Argentina, la
lucha continua....
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Bolet�n Informativo de CORREPI
CORREPI
Urgente: Amenazan a testigo del asesinato de Mariano Ferreyra / Campana: pueblo chico, infierno azul / Polic�a Internacional. Naciones Unidas para reprimir / Jueces y Fiscales: Impunidad para el servicio Mart�nez, c�rcel a los trabajadores / La fiesta de la represi�n / Represi�n en Espa�a y piedra libre a los polic�as griegos.
Urgente: Amenazan a testigo del asesinato de Mariano Ferreyra
Jos� "Cacho" Andino, militante del Movimiento Teresa Rodr�guez, que debe comparecer ante el TOC 21 el jueves pr�ximo para contar lo que vio el 20 de octubre de 2010, cuando integraba la columna de manifestantes de distintas organizaciones que marchaban en apoyo de los trabajadores tercerizados del Ferrocarril Roca, fue amenazado hoy por dos sujetos en Florencio Varela.
El compa�ero hab�a ido al centro por un tr�mite, y volvi� en el colectivo que habitualmente toma. Al bajarse, pas� frente a dos hombres que estaban a bordo de una moto roja. Lo llamaron por su apellido, y, cuando Cacho se dio vuelta, uno se le puso delante, el otro atr�s, y lo empujaron a un callej�n. "Tenemos que hablar con vos, no nos mir�s" lo amenazaron, mientras lo apretaban.
"�Piquetero hijo de puta! �Ni tu madre te va a reconocer si segu�s hablando!", dijo uno, "�Qui�n carajo te dijo que viste un escopeta?", agreg� el otro. En ese momento, Cacho comprendi� de qu� se trataba: como lo relat� en su primera declaraci�n a d�as del asesinato de Mariano, y como lo repiti� hace unos d�as en una entrevista para la Revista Veintitr�s, el d�a que mataron a Mariano �l vio dos hombres armados, uno con un arma corta y otro con algo que parec�a una escopeta recortada. "Al de atr�s ni lo pude ver", cont� Cacho a CORREPI, "pero el otro, ten�a una pinta de milico...". Nada que pueda sorprender, con los v�nculos que ya se han puesto en evidencia, en el juicio, entre la polic�a, la barra de Favale y hombres de la Lista Verde de Pedraza.
Ma�ana a primera hora, el compa�ero radicar� la denuncia ante la fiscal�a de Florencio Varela, y el jueves, como est� previsto, se presentar� a declarar. CORREPI responzabiliza al gobierno nacional y al gobierno provincial por cualquier nuevo episodio que pudiera afectarlo.
Campana: pueblo chico, infierno azul
El 21 de mayo de 2011, Juan Emanuel "Juane" Aguirre, de 25 a�os, fue levantado por un patrullero de la comisar�a 1� de Campana en la puerta de su casa. Pocas horas despu�s, su familia fue notificada de que se hab�a suicidado en una celda con su propia remera. Desde entonces, su madre y sus hermanos se enfrentan a una batalla desigual por la reivindicaci�n de Juane y el castigo a sus asesinos, enfrent�ndose a las amenazas policiales y al encubrimiento judicial.
Los Aguirre son del Barrio Las Campanas, un barrio perif�rico del municipio bonaerense de Campana. El caso de Juane tom� relevancia a nivel local gracias a la difusi�n que le brindan los compa�eros del espacio culturalLa Pachamama y de organizaciones sociales de la zona, comprometidos con el reclamo de la familia que se ha convertido, a su vez, en un referente de lucha para los vecinos.
El viernes 21 de septiembre desapareci� de este barrio V�ctor Hugo Alegre, un pibe de 20 a�os. Apareci� muerto en Villa Adelina el s�bado 22 a las 6 de la ma�ana como NN. Los padres dieron con �l el martes 25. En el inter�n, pegaron carteles, se contactaron con los Aguirre porque sospecharon desde un principio que se lo hab�a llevado la polic�a, se movieron por todos lados busc�ndolo y organizaron un corte de ruta que no lleg� a concretarse porque fue cuando los notificaron de la aparici�n del cuerpo.
