|  
        
        Argentina: La lucha continúa 
     | 
  
|  
   
    | 
  
Santa Fe: A cuatro años del brutal asesinato de Sandra Cabrera
'Obeid, los jueces y la policía se burlaron de nosotras'
Indymedia 
El 27 de enero se cumplieron cuatro años del brutal asesinato de la dirigenta 
de Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina - AMMAR Rosario, Sandra 
Cabrera. Con 32 años, recibió un balazo en la nuca a pocas cuadras de su casa y 
de su parada en la zona de la Terminal. Dos semanas antes, el subsecretario de 
Seguridad de la Provincia de Santa Fe, Alejandro Rossi, le había retirado la 
custodia personal. El principal sospechoso, el policía Diego Parvluczyk fue 
sobreseído el 22 de noviembre de 2007.
En el documento emitido por la Asociación, se hizo especial énfasis en la 
actuación de la justicia. 'Las mujeres de AMMAR sentimos que la Cámara de 
Apelaciones en lo Penal integrada por Ernesto Pangia, Alberto Bernardini y 
Eduardo Sorrentino; el actual juez en la causa, Alfredo Ivaldi Artacho; y el ex 
gobernador Jorge Obeid junto al poder policial, se burlaron de nosotras', 
afirmaron.
Sus compañeras recuerdan a Sandra por el enorme trabajo que realizó denunciando 
incansablemente a la policía, a esa que pide coimas, que arregla, o que las 
lleva presas todas las noches.
Claudia Lucero, actual secretaria de AMMAR Rosario, puntualiza que 'en esa época 
Sandra estaba obsesionada con que tenía que denunciar, con que tenía que 
presentar su proyecto de reforma del Código de Faltas, estaba ciega conque ella 
iba a lograr eso. La desesperación de ella era terminar con los problemas que 
teníamos'.
'Después del asesinato de Sandra nosotras quedamos todas quebradas', recuerda la 
actual dirigente. 'Pero seguimos adelante. Yo ahora saco conclusiones y digo que 
ellos pensaron 'la matamos y se termina acá, se termina AMMAR'. Pero en eso les 
salió mal el tiro, porque eso nos fortaleció'.
El acto
El sábado por la tarde se realizó un acto en Plaza San Martín para recordar que 
el domingo se cumplieron cuatro años del asesinato de la dirigente de AMMAR 
Rosario, Sandra Cabrera. De él participaron integrantes del sindicato de Capital 
y La Plata. También estuvo presente la Secretaria General Nacional de AMMAR, 
Elena Reinaga.
Previamente, junto a representantes de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) 
local, las integrantes de AMMAR tuvieron una reunión con las nuevas autoridades 
provinciales.
La audiencia fue promovida por la subsecretaria de Coordinación para el Trabajo 
Decente, Alicia Ciciliani, quien no pudo participar de la misma. Entre los 
presentes estuvieron Claudia Lucero, Secretaria General de AMMAR Rosario; Elena 
Reinaga; Gustavo Martínez, por la CTA; la secretaria de Derechos Humanos de la 
provincia, María Bressa; y el subsecretario de Trabajo, Luis Ortega.
Según explicó posteriormente Reinaga, el pedido con el que llegaron a la reunión 
fue el de 'volver a activar la comisión investigadora y que nosotras seamos 
parte de esa comisión'. También puntualizó que solicitaron 'derogar los 
artículos del Código de Faltas de la provincia y tener una reunión con el 
gobernador y con el ministro de Trabajo'.
Luego se llevó a cabo un acto frente a la sede de Gobernación del que, además de 
las militantes de AMMAR, participaron organizaciones sociales, sindicales, de 
derechos humanos y partidos políticos. También estuvieron presentes y tomaron la 
palabra delegados de los trabajadores del Casino de Buenos Aires.
En el documento emitido por la Asociación, se hizo especial énfasis en la 
actuación de la justicia. 'Las mujeres de AMMAR sentimos que la Cámara de 
Apelaciones en lo Penal integrada por Ernesto Pangia, Alberto Bernardini y 
Eduardo Sorrentino; el actual juez en la causa, Alfredo Ivaldi Artacho; y el ex 
gobernador Jorge Obeid junto al poder policial, se burlaron de nosotras', 
afirmaron.
