El original Plan Colombia que le entregó el Departamento de Estado norteamericano, al entonces presidente Pastrana en 1998, tenía como eje estratégico la reingeniería de toda la panoplia del aparato armado del Estado colombiano, que previamente la Constitución del 91 había agrupado en el conocido renglón fiscal de la "Fuerza Publica" y puesto bajo mando directo del Ministro de Defensa.

Alberto Pinzón Sánchez
ANNCOL

El original Plan  Colombia que le entregó el Departamento de Estado norteamericano, al entonces presidente Pastrana  en 1998, tenía como eje estratégico la REINGENIERÍA de  toda la panoplia del aparato armado del Estado colombiano, que previamente la Constitución del 91 había agrupado en el conocido renglón fiscal de la  "Fuerza Publica" y puesto bajo mando directo del Ministro de Defensa.
Era la respuesta a la derrota militar y política del plan  "destructor" (en sus fases I y II, en las Delicias, el Billar, Patascoy, la Carpa, Mitú, Iscuandé, etc, junto con las derrotas a los Paramilitares en Yondó, el Yarí y Putumayo, etc), del tan recordado gobierno de la tenaza Samper Pizano-Harold Bedoya. Los especialistas militares concluyeron erróneamente, y subestimando una vez más la  capacidad  teórico-practica de la comandancia insurgente, le atribuyeron un inminente paso a una "supuesta guerra de posiciones" que solo existía en los textos propagandísticos  de los sesudos conversos maoístas Alfredo Rangel y Joaquín Villalobos.
Había que prepararse "tecnológicamente" para enfrentar ese "peligro inminente" por tierra mar y aire, con tecnología dura (fierros) y tecnología blanda (saberes), tal y como lo mandan los manuales especializados.
Toda Colombia vio sin "mosquearse", la escalda militarista en helicópteros y aviones plataforma, fusiles y ametralladoras electrónicos, sistemas de comunicación en tiempo real y vía satélite, sistemas de inteligencia humana, electrónica  y satelital, brigadas móviles y fuerzas delta, Impuestos y bonos para la guerra, etc; como si se fuera  a filmar una película con el "terminator" gobernador de California o con Bruce  Willis, las que en efecto se filmaron en otras "locaciones" tropicales similares y se dieron a conocer simultáneamente con el libreto "subliminal" anti-colombiano, de la guerra contra las drogas.
Mientras tanto, desde la Universidad de Yale, el conocido ideólogo del conservadurismo Ian Shapiro, ponía a circular la definición de "Estado fallido como aquel que no puede patrullar sus fronteras": Colombia real  con 5 fronteras selváticas y  dos mares internacionales (incluida la frontera con Nicaragua), todas ellas incontrolables, fue la comprobación florida de su teoría. Colombia además de "Estado bribón" es decir gobernado por un presidente elegido con dineros del narcotráfico (Samper), era también un "Estado fallido". Imponer la ley de las armas, patrullar las fronteras y ganar legitimidad armada, fueron los supremos objetivos  del plan imperial y para esto, se requería ganar tiempo-espacio y hacer también la Reingeniería a los Paramilitares del Estado que habían convertido a Colombia, ante el mundo, en una Democracia Genocida.
Lo que siguió vertiginosamente hasta hoy, es bien conocido: Ruptura por parte de Pastrana del proceso de paz con la insurgencia. Elección fraudulenta de Uribe Vélez a punta de motosierra y falsimedia. Bonanza financiera de narco-para-dólares. Leyes de impunidad y olvido. Sainete de Ralito. Desregulación de la economía y TLC. 3´000 000 de desplazados, 4´000 000 de hectáreas expropiadas por 2500 narco latifundistas y ganaderos. 1´000 000 de delatores (sapos) pagados con impuestos públicos por el ministerio de defensa. Más de 6000 civiles fusilados o desaparecidos.  Reelección fraudulenta y sangrienta de Uribe Vélez. Capos narco-para-militares protegidos de la Justicia Universal en habitaciones de 5 estrellas. Colapso de la justicia por los 100 000 procesos judiciales contra los Paramilitares.
15 000 "águilas negras" o Paramilitares totalmente reciclados. Escalamiento inverosímil de la guerra militar y química contra el Pueblo Trabajador.
Desmoralización de soldados positivos con tablazos y extraños jueguitos con candela. Pleitos internacionales y conflictos  con casi todos los vecinos en lugar de control de fronteras. Fiscal atenazado entre el patronato antioqueño y el conglomerado Galinski.  Ningún olvido. Ningún perdón.
Ninguna reparación.
Y el "Plan" originario de 1998, continua como si ni hubiese pasado nada. El Vicepresidente Santos, 9 años después, muy ladino lo sintetiza  en una auto- entrevista en el diario de su propiedad El Tiempo, (14. 01.07) así:  ""El único poder armado que puede haber en el país, es el de las fuerzas institucionales del Estado y eso es lo que nos ha llevado primero al desmonte del paramilitarismo; segundo, a los diálogos de paz con el ELN y tercero, al acorralamiento de las Farc. Desgraciadamente, el narcotráfico quiere seguir manteniendo su control pero lo combatimos. La situación es infinitamente distinta a la de hace unos años"".
Pero al parecer, esta vez desoyó al asesor de la Fuerzas Armadas y de su corporación Alfredo Rangel, quien en su columna habitual 14.01.07 en la revista Cambio ( que pertenece a su casa editorial El Tiempo), desmiente categóricamente el falso panorama que presenta quien le paga el salario.
Leamos sus pronósticos un poco más ajustados a la realidad: