Argentina, la
lucha continua....
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Fresas y cereales
Silvana Melo
APE
Un pibe de Lugano, de la Villa 21, del Puente Bosch, a orillita misma del Riachuelo, puede desayunar fresas con cereales, comenzar el d�a con m�s energ�a y saltar con est�tica publicitaria el cerro de basura que es su esquina. La m�nima parcela en la que respira plomo y lixiviados t�xicos es parte de la Ciudad Aut�noma de Buenos Aires. La capital brillante del pa�s, el ombligo de estas tierras, all� donde dios abre sus oficinas de lunes a viernes de 9 a 17 y apaga su movistar cuando cae el sol, cuando el fr�o, el desamparo y los fantasmas se adue�an de todos los espacios y hay que meterse en casa. Con cartones tapando las grietas para que no entre el aire ni el futuro que no promete ser amigo ni compa�ero.
Los ni�os que asoman por los pasillos de las villas, a los que les duele la panza de los arrabales, tienen en el Consejo de Derechos de los Ni�os de la Ciudad Aut�noma de Buenos Aires un espacio amigo que les aconseja qu� comer y c�mo. Porque, todos saben, la nutrici�n en los primeros a�os marca a fuego el desarrollo f�sico e intelectual. Y si el sue�o es saltar de las v�as de la Carcova a ser un crack en el beisbol o el kickball, incorporar zanahorias beb� en el almuerzo o dos ramitas de broccoli en la cena y reemplazar la leche con "una raja de queso cheddar", ayuda. En lugar del exceso de polenta o de fideos con salsa de tomate, que suele ser el terco men� de la gente que abre las puertas de su casa y respira el aire marr�n del puerto infectado.
Es que el Gobierno de la Ciudad, desde su sitio web, despliega su pol�tica nutricional infantil desde la mirada de sus due�os ocasionales. Mauricio Macri puede lanzar su campa�a electoral parado con una ni�a morena sobre tres tablas en un basural. Pero su medio natural es otro. Se explica entonces la p�gina del Consejo a la que, hasta el viernes, se acced�a en www.buenosaires.gob.ar/veoveo. Dos d�as despu�s desapareci� de la web oficial. Es que se hab�a descubierto que el Consejo de los Derechos de los Ni�os, Ni�as y Adolescentes, presidido por Beatriz Orlowski, estaba parado sobre una torre de estupidez en el mejor de los casos o de perpetrada intenci�n en el peor. Es decir, ignorando como parte de su pol�tica de estado, que unos 30 mil ni�os de 0 a 5 a�os viven en capital en situaci�n de pobreza e indigencia, con los derechos brutalmente vulnerados. Invisibiliz�ndolos a los ojos de la infraestructura estatal. Veoveo, que desapareci� de Google 48 horas despu�s de su presentaci�n estelar, aconsejaba: "Puedes tener un alimento favorito, pero lo mejor es comer variado. Si comes diferentes alimentos, es m�s probable que ingieras los nutrientes que tu cuerpo necesita. Prueba nuevos alimentos y vuelve a los que no comes desde hace tiempo. Algunos alimentos, como las verduras de hojas verdes, resultan m�s agradables a medida que creces. Aspira a comer cinco porciones de frutas y vegetales por d�a: dos frutas y tres vegetales". Los ni�os de las barriadas populares, los que chuequean las villas descalzos, no comen frutas ni verduras por una terquedad cultural de alimentaci�n berreta, eso est� claro.
Ser� por eso que las fuerzas vivas, solidarias y caritativas de la ciudad -encabezadas por Juan Carr, siempre potencial candidato a acompa�ar a Mauricio en su cruzada por la salvaci�n de la Argentina- suelen elevar Torres del Hambre Cero que muerden el cielo con paquetes de polenta, harina y arroz. Ni fruta, ni vegetales, ni cereales, ni fresas ni zanahorias min�sculas ni queso cheddar.
"Bebe agua y leche a menudo", aconsejaba sabiamente la ef�mera p�gina web que se embandera por los derechos de la infancia vulnerada. "Cuando est�s realmente sediento, nada sacia m�s la sed que el agua fr�a. Existe un motivo por el cual la cafeter�a de tu escuela ofrece cartones de leche. Los ni�os necesitan calcio para desarrollar huesos fuertes, y la leche es una fuente excelente de calcio". Tambi�n es una quimera para miles de ni�os de la Ciudad. Tan inalcanzable como el agua fr�a y potable que nunca aparece en las canillas, que hay que viajar a buscarla cuadras y cuadras o que trae el cami�n cisterna mucho m�s de vez en cuando que lo esperado.
Un portal de infancia descubri�, adem�s, que Veoveo no era m�s que una reproducci�n -pura t�cnica copy&paste- de Kidshealth, la web de consejos y servicios de Pediatr�a de la Empresa "NEMOURS - A Children's Health System"… es decir una prestataria de Servicios Privados de Salud de los Estados Unidos.
La extinta Veoveo ser� para siempre -a pesar de su vida de mosquito- un emblema del macrismo en su cimiento ideol�gico. La ciudad es un brillante recorte para pocos. Se gobierna para los ni�os que aportar�n al futuro planificado y no para aquellos que, desde los bordes, amenazar�n todo el tiempo -con sus tornillos de herrumbre- la claridad del engranaje.
Por eso, all� por febrero, el subsecretario de Inversiones del Gobierno de la Ciudad, Carlos Pirovano, propuso vender la educaci�n p�blica. "�Y si asumimos que la educaci�n p�blica est� muerta y con esa plata le pagamos a los chicos una escuela privada? Le regalamos las escuelas p�blicas a los maestros que dejar�an de ser empleados p�blicos y podr�an ser empresarios. Dejar�an de discutir por el salario y se preocupar�an por brindar una buena educaci�n y recibir el cheque del gobierno".
Ni Pirovano ni Veoveo son desatinos ni burradas de oscuros funcionarios inoperantes. Son mosaicos de muestra de una estructura ideol�gica exclusiva y exclusora. Que sue�a con peque�os grupos de privilegio que dise�en un futuro blanco, tranquilo y con pocos. Sin el fastidio escandaloso y morocho de la gente en la calle, sucia de hambre y libertad. A la derecha de las oficinas de dios. Que apaga el movistar cuando anochece y el desamparo asoma brutal, como un monstruo en la ochava.