Por eso, en el texto exigieron al nuevo gobierno 'el esclarecimiento total del 
asesinato de Sandra Cabrea; la cárcel a los autores intelectuales y materiales 
del crimen y la derogación de los artículos 83, 87 y 93 del Código de Faltas de 
la provincia'.
La dirigente nacional de AMMAR, Elena Reinaga aseguró que 'después de cuatro 
años se ve mucha impunidad, mucha injusticia, mucho ver cómo el poder judicial 
da vuelta la cara ante semejante crimen'. También sostuvo que desde hace cuatro 
años están 'con mucho dolor por haber perdido una compañera pero también por 
esta cuestión de ver cómo la justicia sigue mirando para otro lado, cómo la 
justicia sigue diciendo que la palabra de las prostitutas no tiene validez y 
entonces por eso largaron al que realmente mató a Sandra'.
Reinaga puntualizó que 'en Santa Fe la policía sigue de la misma manera, 
violándose a las compañeras en los calabozos, pidiéndoles dinero a cambio de no 
llevarlas. Todo sigue igual, los prostíbulos que Sandra denunciaba siguen 
estando o sea que nada cambió'. Pero remarcó que ellas seguirán estando 'para 
seguir recordándoles a los que asumieron ahora que realmente cumplan lo que nos 
prometieron'.
'El crimen de Sandra sirvió para fortalecernos. Yo creo que el enemigo pensó que 
nosotras íbamos a cerrar las puertas y nos íbamos a meter debajo de la cama. Es 
fuerte lo que nos hicieron, es muy fuerte, pero a nosotras nos unió más que 
nunca', explicó la dirigente. 'Nosotras no nos vamos a olvidar jamás de Sandra, 
nosotras no vamos a bajar los brazos nunca jamás y ella es nuestro emblema de 
lucha'.
'La desesperación de ella era terminar con los problemas que teníamos'
Las paredes de la pequeña oficina están tapizadas de fotos, afiches, calcos. Y 
Claudia señala y cuenta la historia de cada cosa. 'Ese es el bingo sobre 
enfermedades de transmisión sexual que hicimos en el barrio San Francisquito'. 
'Eso fue en el Congreso sobre SIDA al que nos invitaron en Paraná'. 'Esas son 
copias de las denuncias de Sandra'.
Sandra está en todas partes. Porque la oficina es la que tiene la Asociación de 
Mujeres Meretrices de la Argentina - AMMAR Rosario en la sede local de la 
Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y de la Central de Trabajadores 
Argentinos (CTA). Y allí está Claudia Lucero, la actual Secretaria General del 
sindicato, dispuesta a contar, a recordar y a pedir justicia por el asesinato de 
Sandra Cabrera.
'Cuando ella empezó a venir acá y nos hablaba de la CTA nosotras no le 
llevábamos el apunte', relata Claudia acerca de los inicios de Sandra al frente 
del gremio. 'Después empezó a ir con preservativos. En ese tiempo había crisis y 
nos decía 'no los compren más porque yo les traigo'. Incluso los empezó a dejar 
en un kiosco, así íbamos todas y los buscábamos ahí. Y después dejaba en el 
hotel, que eso nosotras lo seguimos haciendo, dejaba cajas y entonces cuando 
nosotras íbamos ya teníamos el preservativo en la pieza. Después empezó a dar 
talleres de VHI. Porque nosotras nos cuidábamos pero no sabíamos tanto, no 
teníamos tan metido como tenemos ahora lo importante que es la salud'.
A Cabrera se la recuerda también por el enorme trabajo que realizó denunciando 
incansablemente a la policía, a esa que pide coimas, que arregla, o que las 
lleva presas todas las noches.
Claudia puntualiza que 'en esa época Sandra estaba obsesionada con que tenía que 
denunciar, con que tenía que presentar el proyecto, estaba ciega conque ella iba 
a lograr eso. La desesperación de ella era terminar con los problemas que 
teníamos'.
El proyecto era el que buscaba la reforma del Código de Faltas, ya que los 
artículos 83, 97 y 93 (prostitución escandalosa, travestismo y ofensa al pudor) 
de esa legislación son utilizados para detener, hostigar y cobrar coimas a las 
trabajadoras sexuales.