Sospechan que lo tiraron en Villa Adelina porque el barrio Las Campanas se encuentra movilizado a partir de la lucha de la familia Aguirre. Despu�s de Juane, desaparecieron tres pibes en Campana, que luego ser�an encontrados muertos sin que la fiscal�a indagara sobre la autor�a de los asesinatos. En mayo de este a�o, Agust�n Herrero de 17 a�os, estuvo desaparecido. Su cuerpo apareci� tirado a un costado de la ruta 9, Km 71,5, con un disparo en la cabeza y otro en el pecho. En junio, Ricardo "Richard" Casta�eda, de 19 a�os, estuvo desaparecido durante 20 d�as. Su cuerpo fue encontrado en un descampado. Se encontraba en una fosa de 6 metros de profundidad, con un nivel de dos metros de agua. El tercero fue V�ctor Hugo Alegre.
A estas desapariciones y asesinatos impunes se suma el accionar cotidiano de la polic�a en los barrios pobres de Campana. Levantan a los j�venes de la calle, los golpean, los torturan, los amenazan. Tienen la modalidad de llevar a los chicos al hospital para constatar heridas, y luego molerlos a golpes incluso dentro del mismo hospital. Nadie quiere denunciar porque tienen miedo a las represalias. Hace poco tiempo sali� a la luz la denuncia de una chica que fue levantada junto a dos amigos en la calle, y que fueron torturados en la comisar�a 1�. Esta chica result� ser hija de un funcionario de la municipalidad, y por eso el caso se visibiliz�. Todos los bur�cratas salieron en los medios campanenses desgarr�ndose las vestiduras y haciendo mea culpa por la "torpeza" cometida por sus torturadores con recibo de sueldo. No hicieron mea culpa, en cambio, a la hora de archivar la causa por el asesinato de Juane esta semana.
El pasado jueves 27 de septiembre, Juan Aguirre, hermano de Juane, sali� en auto junto a otro hermano para ir a buscar su camioneta a un taller mec�nico. En el camino, los cruzaron dos patrulleros que los observaron detenidamente y los identificaron. Momentos despu�s, un tercer patrullero los intercept�. Con arma en mano, el comisario de la comisar�a 1� de Campana, Marcelo P�ez, hizo bajar a Juan del auto, lo apunt� y lo amenaz� "�As� que a vos te gusta hacer denuncias?" Varios testigos presenciaron la escena. Al retirarse, les dijo que se dejaran de joder "o te voy a armar una causa por droga". Inmediatamente, Juan se contact� con los compa�eros de CORREPI y organizaciones de la zona, quienes lo asesoramos para realizar la denuncia. Nos mantenemos en estado de alerta por la integridad f�sica del compa�ero.
Polic�a Internacional. Naciones Unidas para reprimir
Entre el 18 y el 21 de septiembre, se desarroll� en Buenos Aires, el "2� Encuentro Regional Sobre el Marco Orientativo Estrat�gico para la Polic�a Internacional de la ONU" en el que se analizaron las pautas de seguridad para las operaciones de paz.
Es importante tener en cuenta que en esta cuesti�n nos encontramos con un eufemismo detr�s de otro. En primer lugar, la polic�a internacional de la ONU (UNPOL, por sus siglas en ingl�s), no es m�s que una fuerza conformada por las fuerzas armadas de las diferentes naciones, bajo un mando unificado, el Consejo de Seguridad de la ONU. En segundo lugar, las operaciones de paz, en realidad, son invasiones militares de esas fuerzas armadas, para la pacificaci�n de los pueblos invadidos y la imposici�n, por la fuerza, de autoridades genuflexas al imperialismo. Es lo que ha ocurrido con Hait�, por ejemplo, con la MINUSTAH, aunque no es el �nico territorio invadido (tambi�n est�n Timor, Darfur, entre otros). Tampoco se debe olvidar que muchos conflictos internos son fogueados por el imperialismo para imponer sus intereses (como ocurre con la guerra por el colt�n, como ocurre en Siria o en Libia) y como forma de legitimar su posterior intervenci�n.
