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Latinoamérica

Un mutismo equivocado

Dax Toscano
trocasluar@yahoo.com

Los medios al servicio del imperialismo y la oligarquía colombiana tras conocer la noticia de la muerte de Manuel Marulanda Vélez, que la hiciera pública inicialmente la revista Semana a través de una entrevista sostenida con el Ministro de Defensa y Propaganda del gobierno colombiano, Juan Manuel Santos, la misma que fue confirmada por el Secretariado de las FARC-EP,  se dieron a publicar un sinnúmero de trabajos en los cuales, desde su óptica, presentaron algunos datos sobre la vida del líder histórico de la guerrilla más antigua de América Latina y diversas opiniones sobre la figura del legendario guerrillero y su deceso. Como es obvio, no podían dejar pasar la oportunidad para acusar a Manuel Marulanda y a las FARC-EP de ser los responsables de la violencia que vive Colombia por los actos delictivos cometidos por esa organización, relacionados según falsimedia con el terrorismo y el narcotráfico.

Sin embargo hay cosas interesantes que se filtran y que no pueden ocultar estos medios expertos en la desinformación, la mentira y la tergiversación de la realidad. El periódico El Espectador publicó un artículo con el titular: "Tirofijo oía a la gente", que hace referencia a una apreciación hecha  por el ex comisionado de la paz Camilo Gómez sobre cómo era como jefe Manuel Marulanda. De igual manera en este trabajo se hace referencia a la apreciación del historiador Otto Morales que dice: "No hay duda de que Tirofijo era un campesino inteligente. Se tomaba su tiempo antes de contestar una pregunta, porque pensaba sus palabras antes de entrar a dialogar". En el artículo "El guerrillero más viejo del mundo", El Espectador da a conocer algunos episodios de la vida de quien a sus veinte años era conocido como Pedro Antonio Marín. Asimismo aparecen algunos datos en el periódico El Tiempo. Pese a todos los ataques a través de los cuales se pretende estigmatizar negativamente a Manuel Marulanda, hay ciertos elementos que permiten, si se hace una lectura detenida y reflexiva, desvirtuar lo que ellos mismos permanentemente aseveran sobre la vida del líder de las FARC-EP.

No obstante lo expuesto, el motivo de la presente reflexión no tiene por objeto hacer un análisis sobre el tratamiento que los medios colombianos han hecho sobre este acontecimiento. La crítica está dirigida ésta vez a la prensa cubana, principalmente a los periódicos Granma y Juventud Rebelde que, hasta la presente fecha, no han publicado, por lo menos en sus páginas web, a excepción de una noticia muy corta en el Granma Internacional, algún trabajo periodístico relacionado con la muerte de Manuel Marulanda, con su trayectoria revolucionaria y mucho menos un mensaje de condolencia a las FARC-EP.

El periódico Granma es el órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, por lo que se puede deducir que la decisión de mantener este mutismo proviene de allí, puesto que en la página web de esta organización política tampoco se hace mención alguna sobre lo sucedido con el líder de las FARC-EP.

Del 27 al 30 de marzo se realizó en Caracas el "Encuentro Latinoamericano vs Terrorismo Mediático" en el que se hizo una denuncia de los mecanismos de manipulación que falsimedia utiliza para criminalizar la lucha de los pueblos y sus organizaciones sociales, revolucionarias por lo que se exhortó a trabajar decididamente para hacer frente a la propaganda mediática del imperialismo yanqui y europeo, así como de las oligarquías propietarias de grandes medios de desinformación.

La dirigencia cubana ha señalado acertadamente que la batalla principal contra el imperialismo y sus serviles lacayos es la de las ideas. Fue Martí quien dejó plasmada esta enseñanza en una frase magistral: "De pensamiento es la guerra que se nos hace. Ganémosla a fuerza de pensamiento". El comunista italiano Antonio Gramsci, asesinado por el fascismo, fue uno de los teóricos marxistas más lúcidos que escribió sobre la necesidad de combatir a nuestros enemigos no sólo con las armas en el campo de batalla, sino con las ideas en el espacio cultural.  

