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Argentina: La lucha continúa

Biocombustibles

El Ing. Agustín Rossi, en la revista propuesta Nº 37 de Julio 2006, realiza una serie de consideraciones sobre la "conveniencia" del uso de los biocombustibles provenientes de los aceites vegetales generados por colza, girasol, palma, soja, etc. y hace previsiones de las dificultades energéticas futuras a partir de la desaparición de nuestras reservas petrolíferas.

Angel Contestí

Menciona el Ing., Rossi que el desarrollo de los biocombustibles constituye una política de Estado que da respuesta a la necesidad de contar con más recursos energéticos sin generar nuevos daños al medio ambiente.

Pregunto, no es un daño al medio ambiente lo que está pasando con la ampliación de la frontera agrícola y la sojización del país?

Qué concepto de la sustentabilidad planteaba hace dos años, el actual diputado del Frente para la Victoria con el tema de la utilización de las oleaginosas para el biodiesel y nos explicaba que para producir 600 millones de litros de biodiesel que representa el 5% del consumo nacional se necesitan 1.430.000 hectáreas de soja y que representan el 41% de la sembrada con soja en la Pcia. de Santa Fe y tan sólo un 9,9% del total de soja del país.

Ahora, yo me pregunto, que concepto de proyectos sustentables sostienen nuestros dirigentes políticos?

Sabe el Ing. Rossi que para transportar un millón de toneladas por nuestras rutas y autopistas se requieren no menos de 32.000 camiones y que esto no solamente genera mayor consumo de combustibles que ya escasean, sino que incrementa a niveles insostenibles la siniestralidad de las mismas?

A Rossi le toca defender los proyectos de agricultura y ganadería que proyectaron la sojización a niveles de desastre ecológico con la pérdida de millones de hectáreas de bosques nativos y el uso del automotor para el transporte de cargas, cuando millones de litros de combustibles pudieron ser ahorrados invirtiendo la asignación de cargas modificando la ecuación que distribuye el 80% la carga al camión y el 20% a los trenes, cuando haciéndolo a la inversa el país y sus siempre quejosos agricultores se hubieran beneficiado con fletes más económicos, y reducción de su incidencia en el costo de las cargas y alimentos, menor polución ambiental, menos accidentes fatales y los propios camioneros con mejores condiciones de trabajo eliminando prácticamente sus tediosas esperas en incómodas playas de estacionamientos frente a las terminales portuarias o cerealeras convertidas sus unidades en silos portátiles mientras se contaminan sus pulmones con los agroquímicos que se esparcen en los procesos de descargas .

Si el Diputado se hubiera preocupado por estudiar estos temas, hoy estaría presentando otros proyectos en la cámara y se podría haber sumado a los millones de argentinos que reclaman un TREN PARA TODOS.

Fuente: lafogata.org