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Argentina: La lucha continúa

Progresismo judicial por la "sindicalización" policial

CORREPI

¿Es apenas una casualidad que la expresión pretendidamente más progresista del ámbito judicial coincida con las aspiraciones de la familia policial?

En un reciente reportaje en el diario LA NACION el cortesano Juez Zaffaroni abogó por la sindicalización policial.

El argumento es casi pueril: "Padecen un orden militarizado que nadie sabe explicar porqué" (textual) y "ese orden militar impide la sindicalización y con ello se prohíben las peticiones colectivas, es decir se les prohíbe discutir horizontalmente las condiciones de trabajo". Paralelamente, el supremo sostuvo que es necesario acabar con la "autonomía" policial pues "se ha constituido en un factor de riesgo en todo el mundo y en nuestro país", poniendo como ejemplo las matanzas de Puente Pueyrredón y los acontecimientos de Diciembre de 2001...

Atribuir a la ausencia de sindicalización el mal desempeño de los policías ejerciendo el disciplinamiento social y a la presunta autonomía institucional, los homicidios de militantes populares, es, en principio, una simplificación inadmisible.

Pero, al reparar que quien lo expresa representa a uno de los tres poderes responsables del estado al que pertenece la institución policial, corresponde adjudicarle la hipocresía con la que intentan subestimar nuestra capacidad de asombro.

La sindicalización es propia de los trabajadores y el policía NO INTEGRA LA CLASE. Por más que sea verdad que pueda provenir de ella, lo cierto es que la naturaleza de su función lo coloca por fuera. Disciplinar a la clase trabajadora, constituirse en el brazo ejecutor del control social del estado, es el "trabajo" al que se refiere el Dr. Zaffaroni, que, de paso, puede encontrar allí una buena explicación a su militarización.

Hay quienes -compartiendo criterio con el juez- abogan por esa sindicalización con el argumento de que ella contribuirá a diluir el esquema absolutamente represivo en que la función se inscribe (el juez lo llama servicio civil) y que se presenta a veces como resistida por los altos mandos de la institución, pero lo que parece convincente no siempre es convincente.

De hecho, en el país existen diversas expresiones policiales a favor de la "sindicalización" y todas -sin excepción- plantean como ineludible reivindicación "la necesaria defensa de los compañeros injustamente perseguidos o enredados en bretes judiciales por cumplir con su obligación". En otras palabras, al lado de la reivindicación salarial corre, en un mismo nivel de reclamo, el blanqueo definitivo de la impunidad que vienen gozando en innumerables casos de gatillo fácil y torturas seguidas de muerte, a la luz de recientes y escandalosos fallos judiciales que tienen a los familiares de CORREPI (entre otros) revictimizados.

No perderán jamás su rol represivo, por el contrario, la sindicalización les reforzará ese accionar.
Ni una palabra ha dicho al respecto Zaffaroni, ni una palabra siquiera los 300 policías jubilados y cesantes que, en la misma semana, en Tucumán, levantaron la necesidad de su sindicalización "porque ganan poco y nadie los defiende".

No sólo reprimen, además mienten: ahí está la corporación judicial que los asiste con los fallos y con los reportajes.  

Fuente: lafogata.org