Hay que disputarle a  la burguesía y al imperialismo la hegemonía para evitar que ellos logren imponer, cada vez con más fuerza y efectividad, a los pueblos del mundo sus concepciones ideológicas.

Si se asume una postura política que demuestra ser inconsistente con la prédica de la solidaridad y el internacionalismo revolucionario, ya sea por razones de Estado o porque se les considere políticamente correctos en la comunidad internacional, como demuestra la dirigencia y la prensa cubana con su silencio sobre la muerte de Manuel Marulanda,  se está dando armas a los enemigos de los procesos revolucionarios que no desaprovecharan cada hecho, cada espacio para continuar lanzando sus ataques contra a la insurgencia colombiana. Solo basta recordar cómo se utilizó política y mediáticamente las inoportunas e injustas declaraciones hechas por José Saramago sobre los movimientos revolucionarios en armas de Colombia.  

Provoca  malestar  que un Estado revolucionario como el cubano se preocupe más de sus relaciones diplomáticas con un gobierno fascista como el de Uribe, que con la guerrilla colombiana de las FARC-EP. Da nostalgia la época en que Fidel, el Che, "Barbaroja", ejercieron una efectiva solidaridad con los movimientos guerrilleros de América Latina y el mundo. No había temor alguno a expresar públicamente el respaldo político de Cuba a la revolución, a las guerrillas, a sus líderes históricos. La solidaridad de Cuba no sólo quedó en palabras, sino que también se expresó en hechos concretos como la ayuda militar con hombres y con armas.

El pasado 6 de marzo de 2008 en varias ciudades del mundo líderes sindicales, defensores de derechos humanos, trabajadores, estudiantes, amas de casa, niños, jóvenes, ancianos salieron a protestar contra la política criminal del gobierno del narcoparamilitar de Uribe. Lástima que en Cuba la población no haya llenado las plazas y las calles para expresar su solidaridad con el pueblo colombiano y su rechazo al fascismo uribista.  Igual prudencia mantuvo el gobierno de la Isla tras el asesinato de Raúl Reyes. Fue Fidel quien en una de sus reflexiones, llamada Sed de sangre, expresó su repudio a este crimen. Celia Hart, Ydalberto Ferrera y Juan León Ferrera firmaron una declaración condenando la política del imperialismo y de Uribe en Colombia. Salvo eso, nada más se hizo y se dijo. Lástima, la voz de Cuba y su pueblo siempre llena de vigor y aliento a la lucha de los pueblos, dándole además una fuerza moral combativa extraordinaria.

Ojalá el compañero Fidel, ahora que ya no tiene responsabilidad como Jefe de Estado, que está libre de esas ataduras, pudiera escribir algo sobre esto. Eso serviría de ejemplo para que periodistas destacados como Randy Alonso, Arleen Rodríguez Derivet, Rogelio Polanco, Lázaro Barredo Medina se lancen a decir algo sobre la situación que vive Colombia en los momentos actuales. Eso además de ser una demostración de solidaridad y consecuencia revolucionaria, fortalecería los lazos con los movimientos populares de América Latina que son los únicos que en forma efectiva han demostrado defender a la Revolución Cubana contra cualquier agresión del imperialismo. Asimismo, esto servirá para concienciar más a la población cubana, sobre todo a los más jóvenes, sobre el verdadero rostro de las democracias formales burguesas latinoamericanas y permitirá comprender mejor el por qué los pueblos del continente luchan por la construcción de una sociedad distinta a la capitalista.

"La mejor manera de decir es hacer", dijo Martí y Cuba y su dirigencia histórica siempre lo han demostrado.  
 
Quito, 30 de mayo de 2008

Fuente: lafogata.org