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Latinoamérica

Entrevista a portavoz del Grupo MANDIYÚ

La Diaria

MÁS VALE TARDE - OCUPARON AYER EL "LATIFUNDIO SILVA Y ROSAS" Un día antes de cumplirse el primer aniversario de la ocupación de la Colonia España en Bella Unión, un grupo de productores lecheros se apoderó de centenares de hectáreas  en esa misma zona del departamento de Artigas.
Son predios que integraban el "latifundio Silva y Rosas", símbolo del reclamo del movimiento fundado por Raúl Sendic a principios de los 60.
La colonia ocupada ayer por el Grupo de Lecheros Mandiyú se denomina Doctor Eduardo Acevedo, consta de unas 400 hectáreas y es propiedad del Instituto Nacional de Colonización (INC) desde principios de la década de 1980, cuando el gobierno cívicomilitar expropió miles de hectáreas a "Silva y Rosas", un latifundio de 30 mil manzanas. Casualmente, el 9 de enero, Julio Marenales, dirigente histórico del Movimiento de Liberación Nacional (MLN), se refirió a esos predios ubicados en Bella Unión durante una de las primeras entrevistas que concedió como integrante de la nueva dirección nacional del Movimiento de Participación Popular (MPP).
El dirigente concedió la nota al diario El Pueblo de Salto, departamento en el que se instaló durante varios días. "Habíamos discutido mucho sobre la violencia y concordamos en que en el siglo se había asumido el pacifismo.
Nos dábamos cuenta de que la gente no iba a aceptar un proyecto violentista para cambiar la sociedad. Todo el proceso se hacía para apoyar a los cañeros, que reclamaban la expropiación del latifundio de Silva y Rosas. A la larga le sacaron 6.000 hectáreas, pero sigue siendo latifundio", recordó Marenales.
MEDIDA EXTREMA Mario Teddy es integrante del Grupo Mandiyú. Ayer, en contacto telefónico con La Diaria, narró y argumentó a favor de la decisión de apoderarse del control de la Colonia Eduardo Acevedo: "Estamos desde finales de 2005 con la esperanza de acceder a estas tierras, pero sucesivamente hemos sido dejados de lado", explicó el vocero de los ocupantes. Agregó que en la fecha indicada accedieron a un régimen de "pastoreo" para sus animales, modalidad que les impide realizar el ordeñe de las vacas.
Teddy indicó que tenían contratos trimestrales con el INC, los que eran renovados casi automáticamente mientras se realizaban las gestiones para hacerse acreedores definitivos de los predios, bajo la premisa de "empezar a producir y desarrollarnos". El productor rural enfatizó que con el correr del tiempo advirtieron que la voluntad política expresada en los diálogos no se concretaba, a pesar de que reunían las condiciones que Colonización se puso para entregar campos ociosos a aquellos que los quieren producir, que tienen proyectos armados en tal sentido, y que de otra forma no podrían acceder a tierras.
El hombre mencionó tres episodios recientes que les tocó vivir y que terminaron por convencerlos de que "no estábamos siendo tenidos en cuenta".
El primero fue que su proyecto de trabajo había recibido el respaldo de la mesa de Bella Unión del Programa Uruguay Rural, impulsado por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), pero al "llegar a Montevideo fue rechazado y tuvieron que desaprobarlo", resumió Teddy. En segundo lugar, la imposibilidad de establecer "un ámbito serio y productivo" con el INC, al punto que "en diciembre mandamos una carta al directorio 'pero se rompio' y no llegó".
La tercera razón, asimilable a la gota que rebasa el vaso, fue que el mes pasado el INC entregó varias tierras "a personas con gran poder adquisitivo, que no dependen de la tierra para vivir, como sí la precisamos nosotros". El 26 de diciembre venció el nuevo período de "pastoreo" que Mandiyú tenía con el INC. Y según concluyeron, las perspectivas eran seguir del mismo modo: "Vimos que las esperanzas de que en algún momento nos dieran un espacio no iban a llegar, y decidimos esta medida, que si bien es extrema, es la única que nos quedaba para no seguir muriendo de a poco".
AISLADOS Teddy explicó que la ocupación fue iniciada por cuatro familias y que el grupo, en total, reúne aproximadamente 300 cabezas de ganado a un promedio de 50 por cada integrante. En el lugar hay una casa a la que piensan hacerle los arreglos necesarios para que puedan vivir de forma permanente al menos dos familias. No hay electricidad, lo cual dificulta la permanencia en el lugar, más que para la vida diaria, para encarar un proyecto de trabajo.
Consultado sobre los pasos a dar de ahora en más, el productor señaló que "la semana que viene tenemos pensado empezar con el ordeñe", aunque lo obtenido no sería para comercializarlo sino para elaborar derivados. Teddy, que también apoya desde un primer momento la otra ocupación, la de los cañeros en Colonia España, opinó que en ambos casos se dio un proceso similar: "Una medida tomada ante el sucesivo fracaso de las gestiones que intentamos para hacernos con la tierra sobre la base de los criterios que fijó Colonización" y que de alguna manera recogen el postulado histórico de "tierra para el que trabaja", surgido a principios de los 60 cuando los cañeros de Raúl Sendic reclamaban la expropiación de los campos de Silva y Rosas para poner en marcha el país productivo.
Federico Gyurkovits

Fuente: lafogata.org