Argentina: La lucha contin�a
|
![]() |
"solo es preciso abandonar los chamuyos progresistas y envolvedores y volver a las fuentes. Todos ustedes saben de lo que hablo�"
Jorge Eduardo Rulli
Horizonte Sur
Editorial del Domingo 21 de Septiembre de 2008
El lunes �ltimo, Lehman Brothers, uno de los mayores bancos de inversi�n del mundo, declar� su quiebra, mientras muchas otras instituciones se est�n hundiendo a pesar de las enormes sumas de dinero que el gobierno norteamericano, afectado por un s�bito ataque de intervencionismo estatal, est� colocando como salvataje financiero, tanto para evitar la debacle internacional de los mercados, como para llegar al traspaso de gobierno y entregar el mando a los dem�cratas de una manera medianamente decorosa. Cuando hasta los mayores defensores de los libres mercados reclaman ahora respaldos estatales y mejores normativas, el Gobierno norteamericano ha decidido en las �ltimas semanas, y en un gesto sin precedentes, nacionalizar a los mayores proveedores de cr�ditos hipotecarios y a la mayor compa��a de seguros del mundo. Pese a todos los esfuerzos, la ca�da de Bancos y grandes aseguradoras en los EEUU, ha desatado un terremoto dif�cil de controlar en plazas financieras, bolsas y en el �nimo de los mercados internacionales. El humor de los ejecutivos, financistas y tenedores de bonos, cay� r�pidamente presa de la incertidumbre y sus m�ximos l�deres parecen paralizados. Las bases financieras de una Sociedad globalizada que se apoya en los intercambios y en Corporaciones sin patria ni fronteras, se tambalean. El mundo huele el final de fiesta y el horizonte es de tormenta y de desastres futuros todav�a mayores.
No obstante, ese terremoto de la globalizaci�n, algunos de nuestros dirigentes no parecen darse cuenta de lo que eso puede significar para nuestro pa�s, o tal vez prefieran no asumir lo que est� pasando y opten por continuar con sus fantas�as neoliberales y desarrollistas. La jactancia de Lula y su seguridad de que la crisis internacional no afectar� la fortaleza de la propia econom�a, es semejante a expresiones que pueden escucharse en nuestro pa�s o que podr�an escucharse, si acaso le pusi�ramos palabras a los discursos pol�ticos que aprovechan a burlarse de los que ayer nos daban lecciones y hoy est�n en bancarrota, o esos otros que evaden el problema internacional, como si acaso nuestro pa�s no dependiera, absolutamente de las relaciones y del comercio internacional. En principio, m�s que usando conocimientos de econom�a que no son mi fuerte, sino aplicando el simple ejercicio del pensar, me digo que si las bancarrotas en cadena de los grandes bancos y aseguradoras prosigue, si los capitales financieros especuladores se alejan de los negocios inmobiliarios o del mercado de las commodities, es presumible que, tanto los precios de las mercanc�as como las transacciones globales podr�an verse seriamente afectadas. Tambi�n es probable, si acaso continuamos cavilando, que, la retracci�n de los mercados financieros, como consecuencia de las quiebras bancarias y de la inestabilidad, haga m�s medrosas las operaciones financieras y que, los capitales ahora ofrecidos de manera dispendiosa, desaparezcan o disminuyan. Continuemos razonando: �qu� pasar�a en medio de esta crisis, con una econom�a como la nuestra, una econom�a apoyada fundamentalmente en la exportaci�n de materias primas como soja y petr�leo crudo? �Qu� pasar�a con las inversiones que esperamos tales como la del tren bala, la implantaci�n de jatropha en enormes extensiones u otras inversiones para fabricar agrocombustibles? �Qu� pasar�a con los sue�os del ingeniero Cheppi en la Secretar�a de agricultura, esos sue�os de importar fertilizantes suficientes como para detener la terrible erosi�n de nuestros suelos, o acaso los de conseguir suficiente transferencia de tecnolog�a como para desarrollar polos biotecnol�gicos con los que intentar una asociaci�n con Monsanto en t�rminos menos vergonzosos que los actuales, propios de un pa�s bananero? �Alguno podr�a creer que tal como supone el gobierno, el futuro es solamente preocupante para Europa y los EEUU, o es s�lo una expresi�n de deseos?
