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Latinoamérica

Nota de repudio ante la masacre perpetrada por militares brasileños en Haití

El viernes 22 de diciembre de 2006, más 400 militares brasileños acompañados de policiás haitianos atacaron a la madrugada un Barrio de Cité Soleil -llamado Bois Neuf- provocando, según cifras oficiales, 9 muertos. Pero testigos de la barbarie afirmaron que las personas asesinadas superaron la cifra de 20 y las heridas la de 80. Entre ellas aparecieron cadáveres de varios niños. Ese ataque, que duró varias horas, se realizó con blindados, fusiles automáticos de gran poder, helicópteros, etc., causando una verdadera tragedia entre los 300.000 habitantes de Cité Soleil, quienes viven en casitas de cartón, chapas, etc.

Fue un ataque contra los más pobres de los pobres haitianos, bajo el falaz argumento o pretexto de eliminar a  un grupo de bandidos que viven del secuestro. Fenómeno que, curiosamente, luego de 2 años de permanencia de la MINUSTAH (Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití) dirigida militarmente por Brasil, se transformó, sobre todo en los últimos meses del año 2006, en la industria más próspera que funciona en Haití. Toda una realidad que demuestra claramente la inoperancia de esa fuerza de ocupación.

Cabe recordar que desde su imposición en junio de 2004, los pobres en Haití manifestaron su rechazo a la presencia de la MIUNUSTAH.

Y  en los últimos meses del año que acaba de terminar con ese nuevo baño de sangre entre los condenados de nuestra tierra, dicho rechazo se transformó en una constante de la vida política del país. La única respuesta hasta ahora ofrecida por esos serviles del imperialismo norteamericano ha sido: PLOMO Y MÁS PLOMO. Así piensan que pueden seguir ocupando nuestro país imitando los ejemplos de sus jefes en Irak. Así también piensan proyectarse como país emergente o potencia emergente capaz de manejar una crisis utilizando los mismos mecanismos empleados por el máximo terrorista del mundo, George W. Bush. Con esos méritos o certificados de asesinos a sueldo, los dirigentes brasileños aspiran a obtener un puesto permanente en el Consejo de seguridad de la ONU.

Sin duda alguna, la supuesta imagen de progresista que los partidarios del presidente Lula le colocan, cae en mil pedazos ante tales hechos propios de un fascista. En este sentido, cabe a los verdaderos progresistas brasileños pronunciarse al respecto acompañando al pueblo haitiano en su exigencia de RETIRO INMEDIATO DE LA MINUSTAH. Pues nadie puede ufanarse de progresista asesinando a pobres y niños de otro país, violando la soberanía de otro país e ignorando el derecho a la autodeterminación de otro pueblo para satisfacer intereses mezquinos y viles y obedeciendo ciegamente al imperialismo norteamericano.
                                      

Se trata de una respuesta urgente, ya que evitará más muertes y, al mismo tiempo, demostrará con hechos y no sólo con lindos discursos que la solidaridad no puede ser selectiva. Una solidaridad que los primeros dirigentes de nuestro país como Dessalines y Pétion ofrecieron generosamente a Miranda, Bolívar y tantos otros. Invitamos a los dirigentes brasileños a revisar más a fondo la verdadera historia de nuestra región, pues allí, sin duda alguna, encontrarán datos sorprendentes capaces de ayudarles a profesar un mínimo de respeto hacia el pueblo haitiano.
                               

En nombre de ese internacionalismo revolucionario -prácticamente inimaginable para la época- desplegado por los haitianos luego de la proclamación de nuestra Independencia, exigimos el fin de las matanzas y el retiro inmediato de la MINUSTAH.
¡¡ABAJO LA OCUPACIÓN!! ¡¡FUERA LA MINSUTAH DE HAITÍ!! ¡¡VIVA LA LUCHA DEL PUEBLO HAITIANO!!
Henry Boisrolin Coordinador del Comité Democrático Haitiano en Argentina          

Fuente: lafogata.org