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Argentina, la lucha continua....

Entrevista a Atilio Bor�n, ex-secretario del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales

"Los que quieren profundizar el modelo, �se refieren a esta f�brica de desigualdad?"

 

 

Carlos Saglul

Argenpress

Ex secretario del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, Atilio Boron recibi� en Cuba el Premio Internacional de la UNESCO Jos� Mart� 2009 por su infatigable contribuci�n a la unidad e integraci�n de los pa�ses de Am�rica Latina y el Caribe. Es profesor de Teor�a Pol�tica de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Cient�ficas y T�cnicas (CONICET).

Se desempe�a como director del Programa Latinoamericano de Educaci�n a Distancia en Ciencias Sociales (PLED) del Centro Cultural de la Cooperaci�n "Floreal Gorini". Tambi�n es miembro del Comit� Cient�fico del Programa de Investigaci�n Comparada sobre la Pobreza (CROP), que tiene su sede en Bergen (Noruega).

A trav�s de sus art�culos en diversos medios del continente, sus apariciones en la televisi�n de Cuba, Venezuela y todo el continente, Boron se transform� en un referente de amplios sectores, fundamentalmente juveniles, que lo siguen a trav�s de sus blogs, sus direcciones en facebook y se comunican con �l a trav�s de los miles de correos electr�nicos que recibe cada d�a. Defensor del reformismo a la manera de Rosa Luxemburgo, al que sabe diferenciar de lo que denomina "modernizaci�n conservadora", Boron dio pie a una verdadera pol�mica cuando se pregunt�, �de qu� hablan quienes propician profundizar este modelo?

Humanizar al capitalismo parece cosa dif�cil si uno mira alrededor. De cualquier manera, si se analizan el discurso del oficialismo pareciera que "el modelo" es eso. �Qu� es para usted "el modelo"?

Humanizar al capitalismo es m�s dif�cil que hallar la cuadratura del c�rculo. Un sistema econ�mico y social que se construye a partir de la consideraci�n de hombres, mujeres y naturaleza como simples mercanc�as capaces de producir m�s riqueza es absolutamente imposible de humanizar. Por otra parte, quienes hablan de "profundizar el modelo", �quieren "profundizar" tambi�n la Ley de Entidades Financieras de Videla y Mart�nez de Hoz; o la Carta Org�nica (ultraneoliberal) del Banco Central perge�ada por Domingo Cavallo, o la escandalosamente regresiva estructura tributaria que recauda impuestos a las "ganancias" entre los asalariados o castiga con un IVA brutal a los consumidores de bajos recursos mientras exime de imposiciones tributarias a la renta financiera o a la transferencia de activos de sociedades an�nimas mientras subsidia a las grandes empresas y a los consumidores adinerados? �Quieren profundizar los efectos de esta incontenible f�brica de pobreza que es el "modelo" y la irritante desigualdad econ�mica pese a elevad�simas tasas de crecimiento econ�mico; o el trabajo "en negro" que afecta al 40 % de los trabajadores, incluso dentro del propio sector p�blico; o la indiferencia ante los reclamos en contra de la miner�a a cielo abierto (�y su escandalosa regal�a del 3 % a boca de mina!), por la preservaci�n de los glaciares y los bosques nativos, o por la devoluci�n de las tierras a los pueblos originarios (caso Qom, en estos d�as)? �De verdad quieren profundizar todo esto, porque esto es el "modelo"?

De lo que se trata no es de profundizar el modelo sino de cambiarlo de una buena vez, sin arrojar por la borda todo lo actuado, preservando algunos aciertos (a�n cuando insuficientes, como la asignaci�n universal por hijo y la extensi�n de los beneficios jubilatorios) pero avanzando aceleradamente en una nueva direcci�n congruente con los imperativos de justicia y equidad sin los cuales cualquier democracia se convierte en una farsa y deviene en una plutocracia disfrazada.

�Cu�l es la l�nea que separa al reformismo de un sistema que, a la postre, no afecta la matriz neoliberal, por el contrario trata de perpetuarla maquillando sus efectos?