'Ella ya venía denunciando de antes', rememora Lucero. 'Pero el trabajo fuerte 
empieza cuando ella hace cerrar un boliche. En esa época en la zona de la 
terminal empezaron a instalar zonas de trabajo, que nosotras le llamamos 
volteaderos. Y justo nos instalan uno en la esquina donde nosotras trabajábamos. 
Entonces empezamos a tener problemas, porque a nosotras nos llevaban presas y el 
boliche estaba ahí y seguía funcionando. Un día vinieron los dueños o patovicas 
de esa casa y le pegaron, le dieron un culatazo que le arruinaron toda la 
nariz'.
La Secretaria General de AMMAR cuenta que luego de esto 'inauguraron otra casa, 
y en la esquina había dos chicas que trabajaban y se les acercaron a avisarles y 
a decirles que no querían problemas. El Subjefe de Moralidad Pública era el que 
venía y arreglaba, el que tenía los contactos, pero arreglaban los dos, tanto el 
Jefe como el Subjefe. Pero resulta que ellas seguían trabajando igual y el 
boliche estaba vacío cuando recién empezó. Entonces se las empiezan a llevar 
detenidas. Ahí es cuando Sandra hace la denuncia porque vienen dos tipos y les 
pegan a las dos chicas. Por la denuncia hacen un allanamiento y ahí encuentran 
mujeres indocumentadas, menores y droga. Entonces lo cierran, y al cerrar el 
boliche también destituyen a estos dos jefes de Moralidad Pública que les 
advirtieron a las chicas. Y ahí después empiezan con las amenazas'.
Las amenazas fueron muchas. El 9 de octubre de 2003 llegó a la sede de AMMAR un 
llamado telefónico: 'Decile a Sandra que a la piba la va a encontrar muerta 
antes de mañana', haciendo referencia a la hija de Cabrera, de 8 años. A partir 
de eso, la casa de la dirigente fue custodiada por la sección Seguridad Personal 
de la policía.
A pesar de eso, a fines de ese mismo mes y con un uniformado en la puerta, dos 
personas ingresaron al domicilio, golpearon a Sandra, le pusieron un revólver en 
la cabeza a su perro y le dijeron 'dejate de joder'.
Meses después, el entonces subsecretario de Seguridad, Alejandro Rossi, ordenó 
retirar la custodia policial de la casa de Cabrera. El funcionario argumentó que 
'no se puede hacer una custodia personal sobre una prostituta callejera, es muy 
difícil'. Dieciocho días después Sandra apareció muerta con un tiro en la nuca 
en la zona de la Terminal.
Intriga saber cómo hizo Sandra para acercar a sus compañeras a la militancia, 
para hacerles comprender que ellas también tenían derechos. 'Sandra nos acercó 
mucho con el tema del plan', responde inmediatamente Claudia Lucero. 'En el 2001 
había crisis y a veces no trabajábamos. Una vez nos llevó a Promoción Social a 
pedir planes. Yo no me animaba a ir a decir que soy trabajadora sexual y no 
tengo trabajo. Era como que no éramos parte de la sociedad y no teníamos derecho 
a eso, esos eran nuestros pensamientos. Entonces ella dijo que nosotras también 
íbamos a pedir planes, porque nosotras también somos personas y tenemos derecho 
a que nos den un plan, por lo menos una ayuda. Y bueno, ahí se empezaron a 
acercar muchas chicas'.
La concepción de 'trabajadora sexual' demandó esfuerzo por parte de las 
activistas de AMMAR. 'El trabajo sobre este tema es largo, porque todavía hay 
chicas que no se reconocen como trabajadoras sexuales', explica Claudia. 'Yo sin 
saber, lo tenía como un trabajo, pero no me daba cuenta de que era un trabajo 
digno, yo sentía vergüenza. Por un lado lo sentía como un trabajo, pero por el 
otro también lo sentía como un delito, porque yo tengo antecedentes'.
A la hora de hablar de quien la acercó al sindicato, relata: 'a través de Sandra 
yo fui conociendo que esto es un trabajo, yo me reconocí como trabajadora sexual 
después de dos o tres años de estar acá, de charlar con Sandra, después de ser 
Secretaria General, de juntarnos con nuestras compañeras de AMMAR Nacional y 
charlar sobre eso'.
