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En dos horas cayeron entre 100 y 160 milímetros provocando el desborde de canales y ríos. Hubo 25.000 damnificados y 5.000 evacuados. Desde las direcciones de Agua y Vialidad aseguran que Tucumán está mejor preparada que el año pasado. Pero un experto de la UNT asegura que no hay un plan para prevenir las inundaciones y que se actúa solamente con obras de emergencia.

A las 21 del día 11 de enero del año pasado se desataba en nuestra provincia una de las tormentas de verano más importantes de las que se recuerde. 200 milímetros de agua en menos de tres horas provocaron terribles consecuencias en distintos puntos de Tucumán. Las escenas de viviendas inundadas, canales, ríos y arroyos desbordados se repetían en toda la geografía tucumana. Mientras tanto, los funcionarios y empleados de los organismos provinciales de asistencia inmediata se multiplicaban en sus tareas sin mucho por hacer. La inundación fue inevitable. Al día siguiente, con las primeras luces del día, se pudo ver las verdadera dimensión de la incontenible fuerza de las aguas. Viviendas con evidentes señales de que el agua ingresó hasta un metro de altura, puentes destruidos, rutas y calles intransitables; campos inundados, vehículos inutilizados y las escuelas atestadas de personas buscando un refugio.

El balance y los datos oficiales dirían que los lugares más afectados fueron Juan Bautista Alberdi, Concepción, Famaillá, Simoca, Alderetes, Tafi Viejo y numerosos barrios de San Miguel de Tucumán. Las cifras oficiales señalaron que hubo pérdidas por 2500 millones de pesos, 25.000 damnificados, 5.000 evacuados y 3 muertos.

A un año de estos hechos, ¿la Provincia está mejor preparada si se produjera un hecho de similares características? Desde la Dirección Provincial del Agua (DPA) señalaron que las ríos, arroyos y canales de las zonas más vulnerables se encuentran limpios y podrían contener las aguas. La Dirección Provincial de Vialidad indicó que se hicieron trabajos en los caminos para que agricultores puedan sacar sus productos en casos de emergencia y para llegar con la asistencia inmediata. Aunque desde ambas reparticiones advirtieron que de producirse una tormenta de idénticas dimensiones, 100 milímetros en dos en San Miguel de Tucumán y 160 milímetros en Concepción, seguramente se producirían inundaciones. Desde la Secretaría de Obras Públicas, en tanto, se informó que en el último año se hicieron aproximadamente 60 obras y hay 27 en plena ejecución, destinadas a neutralizar los efectos devastadores de las aguas. Esto por un lado.

Sin embargo, por otro lado, un experto de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), advirtió que Tucumán no cuenta con diagnóstico y un plan para neutraliza los efectos de las lluvias. 'Se trabaja sobre las emergencia pero no existe un programa maestro', aseguró.

'Tucumán está lejos de tener obras que prevengan las inundaciones'

Esta afirmación le pertenece al ingeniero civil Franklin Adler, docente de las cátedras de Hidráulica Aplicada e Hidráulica Básica de la carrera de Ingeniería Civil de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). Según el experto, quien también tuviera un paso como funcionario de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán: 'Las inversiones que anuncian los funcionarios son importantes y no está mal que hablen de cifras millonarias, pero también es cierto que solamente se actúa sobre la emergencia. No existe un diagnóstico de la situación en la que nos encontramos y menos un plan integral para actuar en consecuencia'.

Consultado sobre las dificultades que existirían para contar con un trabajo de este tipo, dijo: 'Su costo es ínfimo en relación al valor de las obras. Solamente se requiere una fuerte decisión política que tenga una visión de largo alcance. A veces nuestros representantes están más atentos a la realización de obras que se puedan inaugurar. Y como para un estudio de este tipo no se cortan cintas ni entra en la lógica de la comunicación de la política, la cuestión se deja para otro momento. Lo que sí se hace es anunciar y ejecutar obras que ante la falta de planificación, muchas veces no funcionan'.

Finalmente señaló que el Estado debería tener una visión integral porque algunas situaciones de inundaciones son el resultado de un crecimiento poblacional no planificado. Por ejemplo, manifestó que un dato a tener en cuenta es la dimensión de los terrenos de las viviendas de barrios: 'Cuanto más chicos sean, más se impermeabilizará la superficie del suelo porque el adjudicatario de esa vivienda, generalmente de escasas dimensiones, le agregará nuevas construcciones. Cuando llueve, el agua buscará algún lugar por donde escurrirse y obviamente, colmatará las calles y canales. Es decir, aquí el Estado cumple un presencia clave como el organizador de la sociedad. No puede abandonar ese rol. Y esto es lo que está sucediendo'.