Yo creo que el reformismo es una pol�tica anticapitalista. Si algo se llama por ese nombre y fortalece al capitalismo, lo eficientiza o lo hace m�s digerible para las masas eso no es reformismo sino una modernizaci�n conservadora. No olvidar que como lo manifestara Rosa Luxemburgo tantas veces, hay un lazo entre reformas sociales y revoluci�n. Lo que ocurre es que a las modernizaciones conservadoras se las llama reformistas, pero eso es un error. Las revoluciones no son acontecimientos que ocurren de la noche a la ma�ana. Suelen casi invariablemente comenzar como un proceso de reformas que, al calor de la lucha de clases, se radicaliza hasta desembocar en una verdadera revoluci�n. El Movimiento 26 de Julio en Cuba sigui� exactamente esa trayectoria. Y la revoluci�n socialista en Rusia comenz� como un programa claramente reformista: "pan, tierra, paz", que nada ten�a que ver con el socialismo. Pero puso en marcha un proceso dial�ctico que luego no se pudo detener y que culmin� en la creaci�n del primer Estado Obrero en la historia de la humanidad, m�s all� de las deformaciones que, lamentablemente, frustrar�an su destino hist�rico en las d�cadas sucesivas.    

Un dirigente social del interior nos preguntaba d�as atr�s: "Los desocupados que reciben dos mil pesos por construir viviendas, los uniforman y deben ir puntualmente a todos los actos de la organizaci�n pol�tica que les dio trabajo y de esa forma dejan de figurar para el Ministerio de Trabajo como desocupados, �dejaron de ser pobres? �O son nuevos pobres? �C�mo lo caracteriza usted?

Siguen siendo pobres, y para colmo, atrapados en una red clientel�stica que impide su emancipaci�n econ�mica y social. Su ocupaci�n actual es inestable y transitoria. Para atacar el problema de ra�z tendr�an que ser capacitados en las nuevas tecnolog�as que hoy imperan en el mundo de la producci�n y, por otro lado, formular y ejecutar un plan nacional de desarrollo en donde a partir del papel rector del Estado se establezcan prioridades en materia de inversi�n con miras puestas en la creaci�n de empleos. No debe olvidarse que la din�mica propia del capitalismo actual tiende a la expulsi�n de la fuerza de trabajo. Si por el capital fuera una parte apreciable de la poblaci�n mundial ser�a redundante, y la �nica pol�tica social v�lida ser�a practicar la "eutanasia de los pobres". Por lo tanto, si el Estado no interviene con m�ltiples pol�ticas activas, y lo hace eficientemente, esta tendencia profunda del capitalismo har� que se perpet�en la desocupaci�n y la pobreza.

UNASUR y el ALBA son complementarios pero diferentes, especialmente cuando se habla de estrategia. �Cu�les son para usted los puntos en com�n de los dos l�deres de los bloques Brasil y Venezuela?

Brasil todav�a no se piensa como un l�der de un bloque regional sino que lo hace en t�rminos exclusivamente nacionales, procurando afianzar su propia proyecci�n en Am�rica Latina y, en la medida de lo posible, en la arena internacional. Ni Lula ni Dilma parecen dispuestos a hacer lo que todo l�der debe hacer: sacrificar en parte sus intereses ego�stas para, a cambio, beneficiarse con la conducci�n de un bloque de pa�ses que potenciar�a la gravitaci�n internacional de Brasil y de Am�rica del Sur. Para esto se requiere una clara visi�n estrat�gica global y Brasil no la tiene. Por eso, por ejemplo, se niega a renegociar el leonino convenio brasile�o-paraguayo de la represa de Itaip� (pese a un leve retoque hecho por Lula en los momentos finales de su mandato) o impone absurdas restricciones a la exportaci�n uruguaya de arroz al Brasil (�puede Uruguay exportar tanto arroz como para provocar esa reacci�n?). Venezuela, bajo el liderazgo de Ch�vez, tiene una visi�n acertada de la inserci�n de Am�rica Latina en el sistema mundial pero carece de las formidables potencialidades que tiene Brasil. Por eso el ingreso de Venezuela al Mercosur podr�a acercarnos a la s�ntesis que hace tanto tiempo estamos necesitando: la potencia y el empuje brasile�os y la clarividencia estrat�gica de Ch�vez. Este, a diferencia de Brasil, no se equivoca en lo esencial: la caracterizaci�n del imperio y el papel de Am�rica Latina.