Sandra Cabrera apareció muerta el 27 de enero de 2004 en el frente de una casa 
ubicada en Iriondo 647, en la zona de la terminal de ómnibus y a pocas cuadras 
de su casa. Tenía un tiro en la nuca y había dudas de que hubiera sido violada.
'Después del asesinato de Sandra nosotras quedamos todas quebradas', recuerda la 
actual dirigente. 'Pero seguimos adelante. Yo ahora saco conclusiones y digo que 
ellos pensaron 'la matamos y se termina acá, se termina AMMAR'. Pero en eso les 
salió mal el tiro, porque eso nos fortaleció'.
El juez a cargo del Juzgado de Instrucción Nro. 9, Carlos Carbone, fue quien 
tomó la causa. La caratuló como homicidio agravado con alevosía. Luego de 116 
declaraciones testimoniales, 25 informativas y la indagatoria del propio 
acusado, el magistrado llevó a juicio y procesó al policía federal de la 
División Drogas Peligrosas Diego Victor Parvluczyk.
'Yo creo que fue él. Yo siempre decía que si no fue él, él la entregó, él tuvo 
que ver porque él estuvo con ella esa noche', afirma Lucero. 'Hay compañeras que 
lo vieron, eso está declarado, y por eso es que estamos tan indignadas con la 
justicia, porque la justicia dice que no tenemos derecho a declarar, que no 
sirve la palabra nuestra'.
Algunos meses después, el juez Carbone fue recusado por el abogado de Parvluczyk 
y la Cámara de apelaciones dio lugar al pedido, separándolo de la causa. A pesar 
de todas las pruebas en su contra, en noviembre de 2007 el policía fue 
sobreseído. Era el único imputado.
Claudia define a la decisión judicial como 'una burla'. 'El juez Carbone estaba 
convencido y lo procesó. Un juez no pone una carátula de alevosía así porque sí, 
me parece. Después encima le hicieron un juicio a Carbone. Fue todo un arreglo y 
la Cámara de Apelaciones, un desastre', sostiene.
De todas formas, las mujeres de AMMAR no aflojan. 'Ahora tenemos personería 
jurídica y podemos involucrarnos en la causa. No vamos a dejar que quede impune 
porque está a la vista que fue la policía', aseguran.
Cronología de la impunidad
2000. La trabajadora sexual Sandra Cabrera realiza su primera denuncia pública a 
raíz de una paliza que le dan dueños de prostíbulos y patovicas de la zona 
Terminal de Rosario.
2001. Se forma la Asociación de Mujeres Meretrices de Rosario (AMMAR), con 
Sandra Cabrera como secretaria general.
2003. AMMAR lanza una campaña en todo el país por la derogación de los Códigos 
Contravencionales que criminalizan el trabajo sexual. En Rosario, los artículos 
83, 97 y 93 (prostitución escandalosa, travestismo y ofensa al pudor) del Código 
de Faltas son utilizados para detener, hostigar y cobrar coimas a las 
trabajadoras sexuales.
Marzo de 2003. Una patrulla se lleva detenida a una integrante de AMMAR y a dos 
travestis que aguardan clientes en su parada habitual. Acompañadas por Sandra 
Cabrera denuncian al Jefe de la Seccional 12 de la Policía por el 'trato 
humillante' recibido.
Abril de 2003. Sandra Cabrera cuenta a los medios de comunicación que se reunió 
con personal del ministerio de Gobierno para solicitar que las trabajadoras 
sexuales 'no seamos detenidas en días de semana, durante el ciclo lectivo, para 
poder enviar a nuestros hijos al colegio'.
Abril de 2003. Sandra Cabrera se entrevista con el vicegobernador de Santa Fe, 
Marcelo Muniagurria para solicitarle que apoye el proyecto de ley presentado por 
el diputado Eduardo Di Polina del Partido Socialista (PS), que deroga los 
artículos del Código de Faltas que criminalizan el trabajo sexual. El 
vicegobernador se compromete a conseguir entrevistas con el ministro de 
Gobierno, pero dice que él no tiene poder sobre la policía.
