El Ciudadano
Redaccion Rosario

Al compás de las versiones sobre el interés del grupo italiano Fiat de comprar o asociarse a las plantas que la General Motors (GM) posee en Argentina y Brasil, los trabajadores de la filial de la automotriz radicada en Alvear denuncian "presiones" de la patronal y "despidos encubiertos".

Si bien los empleados aseguran que la crisis financiera internacional no golpeó a la producción de la planta local, o por lo menos no tiene punto de comparación con el agudo proceso de ajuste que encarna la casa matriz de Estados Unidos, directivos de GM Argentina "se niegan a reincorporar a cuarenta operarios suspendidos frente a un altísimo ausentismo de personal a raíz de diferentes lesiones por trabajo forzado", indicó Fernando Villalba, delegado de la planta de Alvear. Smata negocia y pelea por la reincorporación de estos trabajadores mecánicos.

"El ritmo de la producción no desciende pese a las 200 bajas que tenemos por compañeros lesionados debido a las exigencias patronales. Nos hacen hacer horas extras, que encima las quieren hacer pasar como horas de trabajo que los empleados les debemos a la empresa", sostuvo Villalba. "Además, GM le paga a una consultora privada que «invita» a los trabajadores a anotarse en listas de espera para un nuevo trabajo. La condición para que registrarse en esa lista, bajo la promesa de conseguir pronto un empleo, es aceptar la desvinculación de General Motors", reveló el delegado sindical.

A fines del año pasado, efecto jazz mediante, GM Argentina presentó su plan de ajuste que puso en práctica con un régimen de suspensiones y reducciones salariales que afectó a unos doscientos operarios de la planta industrial de Alvear, donde hoy trabajan 1.900 personas. Después del procedimiento de crisis, poco más de 150 trabajadores aceptaron el retiro de la empresa a cambio de una jugosa indemnización. Todavía quedan cuarenta operarios efectivos en condición de suspendidos, acuerdo que rige hasta diciembre próximo. Estos empleados perciben el 65 por ciento de sus salarios, esto es alrededor de 1.800 pesos, y no están obligados a presentarse en la planta.

Marcelo Barros, secretario general de Smata, sindicato que representa a los trabajadores mecánicos, confió que existen negociaciones con representantes de la empresa por la reincorporación de los empleados en cuestión. "Estamos pidiendo que se reinserten estos compañeros que todavía están afuera. En los próximos meses General Motors va a presentar un nuevo modelo de auto y necesita mano de obra. Que mejor que la gente que ya tiene experiencia", dijo Barros.

En relación a la supuesta venta de GM Argentina a Fiat, Barros indicó que hasta donde ellos conocen la intención de la automotriz italiana es adquirir acciones de las plantas de GM en Alvear y en Brasil. "No hay comunicación oficial todavía, veremos que sucede", dijo el titular de Smata Rosario.

General Motors Argentina se prepara para lanzar en agosto próximo un prototipo a nivel mundial conocido como proyecto Viva. El emprendimiento entusiasma a los operarios de la planta de Alvear en su pelea por conservar los puestos laborales, sin olvidarse, claro, de su lucha por aumento salariales. Voceros locales de la automotriz que fabrica autos de la marca Chevrolet hablan de un futuro próspero, con escasa pérdida de venta al menos en el mercado interno, a diferencia de lo que ocurre en otras sucursales del mundo, donde la multinacional cerró sus puertas a causa del descalabro financiero capitalista con el saldo de miles de trabajadores en la calle.

"El nivel de producción no se detiene. Estamos trabajando al límite. En esos 71 días que vivimos de conflicto, la empresa pagó los sueldos pero nos endeudó, y ahora quiere que hagamos horas extras que serían descontadas de un banco de horas que fuimos acumulando en pleno conflicto. Nosotros exigimos la reincorporación urgente de los compañeros que están afuera, acá no hay excusas de crisis", consideró Villalba.