Medio Oriente - Asia - Africa
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El sostenido aumento del costo de vida en Egipto provoca
en�rgicas protestas
La ofensiva sindical se centra en varios de los sectores m�s importantes del
pa�s
Adam Morrow y Khaled Moussa al-Omrani
IPS
La racha de huelgas y protestas registradas en Egipto en los �ltimos meses
responde, seg�n varios analistas, al sostenido aumento del costo de vida y no a
conspiraciones pol�ticas, como pretenden las autoridades.
"Las acciones de los trabajadores son el resultado de la agobiante situaci�n
econ�mica", dijo a IPS Magdi Hussein, secretario general del Partido Laborista,
proscrito desde 2000.
"Pero ante la actual agitaci�n pol�tica, los trabajadores comenzaron a derribar
los muros del miedo empu�ando las armas de la huelga y la ocupaci�n de los
lugares de trabajo", a�adi�.
El 1 de este mes, unos 3.000 empleados de la estatal Autoridad de Transportes,
incluidos conductores, recaudadores y trabajadores de mantenimiento, amenazaron
con realizar una huelga por tiempo indefinido en reclamo de mejores salarios y
beneficios.
En lo que fue su mayor demostraci�n de fuerza, los empleados bloquearon por un
breve lapso la salida de autobuses de un gran estacionamiento en el distrito
capitalino de Nasr City.
Tras llamar a una huelga con ocupaci�n hasta que sus demandas fueran escuchadas,
unos 1.000 empleados de la tambi�n estatal Autoridad de Trenes Metropolitanos se
unieron a las medidas de fuerza de los trabajadores del transporte con una lista
de reclamos similares.
Luego de dos d�as de negociaciones, el Ministerio de Transportes prometi�
analizar las reivindicaciones de los trabajadores y tomar una decisi�n al
respecto a fines de este mes.
"Ocupamos nuestros lugares de trabajo porque exigimos el respeto de nuestros
derechos b�sicos, garantizados por la ley. Pero si siguen violando nuestros
derechos, llamaremos a una gran huelga, en serio", dijo a IPS un dirigente del
sindicado del tren metropolitano.
El director de la gubernamental editorial Dar al-Tahrir, Ali Hashem, experto en
cuestiones de transporte, pronostic� que el Ministerio cumplir�, seguramente, la
mayor�a de las exigencias de los trabajadores, y es posible que las contemple a
todas.
"El Ministerio est� determinado a mejorar el servicio de transporte p�blico y
eso no puede lograrse sin mejorar, a su vez, la situaci�n de los trabajadores
del sector", dijo Hashem a IPS.
En los �ltimos seis meses hubo una cantidad de medidas sindicales de fuerza sin
precedentes en este pa�s �rabe. Desde principios de a�o se registraron m�s de 50
huelgas y manifestaciones, entre ellas 11 solo en la �ltima semana de abril.
La ofensiva sindical transcurre en varios de los sectores m�s importantes del
pa�s, tanto del �mbito p�blico como del privado. Adem�s del transporte, se
tomaron medidas en diversas industrias, como la textil y la construcci�n.
La mayor acci�n sindical se implement� en diciembre, cuando unos 25.000
trabajadores participaron en la huelga de la estatal Compa��a de Hilado y Tejido
de Egipto, en la ciudad de Mahalla, en el delta del r�o Nilo.
Luego de tres d�as de huelga, que le habr�an costado a la empresa unos 12
millones de d�lares, se otorgaron las bonificaciones prometidas por la empresa
cuyo cumplimiento exig�an los trabajadores.
"Lo sucedido en diciembre fue la inspiraci�n para que otros trabajadores
oprimidos defendieran sus derechos", seg�n el legislador Saad al-Husseini,
secretario general del bloque parlamentario af�n con la proscripta Hermandad
Musulmana.
Seg�n Al-Husseini, la iniciativa tuvo �xito porque "los trabajadores hicieron
una huelga pac�fica, no pusieron en peligro ninguno de los bienes de la
compa��a, no insultaron al gobierno ni se distrajeron con otras cuestiones de
orden pol�tico". Las �ltimas muestras de agitaci�n laboral no cont� con el apoyo
de los sindicatos oficiales. En su mayor�a fueron convocadas por trabajadores
organizados de forma independiente.
Eso responde a que la Federaci�n de Trabajadores Egipcios, la �nica central
sindical legal, no protege los derechos de sus asociados, seg�n sus cr�ticos.
La Federaci�n es acusada de obedecer a los dict�menes del gobernante Partido
Nacional Democr�tico, que encabeza el presidente Hosni Mubarak.
En muchos casos, adem�s de exigir mejores salarios y condiciones de trabajo, los
trabajadores reclamaron la renuncia de sus representantes en el sindicato
oficial.
"Nuestro sindicato siempre estuvo del lado del gobierno y no del nuestro",
se�al� uno de los organizadores de la ocupaci�n del metro que pidi� reserva
sobre su identidad. Hashem coincidi� con esta declaraci�n.
"Si los trabajadores no tienen representantes aut�nticos que los defiendan, la
huelga es una consecuencia l�gica", se�al� Hussein
Pero portavoces del gobierno atribuyeron los conflictos a la pr�dica de
organizaciones comunistas y asociaciones ilegales de trabajadores.
Las autoridades clausuraron el mes pasado en El Cairo el independiente Centro de
Servicios para Trabajadores y Sindicatos. La medida fue objeto de una ola de
condenas emitidas por organizaciones de derechos humanos.
Pero, seg�n la mayor�a de los analistas, lejos de ser el resultado de una
conspiraci�n pol�tica, el fen�meno obedece al aumento del costo de vida: la
inflaci�n prosigue al alza desde la devaluaci�n dispuesta por el gobierno en
2003.
"Los salarios no subieron al ritmo de la inflaci�n. La vida se volvi�
insostenible para la mayor�a de los egipcios", se�al� Hussein, del Partido
Laborista.
Respeto de la huelga en el sector textil, Al-Husseini se pregunt� "�C�mo se
puede pretender que la gente trabaje 25 a�os sin que aumenten sus �nfimos
salarios, de unos 100 d�lares al mes?".
Mientras, los trabajadores del transporte capitalino perciben entre 30 d�lares y
50 d�lares al mes.
"Apenas me alcanza para alimentar a mi familia. Gano unos 80 d�lares al mes que
no duran ni 10 d�as", dijo a IPS un empleado de tren metropolitano, que
particip� en las �ltimas movilizaciones y es padre de tres ni�os.
El descontento sindical estuvo acompa�ado de numerosas acusaciones al gobierno
por intimidaciones contra los organizadores de las protestas.
Pero hubo relativamente pocos casos de violencia por parte de las fuerzas de
seguridad, como las que se vieron en huelgas anteriores o en recientes
manifestaciones de car�cter pol�tico.
"Las fuerzas de seguridad no pueden recurrir a la violencia contra los
huelguistas como lo hicieron en los a�os 80 y 90 porque ellos, mejor que nadie,
conocen la dimensi�n del resentimiento" por esos acontecimientos, explic� el
trabajador. Algunos oficiales se mostraron contrarios al uso de la fuerza.
"No nos corresponde perseguir trabajadores. De hecho, nos solidarizamos con su
lucha en defensa de sus derechos", se�al� un oficial que pidi� reserva sobre su
identidad
Fuente: lafogata.org