Argentina, la
lucha continua....
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El poder de los delegados o los "responsables" de las derrotas
Manolo Romano/Ruth Werner
Los Kirchner que llegaron al poder vali�ndose de una situaci�n excepcional donde
millones reclamaban "que se vayan todos", pretenden imponer, en su decadencia,
una Reforma Pol�tica restauracionista del viejo r�gimen bipartidista. Los
opositores solo discuten un problema de oportunidad, pero acuerdan con
fortalecer a los grandes partidos patronales e impedir el surgimiento de fuerzas
pol�ticas que los desaf�en.
En tanto, el esp�ritu de lucha que abri� Kraft tiene ya otras manifestaciones en
la clase trabajadora. La m�s importante, como mostramos en estas p�ginas, es que
los gremios docentes van al paro y ganan las calles en los principales centros
urbanos del pa�s y vuelven a poner el reclamo salarial en la agenda. Pero adem�s
est� presente la emergencia del "sindicalismo de base". En C�rdoba los docentes
autoconvocados y la mayor�a de los 600 delegados de escuela se enfrentan a la
conducci�n burocr�tica del gremio, af�n al kirchnerismo, que acepta la
conciliaci�n obligatoria dictada por el propio patr�n de todos los estatales de
la provincia, el Estado del gobernador Schiaretti que atraviesa una importante
crisis pol�tica. Al cierre de esta edici�n, el cuerpo de delegados votado por
los trabajadores del Subte iba a un nuevo paro por el reconocimiento de su
sindicato, independiente de la burocracia sindical de la UTA.
El poder de los delegados de base o los "responsables" de las derrotas
La lucha de Kraft ha puesto de manifiesto que est� abierta una pelea estrat�gica
por una nueva direcci�n del movimiento obrero. "En las principales c�maras
empresarias como en la propia CGT admiten que tras el fallo de la Corte se
consolid� un movimiento "hormiga" de irrupci�n de comisiones internas y cuerpos
de delegados en las que conviven diferentes expresiones ideol�gicas y sociales y
un �nico denominador com�n: el profundo cuestionamiento a la representaci�n
hegem�nica de los sindicatos tradicionales". As� se�ala el diario de De Narv�ez,
El Cronista Comercial, seg�n un informe que circula entre los gerentes de
f�bricas.
Por eso, Cristina Kirchner volvi� a dar "c�tedra" sobre los dirigentes
sindicales con "responsabilidad social". "Lo importante no es armar un conflicto
sino saber c�mo se sale y c�mo se soluciona el problema porque si no siempre el
pato lo terminan pagando los trabajadores". Lo dijo nada menos que en la Planta
de General Motors de Gral. Alvear, en la que el verano pasado, los dirigentes
del SMATA y el Ministerio de Trabajo de Tomada pactaron suspensiones con rebaja
salarial y despidos para contratados y de los luchadores que se opon�an al
acuerdo de la burocracia sindical con la empresa. Mientras los trabajadores
perd�an, la multinacional norteamericana se llev� un pr�stamo a tasas
subsidiadas de 70 millones de d�lares. "Fue plata bien invertida", dijo la
presidenta al presentar el nuevo modelo de GM. A su lado los gerentes festejaban
que "este mes fue el de mayor cantidad de producci�n en lo que va del a�o". Esta
es la recuperaci�n de la que hablan los industriales y el "plan anticrisis" de
los Kirchner. Subsidios del Estado para las empresas que paga el pueblo pobre
con impuestos regresivos y tarifazos, para mejorar "la productividad del
trabajo", producir lo mismo o m�s con menos trabajadores. Sin duda, un producto
de la derrota pactada por los dirigentes "responsables" del SMATA contra la
resistencia obrera en la gran automotriz.
Por eso ven peligrosa la lucha de Kraft que revirti� esta tendencia. Y en
especial, porque si el crecimiento "hormiga" de los cuerpos de delegados, como
lo llaman los gerentes de las patronales, se extiende ser�a una amenaza para el
87% de los establecimientos privados que no tienen delegados, y donde millones
de trabajadores est�n a merced del despotismo de los capitalistas.
Esa "normalidad" es la que no logran reestablecer en la planta de Pacheco, a
pesar de la trampa de la "paz social" del Ministerio de Trabajo y las elecciones
que ahora organiza el propio Daer con m�todos fraudulentos. El combativo ejemplo
de lucha de Kraft plantea que el primer eslab�n de un programa de acci�n para
que la crisis no la paguen los trabajadores es la elecci�n de delegados con
plenos derechos sindicales en todos los lugares de trabajo, la democracia fabril
contra la dictadura del capital en las empresas.
Un programa de acci�n para pelear en los sindicatos
La elecci�n de delegados en cada lugar de trabajo empezar�a por restablecer la
unidad que han roto las patronales y el Estado arrojando a la mitad de la clase
obrera al empleo precario, en negro y por fuera de todo derecho a la
organizaci�n sindical. Los autoconvocados de la Salud de Tucum�n, en sus casi
seis meses de lucha, levantaron como una bandera el pase a planta de los
precarizados, desenmascarado que el Estado es el principal empleador en negro
con miles trabajando bajo la modalidad de los "contratos basura". Fue la lucha
del cuerpo de delegados del Subte lo que permiti� incorporar al mismo convenio,
con igual salario a igual trabajo, a cientos de trabajadores tercerizados en
convenios inferiores, que la direcci�n de la UTA le permit�a a los Roggio. La
pelea por terminar con el trabajo en negro y precario pasando a un mismo
convenio a todos los trabajadores, empieza por otorgar plenos derechos
sindicales para los trabajadores contratados en las comisiones internas y
cuerpos de delegados.
