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Argentina: La lucha continúa

Absolución fácil de un gatillo fácil

Con menos de 40 minutos de "deliberación" después que la acusación solicitara 17 años de prisión para el policía federal Justo José Luquet, procesado por asesinar a un chico de 16 años en 2002, el tribunal oral nº 18 decidió que el policía que disparó un tiro en la sien de Marcelo Báez, caído en el piso, no cometió ningún delito.
CORREPI hizo notar que la presidenta del tribunal es la misma jueza que sobreseyó, en 1992, al comisario Miguel Ángel Espósito en la causa por la detención y muerte de Walter Bulacio. 
 
Después de dos jornadas de juicio durante las cuales se probó sin lugar a dudas que el policía federal Justo José Luquet disparó contra Marcelo Báez (16) cuando el chico había caído de su bicicleta e intentaba reincorporarse, matándolo con un certero disparo que ingresó por la sien derecha y salió por el lado izquierdo de la nuca, para reingresar en la espalda, hoy el tribunal oral nº 18 decidió absolverlo. Los jueces, que deliberaron tan solo 40 minutos desde que las partes terminaron sus alegatos, no dieron los fundamentos del fallo, que se conocerán el próximo jueves, pero se presume que alegarán que existen dudas acerca de la forma en que ocurrieron los hechos.
 
La defensa, integrada por los abogados de planta de la Policía Federal, Dres. Claudio De Simone y Federico Luis María Hierro, había pedido la absolución, basados en que el policía disparó para defender a su colega el policía Ianello, que perseguía al chico a pie. Marcelo, que iba en bicicleta, cayó al chocar con un cesto de basura, y recibió el disparo cuando estaba en el suelo. Pero cuando declaró en la audiencia, Ianello había afirmado que nunca vio que, como dijo Luquet, el chico estuviera armado ni, menos aún, que le apuntar y disparara. "Lo vi de espaldas todo el tiempo, no vi que tuviera armas, cayó pesadamente y creí que no se levantaba más, oí el disparo cuando estaba tratando de reincorporarse", dijo el policía Ianello, que no consideró necesario desenfundar su reglamentaria en ningún momento de la persecución.
 
El fiscal Pérez de la Fuente, en cambio, había asegurado que Luquet "disparó sobre una persona que estaba caída, y desarmada", y que el policía "acertó a la cabeza porque apuntó a la cabeza". Considerando que no había excusa, justificación ni atenuante alguno, pidió 17 años de prisión por homicidio simple.
 
Al conocer el fallo, los abogados de CORREPI que representan a Liliana Graciela Peralta, madre de Marcelo Báez, manifestaron que la absolución no los tomó por sorpresa. "La Dra. María Cristina Camiña, presidenta del tribunal, es la misma jueza que en 1992, junto al Dr. Carlos Elbert, firmó el sobreseimiento del comisario Miguel Angel Espósito en la causa Bulacio. Es una cabal representante del poder judicial, garante de la impunidad de los represores actuales, los perros guardianes de los poderosos", dijo la Dra. María del Carmen Verdú. Su colega, el Dr. Nicolás Espósito, agregó que "fallos como éste demuestran que el gatillo fácil es una política de estado, que tiene necesario complemento en la absolución fácil". Ambos recordaron que, de acuerdo a los archivos de CORREPI, son más de 1.000 los asesinados por el gatillo fácil y la tortura desde el inicio del gobierno kirchnerista, que sostiene un promedio de un muerto, sistemáticamente joven y pobre, día por medio.
 
Los militantes de CORREPI que colmaron la sala de audiencias, y repudiaron el fallo absolutorio al grito de "Atención, no es un policía, es toda la institución", anunciaron que en fecha próxima convocarán a un escrache al tribunal.
 
CORREPI (prensa):
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Fuente: lafogata.org