En Buenos Aires se reunieron representantes de las fuerzas represivas regionales (EEUU, Chile, M�xico, Colombia, Brasil, entre otros). La fuerza anfitriona fue la Gendarmer�a Nacional.
Este encuentro forma parte de una iniciativa del Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz de la ONU. Se llev� a cabo en el Hotel Melli� y finaliz� con una visita al Centro de Capacitaci�n para Operaciones de Paz (CENCAOPAZ) de Gendarmer�a Nacional Argentina.
La principal finalidad de la Polic�a Internacional al llegar a un pa�s invadido (al que denominan "hu�sped") es pacificar el escenario post-conflicto y reconstruir una polic�a nacional para asegurar la represi�n interna sin intervenci�n de las Naciones Unidas. Entre las principales preocupaciones de los participantes, fue la unificaci�n de la doctrina de las diferentes fuerzas, para que cada vez act�en en forma m�s coordinada y unificada.
Es as� que el Gobierno de los Derechos Humanos usa a la Gendarmer�a Nacional, para que se forme junto a otras fuerzas, en la represi�n de situaciones de conflicto social agudo, para contribuir a la reconstrucci�n de la hegemon�a del estado capitalista, en aqu�llos lugares en que �sta se vea cuestionada. Se trata de la misma fuerza que despliega en todos los barrios del conurbano (Operativo Centinela), en los trenes, y en los barrios pobres del Sur de la Ciudad (Operativo Cintur�n Sur), para ejercer el control social sobre el pueblo pobre. Sea con el clientelismo, para cooptar, o con la represi�n, para controlar, nadie manda una fuerza "pacificadora" (disciplinadora deber�an decir) si no hubiera nada que pacificar.
Jueces y Fiscales: Impunidad para el servicio Mart�nez, c�rcel a los trabajadores
A pesar de la comprobaci�n, a trav�s de los listados oficiales, de la pertenencia del bur�crata de la construcci�n, Gerardo Mart�nez, al Batall�n 601 de Inteligencia, durante la dictadura, y de las numerosas pruebas que presentaron los trabajadores del SITRAIC, junto a las organizaciones que los acompa�amos, denunciando su responsabilidad por la desaparici�n de trabajadores de la construcci�n por las fuerzas represivas, el Juez Ariel Lijo hizo lugar al pedido del fiscal Jorge Di Lello y archiv� la causa.
El juez, que s�lo acept� citar a un testigo ... fallecido en 1995, cumpli� la orden del gobierno, expresada en un informe del entonces secretario de DDHH de la Naci�n, Eduardo Luis Duhalde. El funcionario, en su momento, present� un informe que desligaba a Mart�nez de la responsabilidad por la desaparici�n de varios obreros de la UOCRA durante la dictadura. No pod�a esperarse otra cosa del gobierno, m�s que defender, a capa y espada, a una de las figuras que impulsaron como recambio de Moyano para la CGT.
En los informes p�blicos, a partir de la apertura de los archivos del 601, claramente del legajo de Gerardo Mart�nez se puede concluir su trabajo para los servicios de inteligencia, teniendo �ste, sin lugar a dudas, consecuencias concretas. Mart�nez fue presentado en julio de 1981 e ingres� como Personal Civil de Inteligencia (PCI) bajo el apodo de "Gabriel Antonio Mansilla", con la categor�a C3 IN 14 y con "horario completo". Mart�nez jur� brindar "lealtad y fidelidad" al organismo de inteligencia el 18 de enero de 1982 en Campo de Mayo. Su especialidad fue agente de reuni�n en el �mbito gremial. Los "PCI" enviaban informaci�n al Batall�n 601, que luego analizaban, clasificaban y redistribu�an para convertirla en "objetivos" o "blancos" sobre los que actuaban los grupos operativos."
No corren la misma suerte que el bur�crata Gerardo Mart�nez, los trabajadores que a diario luchan por mejorar sus condiciones laborales y as� deben enfrentar, no s�lo a la patronal y la burocracia sindical, sino tambi�n al estado con su aparato represivo y judicial al servicio de la clase dominante.