10 de septiembre de 2003. AMMAR Rosario denuncia en los Tribunales de la 
Provincia de Santa Fe a los Jefes de la División Moralidad Pública de la policía 
por recibir dinero de boliches para impedir el trabajo de las mujeres en la 
calle y sacar del mercado a las competidoras, por amparar lugares de explotación 
sexual infantil y por cobro de coimas a las trabajadoras sexuales de la calle 
para no llevarlas presas. A raíz de estas denuncias son desplazados de sus 
cargos el jefe Javier Pinati y el subjefe Walter Miranda. La denuncia es firmada 
por tres integrantes de AMMAR Rosario, entre ellas Sandra Cabrera.
Fines de Septiembre de 2003. AMMAR Rosario se reúne con el ministro de Gobierno, 
Carlos Carranza, para denunciar que continúa el hostigamiento policial.
9 de Octubre de 2003. Se recibe en la sede de la Asociación Trabajadores del 
Estado (ATE), donde funciona AMMAR Rosario, una amenaza telefónica: 'Decile a 
Sandra que a la piba la va a encontrar muerta antes de mañana'. La piba es la 
hija de Sandra Cabrera, de 8 años. Desde ese día, la casa de la dirigente de 
Ammar es custodiada por la sección Seguridad Personal de la policía. Ese mismo 
mes, una denuncia anónima presentada en el juzgado de Menores Nº 2 señala que 
'Sandra Cabrera manda a su hija a mendigar y que no la envía a la escuela'. Una 
asistente social corrobora que la denuncia no tiene asidero.
17, 19 y 24 de Octubre de 2003. Tres trabajadoras sexuales son golpeadas con 
ferocidad en distintos puntos de Rosario por hombres de civil que se dan a la 
fuga y que la policía nunca encuentra. Sandra lo denuncia públicamente.
Fines de Octubre de 2003. Sandra vuelve a ser amenazada. A pesar de contar con 
custodia policial en la puerta, dos individuos entran a la casa, la golpean y le 
ponen un revólver en la cabeza a su perro mientras le dicen 'dejate de joder'. 
En un comunicado emitido por AMMAR y la CTA Rosario luego de este episodio, se 
señala: 'Lamentablemente estas amenazas se vienen sucediendo en todo el país 
para que las compañeras de AMMAR dejen de luchar por la derogación del artículo 
que penaliza su trabajo en esa provincia. Esta lucha se enmarca en la campaña 
Nacional que llevan adelante todas las compañeras de AMMAR, para que cesen los 
maltratos y la discriminación de que son víctimas'. Aquel comunicado finalizaba: 
'Es por todo esto que hacemos responsable a las autoridades de la provincia de 
la integridad física de nuestra compañera Sandra Cabrera y su hija'.
9 de enero de 2004. Por orden del subsecretario de Seguridad, Alejandro Rossi se 
retira la custodia policial de la casa de Sandra. Rossi argumenta: 'No se puede 
hacer una custodia personal sobre una prostituta callejera, es muy difícil'.
23 de enero de 2004. Sandra Cabrera acompaña a la meretriz Stella Maris Langoni 
a realizar una denuncia en la Fiscalía Nº 1 de Rosario contra la sección 
Moralidad Pública de la Policía. Longoni denuncia que fue detenida días antes 
por agentes de Moralidad Pública junto a otras compañeras en San Lorenzo y 
Alsina, a pesar de haber pagado a un policía de esa dependencia la cuota semanal 
de 50 pesos con el objetivo de no tener problemas. Sandra denuncia ante los 
medios la situación, que sale publicada con una foto de ella el día 24 de enero 
de 2004.
27 de enero de 2004. A los 32 años, la secretaria general de AMMAR Rosario, 
Sandra Cabrera, es asesinada de un balazo en la nuca a pocas cuadras de su casa 
y de su parada en la zona de la Terminal. Habían pasado apenas tres días de la 
última denuncia.
28 de enero de 2004. La investigación del asesinato recae en el juez Carlos 
Carbone del Juzgado Nro. 9. AMMAR no puede ser querellante de la causa, porque 
el Código Procesal Penal santafesino impide que los representantes de la víctima 
actúen como querellantes, ya que esa figura es privativa del Estado.