'Estamos mejor que el año pasado'

En diálogo con PRIMERAFUENTE el titular de la Dirección Provincial del Agua (DPA), ingeniero Juan Sirimaldi, no dudó en señalar que la provincia está mejor preparada que el año pasado si se producen lluvias importantes: 'En base a la experiencia del año pasado, limpiamos los canales, arroyos y ríos en tres etapas. Cuando terminó el período de lluvias, en octubre y estamos finalizando la última etapa. Esto que parece un dato menor, tiene una esencial importancia cuando hay grandes precipitaciones porque el agua escurre hacia esas salidas y si están colmatadas con material sólido, el agua desborda llegando a barrios enteros'. De todos modos hizo una advertencia: 'Si llueve igual que el año pasado y un período tan corto, seguramente habrá zonas que se inundarán, mencionando entre ellas, las localidades de Sud de Lazarte, Niogasta, Medinas y Lamadrid. Esas son situaciones que tienen que ver con el clima que no podemos manejar'.

De todos modos, aclaró que las obras de mayor importancia que financiará el Estado nacional, con partidas no reintegrables, por un valor de 40 millones de pesos, recién se pondrán en marcha en abril: 'No se harán antes por la demora que hubo en los llamados a licitaciones y gestiones administrativas. Apenas finaliza el período de tormentas, se activarán rápidamente'.

Por su parte, Raúl Basilio, titular de la Dirección Provincial de Vialidad (DPV) indicó que en este último año se hicieron trabajos significativos en las redes primarias y secundarias de caminos, que suman un total de 2.500 kilómetros. Además de la red terciaria que depende exclusivamente de municipios y comunas que alcanza los 10.000 kilómetros. 'Trabajamos mucho en todas las redes, sobre todo junto a los productores del interior de la provincia porque cuando ellos no tienen canales de riego o desagüe, esta función la terminan cumpliendo los caminos vecinales por donde ellos mismos sacan sus producciones. Cuando llueve, esas arterias se destruyen y se convierten en ríos. Por eso, estamos exigiendo a los productores que canalicen sus campos'.

El funcionario agregó que hubo una inversión de 17,7 millones de pesos para la adquisición de maquinaria pesada que está lista para atender las situaciones de emergencia. Además, manifestó que cerca de 46 millones de pesos se invertirán en el corto plazo en el mantenimiento de rutas que son importantes para la actividad productiva y turística, como son las rutas 307, 323, 325 y 330. 'El año pasado no hubo un buen mantenimiento de canales y eso afecto severamente a los caminos. Ahora la situación es distinta y estamos en mejores condiciones de atender la emergencia', finalizó.

Sirimaldi y Basilio recordaron que en el caso de que se produzcan situaciones de emergencia, el centro operativo se montará el Defensa Civil de la Casa de Gobierno, desde donde se impartirán instrucciones para que asista el personal que debe actuar en los casos de urgencia.

Alertas para febrero y marzo

Consultado sobre el pronóstico del tiempo para las próximas semanas, el titular del Laboratorio Climatológico Sudamericano, Jua Minetti, anticipó que las lluvias de consideración se producirán en Tucumán durante la segunda quincena de enero. Aunque aclaró: 'No creó que aún haya inundaciones porque el suelo tienen buena capacidad aún para absorber agua'. Febrero, en tanto, comenzará con una etapa de pocas lluvias pero en sus últimos días habrá precipitaciones de consideración que se extenderán hasta marzo. 'Es aquí cuando podría haber problemas porque los suelos ya estarán saturados y los ríos tendrán mucho material sólido', dijo.

Celulares prendidos las 24 horas

'Nadie apaga su celular y los quiero a todos cerca de Tucumán'. Esta parece haber sido la orden que dio el gobernador José Alperovich no solo a sus más estrechos colaboradores, también a quienes forman parte de los equipos de segunda y tercera línea de las áreas de Obras Públicas, Desarrollo Social, Emergencia y Salud. Es que el primer mandatario tucumano no quiere sorpresas, razón por la que hasta llegó a señalar ante sus hombres de confianza y algunos medios de prensa: 'Tiemblo cuando veo nubes negras en el horizonte'.