El Fiscal Federal de Tres de Febrero, Paulo Starc, pidi� a la C�mara Federal de Apelaciones de San Mart�n la prisi�n preventiva de Javier Hermosilla, delegado de Kraft y del trabajador de la misma firma, Oscar Coria, despedido tras la lucha de 2009, ambos militantes del Partido de Trabajadores Socialistas (PTS). No caben dudas que la persecuci�n est� destinada a quienes desarrollan una tarea sindical antiburocr�tica y se organizan pol�ticamente contra el sistema.
No puede verse con mayor claridad al servicio de qu� intereses se encuentra el poder judicial y el gobierno.
La fiesta de la represi�n
El primer viernes de �ste mes, se desarrollaba, dentro de una iglesia evang�lica del barrio Villa Rosas, Bah�a Blanca, una fiesta a la que llegaron m�s de 200 j�venes de entre 13 y 22 a�os.
La fiesta podr�a haber sido una m�s si no fuera porque fue interrumpida por 20 patrulleros de la comisar�a de la zona. Parece que los polic�as tambi�n quer�an su fiesta, y esto consiste en entrar disparando balas de goma a mansalva a cualquiera que est� enfrente.
�ste fue el accionar policial frente a toda la juventud. A las balas de goma y los golpes, se deben sumar m�s de 60 detenidos, entre ellos 27 menores, todos ellos golpeados por la polic�a durante el traslado y la detenci�n.
Los menores de edad estuvieron detenidos hasta las nueve de la ma�ana del otro d�a, y a todos se les neg� la posibilidad de ver a sus padres, quienes eran mantenidos en la vereda. Una de las mujeres que ten�a detenida a su hija dentro de la comisar�a, cuando quiso entrar fue arrastrada de los pelos y llevada a un calabozo.
Esta vez, la excusa para la represi�n, fue una supuesta pelea entre bandas que nunca se comprob�.
A todos se les imput� da�os, lesiones, atentado y resistencia a la autoridad. Uno de esos "combos" tan �tiles, y siempre avalados por los jueces, cuando hay que justificar que un preso est� todo machucado.
La polic�a no deja de cumplir su funci�n, que es la de reprimir, tanto a las organizaciones de trabajadores, como a los pibes en los barrios.
Ya sea con gatillo f�cil, razzias, tortura, persecuci�n o represi�n directa a movilizaciones, el objetivo es siempre el mismo, disciplinar al pueblo trabajador, organizado o no, para frenar la organizaci�n popular.
Represi�n en Espa�a y piedra libre a los polic�as griegos
El 25 de septiembre, en el marco de las protestas constantes que se suceden en Espa�a, miles de personas marcharon hasta en congreso espa�ol en repudio a las pol�ticas de ajuste llevadas adelante por el gobierno de Rajoy.
Tres marchas, desde las plazas Puerta del Sol, Cibeles y Neptuno, confluyeron de manera simult�nea frente a la c�mara baja del congreso para encontrarse con un fuerte operativo integrado por m�s de mil polic�as. La fuerza del Estado no se hizo esperar y descarg� las balas y los palos contra los manifestantes.
El Estado espa�ol, en medio de los graves efectos de la crisis mundial, intenta (como siempre) hacer que los costos del sistema de los ricos, los paguen los pobres. Pero el pueblo ofrece resistencia. Las marchas no terminaron, sino que se incrementaron, ahora tambi�n para repudiar la represi�n.
Mientras tanto, en Grecia, esta semana las fuerzas de seguridad mostraron que saben muy bien que su papel es primordial para sostener el sistema de explotaci�n, y que lo piensan hacer valer. Ante el anuncio de posibles ajustes en su sueldo, la Federaci�n de Sindicatos de Polic�as de Grecia amenaz� al gobierno con negarse a reprimir las frecuentes protestas de trabajadores.
No se trata -como seguramente se entusiasmar� alg�n distra�do- de que se nieguen a reprimir por "solidaridad de clase". Todo lo contrario. Son desclasados que, aunque cobren un sueldo por vender su fuerza de trabajo, tienen tan claro que su rol es disciplinar al pueblo trabajador, y que esa misi�n es estrat�gica para los poderosos, que los extorsionan con dejar de hacerlo para conservar sus privilegios.