La lucha de los docentes volvi� a poner en el centro la cuesti�n salarial,
cuando los sueldos siguen atados a los topes fijados en paritarias que ya
quedaron caducas ante el avance de la inflaci�n. Hoy una familia obrera
necesita, como m�nimo para vivir, $4.300. Tres de cada cuatro trabajadores cobra
menos que esta canasta familiar. Desde las asambleas de base hay que exigir que
se reabran las paritarias con delegados electos en la base y romper el pacto de
la CGT y la CTA con el gobierno, para imponer en los gremios un plan de lucha
por un salario m�nimo equivalente a la canasta familiar, la escala m�vil que
habilite el reajuste autom�tico de los salarios seg�n inflaci�n real y el 82%
m�vil para jubilados y pensionados.
La prohibici�n de los despidos de ninguna manera vendr� de la mano de los
Kirchner o de la oposici�n parlamentaria que se negar�n a ponerle un l�mite a la
arbitrariedad patronal. En las ramas donde las patronales declaran crisis, hay
que oponer el reparto de las horas trabajo entre todos los trabajadores a los
despidos, las suspensiones y la rebaja salarial. En las industrias donde haya
"recuperaci�n", tambi�n es el reparto de las horas de trabajo lo que permitir�a
reincorporar a todos los que hayan sido despedidos y ponerle un freno a los
ritmos de explotaci�n.
Para los empresarios los desempleados merecen la "contenci�n" de las migajas de
la asistencia estatal, los $200 por hijo, que proponen Elisa Carri� y la UCR.
Una medida funcional a los capitalistas, para mantener un ej�rcito de reserva de
desempleados que condiciona permanentemente hacia la baja el salario de los
trabajadores ocupados. Mientras los sindicatos bajo estas direcciones
burocr�ticas permiten los despidos y excluyen de sus organizaciones a los
desocupados y trabajadores en negro, los movimientos sociales aliados a los
Kirchner aceptan los planes oficiales que prometen crear 100.000 puestos de
trabajo precario (cuando los datos truchos del INDEK hablan de 1.800.000
desempleados). Nuevos trabajadores precarios con bajo sueldo. Por eso no es lo
mismo la unidad de ocupados y desocupados, que la alianza entre las direcciones
de la CGT de Moyano con D�El�a y P�rsico; o Yasky de la CTA con Milagro Salas de
Jujuy. Los cuerpos de delegados y comisiones internas si se coordinan entre
distintas f�bricas y con los movimientos de desocupados pueden dar una respuesta
al drama de la desocupaci�n, pelendo en com�n por el trabajo para todos. Como
reclaman los movimientos de desocupados, los sindicatos tienen que exigir en lo
inmediato un seguro de desempleo de $2.000 por mes hasta tanto vuelva a la
producci�n y luchar por un verdadero Plan de Obras P�blicas que apunte a cubrir
las necesidades sociales de vivienda e infraestructura con trabajadores bajo
convenio y un salario equivalente a la canasta familiar, financiado con los
fondos que van a la deuda externa y con impuestos a las grandes fortunas.
La cacareada recuperaci�n de la econom�a no solo se dar� sobre una base m�s
estrecha del empleo sino que incluye crisis en algunas ramas con cierres y
despidos en masa. Los trabajadores de la autopartista Mahle de Rosario son un
ejemplo de resistencia con m�s de 6 meses de lucha defendiendo la fuente de
trabajo ante las promesas incumplidas de los gobiernos de Binner y Kirchner. Si
los patrones se niegan a reabrir con todos sus trabajadores adentro, hay que
seguir el ejemplo de los ceramistas de Zanon: ocupaci�n y puesta bajo gesti�n
obrera y luchar por la nacionalizaci�n sin pago.
Fortalecer la corriente de delegados clasistas
Sin extender la naciente tendencia a la organizaci�n de base al conjunto del
movimiento obrero y formar una s�lida corriente que de la pelea por un programa
para que la crisis la paguen los capitalistas, no ser� efectiva la lucha por la
recuperaci�n de los sindicatos y por ganarle la direcci�n a una burocracia que,
justamente, se basa en la expulsi�n de millones de trabajadores de las
organizaciones sindicales. La corriente lanzada por los dirigentes de Zanon y el
Sindicato Ceramista de Neuqu�n, junto al ala clasista de los delegados de Kraft,
del Subte y de decenas de gremios y empresas se ha puesto en marcha para dar una
pelea al interior de los sindicatos de la CGT y la CTA por una nueva direcci�n
del movimiento obrero. Esta corriente ha surgido con un clara bandera de
independencia de clase: contra los proyectos pol�ticos de la burocracia sindical
que atan a las organizaciones obreras al gobierno, al peronismo o a distintas
variantes de los partidos patronales y la centroizquierda, se propone la
construcci�n de su propia herramienta pol�tica de los trabajadores.