Medio Oriente - Asia - Africa
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C�mo los blancos ricos han causado la muerte de cinco millones
de negros
Rep�blica Democr�tica del Congo
Glen Ford
Black Agenda Report
�Cu�ntos millones de congoleses deben morir para ilustrar un juego de ordenador?
Nadie lo sabe, pero ya han sido masacrados cinco millones en la mayor
explotaci�n minera de la historia de este planeta. Las empresas mineras m�s
conocidas y los mayores magnates del mundo son c�mplices directos de este
genocidio que dura ya diez a�os en �frica Central, donde el caos es
deliberadamente impuesto como una cortina de humo para encubrir la salida de
contrabando fuera del pa�s de miles de millones de d�lares en minerales.
Los funcionarios del gobierno local, peque�os pero avariciosos jugadores en este
sistem�tico saqueo de su propio pa�s, no tienen ni idea sobre qu� compa��as
tienen en la actualidad contratos para hacer negocios en el Congo. Cuando miles
de millones pueden ser extra�dos batiendo la tierra por medio de mano de obra
esclava, las leyes dejan de existir.
Cinco millones de congoleses han muerto alrededor de los �ltimos diez a�os con
el fin de hacer a los multimillonarios m�s ricos a�n. S� existiera algo parecido
a una justicia internacional, este holocausto en la Rep�blica Democr�tica del
Congo habr�a producido el ahorcamiento p�blico de cientos de los hombre m�s
ricos del mundo, y hubiera sido merecidamente. Si las leyes de Nuremberg que
enviaron a la horca a diez nazis, por cr�menes contra la humanidad y la paz,
hubieran sido aplicadas en el Congo, podr�amos encontrar f�cilmente los nombres
de los acusados en las columnas de la prensa financiera internacional, los
hombres m�s ricos del planeta. Estos hombres han conspirado para asesinar a
millones de personas, de tal modo que hubiera guerra constante en �frica
Central, pero ninguna ley para evitar el robo de las grandes industrias parece
concebible.
El llamado gobierno del Congo est� s�lo ahora encontrando tiempo para empezar un
estudio sobre qu� compa��as est�n extrayendo qu� minerales y d�nde a lo largo
del pa�s. Desde que las m�ltiples invasiones del Congo empezaron hace una
d�cada, grandes corporaciones como De Beers, BHP Billiton, Anglogold, y
el gigante estadounidense Freeport-McMoran han causado cinco millones de
muertos, de forma que pudieran usar el caos para encubrir el saqueo de miles de
millones de d�lares en metales preciosos. Estas compa��as mineras tienen todas
ellas sus propios ej�rcitos privados para defender los bienes que roban, o para
unirse con los ej�rcitos de los pa�ses aliados de EEUU como Ruanda y Uganda, con
el fin de crear zonas sin ley y de "roba todo lo que puedas llevarte". Es
acertado decir que el holocausto en el Congo en un crimen colectivo de las
compa��as mineras europeas y americanas y de los gobiernos que las sirven. Hacer
justicia en el Congo requerir�a el encarcelamiento o ejecuci�n de muchas decenas
de miles de personas, la mayor�a hombre blancos.
Los africanos implicados, incluyendo los funcionarios congoleses, son peces
peque�os, pero ellos prosperan recogiendo las migajas de la mesa puesta con el
canibalismo sobre el pueblo del Congo. De acuerdo con la comisi�n creada para el
estudio de la miner�a en el Congo, varias facciones del gobierno evitan que
algunas compa��as paguen ninguna clase de impuestos sobre beneficios que
alcanzan el seiscientos por ciento. No est� claro ni siquiera qui�n tiene un
contrato para hacer negocios en el Congo. Ninguna de las quimeras del oro de la
historia moderna guarda alguna similitud con la violencia del capitalismo
industrial batiendo la tierra en busca de coltan, diamantes o casiterita. El
n�mero de muertos en el Congo supera ya el de los asesinados en los campos de
trabajos forzados de los nazis � pero ning�n hombre blanco rico y bien trajeado
ha sido castigado por ello.
El Congo es una prueba de que las naciones que dicen ser los pa�ses civilizados
del mundo son, en realidad, lo contrario, ellos son los guardianes y cajeros del
infierno. Mientras que estos hombres vivan, que nadie se atreva a hablar de
moralidad como algo que no sea una hipot�tica ilusi�n. Desde luego, no existe en
ning�n lugar en el Congo.
Art�culo original
http://www.blackagendareport.com/index.php?option=com_content&task=view&id=572&Itemid=37