Lo m�s sorprendente es que el embarullamiento ideol�gico que llevan adelante ciertos intelectuales progresistas, entrampados en su propio laberinto, se ha tornado de tal envergadura, que los discursos generados contin�an ahora desarroll�ndose por su propia din�mica, cada vez m�s distantes de la realidad a la que refieren. Ellos que no supieron jam�s ver el desfondamiento de las instituciones en el 2002, que no supieron ver el clima destituyente que se instal� entonces en el pa�s y que, en lo fundamental no se ha modificado, porque las cat�strofes como aquella, son como una inundaci�n que llega para quedarse, acusan al campo de amenazar con lo que en realidad ya existe. Hacen con lo del "clima destituyente" lo mismo que hicieron en su momento con el ALCA, nos predispon�an a ver como amenaza lejana lo que en realidad ya se hab�a instalado hac�a a�os en el pa�s, y que ellos no quer�an ver ni asumir. Insist�amos en aquel a�o 2002, en que el ALCA era la Soja, que el ALCA era la biotecnolog�a, que el ALCA no era una amenaza en la Argentina, sino una extrema situaci�n ya instalada de subordinaci�n tecnol�gica y econ�mica con la empresa Monsanto, pero no nos o�an, o hac�an como que no nos o�an, y continuaban marchando y gritando contra el ALCA y a favor de los piqueteros, pero sin mencionar jam�s a la Soja y a los transg�nicos. Ahora hacen lo mismo, porque son los mismos. Tienen un rol que cumplir, tal como me dijo alguna vez el amigo Alberto Buela, y el rol es el de revolver las aguas con un palito para enturbiarlas y que no se vea la profundidad que tienen. Pretenden que nos quedemos debatiendo entre nosotros, si este gobierno es mejor o no que el anterior, si quedan tareas pendientes y cu�les ser�an, si aquel funcionario es digno o no de este gobierno, si debemos movilizarnos frente a las amenazas existentes y, en �ltima instancia, escarmentados de tantos fracasos que interpretan como meras derrotas, lo que se proponen es defender el pajarito que tienen entre las manos, mientras les vuelan miles alrededor� Lo que tendr�amos que hacer es dejar de revolver las aguas para poder ver, no tan solo la superficie de las cosas, sino ver, asimismo, los modelos de la dependencia global a los que estamos sometidos.
Se trata, por parte de estos embrollones, de que no podamos ver la realidad desnuda sino la de la Matrix, pero cambiar el mundo implica, en primer t�rmino, cambiarse uno y eso significa, entre otras cosas, dejar de tomar la pastillita que viene con la cajita feliz y su respectiva carta abierta. El Ministerio de Ciencia y Tecnolog�a, el CONICET, la Secretaria de Agricultura, el INTA y el SENASA conforman un equipo, institucionalmente sic�tico, que nos impone este dise�o de pa�s, un dise�o responsable de cada divisa que entra a la Argentina, pero responsable tambi�n, de cada ni�o que duerme con el paco en los andenes, de cada fumigado que muere en una cama de hospital, de las cifras alucinantes y crecientes de discapacitados y de los incontables pueblos desaparecidos de la pampa argentina. Son esas instituciones las que dise�an un pa�s de creciente dependencia a insumos f�siles y con un modelo agr�cola destinado a satisfacer los mercados globales, en el universo de riesgo extremo que implican las nuevas Biociencias industriales en manos de las Corporaciones. Ese pa�s, es un pa�s inevitablemente prisionero de las empresas petroleras, de los grandes sojeros y de las mafias vinculadas a los puertos, a las carreteras y a los camioneros.
Ese pa�s que se dise�a y que se implementa desde las empresas y los funcionarios al servicio del inter�s transnacional, tiene una coherencia y una l�gica interna que se deja de ver cuando desde la biblioteca de Alejandr�a, revolvemos las aguas con el palito. Tendr�an que haber sabido que, las relaciones globales por las que optaron, entra�an, el crimen organizado en sus diversas formas, como parte del paquete que compraron, y que esos riesgos se agravan cuando aceptamos alegre y despreocupadamente los nuevos valores sin tomar medidas que protejan a la sociedad. Es lo que est� pasando con los laboratorios. El tr�fico de efedrina no es sino la puntita de un iceberg conformado por prolongadas pol�ticas ministeriales vinculadas a los intereses de los grandes laboratorios. No es necesario hacer nombres, todos sabemos cu�les han sido los ministros colocados por las empresas en el �rea de la salud. �De qu� podemos sorprendernos, cuando esos ex funcionarios que montaron las condiciones para el tr�fico que ahora parece preocupar a la gran prensa, contin�an siendo candidatos para cargos importantes? Es la dirigencia pol�tica la que puso una y otra vez al lobo a cuidar el gallinero, y eso en una sociedad crecientemente medicalizada, en que el modelo m�dico hegem�nico que se respaldaba era el de la industria de la medicina y de los laboratorios. Lo mismo esta ocurriendo con el flagelo de la prostituci�n, que actualmente con impunidad y desparpajo se exhibe hasta con afiches, desde las paredes de las grandes ciudades, afiches que, como por artes m�gicas, vemos todos menos la polic�a, los fiscales y los jueces. Hemos vuelto, con un tr�fico consentido desde el Poder, a la �poca de oro de los cafishios. Como si retornara el imperio de la Zwi Migdal de principios de mil novecientos, la prostituci�n deviene en una industria aceitada cuyos beneficios se distribuyen escalonadamente en una pir�mide cuyo v�rtice tendr�a nombre y apellido. El pr�ximo 23 de setiembre es el d�a internacional de la lucha contra la trata y en especial contra el tr�fico de ni�os y de ni�as. En la Argentina y en los pa�ses vecinos, millares de muchachas son reclutadas para servir a la trata industrial de mujeres, mientras que a la opini�n p�blica llegan tan s�lo por los medios, aquellos casos aislados en que algunas ni�as son recuperadas por gendarmer�a o las haza�as de aquellas madres heroicas que no abandonan la b�squeda de sus hijas desaparecidas. La globalizaci�n en el pa�s de los biotecn�logos, de los sojeros y de los camioneros, puede permitirse la an�cdota de algunas liberaciones de muchachas, tanto como puede permitirse algo de agricultura org�nica .o que Grobocopatel debata en la Facultad de Filosof�a, son eventos que aportan a legitimar el sistema global de las nuevas dependencias, sistema global en que el crimen organizado es una parte entra�able del modelo.