30 de enero de 2004. Como respuesta al crimen de Sandra, el gobernador Jorge 
Obeid disuelve la sección policial Moralidad Pública y se compromete a derogar 
los artículos del Código de Faltas provincial que penalizan la prostitución, tal 
como AMMAR reclama.
Marzo de 2004. Desestiman crear una Comisión Investigadora en la Cámara de 
Diputados para investigar la muerte de Sandra y finalmente crean una comisión 
simbólica que no ejerce ninguna presión y queda paralizada a los sesenta días.
10 de junio de 2004. Luego de tomar 116 declaraciones testimoniales, 25 
informativas y la indagatoria al policía federal de la División Drogas 
Peligrosas Diego Victor Parvluczyk (que no sólo se contradijo, sino que fue 
visto por testigos con Cabrera en la madrugada del 27 de enero), el juez Carlos 
Carbone considera que hay elementos para llevarlo a juicio y dicta el 
procesamiento del policía Diego Parvluczyk por el delito de 'homicidio 
calificado con alevosía'.
7 de noviembre de 2004. La Cámara de Apelaciones en lo Penal, integrada por 
Ernesto Pangia, Alberto Bernardini y Eduardo Sorrentino, deja sin efecto el 
procesamiento por considerar que los elementos de prueba 'no son suficientes'. 
Los camaristas argumentan que los testimonios tomados por el juez Carbone a las 
principales testigos, todas trabajadoras sexuales, no son válidos porque 
provienen de 'personas con actividades callejeras que transcurren las madrugadas 
con un itinerario errante', entre otras valoraciones negativas hacia las 
compañeras de Sandra. Diego Victor Parvluczyk sigue imputado, pero queda libre.
10 de noviembre de 2004. AMMAR convoca a una conferencia de prensa en la sede de 
ATE Rosario, donde repudia la decisión de la Cámara de Apelaciones de liberar al 
único imputado. Claudia Lucero, elegida secretaria general de AMMAR Rosario 
luego del asesinato de Sandra, afirma: 'Detrás de Parvluczyk hay autores 
intelectuales que no están siendo investigados. Tres días antes de su asesinato 
Sandra denunció con nombre y apellido a un policía que cobraba coimas a 
compañeras. Está claro: la policía puede matar con impunidad'. Además, AMMAR 
denuncia que volvieron los pedidos de coimas a las trabajadoras sexuales en la 
zona de la Terminal, donde fue asesinada Sandra.
12 de Noviembre de 2004. El abogado defensor de Diego Parvluczyk pide la 
recusación del juez Carlos Carbone por 'imparcialidad'. La Cámara de Apelaciones 
da lugar al pedido y Carbone es separado de la causa.
Diciembre de 2004. La causa por el asesinato de Sandra Cabrera queda en manos 
del juez de instrucción Alfredo Ivaldi Artacho, quien se escuda en la 'falta de 
infraestructura' para no avanzar en la investigación. La causa queda congelada.
24 de octubre de 2006. La Cámara de Apelaciones da lugar al pedido del imputado 
Diego Parvluczyk y reduce hasta el 14 de junio de 2007 la prorroga para la 
investigación del homicidio de Sandra Cabrera.
Abril de 2007. El gobernador Jorge Obeid envía a la Legislatura un proyecto para 
modificar el Código de Faltas donde reemplaza 'moralidad' por 'tranquilidad 
pública' requiere la denuncia de un tercero para aplicar la sanción. Pero impone 
arresto o multa a quienes ejerzan la prostitución en la calle.
26 de Abril de 2007. AMMAR Rosario denuncia que Obeid no sólo no cumplió con su 
compromiso de derogar el Código de Faltas, sino que presenta un proyecto que 
'mantiene la criminalización del trabajo sexual' y además 'persigue a toda 
persona que se organiza y manifiesta'.
22 de noviembre de 2007. Diego Parvluczyk es sobreseído. El juez de instrucción 
Alfredo Ivaldi Artacho argumenta que 'no se incorporaron nuevas pruebas en la 
prórroga del plazo investigativo planteado una vez que el uniformado recibió la 
falta de mérito'. Aunque formalmente la causa no está cerrada, la investigación 
está detenida de hecho desde diciembre de 2004.