros vagones para demorar menos el paso por los molinetes.
Por parte del Estado, estas declaraciones y el mirar hacia el costado en el control y regulaci�n de la concesi�n son, seguramente, algo muy parecido a un delito. Desde 2008, sendas denuncias de la Auditor�a de la Naci�n han sido desconocidas.
Paradojas del destino, un Estado que hasta se vanagloria de ocuparse del Futbol para Todos y ahora del automovilismo, que participa, Moreno mediante, en cuanta cosa se le ponga adelante, marca una fenomenal ausencia en donde deber�a tener presencia constante y rigurosa. El transporte y la seguridad de los pasajeros, laburantes sacrificados (nunca mejor utilizado tal adjetivo) que viajan en condiciones deplorables, no ha merecido hasta el momento nada m�s que la indiferencia o el benepl�cito silencioso ante los negocios privados.
Sin embargo, los amanuenses de siempre buscan la responsabilidad en otras manos que no gozan de los favores del gobierno de turno. Hasta se escuch� decir a un delirante panelista que parte de la culpa la tiene el premio laboral por llegar a horario que deriva en el amontonamiento de los pasajeros. De terror.
�Qu� ha sucedido para que luego del paso arrollador de este gobierno en las recientes elecciones nacionales donde cosech� el 54 % de los votos, todo se vaya desarrollando con tanta rapidez y tan tr�gicamente?
Aprobaci�n de la ley antiterrorista donde cualquiera de nosotros puede resultar encuadrado ante la vaguedad de su articulado y que de hecho ya ha sido utilizada en la represi�n contra quienes luchan contra la megaminer�a en el norte de nuestro pa�s, apaleamiento y dura represi�n a quienes reclaman una pensi�n y reconocimiento por su participaci�n en la guerra del a�o 1982 por Malvinas y el comienzo de un sinceramiento econ�mico que perjudicar�, seguramente, a los de siempre.
Proyecto X y Gendarmer�a utilizando las viejas ma�as de la inteligencia del poder que redunda, siempre, en represiones futuras, son otra perla m�s de este pesado collar gubernamental.
Quita de subsidios que va a resultar en un ajuste o suba… perd�n, se llama sinton�a fina en el lenguaje gubernamental, de un 300 % en la tarifa de servicios.
Boletas de luz que en febrero pagan $ 92, resultar�n de un monto superior a $ 320 en abril. La misma "sinton�a fina" se presume que ocurrir� en las boletas de gas y agua.
Miles de millones de d�lares destinados a la compra de petr�leo en un pa�s, que hasta hace muy poco, se autoabastec�a del mismo hacen sospechar el porque del fin de los subsidios.
El cambalache discepoliano del siglo XX se ha trasladado a este naciente siglo XXI y las palabras se manipulan tanto como las estad�sticas de un INDEC (Instituto Nacional de Estad�sticas y Censos) mentiroso e incre�ble.
Siempre m�s y SUBE quiz�s no sean una consigna y una tarjeta de transporte sino un �ndice inflacionario encubierto.
Es cierto, algunos miran el medio vaso vac�o y otros el medio vaso lleno.
Juro que por m�s que lo intento no logro encontrar en la tragedia anunciada de Plaza Once apa�ada por la desidia, la inoperancia, el af�n de lucro y el desprecio a la vida humana la parte del vaso medio lleno.