La crisis financiera mundial est� en su punto cr�tico, porque los financistas acumularon enormes deudas y riesgos desmedidos y ahora se corre el riesgo de una recesi�n mundial que perjudique con sus impactos al resto del planeta. Esos financistas, buscaban con voracidad, una rentabilidad a corto plazo y creyeron que pod�an imponer sus propias reglas y continuar ganando fortunas indefinidamente, tal como lo hicieron durante los �ltimos a�os. Pero el juego se les vino abajo y ahora los mercados tiemblan y especulan con que seamos los pueblos quienes paguemos sus desprop�sitos globales. Tenemos que evitar que ello ocurra y lo primero es lograr tomar conciencia de que necesitamos una econom�a de resistencia frente a la crisis financiera, una econom�a que recupere el sentido com�n, que priorice nuestras necesidades de alimentos antes que las necesidades de los rodeos y de los automotores de Europa y de China, una econom�a que se apoye en desarrollos locales y que tenga en cuenta nuevamente nuestro mercado interior. No tenemos demasiado tiempo para tomar decisiones. Debemos detener a los dementes que nos conducen al abismo, esos que no hablan sino de fertilizantes y de insumos, de semillas o alimentos con tecnolog�as incorporadas, de transferencias del conocimiento y de aumento del crecimiento y de los �ndices de los productos brutos. Tenemos que hacer decrecer nuestra econom�a antes de que sea tarde. Ello implica suspender los proyectos fara�nicos, tales como la hidrov�a y el tren bala, significa modificar el modelo agro exportador, y en especial, significa ir generando producciones basadas en procesos y no en insumos. Tenemos que abandonar los planes de viviendas para pobres urbanos, esos planes de casas mezquinas que acompa�an el clientelismo social, debemos en cambio repoblar el territorio con hogares, con hogares que sean mucho m�s que viviendas, que sean cobijo para las familias, no solo un techo, sino tambi�n, un h�bitat donde cimentar las defensas necesarias para esta etapa en la que estamos, etapa en que tener seguridad alimentaria ser� cada vez una mayor necesidad.
A todos impact� el programa La Liga que mostr� crudamente las consecuencias del modelo de monocultivos y de los paquetes de agrot�xicos que lo acompa�an, a todos nos impresionaron las pat�ticas declaraciones de De Angelis, respecto a que los venenos se desactivaban al llegar al suelo y lo vimos caer en el rid�culo frente a la periodista y a la c�mara televisiva. Pero al d�a siguiente el ministro de Ciencia y Tecnolog�a Bara�ao, sali� en los medios a decir lo mismo, aunque con palabras m�s rebuscadas, como si al patear al chancho apareciera el due�o, dir�a el mismo De Angelis en su lenguaje chacarero sojero, y debido a los revolvedores y enturbiadores del agua, no reflexionamos en que el problema no es tan s�lo del ignorante e irresponsable que asperja venenos sobre las poblaciones, sino en mucho mayor grado, del tecn�logo, presuntamente cient�fico, o del dirigente pol�tico que, conscientemente, ejerce el mal a distancia decidiendo continuar con un modelo de dependencia global como el de la soja y el biocombustible. Se�ores, lo siento, pero se nos termin� el tiempo. No podemos seguir esperando� Tenemos que actuar ahora, no ma�ana�. Necesitamos con urgencia un Proyecto Nacional que implique desarrollos locales, que implique volver al ferrocarril, que implique una ciencia con sustentabilidad y no la mera reproducci�n de los sistemas de conocimientos patentados, necesitamos seguridad y Soberan�a alimentaria para las poblaciones con ferias y mercados internos. Vamos mordisquitos, si ni siquiera tenemos nada que inventar, solo es preciso abandonar los chamuyos progresistas y envolvedores y volver a las fuentes. Todos ustedes saben de lo que hablo