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Latinoamérica

Merienda de negros: insulto de algunos blancos
Esto, cuanto más se aclara, más se enturbia.

Susana Andrade
Editorial Diario La República

Concerniente al dicho racista contra la gente de piel negra expresado en una emisión de radio por el Dr. De Posadas, su colega Antonio Mercader pretendiendo justificarlo, a mi criterio agravó la situación.
El ex ministro blanco -de partido y piel blanca- Ignacio de Posadas, en entrevista en CX 14 El Espectador, dijo hace poco públicamente que el Debate Educativo organizado por el gobierno era una "merienda de negros" pretendiendo insinuar un desorden o similar. Notoriamente sorprendido el periodista le preguntó qué significaba eso, a lo que el entrevistado no contestó, ironizando acerca de la forma del tal debate diciendo algo así como "dónde se vio gobernar desde el Palacio Peñarol" refiriendo a una colectividad futbolera a quién sí se preocupó en pedirle disculpas enfatizando: "no tengo nada contra los de Peñarol".
De entrada se podría colegir que contra los negros sí tiene algo, ya que no hizo la misma espontánea aclaración.
A los pocos días sale otro blanco de las dos cosas, también ex ministro, pretendiendo defender a De Posadas diciendo que este usó un modismo o expresión castiza, lo cual no agrega nada bueno al diferendo ya que "castizo" viene de casta o estrato social tomado como superior, y además era la forma de manifestarse los españoles colonialistas, que por supuesto denigraban absolutamente todo lo que fuera propio de los africanos por ellos esclavizados.
Mercader resiente de tener que cuidarse al hablar… ¡Claro que debemos revisar y corregir nuestro lenguaje para no herir sensibilidades ajenas! Significará al menos admitir e intentar corregir errores que han hecho carne. Las formas verbales figuradas despreciativas de grupos humanos, perderán valor comunicacional natural y paulatinamente se volverán obsoletas porque cambiará la actitud: único verdadero cambio imprescindible para que lo "normal" sea respetar y no ofender. En ese sentido, los diccionarios reflejan usos idiomáticos y expresiones populares que acompasan con las realidades culturales imperantes en las sociedades. Pondré un ejemplo; el Diccionario de la Real Academia Española (19.ª edición, 1970) al definir el término judiada decía: 1. "Acción propia de judíos." y enmendó en 1992 en su 21º Edición: "Acción mala, que tendenciosamente se consideraba propia de judíos."  Se propone incluso eliminar el término «negro» de las acepciones negativas del diccionario: "dinero negro, trabajar en negro, lo veo muy negro, merienda de negros, trabajar como un negro..." Hay replanteos varios similares a estudio para próximas ediciones. La regla es sencilla y pasa por ponerse en el lugar del otro.
Entonces lo acostumbrado no significa bueno. Simplemente puede ser una mala afición como en este caso. No reconocerlo no solo habla de decrepitud mental, sino de falta de información actualizada. Emulando a Bertold Brecht y para detectar estos males debemos considerar "extraño lo habitual y sorprendernos ante lo cotidiano. Ver como abuso lo que es regla y donde veamos un abuso, encontrar el remedio." Es asombroso que alguien que fue ministro de educación defienda tales opulentos improperios, desplazados de hecho y de derecho por sendas convenciones contra el racismo, y hoy punidos con leyes específicas en los códigos de los países democráticos.
La expresión "merienda de negros" tal vez habitual durante el feudalismo monárquico o las conquistas, viene de un pasado a superar tal cual lo evidencian las conferencias internacionales contra las diferencias sociales humillantes.
No está vacía de contenido. Lo que depende de la subjetividad del otro no puede ni debe ser cuestionado en términos de "no es así". El único legitimado para decir lo que siente es el agraviado, el ofensor puede abogar por su intencionalidad sin por esto sustraerse de la injuria cometida. Entonces al menos se impone una disculpa que hasta ahora no ha surgido de parte de quienes sostienen sus infamantes dichos. 
Sr. De Posadas: con respecto a su carta del 14/2/07 en El País, la altanería de la que hace gala tal vez no le permita reconocer, que la izquierda en nuestro país nació de la casi bicentenaria opresión de los gobiernos blanquicolorados. Podría decirse que la inventaron ustedes. Así como su aristocrática extracción en apariencia le impide ver que vuelve a ofender al usar la palabra "conventilleo" despectivamente, ya que "conventillos" eran enormes casas abandonadas por sus dueños seguramente de origen europeo, convertidas en viviendas colectivas de inmigrantes y posteriormente de afrodescendientes en el Río de la Plata.
¡Claro que habría bullicio y refriegas y las habrá donde deban convivir familias hacinadas!

Y no sé si somos un país racista, pero su lenguaje de usted, es agresivamente discriminatorio contra los negros y contra los que viven en condiciones de amontonamiento, seguramente no por elección.

Lo sucedido pone de relieve la necesidad de luchar minuto a minuto contra los hábitos de menoscabar a las minorías. En tanto no entiendan los que no quieren o se niegan a entender que los tiempos son otros y la consideración al prójimo pasa por tratarlo como a uno le gustaría que lo trataran -regla de oro que aplicada ahorraría muchos gastos de abogados y demás- les diremos como dijo Pitágoras: "Cállate o di algo mejor que el silencio."   

Fuente: lafogata.org