Venezuela tiene petr�leo y seg�n los norteamericanos tambi�n un "dictador". Si no hay descontento popular real, c�maras y unos pocos extras logran milagros en estos tiempos. �Hay riesgo de un desembarco militar estadounidense directo en el continente?

Es una opci�n que Washington tiene en carpeta. Van a esperar la evoluci�n de la enfermedad de Ch�vez y el veredicto popular en las pr�ximas elecciones del 2012. Pero si ambas cosas se mueven en una direcci�n contraria a los intereses norteamericanos: si Ch�vez se cura del c�ncer y gana las elecciones una aventura militar como la perpetrada en estos d�as en Libia no deber�a ser descartada. De hecho David Cameron, el premier brit�nico, dijo recientemente que esa operaci�n podr�a ser el modelo de futuras intervenciones militares destinadas a construir un mundo m�s seguro y confiable. Por eso la satanizaci�n de Ch�vez, acusado miserablemente de ser un protector de terroristas y narcotraficantes por el propio Departamento de Estado en sus informes anuales, debe ser entendida como el primer paso –preparatorio de la opini�n p�blica- de una eventual operaci�n militar destinada a remover por la fuerza el principal obst�culo que Estados Unidos encuentra en la regi�n a la hora de recuperar su p�rdida ascendencia.

Ir�n, Afganist�n, Libia. La debilidad del capitalismo no calma su voracidad por el petr�leo y el expansionismo militar. Menos poder econ�mico, m�s impunidad, �es contradictorio?

No es contradictorio en absoluto. De hecho, la impunidad es requerida por -y refuerza al- poder econ�mico. A medida que la gravitaci�n econ�mica de Estados Unidos se fue debilitando el proceso de militarizaci�n de la pol�tica exterior y el creciente control autoritario dentro del pa�s (denunciado por infinidad de grupos y asociaciones norteamericanas preocupadas por esta involuci�n en materia de derechos civiles y libertades fundamentales, especialmente luego del 11-S) creci� inconteniblemente. El presupuesto militar de Estados Unidos, que hace apenas quince a�os equival�a al de los doce pa�ses que le segu�an en ese rubro, hoy equivale al de la totalidad de las naciones del planeta. Se lleg� a niveles monstruosos, porque al considerar todos los componentes del gasto militar (incluyendo la Administraci�n de Veteranos, que se encarga de la atenci�n m�dica y rehabilitaci�n de los heridos) y los proyectos de "reconstrucci�n" de zonas destruidas por el poder militar yanky estamos hablando de una cifra que supera al mill�n de millones de d�lares, algo considerado como una barrera infranqueable apenas cinco a�os atr�s. En otras palabras: se pretende contrarrestar la declinaci�n econ�mica con un fenomenal fortalecimiento del poder�o militar. Eso puede funcionar hasta cierto punto pero, �por cu�nto tiempo?

El rol de Moreno Ocampo

En un momento de la entrevista le recordamos a Atilio Boron que durante el siglo pasado, una revista de actualidad tra�a la secci�n "Argentinos que triunfan por el mundo". Y le apuntamos que de existir en estos d�as lo hubiera incluido al doctor Luis Moreno Ocampo quien ha tenido un papel activo en el Tribunal Penal Internacional.

�Opina lo mismo?

Si, muy activo. Ahora quiere abrir una investigaci�n sobre Kadafi y sus cr�menes de guerra y sus violaciones a los derechos humanos. Pero habr� que ver si tiene la integridad moral y las agallas para hacer lo propio con los socios, c�mplices y part�cipes necesarios de los cr�menes de Gadafi: George W. Bush y Tony Blair, tal cual surge de los documentos hallados en varias oficinas abandonadas del gobierno de Gadafi. Esos gobernantes conoc�an muy bien las atrocidades que comet�a el l�der libio y le enviaban prisioneros sospechosos de actividades terroristas para que los torturaran en Libia para arrancarles informaciones en su cruzada antiterrorista. Espero que Moreno Ocampo act�e en consecuencia e incluya en su investigaci�n el siniestro papel de estos otros criminales, a quienes la prensa presenta como grandes defensores de la democracia, la libertad y los derechos humanos.

Fuente: http://www.argenpress.info/2011/11/argentina-entrevista-atilio-boron-los.html

Art�culo publicado en el Peri�dico de la CTA N� 81, correspondiente al mes de octubre de 2011.

Fuente: lafogata.org

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